Esther 6

Esther, después de descubrir que su madre había sido esclava de Antonio, se ve abocada a una nueva faceta lésbica, que experimentara con su amiga Marta, empujada por Antonio, descubriendo que dominar es parte del placer, y no solo ser dominada.

Superado el shock que me supuso que me besara, logre descansar, pero al día siguiente, Ines, mi madre, hizo como si nada hubiera sucedido: ninguna mención, ninguna indirecta, nada… yo estaba desconcertada y sin saber como actuar. Mi padre tampoco dio muestras de saber nada de nada, no sabia si Ines le había comentado algo… era muy confuso.

Como todos los días, acudí al instituto, en la parada del autobús estaba Antonio, Sir Anthony como supondría que pronto debería llamarle…

  • Hola…

Me miro.

  • Buenos dias Esther.. -exhibió aquella sonrisa desconcertante-

  • ¿porque?, si me permite la pregunta.

  • Uhm...deberías saber que una de las normas es no preguntar, sino aceptar… pero esta bien la rectificación final, aunque debió ser previa.

Me miro…

  • ¿Has quedado con tu amiga?¿Marta es la golfilla?

  • Si.

  • Bien. Sobre tu pregunta supongo que te refieres a esas deliciosas imágenes.

  • Si.

  • ¿Te parecieron excitantes?

  • Turbadoras

  • ¿Hablaste con Ines?

  • Si

  • Y?…

  • Me previno contra ud. No quiere que caiga en sus manos.

  • Tiene razón. Deberías pensártelo.

  • Ya esta pensado...mi señor -me costaba decirlo-

  • Me encanta tu timidez. Mira ahí viene el autobus.

Me di cuenta de que no estaba dispuesto a continuar aquella conversación. El viaje fue en silencio entre ambos, pero esta vez, Antonio se bajo en la misma parada que yo.

  • ¿Se baja aquí?

  • Otra vez preguntando… tienes mucho que aprender.

Vi a Marta, esperándome.

  • Vaya, ahora ya vienes con el elemento este.

  • Encantado Marta...veo que me adoras.

  • Creo que eres un cerdo. Deberías dejarla tranquila.

Se rio.

  • ¿Celosa?

  • Que dices

  • Si estas celosa, ¿cuanto tiempo hace que quieres tirártela?

  • Seras cabrón… de que vas tío… dejame en paz… Esther vámonos.

  • Vaya, como te pones, solo queria saber el dato.

  • Vete a rascarla, cerdo.

Mire a Marta y luego a Antonio.

  • ¿Que pasa?

  • Vamos putilla, ¿es que no te has dado cuenta de que tu amiga quiere follarte?. Es muy evidente en como te mira, y como te protege.

  • Soy su amiga hijo de puta y deberías…

  • Deberías callarte tu, Martita...tendrás lo que quieres… pero intenta ser mas dulce conmigo.

Mire a Antonio…

  • ¿Como que tendrá lo…?

  • No vais a ir a clase hoy… salvo que tu amiga desee ir y no disfrutar de una interesante mañana contigo...¿que dices Marta?¿Quieres follarla hoy, ahora?

  • Que te vayas a la mierda.

Me acerque a Marta.

  • Marta… ¿es cierto?

  • Dile que se pire. -note lagrimas en sus ojos-

  • No voy a irme...eres demasiado altiva martita, mereces ser colocada donde debes. Díselo.

Los ojos de Marta me confirmaron lo que Antonio había afirmado...me deseaba...¿como no lo había visto antes?. Le tome la mano.

  • Tranquila. No pasa nada. De verdad.

  • Bien, ahora que esta claro, sigo mi camino. -se metió la mano en el bolsillo y saco una llave, me la tendio- Esta es la llave de mi casa, ya la conoces… si queréis estar a solas...yo no estaré, es vuestra hasta las 16.00. Buenos días martita jajajajaja – se alejo riendo.

Me quede allí, Marta sollozaba y yo tenia las llaves en mis manos. Mire a mi alrededor, me cerciore de que nadie nos veía. Mi otra mano sujetaba la de Marta.

  • No pasa nada… de verdad.

  • Lo siento.

  • No tonta, no lo sientas. Si quieres podemos pasar de ir a clase, total esta todo preparado...-levante las llaves- si te parece… podemos.

  • No lo se.

  • Estaríamos solas… no se que podrá pasar, pero no creo que debamos ir a clase.

  • Seguro que aparece.

  • Piensa lo que quieras de el, pero nunca me ha mentido. No tiene porque hacerlo ahora. Soy suya, no lo necesita.

Vi el dolor en sus ojos ante aquella frase. Le pase una mano por la mejilla.

  • Al menos, hasta que estés tranquila… venga… se la zona, encontraremos la casa fácilmente. No te preocupes.

Sonrió… era una aceptación. Comenzamos a caminar.

  • No se que pensaras de mi…

  • Nada… ademas no te creas que no se me ha pasado alguna vez por la mente...Marta eres muy guapa.

  • No tanto como tu.

  • Pero con mas pecho, jajajaja

  • Tonta.

En realidad, nunca lo había pensado, pero estaba claro lo que Antonio quería que yo hiciera. Me ponía a prueba antes de aceptarme como su esclava. No le defraudaría… estábamos en una calle que cortaba hacia la urbanización de Antonio y no había nadie. Me gire y la bese en los labios… ella se dejo, note su sorpresa, pero entreabrió los labios y los unió a los míos. Me gusto.

  • Esther… yo… deseaba

  • Lo se, ahora lo se… y gracia a el… te guste o no… venga…

Encontré pronto la casa, el coche donde me había trasladado aquel día estaba fuera aparcado ¿Estaría el en casa?, había dicho que no… en todo caso, no importaba. Abrí la puerta exterior y pasamos al jardín. Marta miraba para todos los lados, algo asustada. Ahora estábamos a solas, separadas del exterior por el muro perimetral. Volvía besarla, y ella a mi, esta vez no hubo sorpresa… Mi mano acaricio su cintura y ella la miá… nos habíamos visto desnudas alguna vez y en ropa interior muchas, pero aquello, era diferente. La arrincone contra el muro y seguí besándola...bese su cuello… la oí gemir...pensé en lo que mi amo querría… me separe de ella.

  • Desnudate.

  • Jo, y si esta

  • Arriesgate… desnudate.

Ella me miro, miro a los lados…

  • Y tu.

  • No.. quiero verte… hazlo.

  • Es que…

  • Si quieres… podemos irnos..

  • No…

Muy despacio se desabotono la faldita del uniforme.

  • Dejalo caer. Que quede en el suelo. Mirame mientras lo haces.

Ella obedeció. Me gusto esa sensación… su falda cayo al suelo. Luego se quito la blusa.

  • Vamos...sigue… los zapatos también.

Se quito los zapatos, las medias el sujetador.. finalmente sus braguitas cayeron… intento taparse.

  • No -separe sus brazos y volví a besarla, esta vez pude tocar y besar sus grandes senos-

  • Te quiero.

  • Y yo a ti -mentí, la quería, pero no como ella pensaba-

  • Vamos dentro…

  • Aun no… no quieres verme a mi también?..desnudame.

Ella empezó torpemente a quitarme la ropa...estaba muy nerviosa...hice que sea agachara para quitarme los zapatos y las medias…

  • Besame los pies.

Me miro...pero se inclino y los beso… subió sus labios por mis piernas...llego a mis muslos...y siguió hasta mis pequeños pechos… me estremecí de placer… me gustaba. Mi coño estaba tan mojado o mas que el suyo… y mis pechos ardían...al ginal Antonio me había hecho un favor al descubrirme aquello.

Me tumbe sobre la hierba de jardín completamente abierta de piernas, y Marta capto la invitación… su lengua acaricio mi clítoris y el orgasmo llego de una forma tranquila y dulce...la tumbe sobre la hierba y comí sus pechos, descubrí que tocar su culo y comerle sus pezones le provocaba una enorme excitación, sentí como se corría y como orgasmaba, pero percibí algo mas: era miá. En ese momento no me negaría nada de nada.. me detuve. Ella me miro.

  • ¿Que pasa?

  • Nada… vamos dentro…

Ella se inclino a recoger su ropa.

  • No, dejala...estas mejor así.

Se acerco a acariciar mi pelo, pero aparte su mano.

  • Vamos.

Ella me siguió. Solo llevaba el manojo de llaves en mis manos, abrí la puerta de la casa y entre en el recibidor… pensé en llevarla a la “sala de juegos”, pero quizá seria muy fuerte para ella… de momento...estaba seguro de que mi señor habría preparado algo, no sabia lo que. Descalzas y tomadas de la mano subimos al piso superior, entramos en una habitacion, había una enorme cama… sensualmente me tumbe en ella.

  • Ven…

Marta se acerco… mi mano acaricio su coño...empece a introducir mis dedos… ella se sintio algo turbada… la bese.

  • Haz lo mismo.

Lo hizo...las dos estábamos abiertas, besándonos, disfrutando de nuestras manos...yo empece a meter mis dedos en su coño, uno, dos, tres...gemía… ella hizo lo propio… nos comíamos los pezones...los orgasmos se sucedían uno tras otro…. Caimos rendidas…

  • Que va a pasar ahora?

  • Bueno, Marta, eso depende de ti…

  • ¿Que quieres decir?

  • Ya sabes que soy suya

  • Pero después de esto.

  • No cambia nada – acaricie su pelo- pero si las dos… bueno...le obedecemos, quiza nos deje estar juntas..

Ella me miro escandalizada, pero derrotada.

  • No… yo no podría… no podría…

  • Claro que si...podemos decírselo...tu serias miá y yo tuya

  • Pero el podría estar contigo cuando quisiera…

  • Si.. y contigo...pero me tendrías a cambio…

Volví a besarla… sentí que se rendía… se entregaba...bese todo su cuerpo...gimió… era una fuente inagotable de corridas y orgasmos.

  • No quiero estar sin ti…

  • No lo estés...es tu decisión… -se lo decía mientras retorcía sus pezones-

  • No podre…

  • Si podrás… -introduje mi lengua en su coño- dime que si.

  • Si… si… sigue

Era miá...y la sensación fue increíble. ¿Vendría Antonio mientras yacíamos en esa cama?¿Soportaría yo que poseyera a Marta?. Estaba haciendo lo que yo creía que el quería ¿y si me equivocaba?.

Jugamos durante horas. Encontré unos consoladores, en realidad estaban encima de la cómoda de esa habitación. Jugamos con ellos… se los metí todos, y ella a mi. Vibraban… use su culo y ella el mio.. gemimos con el dolor y el placer...sin dejar de besarnos… estábamos agotadas, pero seguíamos sin atrevernos a parar… la cama estaba empapada con nuestros fluidos y nuestro sudor. ¿que hora seria?, no importaba...Un consolador con puas había quedado para el final… se lo mostre.

  • Uy…

  • Te da miedo?… metémelo…

Ella no dudo… lo tomo y comenzó a acariciarme con el...era doloroso y placentero...sus pechos quedaron a la altura de mis labio, comí sus pezones justo cuando ella comenzo a penetrarme con aquella monstruosidad…

  • Sigue -le pedí- metémelo todo.

Me complació mientras sus labios se juntaron a los míos. Era doloroso…

  • Tiene razon, eres una puta -me dijo Marta-

Como respuesta agarre sus pezones y se los retorci provocando su placer.

  • Si… como tu.

El dolor de ver mi útero invadido se desplazo por el enorme orgasmo que sentí… esta vez caí rendida...las dos caímos rendidas… y cerramos los ojos.

Continuara.