Esther 4
El desenlace se va acercando. Esther esta cada vez mas entregada, y su amiga Marta ya la va a dar por imposible. En una nueva jugada Antonio le descubre un secreto desconocido para ella, que puede ser su empujon definitivo o todo lo contrario..
Después de aquello no sabia que camino tomar. Había resistido el impulso primario de entregarme a ese degenerado, pero también sabia lo cerca que estaba de ocupar el lugar de aquella mujer. Desde luego ya tenia claro que Mario no era el hombre que necesitaba, así que decidí dejar a mi buen venado. No se lo tomo mal. Insistió un poco, pero le preocupaban mas los coches, que era lo que le gustaba en el fondo. Pues con su pan se lo coma.
Una vez libre de mis obligaciones con Mario tenia que tomar decisiones. Desde luego mi amiga Marta, mi confidente, pensaba que yo estaba loca por dos cosas: una dejar a Mario, “un tío buenísimo con un culo de alucine” según lo definió, y por seguir encoñada de Antonio “un degenerado y viejo verde” según sus propias palabras. Lo bueno de Marta es que me hacia sonreir, la pobre aun no había entendido que no estaba “encoñada”, era otra cosa. Antonio era un hombre que sabia lo que deseaba, y sabia lo que deseaba yo. La verdad es que tenia claro que quería ser suya, el problema es que no me atrevía, quizá al final el tenia razón cuando pensaba que aun era una niña, claro que yo sabia que aquello no era mas que una provocación para que mi entrega a el fuera absoluta. Seguía cruzándolo en la calle, en la parada de autobús… los buscaba cada dia con la mirada… Antonio, Antonio, Antonio.,.. era todo mi pensamiento.
Paso un mes. Durante ese tiempo intente documentarme sobre los juegos de Antonio. Entre en el mundo del BDSM y el Sadomasoquismo. Videos, lecturas...con Marta vi “Historia de O”, a ella le pareció indecente pero reconoció que le había excitado, a mi simplemente me excito, y me excito muchísimo. Aquella escena donde O era poseída en la comida era enormemente erótica, igual que aquella otra conde era azotada por la sirvienta de su dueño. Esa noche me toque, me acaricie, y desee ser O. ¿
Podía
ser Antonio Sir Stephen?¿
Podría
yo estar a la altura
de O?, de hecho empece a encontrarme un cierto parecido con la actriz Corinne Clery, el pelo, los pechos, me acariciaba pensando en ella… al fin y al cabo ¿no había acudido a un parque prácticamente desnuda para complacer a Antonio, a Sir Antonio?… El curso terminaría pronto… y tendría que tomar una decisión antes de ir a la universidad, porque algo si tenia claro: quería hacer mis estudios universitarios, ninguna pasión sexual podría impedirlo, y eso era algo que mi dueño tendría que aceptar...¿podría yo imponer algo así?¿me permitiría poner condiciones?...¿seguiría teniendo contacto con Marta?, necesitaba aquel contacto… tenia miedo… miedo, deseo, obsesión, placer, dolor, castigo… todo junto se mezclaba y provocaba que cada vez que me tocaba en la intimidad de mi dormitorio las oleadas de placer se sucedían de forma continuada. Descubrí la enorme sensibilidad de mis pezones y los imagine castigados...torturados...y me
venían
los orgasmos al pensarlo...mi vulva,
joven
, con labios discretos, convenientemente depilada estaba permanentemente húmeda.
No podía evitar fantasear con ser entregada, azotada, me veía conquistando a Marta para entregársela a mi dueño.
Pero mis fantasías no podían prepararme para lo que estaba por venir.
Junio. Mediados. Fin de curso. Selectividad… y mi ansiada mayoría de edad que se acercaba. Aquellos últimos días las chicas lucíamos el uniforme escolar, como decía Marta “somos putipijas”, en referencia a aquella falda corta con medias y aquella blusa blanca que nos hacia parecer mas jóvenes de lo que realmente eramos. La tradición mandaba, y los chicos y las chicas acudíamos de uniforme a las ultimas clases. Salia con Marta, el día era soleado, y le vi. Estaba apoyado en su elegante vehículo, fumando, trajeado, me miraba. No necesito gesto alguno, me acerque.
Buenos días
Buenos días...a las dos.
Marta venia pegada a mi lado, estaba tan excitada de ver a Antonio que no me había dado de cuenta.
- Me alegro de verle
Sonrió.
Yo también. No se si te has decidido pero…
Mi amiga no quiere saber nada de ti, viejales, asi que pirate por donde has venido
Mire a Marta horrorizada…
Marta, por favor, dejame a solas con el.
Mira Esther yo creo…
Por favor….
Marta me miro, luego miro el rostro indignado de Antonio, que era evidente no estaba acostumbrado a interrupciones.
- Estaré
allí
-miro hacia Antonio- muy pendiente.
- Por supuesto...
Se alejo
Lo siento… yo no pensé que ella…
No te preocupes. Esta claro que le has contado algo, bien, no me importa. De hecho tiene unas grandes tetas… quien sabe…
Ella no es de esas
No es que?
Otra vez...no respondí. El suspiro.
Bien. Pronto seras mayor de edad, y quiero una respuesta.
Si...yo quisiera poner alguna condición que…
No. Ninguna condición.
Pero..
Me gustas. Me gusta tu juventud. Ahora mismo con esa faldita estas para comerte. No sabes las ganas que tengo de levantártela y azotarte ese culito. Luego me harías una gran mamada.
Me ruborice… pero me encantaba que le gustara.
Sube al coche…
Pero Marta…
Dile que venga, así vera con sus propios ojos lo que eres.
No… no puedo yo…
No tengo paciencia para esto.
Dio la vuelta y se dirigió a la puerta de conductor
- Espere...lo hare.
Se rio.
- Vamos. No tengo todo el dia.
Me dirigi hacia Marta.
¿Has terminado?¿nos vamos?
Quiere que vaya con el.
¿Que?¿A donde?
No lo se.
¿Tu quieres ir?
Si
Marta me miro…
Creo que estas loca y salida.
Si -reí-
No te dejare sola con ese salido.
Quizá seria mejor que te fueras a casa, yo te llamo luego
¿Para que te vuelva a buscar a algún callejón?. Ni loca. Voy contigo.
Sabia que cuando a Marta se le metía algo en la cabeza, no había nada que hacer.
A lo mejor quiere que haga algo, ¿entiendes?
Conmigo delante no se atreverá.
Marta camino hacia el coche, y se dirigió a Antonio
- Esta bien viejales, si quieres que ella vaya, yo también iré. No te pasaras ni un pelo.
Por toda respuesta Antonio abrió la puerta de atrás del coche.
Sube ¿Marta verdad?, encantado de conocerte.
No puedo decir lo mismo… salido. -entro y se sentó detrás, yo queria sentarme delante, pero Antonio me lo impidió.
Antonio arranco.
Veras Marta, admiro la amistad. Pero tu amiga aquí presente es una puta de primer nivel solo que no lo ha asumido aun del todo. Quiere ser miá, aunque exijo una total entrega. No se si lo captas.
Lo que capto es que estas muy mal de la azotea. Y que eres un viejo verde muy salido.
No sabes que hasta hace no mucho tiempo, históricamente ayer, hombres de mi edad se casaban con jovencitas?.
Si, pero el mundo evoluciona.
Lamentablemente, evoluciona, a peor. Te haré una demostración.
Habíamos salido de la zona urbana, giro por un camino sin asfaltar.
Oye a ver donde nos llevas, que quieres???
Tranquila Marta, no voy a violaros
Intentalo cabrón.
Jajajaja, eres toda un carácter… me encanta… y tienes unas fenomenales tetas, por lo que se intuye.
Vete a la mierda.
Detuvo el coche. Delante de nosotros no había nada. Solo un bosque con un sendero, no conocia esa zona. Antonio bajo y abrió la puerta.
- Baja.
Descendí del vehículo, y Marta lo hizo por el otro lado. Antonio la miro.
Puedes quedarte aquí esperando si lo deseas.
Ni hablar, no vas a tocarle un pelo, cerdo.
Jajajaja, muy bien.
Le seguimos por el sendero hasta un claro. No había nadie. Solo un tocón de madera. Se acerco a mi y me beso, yo respondí con ansia.
- Quitate la falda
Desabroche la falda escolar y la deje caer al suelo.
- Esther que coño estas haciendo.
La mire. No dije nada.
- La blusa.
Me quite la blusa. Esta vez no escuche a Marta, solo a mi dueño… mi ojos, mi vida, eran de mi dueño. Me acerco al tocón y se sentó, luego me inclino sobre sus rodillas dejando mi culo expuesto, aun tapado con la braguita blanca. Su mano comenzó a acariciarlo suavemente, recorriendolo, reconociéndolo...
dio una palmada con fuerza, exhale un suspiro… mi coño ya estaba mojado. De un tirón arranco mi braga...se clavo una parte en mi coño húmedo, excitándolo aun mas, volvió a azotar mi culo… ya no pensaba en nada ni en nadie… estaba roja de vergüenza y muerta de excitación. Palmeo con mas fuerza. Y con mas… pronto el dolor se hizo presente… no paro… gemí...llore, escuche a Marta decir “es suficiente, para”… pero no paro, siguió… mis cara estaba llena de lagrimas cuando el se detuvo…
- De rodillas cerda...quitate el sujetador.
Obedecí temblorosa, llorosa, gozosa. Vi su enorme falo ante mi… y deseosa de complacerle lo introduje en mi boca, lo lami, lo chupe, hasta que consegui escuchar un gemido de placer de sus labios, lo que me hizo una mujer feliz, y olvide mis doloridas nalgas… trabaje su miembro hasta que conseguí que su ansiado liquido blanco se volcara sobre mi garganta y pechos.
¿Que se dice putilla?
Gracias.
Jajajaja, muy bien...muy bien… vamos, te llevare devuelta… a las dos..
Me gire para ver a Marta… de repente, allí desnuda, la vergüenza me invadió. Marta me contemplaba boquiabierta, sin decir nada...estaba en shock…
Lentamente me vesti, marta me acerco el sujetador…
Que has hecho? -me pregunto-
¿No lo has visto?, ser feliz…
Me miro sin comprender… subimos al coche. Marta seguía sin articular apenas palabra alguna
¿Que te ha parecido Marta?¿es o no es una puta de primera tu amiga?
Lo que me ha parecido es que eres un cabrón, un cerdo y un autentico hijo de puta. Y ella esta loca, no se que coño le has dado pero…
Escuchame, deslenguada. Deja de ser mal hablada, no esta bien en una señorita, y estoy seguro que ahora mismo estas tan mojada como no lo has estado en tu vida, con todos esos novietes que solo saben meterte mano y dotados de pichas flojas...niega que no querrías estar donde ha estado ella.
Ni de coña cerdo.
Yo la mire. La conocía. Si, se había excitado, Estaba turbada, avergonzada como lo estaba yo por exhibirme así ante mi mejor amiga. Mire a Antonio, de repente me sentí celosa… no
quería
que se encaprichara de Marta...yo le
podía
dar todo lo que el quisiera, todo.
Lo alejaría de el. Me sentí igual que en aquel cobertizo donde vi aquella zorra desnuda y atada para el.
Llegamos a nuestro barrio.
Espera Esther -que raro, hacia tiempo que no se dirigía a mi por mi nombre, me entrego un sobre.
¿Que es?
Algo que te ayudara a decidirte.
Pero… cuando hablare contigo. ¿Cuando te vea por el barrio?
Hay un teléfono dentro. Llamame. Cumples 18 la semana que viene, quiero que ese día me comuniques tu decisión. No estaré en la ciudad, por eso es mejor que me llames por teléfono. Marta, un placer conocerte… espero tener la ocasión de intimar algo mas jajajaja.
Ni lo sueñes hijo de perra.
Bajamos del coche, y Antonio arranco. Las dos nos quedamos allí un momento calladas. Mire a Marta.
Yo.
Callate ¿sabes?, ese tío es un cerdo, pero tiene razón, eres una zorra.
Marta escuchame…
No quiero saber nada de ti ¿entiendes?, tu veras lo que haces con tu vida, pero no pienso quedarme a ver como la destrozas.
No entiendes que disfruto cuando…
¿Cuando el te hostia?, joder, y eso que no “eres suya”, cuando seas suya ¿que piensa hacer contigo?¿molerte a palos?¿a latigazos?¿quemarte viva?, tia despierta…
Marta no lo entendía… no comprendía...lo que yo sentía y necesitaba era mucho mas que amor. ¿Como explicarle que cada azote era una corrida?¿Que mis lagrimas estaban acompañadas de orgasmos?¿Como explicarle que mi amor era tal que complacerle a mi dueño era lo que me llenaba como mujer, que ese y no otro era el objeto de mi ser, y de mi cuerpo?. Imposible que lo entendiera.
¿te excitaste?
Pero que coño me preguntas!
Responde, es sencillo ¿te excitaste?
Me voy tia, y no me llames ¿estamos?, mientras sigas con ese tarado no quiero volver a verte.
Marta se alejo, enfadada, indignada… vi como se alejaba...por primera ver me fije en lo que había visto mi dueño: su culo, sus pechos,sus labios… me di cuenta que era mas voluptuosa que yo… y eso...no me gusto. Tome camino de mi casa. Al llegar salude a mi madre, que estaba en la sala. Tenia una gran relación con ella, pero no hasta el extremo de explicarle mis planes para los próximos meses, planes que pasaban que Antonio aceptara alguna condición, sobre mis estudios, aunque pretendía una entrega sin ellas, esperaba que fuera realista… al fin y al cabo yo sabia cuanto me deseaba…
Me duche… no por desprenderme de su olor...sino por despejarme… envuelta en una toalla recorde entonces el sobre...lo abri.
En su interior había una carta, breve, y otro sobre. La carta era de Antonio.
“
Querida @esther. Te escribo para explicarte algunas normas básicas que debes entender, tendrás que aceptarlas, si lo haces, llamame, de lo contrario no vuelvas a dirigirte a mi.
Son cuatro puntos extremadamente sencillos de entender.
1.- Aceptas servirme
y pertenecerme
. Te dirigirás a mi como Amo, Señor o Sir Anthony.
2.- No hay limites
en
aquellos juegos o castigos que desee para ti. Incluso tu vida, es
miá. Tu opinión no me interesa, y cuando sea menester, ya se te solicitara.
3.- Si lo aceptas, vivirás donde yo te indique, como yo te indique, vestirás como te indique y te comportaras como se te indique.
4.- Eres mi propiedad. Como tal propiedad, podre cederte, alquilarte, venderte. Eres un objeto. Seras tratada como tal. Y no tendrás derecho alguno. Un animal tendrá mas derechos que tu.
No obstante, te concederé un derecho, un privilegio: podrás romper el compromiso cuando desees,
En el sobre adjunto encontraras el porque me encapriche de ti. Espero que te ayude a tomar una decisión. La personas de ese sobre tomo su decisión, quizá pueda aclararte algo esa misma persona.
Afectuosamente, tuyo.
Antonio.”
Me quede espantada mirando aquella carta… cualquier plan que tuviera acababa de desaparecer. Quería una pertenencia mas allá de lo razonable. Podría romper ese compromiso, si… pero… y si era anulada totalmente como persona??? y si el placer podía mas que la razón???… y ¿a quien se refería?… abrí el otro sobre, contenía unas fotos…
Me quede paralizada… una mujer aparecía en diferentes posturas, con diferentes hombres...atada, azotada...en el potro… en el cepo… una mujer guapa, madura…
Mi madre.
Continuara.