Este relato es mio y soy Sara, la prima de Chuismi
Aquel fuego interno que me devoraba las entrañas empezó cuando yo tenia tan solo 9 añitos. Una noche me desperté al escuchar el ruido enorme que hizo la cama de mis papas golpeando contra la pared y curiosa me levante de la camita y fuí a investigar, al llegar me encontré a mis papas haciendo ellos otros ruiditos y grititos como, si algo les doliera, pero de una forma diferente, de una forma, que me fascinó.
Hola a todas y a todos. Mi nombre es Sara. Vivo en Zaragoza, España. Y como muchos y muchas ya sabreís soy la prima de Chuismi. Si, la famosa prima Sara de sus relatos. Jejeje.
Bien. Vereís. Llevaba yo ya mucho tiempo queriendo que mí primo escribiera y publicara el relato de la historia que vaís a leer y que pertece a un momento bastante importante de mí vida, pero al final, Chuismi, me convenció para que fuese yo la que lo escribiera y ya veís, aquí está. ¡Conseguido! Jejeje. La verdad es que me costó mucho empezar, pero con algo de bastante ayuda de mí primo al final lo he terminado, quedando muy contenta por el resultado, pues creo que me ha quedado practicamente tal y como todo aquello ocurrió, o al menos, como tal lo recuerdo.
Eso sí, por el momento no quiero aparecer como autora en todorelatos, por eso el relato lo publico a traves de mí primo, o mejor dicho, el que lo publica es él, pero que conste e insisto, en que la autora soy yo.
Lo que vaís a leer me sucedió hace ya unos cuantos años, entonces tenia 16, aunque la historia en verdad comienza cuando contaba tan solo con 9 añitos.
Pero el relato lo voy a narrar asumiendo los 16 años que tenia entonces, ya que en realidad, el recuerdo de todo aquello, mas que mio es de aquella chica de 16 años que llena de ilusiones y sueños se iba a comer el mundo, jejeje, por eso, voy a dejar que la historia de este relato, su historia, lo cuente ella.
A los 16 años yo ya era una niña-mujer de 1'68 de altura, entonces tenia unos descables y enormes ojos verdes que hoy, aún conservo, jejeje. Mis piernas ya entonces eran largas y bastante bien torneadas, unos pechos bonitos, redondos, grandotes y muy bien proporcionados solian sobresalir voluptuosos de mis escotes, mí cintura era mas bien delgada, pero con una sexy barriguita, mis caderas eran bastante prominentes y mí culo, grande, duro y redondo, destacaba por encima de todo llamando mucho la atención de los chicos, de los mozos y de los ya no tan mozos del pueblo, jejeje, lo que a mí, que era muy coqueta, me tenia encantada. Mi peso creo que acorde con mí altura y físico me tenia muy orgullosa y un cabello rubio y liso que entonces era ya tan largo como lo tengo ahora, muy, muyyyyy largo. Jejeje. Y mi edad es... Bueno, mi edad la dejo para dentro de un ratito, jejeje. Un poco de misterio siempre biene bien. ¿No? Jajajajaaaa. Quien quiera saberla tendrá que ir leyendo con minuciosidad todo el relato, porque en un momento dado, la diré, lo prometo, jejeje.
Por aquel entonces era yo una jovencita extremadamente caliente, aunque siempre muy discreta. Aquel fuego que me abrasaba durante todos los momentos del dia y que desde hacia años, sentia yo como recorria por todo el cuerpo, de arriba abajo, agarrandose a mis entrañas, fijándose a bajo vientre y abrasandome literalmente toda entera por dentro, aquello lo achacaba yo a que debí de comenzar demasiado pronto a conocer, practicar y disfrutar, como casi una adulta, de todo lo que consiste en disfrutar intimamente de los placeres mas deliciosos que una mujer se puede proporcionar a sí misma.
Aquel fuego interno que me devoraba las entrañas empezó cuando yo tenia tan solo 9 añitos. Una noche me desperté al escuchar el ruido enorme que hizo la cama de mis papas golpeando contra la pared y curiosa me levante de la camita y fuí a investigar, al llegar me encontré a mis papas haciendo ellos otros ruiditos y grititos como, si algo les doliera, pero de una forma diferente, de una forma, que me fascinó.
Temerosa de que me vieran y me castigaran por haber estado espiandolos, nunca les descubrí lo que a escodidas les habia estado escuchado. Pero cada noche que se repetia el ruido de su cama y eso solia ocurrir casi todas las noches, mi curiosidad, que era mas fuerte que mi miedo, vencia. Me levantaba de la camita y despacito acudia hasta su puerta entreabierta para poder escuchar aquellos sonidos que hacian y que a mí me tenian muy fascinada.
Como no sabia porque mis papas hacian esos ruiditos que a mí tanto me gustaban, pero que también tanto me tenian intrigada, a las dos semanas no pude más y se lo conté todo a mí prima Ana... Aunque Ana tenia tres años más que yo eramos muy buenas amigas y nos teniamos mucha confianza, desde que recuerdo siempre nos habiamos estado confiando nuestros pequeños "secretitos", jejeje.
Bien, pues fué mí prima la que me explico que aquellos ruidos que escuchaba no eran nada malo, al reves, aquellos sonidos eran buenos porque eran producidos por el amor, por el gusto y por el placer que mis papas se hacian el uno al otro.
-Sarita, lo que tús papas estan haciendo se llama, hacer el amor, tener sexo o follar.- Me explicó Ana.
Yo la miré a los ojos aún con más intriga y ella sonriendome y con mucha paciencia, me fué explicando que era eso del sexo y en que consistia, pero con palabras que una niña pequeña pudiera entender, me lo esplicó con símiles y como si de un cuento se tratara. Y así estubo hasta que al ratito, simplemente, lo comprendí. Ana me dijo que las chicas, con explicarnos una vez en que consiste el sexo nos basta para entenderlo, porque es como si al escucharlo se nos despertara un "recuerdo" instintivo que todas las hembras teniamos guardado en nuestro interior, un "recuerdo" que tenemos todas las mujeres y que Ana llamó, "instinto de procreación".
Tras esta explicación, que me resultó muy clarificadora, la verdad es que me sentí mucho más fascinada y mucho más interesada por todo aquello, del sexo.
Y así, cuando aquella misma noche escuché de nuevo el ruido de la cama golpeando la pared y me levanté y en silencio fuí a espiarlos, todo lo que sentí al oirlos esa vez fué muy diferente, fué como si los estubiese oyendo por primera vez y un montón de sensaciones nuevas y extrañas se fueron apoderando de mí pequeño cuerpito.
Y entonces fué cuando ocurrió, con mis 9 añitos, algo nuevo, algo enorme, algo muy, muy poderoso que tenia dentro, como dormido, se despertó. Cambiando mi vida para siempre. Aquella noche, hos aseguro aunque hos parezca, exagerado, irreal o demasiado "fuerte" para una niña de 9 años, pero aquella noche, me converti en una pequeña ninfómana adicta al sexo, adicta al sexo y ninfómana ya, para toda la vida, al menos, hasta el dia de hoy, eso hos lo aseguro, pues mientras estoy aquí sentada escribiendo estos recuerdos, de mi vagina no paran de manar liquidos y jugos, estoy tan escitada que ahora mismo solo pienso en dejar el relato y meterme en la cama de mi primo, que hoy la está pasando en mi apartamento, para tragarme su verga hasta ponersela bien dura y poder empalarme con ella como una salvaje hasta que me arranque el orgasmo que tanto necesito estraer de mí, pues se que de lo contrario, perderé la cabeza, me meteré cualquier cosa enorme y encegada por el deseo acabaré reventandome el interior de la vagina, lo sé, pues no será la primera vez que acabo en urgencias sangrando como una cerda abierta en canal.
Así que si me perdonaís y sino también, jejeje. Ahora mismo me voy a ir a follar ensartandome en la rica verga de mi maravilloso primo, hasta que me reviente, pero esta vez, de puro gusto y placer haciendo que me corra las cuatro o cinco veces que necesito para despues volver a sentirme, al menos durante unas cuantas horas, satisfecha, relajada y en paz con mi cuerpo.
Ciao, en un rato vuelvo, aunque, jejeje, vosotras y vosotros no lo vaís a notar. Jajajajajaaa... ¡Que estúpida soy a veces! Jajajajajajaaaaaa...
¡Holaaa! Ya estoy de nuevo por aquí. Jejeje. Y... ¡Ufffffffff!... Hos aseguro amigas que este descanso me a merecido mucho la pena... ¡Pero que mucho!... Mis preciosas lectoras. Jejejeje. Seis veces, seis gordas, enormes, voraces e interminables veces me a merecido la pena este descanso. ¡Mmmmmmmmmmmmm!... Por eso me dirijo a vosotras, mis niñas preciosas, mis valientes mujeres, mis indomables amas de casa, mis eternas abuelitas siempre luchadoras, por eso hos estoy hablando a vosotras y no a ellos, porque recomendaros, aconsejaros e impulsaros a que cada una de vosotras tengaís siempre, cada dia, un "descanso" como el que acabo de tener, que lo hagaís con quien sea, aunque si es posible, que el escojido tenga una buena verga, jajaja.
Porque todas. ¡Todas! Hos merecies "disfrutar" cada dia de uno, dos, tres, cuatro o los que sean, maravillosos orgasmos durante ese buen "descanso", jejeje. Hacerlo amigas, hacerlo por mí, hacerlo por vosotras, pero hacerlo, ser valientes, ser atrevidas.
Yo ahora, aquí sentada mientras escribo estas lineas hos aseguro que me siento, en la gloria. ¡No! En la gloria no... ¡En el paraiso! Jajajajaaaa...
Ademas amigas mias hos voy a contar un secreto, jejeje, no se lo digaís a nadie ¿vale?...
Pues eso, que ademas de todos mis orgasmos tengo... Tengo todo el semen de las dos enormes lechadas, el semen de las dos grandes corridas con las que me ha regalado mi primo, guardado bien calentito dentro de mí horneada vagina... ¡Uffffffff!... ¡Que gustazo sentirlo ahí chicas!... ¡Que gustazo!... ¡Dios mio!... ¡Que gustazooooo!... Jajajajaaaaaaa...
Hacerlo chicas. Atreveros. No hos arrepentireís jamas, hos lo aseguro, ya vereís como vuestra vida cambiará, como de repente siempre estareís contentas y felices a todas horas. Acerlo amigas mias. Acerlo.
Lástima que en mí halla algo que no funciona muy bien y que me impide estar eternamente feliz, jejeje. Lo digo porque se que dentro de unas horas, a veces 5, aveces 8, a veces 12, volveré a sentirme "enferma" de deseo y habré de ponerle una nueva solución, jejeje. Pero eso, ahora mismo, no me importa, ni siquiera me lo planteo, cuando llege el momento lo solucionaré y punto. Ahora, a disfrutar de mí estado de sumo placer y a seguir con el relato...
Hos dejo en manos de la Sara de 16 años...
... Bien amigas y amigos, despues de la interrupción de la Sara de ...itantos años, jejeje. Hos iba a contar como, desde aquella noche, empecé a escuchar sus sonidos de otra forma y con mas atención. Porque ademas era plenamente consciente del porque se producian todos esos ruidos, sonidos, gemidos, jadeos, palabras... Oia a mamá suspirando, gimiendo, aullando en bajito y diciendole a papá palabrotas muy feas, pero a la vez palabrotas que eran como, como muy calientes, mientras papá le pegaba, le pegaba fuertes cachetes en el culo a mamá, pues así me sonaban, mientras la insultaba diciendole cosas muy, muy gordas como...
-Puta, zorra, guarra, toma polla, toma, te voy a reventar el coño puta, te lo voy a llenar de leche zorra.- Y luego de nuevo mamá contestandole...
-Sí, sí cabrón, sí, pegame, pegame fuerte, sí, dame, dame mas, mas duro cabron, follame, follame por Dios, soy tú puta, follame, tú zorra, tu puta zorra, follame y correte, correte en mí, revientame el coño, revientamelo y llenamelo con tu leche, llenamelo cabrón, llenamelooooooooo.- Y luego, el silencio, entonces, intuia yo que de alguna forma debia de haberse terminado eso del sexo y regresaba rauda a mi camita.
Oir aquellas palabras, aquel lenguaje, aquel deseo y desesperación de mi papas y sobre todo el que se le notaba a mamá, me hacia sentir mucho, mucho calor y como un tremendo cosquilleo entre las piernas debajo de la barriguita, sí, ahí, ahí justo, dentro, dentro de mi vaginita, un calorcito que poco a poco iba creciendo dentro de mí hasta que de pronto, estallaba haciendo que mí chochito se humedeciera tal y como si me acabara de hacer pipí, lo que al no comprender aún, el porque me ocurria aquello, me dejó bastante confusa. Mi prima ya me habia explicado que era eso del flujo vaginal de la mujer y eso del orgasmo, pero la verdad es que era algo que aún no tenia demasiado claro y por eso, lo que en mi tierna ignorancia me pregunté fué, que si no acabaria de haberme hecho pipí en las braguitas. Jejeje. Dulce candidez.
Con el paso de los dias me fuí envalentonando hasta creer descubrir que aquello que me ocurria no parecia que fuese nada malo, al reves, mas bien me autoconvencí de que aquello, era en verdad algo bueno, muy, muy bueno y muy, muy rico. Y así, como por arte de magia, se me quitó el miedo de golpe y ya, como liberada, empecé a explorarme con mas interes tocandome con curiosidad entre las piernas, buscando mi rajita, tocandomela, acariciandomela, cosa que me hacia con verdadero placer y con lo que conseguia que al poquito, el calorcito me fuera subiendo empezando a incrementar haciendome sudar y jadear con la lenguita fuera igual que una perrita que a estado jugando y corriendo mucho y que está muy acalorada así, hasta que al final, irremisiblemente, la vaginita se me volvia a humeder, lo que entonces, lejos de asustarme, mas bien me enfadaba por no entender aún el porqué me sucedia aquello, el porque me mojaba tanto entre las piernas cuando me tocaba ahí.
Una tarde, con mami dandose uno de sus eternos baños de burbujas en la bañera, entré en su dormitorio para jugar un rato con sus collares, anillos, pulseras... Cuando del cajon de sus braguitas, al fondo, encontré una peli en dvd que decia "XXX", con curiosidad la cojí e intrigada la metí en el reproductor del dvd de la tele de mis papas, baje el volumen, avance la peli como unos 10 minutos y conecté el canal del dvd para ver de que iba esa peli. La carita que debí de poner cuando ví las primeras imagenes tubo que ser de risa, aquella pelicula era de... ¡Sexo entre adultos! Y del duro, cosa que descubrí tiempos despues.
Ahí ví por primera vez chicas desnudas de tetas grandes, unas, medianas, otras, e incluso algunas muy, muy pequeñitas, pero eso sí, todas, todas las chicas se volvian loquitas acariciandoselas, pellizcandoselas, tocandose la vagina mientras se frotaban con fuerza sobre la pepitilla, que cojiendola con dos dedos se retorcian, pellizcaban y estiraban con fuerza, para a la vez meterse un dedito dentro del chochito, luego dos, luego tres, que hacian entrar y salir con rapidez hasta que con los ojos cerrados paraban, se sacaban los dedos brillantes de dentro y entonces de sus vaginas empezaba a salir una gran cantidad de liquido, tanta que esto si que parecia como si se estubieran haciendo pipí, pero yo ya sabia que eso no era pipí, porque esos liquidos que les salian eran blancos, blancos pero no transparentes. Esos liquidos que les chorreaba y chorreaba por los muslos y por las piernas mientras gemian y ponian caras de gran satisfaccion, yo sabia, que no era pipí. Esos liquidos, yo ya sabia que eran los liquidos que las chicas lanzamos de gusto cuando llegamos al límite del placer, que lanzamos enloquecidas cuando llegamos al orgasmo, pero no a un orgasmo cualquiera, no, sino a uno grande, a uno muy, muy grande.
Ahí ví por primera vez chicos desnudos con penes gordos y enormes, penes que miraban para arriba duros como piedras. Vi a chicos que besaban en los labios a las chicas y... ¡Se frotaban juntando las lenguas! Y... ¡Dios mio!... Vi como... ¡Se escupian dentro de las bocas!... ¡Agggggg! Aquello estubo a punto de hacerme vomitar. Hoy es algo abitual en mi sexo y que me encanta ademas. Ví chicos que besaban en las orejas a las chicas y en el cuello y en las tetas y en los pezones, que los chupaban como si fueran bebés mamando mientras las acariciaban con la mano entre las piernas y les tocaban las vaginitas. Vaginitas que a mis ojos y comparandolas con la mia, me resultaron bellisimas, maravillosas, fascinates, atrayentes y deseables como un rico pastel de chocolate... ¡Chocolate!... ¡Mmmmmmmm!... Jejeje... Pero lo mas curioso de todo esto me resultó ser que las chicas no solo no se quejaban, sino que se dejaban hacer sabiendo por sus caras felices que todo aquello... ¡Les gustaba!... ¡Les gustaba muchisimo!
Ahí ví por primera vez a chicas que cojian con sus manos la cosa de carne gorda y enorme de los chicos y... ¡Se la metian en la boca!... Dandoles lamidas y lenguetadas, chupando aquello como si fuera una rica piruleta y... ¡Tragandosela toda entera!... Y haciendola desaparecer como si fuera un truco de magia, para luego, al ratito, volvera a hacerla aparecer como por arte de encanto. Me quedé fascinada y aún mas, cuando vi a unos chicos... ¡Ufffffffffff!... ¡Con sus caras entre las piernas de las chicas!... ¡Ohhhhhh mi Dios!... ¡Les estaban lamiendo con la lengua sus vaginas!... ¡Lamiendo por fuera y por dentro!... Y... ¡Uffffffff que calor!... A ellas... A las chicas... ¡Les encantaba!
Pero cuando ahí ví, por primera vez, como las chicas se sentaban encima de los chicos y se metian aquellos gordos trozos de carne por... ¡Por dentro de sus vaginas!... O por... ¡Por dentro de sus culitos!... Y sin más, empezaban a subir y bajar, subir y bajar, gimiendo, metiendose aquello hasta el fondo y sacandolo, metiendoselo y sacandolo, metiendoselo y sacandolo mientras ponian unas caras rarisimas, caras de que aquello que hacian les gustaba mucho y que debian sentirlo muy rico, caras de que aquello que estaban haciendo debia de sentirse buenisimo. Entonces... Entonces... Mi mundo cambió definitivamente para siempre.
Excitadisima y con las braguitas completamente mojadas, apagé la tele, saqué la peli del dvd y la volví a dejar en el cajón, al fondo, bajo todas esas braguitas, me quité todos los avalorios de mamá, los recojí en el joyero y salí disparada a mí habitación, donde temblando como una hojita no paré de ver en mi mente, una y otra vez, aquellas imagenes. Durantes horas estube recordando y recordando aquellas imagenes hasta que de repente, como si hubiese descubierto un gran secreto, comprendí que era aquello que acababa de ver en esa pelicula. Deduje que aquello debia de ser lo que hacian los mayores, los novios, los papas... ¡Mis papas!... ¡Claro!... Era lo que hacian cuando por las noches en la cama se abrazaban desnudos y se besaban y jadeaban y gemian y se decian palabrotas y... Ahora lo entendia todo... Aquello... ¡Aquello era el sexo!... Y me maravillé.
Así que despues razoné que, por tanto, aquello del sexo no debia de ser nada malo... Entonces decidida me propuse seguir investigando más sobre el sexo para aprender cuanto antes a hacerlo para que, un dia, cuando tubiera un novio, no pensara él que yo era una niña boba e inexperta que no sabia hacer nada del sexo. Iba a ser la chica que mejor supiera hacer el sexo de todo mundo. Sí. Esa fúe mí decisión, la primera decisión que tome en mi vida. Y vaya... ¡Vaya que si conseguí llegar a hacer bien el sexo!... Jajajajaaaa...
Esa misma noche espiando a mis papas mientras lo hacian, mi mano encontró mi pequeña pepitilla que froté, froté, froté y froté hasta qué de repente... ¡Oh Dios mio!... Un rayo me atravesó el cuerpito desde la nuca, pasando por mí barriguita y llegando hasta las puntas de los deditos de mis pies, haciendo que por mi chochito empezara a salir una gran cantidad de liquido... ¡Liquido blanco no trasparente!... Mientras mi corazoncito latia desbocado haciendome gemir y gemir y gemir como una loquita... ¡Ufffff!... Suerte tube que aquel, mi primer gran orgasmo, coincidiera con el que mamá estaba teniendo a la vez que yo y mis gemidos de placer quedaron tapados por los mas grandes y desbocados de mami.
Desde aquella noche ya no me hizo falta seguir espiando a mis papas, cada vez que queria sentir ese riquisimo placer, pues me lo hacia yo solita y ya está. Bueno. Mejor dicho. Desde aquella noche cada vez que podia, me entregaba a tocarme para conseguirme ese riquisimo placer, cada vez que podia me iba al baño y sentadita en el water o en el bidé o con mi culito desnudo apoyado en el frio suelo me tocaba la pepitilla, acariciandola, frotandola, apretandola, retorciendola y tirando con fuerza de ella hasta que me llegaba el rico orgasmo y esto podia hacermelo como minimo, como mínimo, como mas de diez veces al dia, seguro.
Y no solo en casa, me lo hacia también en los baños del cole, en los de la academia de ingles, en los de clases de piano, en los de casa de mis abuelitos, en los de la piscina municipal. Pero eso sí, los mejores eran los que me hacia en casita, cuando tenia ganas de hacer pipí iba al baño, aprovechaba, meaba y me hacia un orgasmo, cuando me iba a duchar aprovechaba, me enjabonaba y me hacia otro orgasmo, cuando hacia los deberes sentada sola en la mesita de mi habitacion y me aburria, me tocaba y me hacia otro orgasmo, cuando jugaba solita con mis muñecas en la habitación usaba sus manitas y... Me hacia otro orgasmo. Pero los que mas me gustaban eran los que me hacia cuando me acostaba para dormir y ya con la luz apagada me desnudaba enterita, me abria bien las piernitas e imaginando que un chico guapo me besaba, me lamia, me mamaba las tetitas, me mordia los pezoncitos, me tocaba la vaginita y me cojia y apretaba de la pepitilla, yo, me acariciaba con furia imaginando que mis manitas eran las de él y así, hasta que me hacia uno, dos, tres, cuatro o incluso mas riquisimos orgasmos que me dejaban sudorosa temblando agitadisima, con el corazón desbocado y tremendamente agotada, así que al instante me quedaba dormida, dormida de golpe.
Mas de una mañana, mi mamá al despertarme para levantar me encontró así, tal cual, toda desnudita sobre la cama, a lo que yo me escusaba diciendole que por la noche habia tenido mucho calor y que habia acabo por desnudarme porque no podia dormir. Mamá nunca me dijo nada, ni debió de pensar nunca en nada raro, ni creo que jamas llegase siquiera a imaginarse nada de lo que realmente, su nenita de 9 añitos, se hacia entre las piernas todas las noches y a todas horas durante el dia.
Y así los años fueron pasando hasta que llegó el verano en que yo, con los 16 ya cumplidos, tome una firme decisión.
El tiempo habia pasado haciendome mayor e incrementando también mi experiencia y ardor sexual, pero por vivir en un pueblo pequeño donde todos nos conociamos, yo nunca me atrevi a hacer algo con ningun chico, algo de lo que de haber hecho, de seguro hubiera dañado mi reputación. Pero no lo hice, no por mí, sino por mi familia más que por mi misma. Jamas les hubiese dado ese disgusto.
Mientras, como siempre, por las noches me seguia encantando masturbarme, aunque que tras los años y con la experiencia adquirida lo hacia ya penetrandome con objetos gordos y largos, entre ellos dos penes de plástico que mi prima Ana, mi amiga y confidente, a la que habia tenido siempre al dia sobre todas mis experiencias sexuales desde que me inicié aquella noche a los 9 añitos, me habia comprado un año antes en un sexshop de Zaragoza y con los que disfrutaba como una loca penetrandomelos hasta el fondo de la vagina sin ningún miedo. Sin ningún miedo porque hacia ya unos cinco años que, al poco de cumplir los 11 y sin querer, me habia desvirgado la vagina durante una de aquellas primeras penetraciones que entonces me hacia con un pequeño pepino y que nunca me penetraba mas de la mitad, pero aquel dia, enloquecida por la tremenda excitacion, me dejé llevar y... ¡Uyyyyy!... ¡Me lo rompí!... Dolió un poquito, pero no demasiado y como me lo estaba haciendo mientras me bañaba, tampoco dejé ingún rastro de sangre. Y aunque durante los primeros segundos me quedé como paralizada, en verdad no me asusté, pues entonces ya sabia perfectamente en que consistia el sexo de la mujer y entendí lo que me acababa de pasar y aunque fúe algo que no busqué, por otro lado me alegré de haberme roto el himen, porque así, jejeje, podria empezar a disfrutar con toda la libertad de todas las posibilidades que me habia perdido hasta ese dia del sexo.
Eso sí, con mis novietes yo seguí a lo mismo, con ellos nunca pasé de besos y caricias, pero luego por las noches en la camita... ¡Mmmmmmmmmmm!... Por las noches desnuda en mi camita no podia detener de ninguna forma ese deseo incontrolable que habitaba dentro de mí y que cada dia con mas fuerza me hacia querer sentirme mujer, me hacia anhelar desesperada por sentirme la hembra de algun hombre guapo y musculoso, sentirme la hembra de algun macho fuerte y varonil.
Ese verano me fuí a pasarlo a casa de mi prima Ana que entonces ya vivia en Zaragoza, a unas cinco horas en bus del pueblo. Aquel verano, con mis pletoricos 16 años, pero que me aparentaban como si ya fuera toda una mujer de unos 20 o mas, pues desde que empecé con lo de los multiples orgasmos diarios me desarrolle muy, muy rapido, parece ser que sí, que esto de los orgasmos si debió de tener algún tipo de relación con mí prematuro desarrollo, por lo que desde siempre aparente mas edad de la que tenia.
Bueno, pues aquel verano iba a afrontar de una vez y hacer realidad la decision que poco antes habia tomado muy seriamente, que consistia en dar rienda suelta a todos mis deseos sexuales en Zaragoza, a todos. Ya que allí iba a tener más libertad y oportunidades de tener por fín sexo completo con algún chico, por supuesto, mas libertad y oportunidades que en el pueblo, gracias al anonimato que me iba a dar estar en la capital, donde nadie, salvo mí prima Ana me conocia y por tanto, donde nadie me podria juzgar.
El viaje lo realicé en el autocar que hacia el recorrido de Vigo a Barcelona y que paraba en los pueblos donde hubiese pasajeros que fueran a subir o a bajar. Cuando por fín llegó al pueblo eran ya las siete de la tarde, según el billete de mí asiento me toco viajar sola, sin acompañante al lado, por un lado pensé que mejor, pero por otro... ¡Ostras!... Al rato iba de lo mas aburrida y así, así seguí hasta que a eso de las nueve y media el autocar paró en un area de reposo para repostar y descansar unos 20 minutos. Algunos pasajeros nos bajamos para estirar las piernas y ahí, al poco, conoci a un chico... ¡Uffffff!... Un chico alto, muy alto y fuerte, muy musculado y ademas muy, pero que muy guapo y que tras presentarse y decirme que tenia 25 años y poco más... Enseguida empezamos a hablar de cosas sin importancia, banales, pero divertidas, todo iba muy bien con este chico, me sentia muy cómoda con él y la situación me estaba resultando bastante agradable.
Cuando regresamos al autocar me dijo que si se podia sentar en el asiento vacio a mi lado y yo, disimulando de lo contenta, le dije que si, que no habia problema.
Pasado un rato no muy largo y aún no se como, empezamos a besarnos y acariciarnos, me sentia como flotando en una nube, la forma en que me tocaba y me acariciaba me fascinaba y el hecho de que hubiese mas personas ahí cerca me excitaba aun mas... De reojo me fijé en un hombre de un asiento cercano que no despegaba la vista de lo que estabamos haciendo y... ¡Uffffff!... La cosa realmente era demasiado excitante, tanto que incluso se me escapo algun que otro gemido que no pude evitar, jejeje, ya sabeís, soy demasiado caliente.
Samuel, el chico con el que estaba, me dijo que si nos pasabamos a la parte trasera del autocar, que iba vacia y que como ya que era de noche y llevaba las luces apagadas, allí estariamos mejor, mas intimos, sin dudar le dije que si y allí fuimos a sentarnos, donde al poco ya, seguimos con nuestros besos y caricias.
Al poco Samuel me quito la blusa, dejandome con las tetas al aire pues no llevaba sujetador. Samuel me las miró excitado, extasiado por semejante visión y al momento sentí como me acariciaba los pechos, sorbiendolos, mamandolos, incluidos mis pezones, que completamente duros, también fueron victimas de su deseo, me los chupó, me los mordió, me los pellizcó, me los retorció y me los estiró hasta casi arrancarmelos... ¡Ohhhhhh!... Solo de recordarlo ya tengo las braguitas completamente empapadas... ¡Ummmmmmmmmm!...
Y entonces me dí cuenta... Por fín... ¡Por finnnnn!... ¡¡¡Estaba magreandome con un chico!!!... ¡Por fin!... ¡Por fin!... ¡Por fín!... Jajajajaaaaa... Y ademas un chico guapísimo, que estaba buenísimo y que era un... ¡¡¡Total desconocido!!!... Jajajajaaaaa... ¡Que morbazo chicas!... ¡Que morbazo!...
Samuel metió su mano dentro de mis jeans recortados por los muslos y con ella me tocó el clitoris, yo esta mojadísima gimiendo desesperada, él, también visiblemente excitado, me estubo acariciando la pepitilla mientras a la vez me apretaba con fuerza de una teta destrozandomela y me mordia el cuello con desesperada violencia. El chico me tenia disfrutando como nunca en mí vida, al borde del orgasmo y entonces... ¡Ufff!... ¡Uffffff!... ¡Ufffffffffffff!... Me penetró la vagina con dos dedos... ¡Mmmmmmmmmmmmmm!... Mientras que con la otra me empezó a destrozar brutalmente el clítoris, hasta que al final estallé, reventé excitadisima, me corrí como una burra y por primera vez en mi vida manipulada por otra persona, manipulada por... Un chico... ¡Dios!... Me corrí a mares, como una loba aullando desesperada mientras aplastaba mi cara contra su pecho y dejaba empapado el suelo y el asiento del autocar.
Entonces él, cachondo perdido me quiso penetrar, cosa que yo deseaba con todas mis ganas, pero no me dejé llevar y le dije que no, por lo complicada de la situación. Samuel me comprendió y sonriendome me pidio entonces que si le chupaba la verga, a lo que yo, entusiasmada no me negé y así se lo hice. Fué mi primera mamada, la primera vez que tube dentro de mi boca el sexo de carne gorda y dura de un hombre. Mi primera mamada... ¡Ummmmmmmmmmm!... De la que sinceramente disfrute muchisimo, muchisimo y toda excitada, era la primera vez que sentia una verga dentro de mi boca, que sentia su grosor, su tacto, sus venas, como palpitaba. La temperatura de su polla me encanto y aún mas me gusto aquel olor y aquel sabor, extraño, sujerente, fascinante, excitante y... ¡Mmmmmmmm!... ¡Delicioso!... ¡Como disfrute saboreandola!...
En la actualidad, a mis 33 años, soy una adicta al sexo oral, me encanta hacerlo y que me lo hagan. ¡Ufffffff!... ¡Y mucho!
Pues bien, tenia yo dentro de mi boca aquel pene hinchado mamandolo con ansia, con gusto y voracidad, cuando en un momento dado levante un poco la cabeza y vi a otro tio sentado a mi lado que se estaba masturbando freneticamente, al ver él que le habia detectado me sonrió, yo también le sonrei, lo que para él debió de significar algo así como una invitación, porque al momento y todo decidido me agarró con su manaza de la teta derecha cojiendomela con fuerza, estrujandomela, amasandomela, aplastandomela, cacheandomela, destrozandomela literalmente. Me la dejó roja como un tomate. ¡Dios!... ¡Como me dolia!... ¡Pero que rico se sentia ese dolor!
Entonces el tio llevó una mano entre mis piernas y de golpe me penetro brutalmente el coño con tres enormes dedazos, con los que rabiosamente me empezó a masturbar destrozandome toda enloquecida hasta que consiguió que me meara, mientras que, con la otra mano se cojió su enorme pene, duro como una piedra y empezó a darme golpes con él en mi dolorida y enrojecida teta, golpeandomela con durisimos y tremendos pollazos, mientras no paraba de masturbarme el coño.
Aquello fué demasiado para mí y tremendamente excitada y mas cachonda que una burra empalada por un mulo, estallé, reventé y eclosioné jadeando entre gritos volviendo a correrme a mares con sus dedazos aún dentro de mi coño, que cuando sacó, hizo que mis jugos salieran a chorros a presión sobre el asiento y sobre el suelo del autocar, mientras moria berreando enloquecida por el dolor y por el placer mas salvaje que jamas habia sentido en toda mi vida, berridos que al momento quedaron ahogados cuando el tio, sin mas, me incrusto su pollon en la boca atravesandome la garganta y llegandome hasta el estomago, lo juro, le sentí llenandome las entrañas.
Así me tubo unos cuantos segundos, gimiendo y babeando asfixiada por semejante trozo de carne incrustado en la garganta ahogandome sin poder respirar, hasta que de golpe y tal como me la metió, me la saco, lo que de inmediato provoco en mí un mar de enormes arcadas al intentar respirar.
Intenté respirar y vomité, volvi a intentar respirar y volví a vomitar, lo volví a intentar y volví a vomitar y así estuve, muriendo durante unos eternos segundos hasta que por fín, conseguí controlar mis nauseas y entonces ya sí, conseguí respirar.
Una vez algo recompuesta y lejos aún de dar por terminada la brutal sesion de sexo, me observé sintiendome mujer por primera vez en toda mi vida, me sentia dichosa, llena, plena, toda una hembra usada sexualmente por sus dos machos. En esos momentos me sentia pletórica y mas emputecida aún que antes, tanto, que fuera de mí me lance con voracidad sobre la verga de Samuel tragandomela toda entera e incrustandomela en el fondo de mí garganta, aguantando, aguantando, aguantando así, buscando mi propia asfixia, hasta que a los segundos Samuel me la empezó a sacar y mirandome a los ojos, simplemente me dijo, comemela puta, lo que me enardeció aún más y loca de deseo se la empecé a comer, devorandosela con un ritmo tan frenético, tan frenetico, que hice que al poco el pobre Samuel no aguantara mas y estallara jadeando corriendose a chorros dentro de mi boca mientras me gritaba al oido... ¡Puta!... ¡Putaaaaa!... ¡Putaaaaagggg!...
¡Ummmmmmmmmm!... ¡Que rico!... ¡Me lo tragué todo!... ¡Hasta la última gota!... Me encantó el sabor de su leche, el sabor y la testura de su semen, pastoso, salado, amargo, dulzón... ¡Ummmmmmmmmmm!... ¡Excitantisimo!
Al levantar la cabeza y mientras me relamia aún, coincidí justo con el orgasmo del otro tio, que sin más empezó a soltar chorros y chorros de semen sobre mis tetas, mi cuello, mi cara, mi pelo, mi boca, me dejó pringada y bañada en semen de arriba abajo, con la cara inundada y toda irreconocible. ¡Joder! Si mi madre me hubiera visto en ese momento seguro que le habria dado un infarto. ¡Su pequeña niña de 15 años y medio bañada con el semen de hombre! Jajajajaaaa.
Entonces presurosa comencé a lamer y rebañar ese delicioso manjar seminal con mis manos, limpiandome el cuerpo, la cara, el pelo y llevandomelo todo a la boca para poder degustarlo tragandomelo todo, todito, cosa que hice saboreandolo bien a gusto... ¡Ummmmmmmmmmmm!... ¡Deliciosoooooo!... Gemí.
¡Uffffffffff!... Amigas y amigos... ¡Dos!... ¡Dos inmensas corridas!... ¡Dooossssss!... ¡Me acababa de tragar todo el semen de dos corridas brutales!... Y todo... ¡Sin ni siquiera haber llegado aún a Zaragoza!... Jajajajaaaa.
Tras esto el tio desaparecio y Samuel y yo nos dormimos un rato, cuando despertamos seguimos con besos y caricias, pero al poco llegamos a Zaragoza donde yo me bajé. Samuel iba a Barcelona y continuó viaje y... Pues no nos volvimos a ver ya nunca mas...
Pero en mi recuerdo estara siempre vivo la experiencia sexual de aquel impresionante viaje en autocar desde mi pueblo a Zaragoza. Siempre vivo.
Y esto a sido todo amigas y amigos de todorelatos.
Espero que lo hallaís disfrutado y... Nada más... Daros un beso a cada una y también, como no, a queda uno de quien hallaís leido este relato y... Quien sabe, tal vez, nos encontremos pronto en una proxima historia de las mias. Jejeje.
Ciao mis cielos y recordar... Follar mucho, mucho, pero que mucho, jejeje. Es lo mejor y mas sano que hay en la vida. ¡Bye!