Estando Muy Cerca De La Muerte *Final* (2)

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Ya con este capitulo, se concluye la serie de “Estando Muy Cerca De La Muer te” deseo agradecer sinceramente a todos los lectores que estuvieron fieles a cada capitulo que se publicó, a los que comentaron y dieron sus puntos de vistas, a los que valoraron el trabajo y a los que leyeron netamente. Espero que este final sea de su agrado, y reitero mis agradecimientos por haber sido fieles a esta historia.

Quisiera agregar a esto, que fran07 por motivos personales no pudo aportar a estas dos últimas entregas, pero el desarrollo de este relato en general no hubiera sido posible sin su colaboración, así que a él también, se le deben las felicitaciones.

Finalmente, me despido agregando que me complace que esta historia, haya tenido tanta polémica por que esto quiere decir que las cosas, se unen con la realidad, las personas no todas, piensan del mismo modo, ni sienten de la misma manera, por ello, a much@s este final les parecerá adecuado, y a otras; no. De todos modos, espero que les guste, y disfruten su conclusión.

Mil besos a todas las niñas que han comentado, las nuevas que han llegado a la página y todas las que han seguido la lectura al “pie de la letra” y a los caballeros igualmente.

Se Despide : Danii2

Estando muy cerca de la muerte

(Final – Final)

-¿no puedes dormir?

-no

-¿por qué? – preguntaron ambos al unísono

-es extraño… es como si ella fuera a casarse

-Y eso ¿te duele?

-no me duele, sólo es extraño, ¿no? Luisa es alguien frágil para mí, y aunque ha sido ella quien me ha causado daño, quisiera protegerla siempre, y que nadie jamás le haga daño ¿Se han dado cuenta de todo lo que ha cambiado?

Cesar se ubicó a mi lado, y bebió de su cerveza, - si, está mas buena

-ash! ¡Ponéte serio! ¿Queres? – el tono de voz de Marcela me causó risa

-sólo decía – sonrió mirándome – seguile

-cuando Cris le propuso eso, yo... no me lo esperaba, y Luisa corrió a mi y salimos ambas como huyendo de casa

-¿Querías irte con ella?

-Si – lo acepté – pero no como algo entre las dos, sólo hubo esa conexión de terminar lo que quedaba de inconcluso

Ambos me observaron con un gran gesto de interrogación - ¿Qué están pensando?

-sami… este…

-¿qué?

-te acostaste con ella?

Me levanté del sillón - ¿por qué carajos tienen que pensar en eso? ¡No! Ella tiene novia y es Cris ¡Cris! Y yo… ¿Es que Camila está pintada en la pared?

-bueno, no te alteres, solo que esa ultima frase….

-esa ultima frase quiere decir que terminamos con todo, igual no había nada, solo fue como una despedida

-lloremos pues – bebió otro sorbo más

-ay! Cesar, si no vas a decir nada útil, ¡vete!

-eh pero que genio el tuyo ¡vete tú!

-yo ya se! – no aguantaba más, ya lo sabia

-¿Sabes qué?

-por qué no se sinceran y me dicen “si sami somos novios”

Fue todo un espectáculo ver sus expresiones, reí sin parar, los dos nerviosos, no entendía por qué tanto misterio, si, si es un poco loco que amigos de casi toda la vida a estas alturas les de por tener un rollo sentimental… pero…

-¿qué? ¿No es cierto?

-se lo dijiste? - Cuestionó Marcela a Cesar

-no ¿Cómo lo supiste?

-¡si! soy mas niña que ustedes dos, pero ¿tan boba me creen? O sea ¿Esas miradas qué? ¿Los gestos? ¿Las sonrisas? ¿Las peleas por todo? – Intentaron hablar – y de hecho, el encontrar la billetera de Cesar en mi habitación – tragó saliva él – y una de tus pulseras al lado – reí – son unos cochinos ¡en mi habitación! Muchachos, muchachos – cambié mi voz – si es que no tienen lugar, díganme y yo les colaboro

El rostro de Marcela subió de tono a mil, sus mejillas envueltas en un color rosadito que demostraba su vergüenza – hijos míos os habéis visto alguna vez en esta situación?

Cesar no aguantaba su tentación de risa,  mientras que su novia no sabia que hacer, supongo que en su mente no existían palabras diferentes a “tragameeeeeeeeeeeeeeeeeee tierra”

-Marce, dejá de ser boba, solo bromeo, aunque lo de la habitación es enserio ¿en mi cuarto?

Callaron – sami…

-jajaja, no digan nada, entiendo, sólo aclárenme ¿Qué son?

Se miraron, y como era la correcta tradición, el hombre habló – es mi novia – la tomó de la mano y le dio un beso corto – Te apuntas para ser la madrina?

Observé sus gestos, no lo había pensado, pero se veían lindos así, juntos – los quiero mucho! Sólo les pido que esto no afecte esta amistad, si?

-eso fue lo primero que hablamos

A marcela aún no se le pasaba su rubor, por lo que cambiamos de tema, recordé la noche de ayer… ¡que noche! Pero por fin, esa pagina ya estaba totalmente cerrada de mi vida, los tres juntos; sobre la terraza de mi casa, desde aquí veíamos la gente pasar, como el primer día ¿alguien se acuerda que comenzó así? ¿Desilusionada de la vida? ¿Qué… fue un sábado? ¿Qué mi madre casi tumba la puerta por abrir antes de que yo hiciera algo? Yo estaba al lado izquierdo, cesar en el medio y Marce a la derecha, sentados del mismo modo, la noche se estrellaba hermosamente junto con la media luna que a penas aparecía en toda su expresión.

-mira – señaló cesar con su mano, indicándome que mirara hacia abajo, Camila parqueaba su auto, sonreí al observarla, bajó despacio y con sumo cuidado, estaba hermosa… y como era de suponerse a los 5 minutos subió, extrañada de vernos allí

-hola – saludó con una sonrisita tierna en sus labios

Me levanté y fui a ella, tomé su rostro y la besé -¿Cómo está la mujer mas hermosa del planeta?

Respondió a eso con otro beso y luego tomó mi mano acercándose a mis amigos, cesar le cedió su asiento y buscó otro para él, al lado de su novia

-amor, ¿Sabias que estos dos son novios?

-me lo imaginaba – asintió

-cuñada – se refirió cesar a ella - ¿queres una cerveza? Aquí, no tengo ni Ginger, ni cóctel, ni…

-si – dijo en risas – también me gusta la cerveza – y aceptó el vaso que le pasaba él, con la bebida, la miré detenidamente, sus ojitos oscuros podían decir mucho de ella, sus labios se humedecieron al tomar del vaso, con cuidado bajó despacio el objeto y movió su cabello hacia un lado, me miró con esa mirada que logra derretirme

-¿sabes lo hermosa que eres?

Se acercó a mi oído y se metió en mi cuello - ¿por dentro o por fuera?

-mm… estaba mirándote por fuera, pero por dentro eres igual de bella – llevé mi dedo a sus labios y los acaricié de la manera mas tierna que pude encontrar – provocas tantos sentimientos en mi, Camila… que ni te imaginas – manifesté – provocas una ternura al mirarte… provocas ganas de llevarte lejos de todos y tenerte sólo conmigo… provocas que mire tus labios y quiera besarlos sin parar… provocas que mi corazón lata fuerte y rápido… provocas que quiera llevarte a mi cama y hacerte el amor miles de veces, provocas que, sienta celos de cualquiera que te mire demás, prov…

-repite eso último

Ambas, hablábamos en voz baja, Marcela y Cesar se abrazaban hablando entre ellos también, me dejaba llevar por la seducción de su mirada y ese gesto de su sonrisa

-¿Qué?

-¿Celos? ¿Tú?

Bajé mi rostro asintiendo para mí También, ¿acaso lo había dicho?

-olvida eso ultimo – reí al mismo tiempo que robaba un beso de sus labios

-haha, no lo olvido, repítelo – me tomó de mi cuello y me acercó mas a su boca, profundicé el beso y mordí su labio lento… lo jalé con los míos, y lo humedecí, abrí mis ojos y los de ella aún estaban cerraditos –sami…sami… eres una tramposita

-¿prefieres… - volví hacerlo de nuevo, la lentitud con la qué yo misma lo hacia, producía que el acto, se multiplicara en pasión – que lo diga… y – sin pensarlo dos veces, ubiqué mi lengua entre sus labios y un suspiro pequeño salió de ella – me detenga… ó – y justo cuando concluía mi oración, me juntó a su cuerpo sin dejarme hablar

-no te detengas

Ese beso duró todo lo que quisimos, nadie nos separó, nadie interrumpió, la Luna iluminaba la noche, las risas de la gente pasar cerca, el sonido de los carros girar de acuerdo a sus direcciones, uno que otro murmullo por ahí, algún ladrido del perro de mi vecino, todo… era nada…

Nos detuvimos despacio, alejándonos de ese beso y volviendo a la realidad, abrí mis ojos y observé los suyos por un instante – se fueron… - susurró

-si… quizás nos vieron muy ocupadas…

-ajammm… pero no amor, estamos en tu casa, ven vamos a comer que cuando llegué tu mamá me dijo que ya estaría la cena, si?

-bueno – me levanté y tomé su mano abrazando su espalda – te amo

-yo más – bajamos juntas y cenamos…

La noche culminó tranquilamente, pasadas las 11 (23:00) poncho llegó y la llevó a casa, hablé un rato con mis padres y me retiré a mi habitación a dormir… desde mañana comenzarían las clases normalmente, se me había olvidado repasar los acordes, ensayar… esta semana comenzaría en forma el proyecto y yo, que era la mas animada, por ende, era la que menos estaba aportando L


-Lo se, lo se, no mas regaños si?

-sami, ¿Cómo no ensayaste? Hoy viene la productora

-que si! Ya me lo avisaron también, se les agradece que avisen con tiempo, eh, 2 horas antes de que llegue, es buen tiempo – dije irónicamente

El Doc sonrió esta era su “pequeña sorpresita del día” si, si se le agradece, tan querido él… la productora de la disquera y no nos avisa? Pff…

El tiempo libre mientras llegaba, ensayé lo más que pude, aunque gracias a Dios yo no era la más nerviosa…

Al menos a mi, no me escuchaban mi voz… 10:30 de la mañana, y llegaron dos señores sonrientes, saludando  a todos, con dos carpetas en cada mano y de trajes negros, imaginé la película “hombres de negro” con la diferencia que en la película, uno era un poco mas de color oscuro, en esta aula, los dos si se exponían al sol, resultarían peor que mi compañera Sara (es demasiado blanca)

-¡Sami!

Gritó Lucho apenado, su voz había sobre pasado las fronteras de “oye te estoy llamando” a un efusivo y muy cercano a un grosero“¡¡samanthaaaa!!”

Reaccioné, ahora había tres personas más, miré a una mujer alta; un poco robusta y con un gesto de seriedad en su apariencia, a su lado, otra mujer mas  joven, mas alta, y un poco mas informal que la anterior, el color de sus ojos, eran verdes, hermosos… a la distancia pude verlos, su cabello de color violeta, combinado este, con sus prendas a un estilo sugerentemente apropiado… y finalmente, mis ojos se situaron sobre la mirada de esa mujer… volví a girar mi cabeza… esto no podía ser enserio, verifiqué su rostro por tercera vez en 5 segundos, ¡era ella! O ¿Tenia una gemela?

Sonreí al observarla, ella ya me había visto, me levanté y me acerqué a mis compañeros, nos presentaron, todos los recién llegados tenían cargos importantes, pero por sorpresa mía; la productora general de la disquera que quería oírnos era ella…

-¡Samantha Díaz!, no? – escuché su voz hablar cerca a mi, todos se preparaban, el Doc hablaba con los demás señores

-si, correcto – asentí – jamás llegué a imaginar que eras…

-si, lo se, yo tampoco apenas entré y te vi, tampoco lo creía, que coincidencia

-si – era una mujer muy linda, su mirada se refugiaba bajo unos lentes que le daban un toque intelectual a su presencia, pero aguardaba bajo ellos, la misma miradita triste… - eres muy joven para tener semejante prestigio, sin ti no empezábamos, había que esperar a la jefe de todo, no? – reí mientras le decía que se sentara a mi lado

-comencé desde muy temprano con la música, como te sientes? Te veo asustada

-un poco, supongo que esto es lo máximo para cualquiera de nosotros, si estás en algo que te apasiona y te salen con que quieren invertir en lo que haces, pero primero desean que la que decide, los vea… da miedito, no crees?

-bueno si, pero tu tienes la ventaja de que ya me conoces y ya me salvaste, no? ¡Eso debe darte puntos! – sonrió divertidamente

-no, no quiero así, el hecho es de que si te guste

-me va a gustar

En ese momento, nos indicaron que nos dirigiéramos nuevamente al auditorio, ya era el momento, todos se sentaron en sus respectivos asientos, ella visualizó el lugar y acomodó su cuerpo…

-¡Vamos! – anunció Lucho, se sentía satisfecho, tenia una seguridad admirable, nos daba ordenes como si el fuera el líder   del grupo, pero asentíamos por que en muchas cosas, manejaba toda la razón.

Iniciamos; la canción que ella escogiera… tocamos dos, con ritmos diferentes a los tradicionales por qué así ella lo había decidido.

En conclusión, no estuvimos perfectos, pero para ser la primera vez, tocando algo en lo que no estábamos preparados; en mi opinión  había salido muy bien.

Tuvimos una charla extensa, quedaron en darnos próximas noticias en los siguientes días, y así nos fuimos saliendo.

-Sami

-si?

-¿puedo invitarte a tomar algo?

-claro – acepté, todos me veían saliendo al lado de una mujer hermosa, que hacia poner diferencia entre ella y cualquier otra mujer al instante, me hablaba prestándome toda su atención, y yo asentía a cada cometido suyo.

Salimos de la universidad, y fuimos a tomarnos un refresco, charlamos acerca de su trabajo, de donde vivía, de que hacia en sus ratos libres y viceversa, me parecía agradable, y lo mas lindo es que tenia un sentido del humor simpático, la llevé a su auto y aunque se ofreció a llevarme, rechacé su pedido… llamé a cami una vez, luego lo apagó… luego insistí mas veces, pero la misma respuesta… a su trabajo no me contestaron… a su casa, tampoco… Poncho no contestaba… llegué a casa, me cambié de nuevo y fui hasta su trabajo, me parecía extraño que no me llamara ni me contestara… la niña de recepción me informó de lo que seria hoy para la Doctora Camila Suarez, y para otros de sus colegas, no me explicaba que pasaba… ¿Por que no me dijo? ¿No me informó? ¿Por qué no me contesta? ¿No me quería con ella allá?

Me dio la dirección de la otra sede en la que estaban celebrando su nombramiento, y sin pensarlo mucho me dirigí allá…

La vi…

Mas hermosa que nunca…

Pasé con ella cada momento que quiso…

Y me alegré de tenerla conmigo, de hacerla parte de mi vida, de que fuera mi novia, de que fuera ella… y no, nadie mas…

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Capitulo X

-¿las cuatro?

-si – respondió ella con sus labios envueltos en una gran felicidad

sami, dejá la bobada… ¿Qué te pasa carajo? Que no se te note tanto el amor!!<<

-no les parece?

-siiiii – contestó Cris, desde hace 30 minutos aproximadamente; llevaban hablando de lo mismo, salir las cuatro juntas a la nueva hacienda del papá de Luisa qué Le había dejado a sus hijas como herencia, eso no me convencía mucho, Cris andaba un poco tomada, Luisa estaba algo molesta por eso, y como veía a Camila, seguiría los mismos pasos que Cristina.

-vamos mañana – propuse

-exacto – me apoyó Luisa – mañana que estés en sano juicio! – Le habló a su novia – así yo no disfrutaré nada

-¿por qué, no? Apostamos que si?

-Cris…

-amor, no tomo mas ¿vale? Vamos, pasado mañana tengo parcial y mañana diré que debo estudiar – su rostro parecía suplicar un si

Me acerqué a Camila quien miraba su celular – señorita Suarez

-si, señorita Díaz, ¿en que puedo servirle?

-tu tampoco  vas a tomar más, ok?

-¿estoy haciendo algo malo?

-no, pero no quiero que tomes mas, sino me tendrás como está Luisa – miramos a la parejita, Luisa cruzada de brazos aparentando estar molesta y Cris, ofreciendo disculpas con besos. – dime ¿A dónde fueron ustedes dos?

-Cristina necesitaba practicas en este campo amor; y ver como se podía relaciones los problemas psicológicos con las enfermedades corporales, por eso la llevé con la Doctora general, y bueno… salimos a tomar algo, y se nos pasó el tiempo

-¿te portaste bien? – la tomé de la cintura y la acerqué a mi cuerpo

-siempre lo hago

Juntas, nos abrazamos de la manera más tierna, hacia frio y la lluvia comenzaba hacerse presente

-decidan si si o sino por qué yo me estoy congelando – manifesté abrigando mi cuerpo con mis brazos

-no tenes ahí a tu novia? ¡Que te de calor! –

-Cris, sabias que cuando estás tomada sacas el peor aire de humor que tenes?

Rió con Luisa, Camila me tomó de su mano y antes de que Cris pudiera decir algo, ella habló primero – Vamos en mi carro, para llegar temprano

Como un relojito, marchamos tras ella, nos ubicamos en su auto, puso algo de música pero en tono bajo, por qué estábamos hablando.

Colgué con mi mamá y miré por el retrovisor a Luisa y Cristina reírse de mí, Luego giré mi mirada a Camila y estaba haciendo hasta lo imposible por no reírse

-¿Qué pasa?

No entendía que era lo chistoso, me miré por el espejo y no tenia nada extraño en mi cara ¿por qué se reían?

-tan linda la bebé llamando a pedir permiso – susurró con un tono de voz divertido, las tres rieron a carcajadas sin poder siquiera, ocultarlo.

-no pedía permiso, sólo avisaba que no llegaba a casa hoy

-jajaja “ma, mañana te llamo cuando salga y ahora te envío un mensaje para que sepas que llegué bien” – volvieron a reírse – que ternura, te faltó decir “¿si me dejas o mejor me devuelvo?”

La fulminé con mi mirada, tenia ganas de reírme también pero no lo hice – mucha risa? – me acerqué a Camila directo a sus labios

No me respondió por qué su voz sólo expresaba risas ahogadas, me crucé de brazos y miré hacia la carretera, un autobús se acercaba en contra-vía a una gran velocidad

-cami cuidado – le dije mientras ella, asentía aun en medio de risas junto con la parejita de “atrás” – ¡Camila! – señalé hacia el frente, y cuando vio el autobús, era demasiado tarde para desviarse. . .

Cerré mis ojos y el dolor de sentir el choque me hizo salir de ubicación, sólo recuerdo el grito de Luisa y la cabeza de Camila chocar contra la puerta del carro brutalmente.

( Me perdonan si digo que sólo es una broma ?…)

-bueno ya ¡ya me gozaron!

Sus risas se hacían presentes, y es que alguna ocurrencia de Cris era más divertida que la anterior, paseamos por todo el trayecto de este modo, en risas, comentarios, conversaciones casuales, hasta que llegamos. El lugar era hermoso, sólo estaba una señora al pendiente de la hacienda, saludó a la dueña de la casona y se presentó ante nosotros, la lluvia cayó de manera fuerte, cerramos cualquier contacto con ella y prendimos una pequeña fogata que yacía en un rincón de la sala, conocimos todo el lugar, y luego comimos…

Nos sentamos las cuatro alrededor de la fogata, los rayos asustaban a Luisa, se me hacia tierna su carita al ver tan sólo uno, y como abrigaba su cuerpo buscando a Cris, Camila, tenia sus manos sobre las mías, su carita cerca a mi, su rostro reposando en mi hombro, y las canciones acompañar el ambiente de un modo romántico, repasé mi vista en lo que pasaba por mis ojos, a mi frente estaba mi ex, la mujer que pensé alguna vez, seria la niña de mi vida, la niña que me hizo tanto daño, y qué jugó con mis sentimientos por tanto tiempo, pero que ahora, solo era una mujer hecha y derecha dispuesta a enfrentar lo que se le viniera encima, tomada de la mano con Cris, otra mujer realmente hermosa en todo el sentido de la palabra, sus ojitos se perdían mirando el fuego, apretó mas su mano con la de Luisa y le dio un beso… si sabían aprovechar ese amor que sentían, llegarían a muy lejos, en la mano derecha de cada una, estaba ubicado un anillo que la opuesta, le había obsequiado sin planearlo, como muestra de un compromiso mutuo entre ambas. Me sentí satisfecha al verlas, armaban una pareja ideal, y me hacia feliz sentir que deseaba mas o igual que ellas, que su relación funcionara y se mantuviera de pie por muchos años más.

Giré un poco mi rostro y le di un pequeño beso en su cabello, miré mi mano, ella jugaba con mis dedos, y los parches de mi pantalón, puse mi mano sobre su mentón y obligué a que su mirada se fijara en mí, tuve tiempo en ese momento de analizar que pasaría después….

Sus ojos me enseñaban una verdad que nadie más podía darme, sus labios me daban todo el amor que yo necesitaba, toda ella era ese conjunto de cosas que siempre había esperado…

Ayer, que salimos a un parque, sus ojitos se abandonaron en pequeñas lagrimas al  ver niños pasar, parejas con sus bebes en coches o carros que distrajeran su atención… no estaba preparada para comprometerme aún… pero si de algo estaba segura, era de que a esa mujer; no la iba a perder…

Ese impulso que a veces te sorprende a ti mismo y sientes esa necesidad de sacarlo de ti; me recorrió con fuerza, y suspiré…

-Cami – tomé su rostro y lo acaricié con sutilidad  >>dilo sami<<

-si?

-¿quieres volver a ser mamá?... - me costó mirarla - ¿Conmigo?

Esa pregunta la tomó por sorpresa, la respuesta me la dio esa sonrisa que siempre iluminaba todo a su alrededor, cerré mis ojos y besé sus labios… quería un futuro certero con una mujer así a mi lado… era… ella… era ella… de quien estaba enamorada y con quien deseaba continuar mi vida.

Final