Estando con casanova (capítulo 3)
No puede ser!!!.... su departamento es aún más exitante de lo que pensaba, no tenía idea de que coleccionaba la ropa interior de sus "amiguitas"
Tercer capítulo
Allí estaba yo, delante de él como si el destino nos hubiera puesto allí ese día, él como si supiera de mis incontrolables ganas de hacer el amor con él, solo que no podía decirlo, no en ese momento, ni siquiera habíamos tocado un tema que indujera al erotismo y sacarlo sin justificación me haría ver como una desesperada, aun que acá entre nos, si lo estaba, tratando de ignorar mis impulsos decidí hablar de otra cosa en y terminé hablando ridículamente de la decoración de su departamento, la cual por cierto no existía siquiera, “maldito minimalismo”, pensé mientras comentaba del blanco en las paredes, menudo dilema para una diseñadora, así pues, en eso estaba cuando le preguntó si quería un café y yo respondí que si, la tarde se convirtió en noche hablando si rumbo con él, cuando de pronto me di cuenta que eran las 9:00 pm, así que dije, “¡huy!, es tarde mejor me voy, me esperan en casa”, gran mentira, ya hacía más de 3 años que vivía sola, y ni siquiera mi gato estaba para recibirme, en fin, salí de su departamento mas desganada que nada; el caso es que todo dio un giro tremendo, pues, como si el cielo entendiera mi deseo de no estar sola esa noche, el cielo comenzó a tirar sus aguas a cantaros justo cuando y estaba a punto de doblar la esquina, sin pensar en volver como estúpida a tocar su puerta me metí bajo una pechina de un negocio a resistir la lluvia, fue entonces cuando a lo lejos, lo vi, venía corriendo como un desesperado hacia mí.
_ Qué bueno que te alcanzo, que pena, mejor regresa no es posible que vayas a tu casa con esta lluvia, acabo de escuchar en las noticias que las vías hacia expiatorio -hacia mi casa- están inundadas y no hay paso.
Tenía razón, ni aun que le rogara a todos los santos iba a lograr que el camión pasara, así que regresé con el…
Comenzamos a charlar en la sala mientras el estaba en su lujoso baño preparando la ducha y buscando algo de ropa para cambiarme, no tenía ropa de mujer obvio, así que me prestó la camisa mas chica que tenía y un bóxer (me sentía sensual con eso puesto), cuando entré a su baño ya más tranquila, analicé la vida de él, definitivamente era el soltero codiciado y exitoso, su lujosos departamento y todas las comodidades del mundo, a menudo lo veía salir de las presentaciones con chicas hermosas… no quise pensar en eso pero aun que no me parecía que otras tuvieran lo que yo deseaba desde que lo conocí, mientras estábamos actuando, no dejaba de preguntarme si en verdad las traía a su departamento, y si era verdad, me venía a la mente lo que hacían … estaba yo en mi orgasmo mental cuando sin darme cuate noté que ya me estaba tocando desmesuradamente, pero lo que me asustó no fue eso, si no que no tenía mis axilas rasuradas “!qué horror¡”, me apresuré (no sé por qué razón) al mueble de baño para buscar un rastrillo y entre los cajones la encontré, era una tanga de mujer… eso respondía a mi pregunta, era un hombre sexualmente activo, por razones que aparentaban ser desconocidas eso me éxito mas, así que mas a prisa robé uno de sus rastrillos eliminé los elementos antiestéticos y terminé de ducharme escondiendo claro, toda evidencia. Me puse la camisa y el bóxer, estaba nerviosa, tanto que mis acciones torpes me llevaron a tomar la puerta equivocada, claro, el baño estaba conectado con la recámara también (odio esos baños), entré y me percaté de la obscuridad, por un momento quise tomar la puerta de nuevo para volver a la sala, pero me ganó la curiosidad, comencé a hurgar (vilmente) entre sus cosas estaba muy atenta a su ropa interior cuando de pronto una luz repentina me asustó, era él en la puerta, me agarró con las manos en la masa, y lo más estúpido de todo fue mi excusa “estaba buscando un cepillo”, lo tomó del tocador que estaba justamente al lado de la perta del baño, y me lo dio con una sonrisa perspicaz…
_ ya está la cena…- dijo mientras según mi óptica caminaba hacia la sala, solo que la terminar de cepillarme fui a dejar el cepillo en el tocador, y justamente al momento de soltarlo me tomó por sorpresa de la mano y me obstruyó el paso puso con fuerza su mano en mi cintura y me abrazó fuertemente par decir con su voz sensual –por qué me encantas… mmmm… no sé si es el fantasma de nuestro personajes o es que en verdad te deseo….
Me zafé como pude y lo empujé corrí hacia la mesita de centro donde estaba la botella y nerviosa me serví una copa “¿Por qué lo hice?...” estuve a punto de subir a l cielo con el pero me negué… ¿por qué?...pensaba todo eso mientras bebía casi al hilo ese licor, ya no podía pensar, de pronto, suavemente sentí unas manos rodeando mi cintura, yo quise apartar sus manos, pero eran demasiado fuertes, una de ellas se coló dentro del bóxer y comenzó a acariciar mi clítoris suavemente… sus dedos que entraban y salían de mi agujerito me comenzaron a perder, no pude mas y fue cuando se desvanecieron mis manos, derramé la copa que cayó por todo mi pecho…
_ ¡tu camisa!- dije
_ no importa, hay que cambiarte, las niñas buenas no deben traer la ropa sucia…
_ por favor para!
_ dime que no te gusta, que mis dedos no te hacen sentir la gloria… se que deseas esto tanto como yo…
Diciendo esto me llevó no sé como a su cuarto no dejaba de acariciar mi cuerpo y besar mi cuello, yo lo sentía tan rico quería mas de eso, pero mi consiente decía que no…
_ espera por favor… ¿y la cena?...
_ Que se enfríe…
Llegamos al borde de su cama, yo no podía hablar, entre gemidos seguía negándome, pero eso más lo excitaba, y creo que a mí también tanto que seguía negando mi orgasmo incluso cuando mi cuerpo estaba tendido en su cama, desde mis rodillas comenzó a explorarme, despacio, despacio hasta que el bóxer le estorbó, entonces decidió deshacerse de él, lo vio y lentamente, después de acariciarme lo fue bajando siguió comenzó a besar mi entrepierna, luego llegó hasta mi vagina, con su lengua humedeció mi clítoris, lo acariciaba y chupaba de una manera exquisita yo ya no podía hablar, seguía pidiendo más, sostenía mis caderas mientras seguía haciéndome el amor con su lengua y me tocaba de una manera extraordinaria, parecía la gloria, siguió después con mi abdomen, caminó saboreándome hasta llegar a mis pechos los succionó como exactamente como me gustaba, pensé “definitivamente sabe como complacerme…” sin pensarlo pedía más, y yo no me contuve me levanté y también quise probar su cuerpo, ya no me importaba, todo lo que deseaba era empaparme de él esa noche,