Esta vez no capítulo 6

Tener sexo con ella había sido un error

CAPITULO VI

Me dolía la garganta, necesitaba agua, escuchaba cada vez más fuerte el bip, bip, bip del monitor cardiaco al que estaba conectada, abrí lentamente los ojos. Renata estaba dormida en un sillón junto a mí, me dio mucha ternura verla, se veía cansada, estaba más pálida de lo normal y bajo sus ojos se marcaban unos círculos de color oscuro, un vaso de café reposaba junto a sus piernas, verlo me recordó cuanta sed tenía. Intente llamarla, pero no lograba que la voz me saliera. Poco a poco pude decir su nombre.

-          Re na ta

-          Andy? – abrió sus ojos y se acercó a mi rodeándome con sus brazos, mientras lloraba.

-          A gua – le susurre.

Se incorporo y me alcanzo un vaso, coloco un sorbete en mi boca para que pudiera beber.

-          ¿Qué ha pasado? – mi voz volvía, aunque aún estaba bastante afónica.

-          ¿No recuerdas nada? – me miro preocupada.

Me quede un momento en silencio, recordaba la discusión con Nicole y después todo era negro.

-          Te desmayaste, tuvimos que pedir una ambulancia, te realizaron unos estudios, tu madre esta con los médicos ahora, los llamare para que sepan que has despertado.

Solo asentí. Renata salió de mi habitación y cinco minutos después mi madre entro casi corriendo y beso mi frente.

-          No sabes el susto que me has dado. – su semblante era incluso peor que el de mi amiga.

-          Tranquila, me siento mejor. – intente tranquilizarle.

Renata entro en la habitación acompañada por dos médicos. Uno de ellos observaba mis ojos con una linterna y mis reflejos, mientras el otro hablaba.

-          Bien Andrea, ¿cómo te sientes?

-          Mejor, ¿ya puedo irme?

-          No es tan sencillo, has sufrido un colapso y perdiste la conciencia.

-          Pero, ¿no ha sido solo un desmayo?

-          Lamento decir que no, tus estudios presentan un aneurisma cerebral. Pero descuida no es de extracción complicada.

-          Bueno, eso explicara mis dolores de cabeza.

-          Te prepararemos para cirugía. – hicieron unos apuntes en mi historial y salieron de mi habitación.

-          Mamá, necesitas comer algo y descansar. Renata, la llevarías a casa por favor?

-          Claro amiga. – mi madre se acercó me dio un beso y salió.

-          ¿Y Nicole? – le pregunte a Renata antes de despedirnos.

-          Estuvo aquí durante la noche, pero recibió una llamada de unos inversionistas y se marchó. Dijo que volvería hoy pero no ha llegado. Quien sí ha llamado varias veces es Alison y Santi ya está enloqueciendo porque a cada minuto le pregunta si sabe algo sobre tu estado. – me sonrió con picardía.

La verdad es que no estaba sorprendida sobre Nicole. Renata me abrazo y salió tras mi madre. Mi cirugía estaba programada para la mañana siguiente y estaba muy aburrida, solo encendí la televisión intentando que el sonido me apartara de mis pensamientos.

Nicole había vuelto después de 13 años para ser exactos. Tener sexo con ella había sido un error, de pronto ella sentía que volvía a ser de su propiedad. Eso tenía que aclararse. Con respecto a sentimientos, ella decía que me amaba, pero no lo demostraba como normalmente debería ser. ¿Y que sentía yo por ella? Quizás solo era nostalgia, la quería sin duda por todo lo que vivimos de adolescentes, pero amor real, no era. O al menos eso pensaba.

-          Vaya, nunca vi a alguien tan concentrada viendo MTV.

Una voz femenina me saco de mis pensamientos, voltee para ver a quien pertenecía.

Era una chica de no más de 27 años, usaba un uniforme de médico, pero de un color distinto a los de la mañana y debo agregar que era muy bonita, daba la impresión de ser modelo y no doctora. Tomo mi expediente y se acercó a mí.

-          En realidad, no lo estaba viendo

-          Tranquila, no lo dije en serio. Debo tomar una muestra de sangre. – me ofreció su mano para sentarme en la cama.

No soy alguien que crea en el amor a primera vista, me parece que ese tipo de cosas ocurren únicamente en las películas o en libros, en la vida real es diferente y más en el mundo moderno en el que vivimos, pero me crean o no cuando mi mano toco la suya sentí una corriente recorrerme el cuerpo y pude ver que ella también sintió algo porque sus ojos se quedaron fijos en los míos y ambas sonreímos.

Tomo la muestra de sangre y no sentí ningún dolor, estaba muy concentrada en guardar su imagen en mi mente. Recogió todo y antes de salir tomo de nuevo mi mano.

-          Mi nombre es Nath, soy residente en el hospital.

-          Es un gusto Nath. ¿Te tienes que ir?

-          Mi turno termina en un par de horas y debo estar aquí por la mañana para tu cirugía.

-          ¿Podrías venir antes de irte? – ni si quiera sabia porque se lo estaba pidiendo.

-          Te traeré una gelatina. – me guiño un ojo y salió.

No entendía que había sucedido, nunca fui muy sociable y menos le había hablado así a una desconocida. Pero había algo que, si era real, la sensación de paz y alegría que me llenaba cuando Nath estaba conmigo, aunque solo haya sido una vez.


Giovanna: jaja acepto el beso casto. Un abrazo enorme y gracias por seguir leyendo. Te cuento que escribir las escenas de sexo de "Esta vez no" me costaron demasiado. Lo sufrí jaja.

Saludos

Yabel.