Esta vez fue con mi amiga

Despues de una experiencia brutal con el marido de mi amiga, esta vez me calente con ella, y que bien me fue.

A los que leyeron el primer relato que envié "con el marido de mi amiga" a lo mejor les interesa esta otra experiencia que tuve, muy pocos días después. Recordarán que de un día para otro sentí una atracción especial por el marido de amiga, y que finalmente pasé con él un rato fantástico, tal como ya lo conté en el otro relato.

Después de sacarme las ganas con él, me quedó dando vueltas en la cabeza una sensación muy especial que había sentido el día que fui a visitar a mi amiga, y que para calentar al marido (que sabía nos estaba espiando) le dije a mi amiga que que había comprado una tanga con el elástico demasiado ajustado. "Fijate", le dije, mientras me subía la minifalda hasta donde nace la pierna y me apartaba un poquito, un poquito nomás la tanga dejando al descubierto parte de mi vello púbico. Sabía que él estaba mirando y me quedé así un ratito para que viera bien. Entonces fue cuando mi amiga me pasó un dedo por la línea de la tanga mientras con los otros dedos, como sin carse cuenta, me rozaba los pelos de la concha. Lo hizo dos o tres veces y eso me calentó. Esa fue la sensación que me quedó grabada y decidí intentar algo con ella, eso sí, con mucha discreción, porque somos amigas de hace muchos años y hablamos de todo pero nunca llegamos a vernos intimamente; no había motivo para ello.

Con ella siempre hablamos de los maridos y de los hombres en general. Como les conté yo estoy un poco distanciada del mio, ya no me calienta como antes, y después de lo que viví con el marido de ella, menos que menos.

El caso es que empecé a imaginarme una relación zafada con mi amiga, así que puse en marcha un plan de acción. A la semana siguiente fui a visitarla un domingo a la tarde que estaba sola porque el marido volvía el miercoles por razones de trabajo.

Empezamos a conversar como de costumbre sobre temas generales y yo, poco a poco, fui derivando hacia el tema de los hombres y el sexo. Le conté que estaba un poco nerviosa porque hacía tiempo que no cogía, y que ella en cambio, seguramente estaba bien atendida. "Sí, estamos bien", me dijo. "Seguro que te hace de todo, la verdad es que tenés suerte, ya quisiera yo algo así", le dije, animándola a que me contara alguna intimidad. "Mirá, te voy a ser sincera", le dije. "Muchas veces –cuando estábamos bien- tenía unas ganas bárbaras de que me cogiera por atrás, para probar algo nuevo, viste?" "Pero él lo más que hacía era chuparme las tetas, acariciarme la concha con los dedos y después se acostaba boca arriba para que yo me le sentara encima y así acabábamos. Sempre me parecía que faltaba algo", le dije. Ella mes escuchaba con mucha atención mirándome a los ojos. "Bueno, no está mal", dijo. "Pero la verdad, no es cierto que a todas nos encanta que nos chupen la concha un rato largo y también que nos la metan por atrás? Supongo que vos eso lo hacés, no?". "No, por el culo no lo hicimos; creo que no se dio, pero sí me gusta que me la chupe y yo también chupársela a él" me confesó mi amiga. Ya bien embaladas en el tema, yo le dije entonces: "Mirá a veces cierro los ojos y me imagino que estoy sitiendo que alguien me mete la lengua en la concha y se queda allí chupando todo. Con decirte que me daría lo mismo si fuese hombre o mujer", le mandé directamente. "Sí, la sensación debe ser parecida. Si yo pudiera me la chuparía yo misma y la mia es lengua de mujer, jaja".

Yo sentía en mi interior que la fruta iba madurando y hasta sentí que la tanga la tenía un poco húmeda. Después de una pausa, ella me preguntó si seguía teniendo la marca del elástico. Eso me hizo hervir la sangre y me pareció que todo iban muy bien. Yo estaba caliente y a lo mejor ella también, pero tenía que averiguarlo. "Sí, fijate", le dije subiéndome otra vez la falda. Me aparté bastante la tanga dejando al descubierto una mata negra de pelos que me cubrían casi la raya. Noté que se le subían los colores. Puso otra vez el dedo en la marca del elástico y me apretó levemente la carne mientras tenía la vista clavada en los pelos . "Te duele?, preguntó. Es que tenés la piel muy suave y esta es una zona sensible, si lo sabremos nosotras, no? "Tenés razón", le dije apartando un poquito más la tanga para que se viera apenas el labio exterior,que entre paréntesis, yo sentía bastante húmedo.

Yo había puesto la maquinaria en marcha y ahora era ella la que parecía tomar la iniciativa (yo encantada). "vos nunca de afeitas acá?", dijo rozándome los pelos con sus dedos. Uy!! Como me estaba poniendo yo!!. "No, no se me ocurrió, tengo medio de lastimarte. Vos la tenés afeitada?". "Sí, es para cambiar un poco.....si querés no hay drama, yo te lo hago", dijo. "Y queda bien?" le pregunté. "Sí, claro, depende de gustos. Creo que a mi me queda bien. ¿querés verlo?. (casi acabo en ese momento)."SIII, dale, y si me gusta, me afeitás", le dije. "Bueno, mirá y decime si te gusta", me respondió mientra se paraba y se desabrochaba el pantalón. Se lo bajó hasta la rodilla y después hizo lo mismo con la tanguita color rosa.

Me mostró la conchita afeitada con un poco de pelo nomás en la parte de arriba. "Sí, me encanta, y te crecen rapido los pelitos?"’ le pregunté mientras le pasaba un dedo a lo largo de los labios externos. "Y bueno, hay que hacerlo cada tanto", dijo. "Bueno, sí, dale, afeitame. Lo hacemos ahora? Dónde? "Bárbaro, vení al dormitorio que pongo una toalla sobre la cama y te acostás" ¡Que caliente estaba yo!! No quería mojarme demasido pero tenía ya la zona toda húmeda y seguro que se había dado cuenta. Se acomodó la ropa, fuimos al dormitorio, trajo una sábana y los implementos para la afeitada, y con mucho cuidado fue haciendo desaparecer la tupida mata de pelo. Ni que decir que mientras pasaba la maquinita con la mano derecha, con la izquierda me iba apretando toda la concha para tener la piel tirante. Terminada la labor, trajo un pote de crema y comenzó a pasarmela suavemete moviendo el dedo arriba y abajo en la línea de la raya. "Ya está, ves? Quedó de rechupete, jeje. "Quedó tan bien que hasta yo te la chuparía, jeje" Siguiendole la "broma" le dije con toda intención: "mirá que te tomo la palabra, eh! Jeje". Ahí mi amiga dio un paso mas: "No como dijiste antes que te daba igual que te la chupara un hombre o una mujer... o no te dan igual?" "Me estás calentado demasiado y me la vas a tener que chupar en serio eh...!" "Mirá! Estás caliente en serio porque tenés los labios mojados...en serio te gustaría? si no te enojás podríamos probar", dijo.

No pude más, la agarré de los pelos con las dos manos y mirándola a los ojos, le acerqué la boca a mi concha y le dije: "Chupámela, chupámela, dale, dale". Como esperando esa orden, con los dedos me abrió los labios y enterró la boca en mi concha que ya estaba recontracaliente. Comenzó a mover la lengua freneticamente adentro mio y le juro que en menos de 15 segundos sentí un orgamo indescriptible. Apartó un poco sus labios; estaban todos mojados, y a continuación los aplastó otra vez contra mi concha y empezó a chupar y a tragarse todo! Se separó jadeando y apenas alcanzó a decirme: "mientras te la chupaba yo acabé también, pero quiero más, necesito más. Ahora te toca a vos". "Claro, vení, acostate y dame tu concha". Nos cambiamos de posición y yo, con muchas ganas, le mordí los labios, le pasé la lengua a lo largo de la raya y la metí toda adentro, sintiendo que estaba teniendo un nuevo orgasmo pues levanto un poco las caderas y se puso tensa. Nos habíamos cogido mutuamente y nos había gustado.

"¿Por qué no lo habíamos hecho antes?" "Esto tenemos que repetirlo, estuvo genial. "Sí, cuando quieras, y además, ya que estamos en confianza, jeje", para la próxima voy a buscar una prótesis que traje de España. Es una copia exacta de la pija de mi marido en cuanto a tamaño. Es muy suave y parece real. "Si te parece nos la vamos a meter mutuamente. Yo a veces me hago la paja con eso y no está nada mal", me dijo. Se me abría otro panorama, y que panorama. Me gustò una barbaridad con el marido de mi amiga (espero que nunca se entere) y tambien con ella. Prometo contar como me fue, si es que llegamos a hacerlo. En esta última experiencia extrañe un poco tener una pija adentro mío, por todos lados, pero si sigo teniendo suerte, a lo mejor armamos algo. Candidatos siempre habrá y con mi amiga y yo totalmente deshinibidas, todo puede ser posible.

Esto que acabo de relatar tambien es real, y lo digo con orgullo y placer. Como tengo necesidad de compartirlo es que encontré esta bendita página web. Manden comentarios, tanto hombres como mujeres, porque todo esto incluye a ambos.