Esta mujer me llevará por el mal camino 8
Después del susto, nada como constinuar con mi nueva vida...
Después del susto, dejé pasar unas semanas en cuanto a actividad sexual. Me vino bien para tanquilizarme, primero en mi relación con Susana, que se convirtió en una relación normal, cenas, cine, alguna escapada de fin de semana, y sexo "tradicional".
Los dos hablamos largo y tendido sobre el tema, y estaba claro que tocaba calmarse.
También me vino bien para el trabajo. Yo soy autónomo, del mundo de las finanzas, y necesito estar al 100% para ver las oportunidades de negocio que se me presentan, y estar todo el dia pensando en pollas y coños y orgías no me ayudaba demasiado.
Una noche, pasados un par de meses del susto, Susana me preparó una cena sorpresa, y digo sorpresa por que allí estaba Vanessa. Desde el dia del hotel en Frankfurt, no la había vuelto a ver. La verdad es que fue una cena la mar de agradable. Hablámos un poco de todo. Nos encantaba aquella chica, y nosotros le encantábamos a ella. Hacia las doce de la noche aparecieron por su casa Roger y Sandra, que también hacía un tiempo que no coincidiamos.
Pasamos de la mesa al sofa, los cinco. Evidentemente, el ambiente no tardo mucho en caldearse. Me hice un par de rayas, siempre me ayudan a animarme, e invité a los que quisieron.
Susana se sentó encima de mi, y subiéndose la camiseta, se quedo en toples, y empezó a besarme con pasión, delante de todos. Roger se tiró a por Vanessa, que no opuso mucha resisténcia, y Sandra, lejos de quedarse mirando, se desnudo, y empezo a tocarse su estupenda polla. Susana bajó hacia mi pene, y bajándome pantalones y calzoncillos de una tirada, empezó a chuparme la polla con ganas. Quise apoyar la cabeza sobre el sofá, pero algo me golpeó en la cara. Era Roger que se puso de pie para metérmela en la boca. Me supo a glória. Me comí aquella polla como si me fuera la vida en ello, mientras Vanessa se fue a por Sandra, que seguia masturbándose. Yo seguia chupando y lamiendo con una sed insaciable de polla.
Roger se agachó y me preguntó:
-quieres que te folle verdad?
-me muero de ganas, pero mejor otro dia Roger-
-como veas-contesto.
Me sentia preparado, pero no me apetecia en ese momento, se que cuando estamos mucha gente, y puestos, nos volvemos un poco más brutos de lo que lo hacemos, cuando estamos dos personas solas.
-me desvirgaste el culo una vez, y lo harás una segunda vez, te lo prometo.
Ámbos sonreimos, y seguimos a lo nuestro.
Susana y Vanessa intercambiaron posiciones. Vanessa se dedico en cuerpo y alma a mi polla, que estaba ya dura como una piedra, y Susana, se fue a por los miembros de Sandra y Roger. El tipo no tardo mucho en rodear a Susana por detrás y le endiño su erecta polla sin apenas rondarla. Susana gemia como una bestia, y Roger igual.
Vanessa seguia dedicándose a mi polla, que ya la tenia dura dura durísima.
Se levantó, y al tiempo que me besaba en la boca, buscando mi lengua con la suya, se sentó encima de mi polla. Su dulce coño la acogió con cariño.
Al tiempo que me seguia besando, subia y bajaba encima mio, sin dejar que mi polla se le saliese en ningún momento. No dejaba de besarme.
-no sabes las ganas que tenia de esto-me susurraba en el oido.
Aguanté todo lo que pude, pero al poco me corrí dentro de aquella preciosidad de mujer. Vanessa me siguió besando, hasta quedarse abrazada a mi.
Giré mi cabeza, y Susana estaba emparedada entre Sandra y Roger. La travesti se la metia por delante, y el hombre le "tapaba"la entrada trasera.
-esta chica vive para estar llena de polla-dijo Vanessa entre sonrisas.
-ella sola?-le contesté yo...
Susana cabalgo aquella pareja durante un buen rato, y entre jadeo y jadeo, se corrieron, Roger primero, y Sandra al poco rato.
Quedaron un rato los tres tendidos sobre el sofá.
-como me gusta volver a las andadas-les dije a los cuatro-hos he hechado de menos.
Nos vestimos, y seguimos con las copas durante un buen rato.
Aquella noche, dormí entre Vanessa y Susana, y la verdad, me parecio dormir en el cielo.
Pasados unos dias, incluso puede que una semana, una tarde, a eso de las 20:00pm me llamó Roger.
-buenas-me dijo con voz ilusionada-estoy subiendo de Valéncia con el coche, te apetece tomar una caña antes de cenar?
-me parece genial, te paso ahora ubicación de mi casa, ya verás como llegas fácil.
Subí disparado para el baño, me duché y me puse un edema, para estar en condiciones. Sin duda aquel tio venia a lo que venia...
Justo salir de la ducha, me puse ropa cómoda, y salí a esperarlo al jardín.
Llegó lo que tardé en liarme un petardo.
-bonita casa tio-me dijo al tiempo que me daba la mano.
-grácias hombre, me alegro que te guste...-lo contesté yo con educación.
Nos sentamos en unas tumbonas que tengo al pie de la piscina, saqué unas cervezas y algo de picar.
-oye, que sorpresa tu visita-le dije.
-mira, no habia tenido ocasión de venir a tu casa, y después de lo del último dia, no queria dejar pasar más tiempo. Te importa que me dé un baño?-me preguntó.
-no me importa en absoluto, te bajo un bañador?
-jajajajaa para que??-
Sonreimos, Roger se levantó y empezó a desnudarse. Dejo su traje sobre la tumbona donde estaba sentado, y se tiro al agua sin ni siquiera probar si estaba fria.
Nadó una piscina, y dirigiéndose a la ducha, se metio bajo la misma para quitarse el cloro. Entonces empezo a tocarse la polla, al tiempo que me miraba desde la ducha. Sabía perfectamente que aquella polla era superior a mi, que cederia mi boca y mi culo nada más verla.
Siguio masturbándose, hasta que le hice una seña para que se acercara a mi.
Se seco un poco con la toalla, y se acercó a mi con mirada lasciva. Yo lo esperaba salibando, desnudo, sentado en la tumbona.
Fue directo a mi boca, me dio un ligero golpe en los labios, y la dejo a mi merced, sabiendo que lo haria disfrutar muy mucho.
Me introduje aquella preciosidad en la boca, y empezé a lamerla con la lengua. De vez en cuando, me la apartaba, y lo miraba a los ojos. Conforme se fue poniendo bien dura, el empezó a darme pequeños empujones con su cadera, follándome la boca. Me encanta.
Segui chupando, al rato, el se aparto, y se dirigio hacia su ropa.
-Tumbate y abre las piernas-me dijo al tiempo que sacaba una pequeña botella de lubricante del bolsillo de su americana.
Sin pensármelo dos veces, me tumbé, y me espatarré todo lo que pude. Empezó a comerme el ano. Cada vez que pasaba su lengua por él, soltaba un pequeño gemido.
Al poco pasó de la lengua a los dedos, ya untados en lubricante, me metia uno, y al poco, ya me metia dos.
-como lo llevas?-me pregunto.
-no pares tio, me muero porqué me folles.
Se sentó sobre la tumbona, y me coloco un cojin bajo la espalda, puse mis miernas por encima de sus hombros, y acto seguido, empezó a rondar mi culo con su erecta polla. Me introdujo primero el capullo. Me dolia, pero no me quejé. Poco a poco fue empujando, hasta meterme media polla. Me seguia doliendo, pero ya notaba el gusto que recordaba. La sacó, más lubricante. A la carga. Lo dejo donde se había quedado, media polla, entraba bien, yo tocaba el cielo. Siguió empujando, y empujando, hasta dentro. Cuando ya no tenia más polla para meter, la saco, y vuelta a empezar. En cuatro o cinco intentos, ya me cabalgaba bien, yo notaba el ardor típico de las primeras veces, pero también notaba el placer de las embestidas de aquella preciosa polla. Al tiempo que me follaba, me cogió la polla con una de sus veteranas manos, y empezó a masturbarla. Entonces no pude más y empezé a gemir con fuerza (que le den a los vecinos me dije). A cada empujón que me pegaba, me seguia masturbando.
El también soltaba sus gemidos, su cara de lujuria me ponia todavia más cachondo.
Siguió follándome hasta que me corrí aún con su polla dentro. El solto mi polla, y cogiendo todo el semen que pudo con la mano, se lo llevo a la boca, todo sin parar de empujar mi dolorido culo. Al poco se corrió dentro de mi ojete, que dejo caer alguna gota a través de mis piernas.
Ambos sonreimos, y nos dejamos caer en la piscina.
-joder que ganas tenia de tenerte dentro-le dije dentro del agua.
El sonrio.
-te quedarás a cenar no?-le pregunté.
Tuvimos una cena la mar de agradable, en un restaurante al lado de mi casa, a pie de playa, hablando del finde en Amsterdam, y de aquellos inicios en Girona.
Al volver de cenar, le pedí que pasara dentro.
-esta bien, pero no me quedaré mucho rato.
Justo fue entrar dentro de mi casa, le dije:
-vamos a la cama.
En silencio los dos, subímos, lo desnudé, y arrodillándome, empezé a comerle la polla de nuevo. En cero coma la tenia dura como un palo otra vez.
-Siéntate-le dije con voz autoritaria.
Se sentó, se untó la polla en lubricante, y me sente encima suyo para cabalgarlo. Me la metia toda hasta dentro, y cuando estaba dentro de mi, le hacia unos pequeños movimientos en circulo con el culo que lo volvian loco. Roger no quitaba los ojos de su polla perdiéndose dentro de mi. Y yo me ponia aún más cachondon al ver su cara de vicio.
-no me hagas eso que me corro-me suplicaba
Entonces me quede parado, con su verga dentro, y empeze a hacer esos movimientos en circulo, todavía más marcados.
-me corro me corro cabrón-me decia.
Con un par de "circulos" más ya tenia mi culo lleno de su exquisita leche otra vez.
-túmbate porfavor-le dije al tiempo que me iba al baño a limpiarme.
Entonces me acerqué a él, que me esperaba aún sentado en la cama, y cogiéndome la polla con la mano, se la llevo a la boca y empezo a chuparla con muchas muchas ganas. Se la metia hasta la tráquea. Cuando estuvo bien dura, le dije al oido:
-ya sabes lo que toca ahora, date la vuelta.
Obediente como el solo, se puso a cuatro patas. Separándole las nalgas, empezé a comerle el culo, follándoselo con mi lengua. El tio se voliva loco.
Cogí su botellita de lubricante, y se lo unté bien, haciendo lo propio con mi polla.
Empezé a rondar aquel apetecible culo con mi capullo, metiéndola y sacándola poco a poco, y acelerando conforme le iba entrando un poco mas.
Empezé a cabalgarlo con dureza, el gemia como un loco, y yo, que me parecía que me iba a estallar la polla de lo que me apretaba aquel estrecho culito.
No tardé mucho en soltarle la leche dentro, a la vez, que él se dejaba caer rendido sobre la cama.
-me parece que me quedaré a dormir-me dijo con voz entrecortada.
-creo que es lo mejor.
Me fui a preparar su habitación, y a los cinco minutos cuando volví, ya estaba dormido. Tal cual se habia quedado, desnudo boca abajo, con el culo lleno de semen.
Así que fuí yo el que durmio en la habitación de invitados.
A la mañana siguiente, me levanté y me fui directo a la ducha. Roger, al oir el ruido del agua, no tardo más de 2 minutos en presentarse allí desnudo.
-buenos dias-me dijo-he dormido genial.
-buenos dias, ya se nota, se te ve en la cara.
Empezamos a enjabonarnos los cuerpos el uno al otro. Le sobaba la espalda, bajando por su culo, y subia por su barriga y pecho, evitando tocar su pene.
Roger hacia lo mismo. Se me acercó al oido y me susurro:
-chúpamela.
Podria parecer un comentario despectivo, pero en aquel caso era distinto. Yo que soy muy obediente, me agaché y cogiéndola por la base, me metí en la boca aquella erecta polla. Empezé a chupársela como si me fuese la vida en ello. El me apretaba para meterme todo lo que podia. Yo recibía sus envestidas con gusto.
-quieres que te folle Karlo?
Yo ni puto caso, seguia chupando y chupando, hasta que en una de esas, me lleno la boca de leche (que rico desayuno). Seguí chupando hasta que quedo bien limpia. De buen gusto, le hubuese echo dos mamadas seguidas.
-tu turno-dije
Dicho y echo, fue el quien se agacho, y empezó a comerme la polla con ganas. Yo que estaba a 5mil revoluciones, no tardé mucho en soltárselo dentro de la boca.
-mierda, tengo una reunión a las 10 en reus, y son casi las nueve.
Roger sonrió aún con restos de semen en la boca.
Acabamos nuestras duchas, café cigarro, traje puesto, y a currar.
A pié de puerta va el tio cabrito y me suelta.
-joder Karlo, que bien te queda el traje.
Yo creo que incluso me puse rojo.
-grácias hombre.
-lo digo en serio-insistió.
-te veo venir Roger, llegaré tarde.
-me pones muy cachondo Karlo, toca-dijo a la vez que cogiéndome una mano, me la acerco a su paquete. El cabrón estaba empalmadísimo.
Me di la vuelta, cerre la puerta de la calle, y desabrochándome el cinturón y el pantalón los dejé caer.
Roger se me acercó por detrás y dándome un empujón para que me apoyara sobre la mesita del recibidor, me bajo también los pantalones.
Tenia la polla durísima.
Me levantó la camisa y la amerciana para no mancharlas, y me penetró el culo por enésima vez en poco tiempo. Esta vez todo fue rodado, mi culo, aún dilatado de la noche anterior, recibio aquella hermosa polla con agrado.
Me follo durante un rato, aumentando cada vez más la velocidad.
-correte en mi boca-le dije-quiero tu leche otra vez.
Unos cuantos empujones más, y sin poder hacer nada para remediarlo, me lo soltó dentro del culo.
-lo siento-me decia entre gemidos-lo siento, no he podido aguantar.
Pues nada, desnúdate, bidet, y a la reunión.
Este tio és un peligro. Y lo sabe.