Esta mujer me llevará por el mal camino 7

No todo puedes ser experiéncias geniales....a veces, la búsqueda permamente de sexo, te puede traer algun buen susto.

Después de la reunión en Rotterdam, al lunes siguiente, cogí un avión, y de nuevo hacia Frankfurt (así és mi vida). El lunes por la noche, ya estaba instalado de nuevo en el hotel Jummeirah de la ciudad Alemana.

Por la mañana estuve atento de enviarle un whatsapp a Theo, del servicio de habitaciones del hotel, con el fin de poder vernos.

Aquel ucraniano me hizo gozar de lo lindo la semana anterior, y para nada me lo queria perder. Aquella semana Theo tenia turno de mañana, por tanto, quedamos por la tarde en un un café del centro comercial que hay justo al lado de mi hotel.

En cuanto terminé mi renunión, fui directo al lugar de encuentro, pues llegaba tarde.

Al llegar, estaba Theo sentado junto con un par de chicas, del este como el. Me las presento como sus compañeras de piso.

Estuvimos hablando de su país (lo conozco muy bien, entre 2014 y 2015 hice muchos negocios allí).

Me propusieron ir a cenar a un restaurante informal que hay cerca del centro comercial a lo que accedí gustosamente. Me acerqué al hotel a dejar el maletín y sin ni siquera cambiarme, nos fuimos a cenar.

Durante la cena, las chicas me interrogaron a cerca de mi bisexualidad, pues Theo les había contado su experiéncia la noche del Jueves anterior.

Yo les aseguraba que todo era natural, ni gay ni hetero....

-es muy sencillo de entender. Ahora mismo, me apetece tanto poner mi cabeza en tu entrepierna, como que este señor ponga su verga dentro de mi. Igual. Me encanta por igual.

La chica no pudo evitar estremecerse un poco, ante la idea.

-Siempre he tenido la fantásia de ver dos hombres enrollandose-dijo la otra chica.

-es una fantasía muy común. A los hombres heterosexuales tambén les pasa.

Al acabar la cena, les invitie a todos a tomar una copa en mi habitación, a lo que accedieron gustosamente. Los tres trabajaban en aquel hotel, asi que entraron por detrás sin dar explicaciones a nadie.

Ya en la habitación, me puse cómodo. Las dos chicas se sentaron en el escritorio, y Theo lo hizo en el borde de la cama. Pusimos cuatro wiskys, y seguimos charlando durante un rato.

-bueno, y el tema de la fantasia que?-pregunto una de ellas.

Yo, que necesito poco para venirme arriba, me levanté, me desnude, colgando tranquilamente la ropa en el armario, como haciéndome observar. Los tres no me quitaban los ojos de encima. Theo, cachondo perdido, y las chicas super atentas....

Fui un segundo al baño (queria lavarme mis partes), y sali con una toalla enrollada a la cintura. Los tres seguian en silencio. Me acerqué a una de las chicas, y le bese en los labios. Esta se dejo llevar, y pasándome los brazos por mi espalda, me hizo caer la toalla.

Una vez desnudo, me acerqué a Theo, y levantándolo de esta, me puse detrás suyo. Le fui quitando la ropa, ante la atenta mirada de ellas.

El momento culminante fue cuando le dejé caer los calzoncillos al suelo, entonces ellas soltaron unos pequeños gemidos, como apreciando que aquello iba en serio.

Theo se sentó en la cama, y yo me arrodille al pie, mirándolas a los ojos, agarré su miembro, y me lo fui acercando a la boca. La abri un pelin, y empezé a chupar aquella deliciosa polla.

Las tias flipaban en colores.

Seguí con aquella verga entre mis labios, succionando y lamiendo, para que se pusiese bien dura. Theo no paraba de gemir, y yo, llenándola de saliba, me introducia aquel pollón hasta la garganta.

Cando estuvo muy muy dura, me levanté hacia las chicas, y estas hicieron lo mismo acercándose a mi.

-desnudaros preciosas-les dije.

No tardaron mas de 5 segundos. Les pedi que se tumbaran en la cama.

Permanecieron al lado de Theo durante un rato, observando aquella polla enorme tiesa como un palo, sin saber que hacer, si tirarse a por ella, o esperar para ver que pasaba.

Cogí mi bote de lubricante, y untándome bien el culo, me dirigí a Theo. La cara de las chicas no tenia precio.

Le puse un preservativo al tio, le unté bien la polla con lubricante, y acercándome a una de las chicas le dije:

-recuerda bien este momento.

Me acerqué a Theo, y con suma delicadeza, me introduje su polla dentro de mi culo, que en nada se la engulló entera.

Empezé a cabalgarla aumentando la velocidad. Ahora una de ellas me masturbaba a la vez. Tener aquel miembro dentro, me arde, me siento empalado. Theo no paraba de gemir. Cambié mi postura para estar más cómodo. Me tumbé en la cama boca arriba, levantando mis piernas, y apoyándolas en los hombros del tipo. Este empezó a follarme a un ritmo infernal. Me movia todo entero. De vez en cuando, me la sacaba entera, y me la volvia a endiñar. Menuda follada. Yo no paraba de gemir, a la vez que me comia aquel dulce y mojado coño. En ese instante, decidí que aquella situación no era justa para aquellas dos preciosidades. Asi que me separe de Theo, me di la vuleta, y empeze a besar a una de las chicas, que rápidamente se mostro interesada.

Me chupo la polla, muy muy bien, no le costo nada hacer que se me pusiera bien dura. Y en posición de misionero (a veces soy un clásico) le metí mi durísima polla en aquel dulce abujerito. La chica me agarraba por el culo pidiendo más caña. Theo hacia lo mismo que yo pero en una postura más estrambótica.

Al poco de cabalgar aquel bellezón rubio, se me acerco Theo con su manubrio en la mano, dispuesto a dar leche. Pare mi cabalgada sobre la moza, para recibir aquel manubrio con ganas, y no dejar escapar ninguna gota.

Se corrió dentro de mi boca, y al momento, le di un profundo beso a la hermosa chica que tenia debajo, y con mi membro aún entre sus piernas, seguí empujando hasta que pude soltar toda mi leche dentro suyo.

Nos quedamos un rato en la cama diciendo tonterias, sobre todo ellas. La situación que habian visto hacia escasos minutos las habia dejado alucinadas.

Al poco se vistieron nos despedimos los cuatro y se fueron.

Eran la una de la madrugada, y yo de un cachondo que no veas.

Después de darle unas cuantas vueltas, decidí llamar a Victoria, la travesti que habia conocido la semana anterior. Asi que la llame, me dio su dirección (demasiadas fiestas en el mismo hotel en poco tiempo), pedí un Taxi en recepción y me fui a verla.

Me recibe con ligeros, tacones, y un diminuto tanga. Labios rojos, ojos pintados. Preciosa.Espectacular, toda una diva. Paso por "taquilla" (ir a su casa es muuuuucho más barato que venir a tu Hotel). Al lio. Entramos en su habitación, con una luz tenue y rojiza. Me empieza a desnudar llenándome de besos. Cuando estoy en bolas, me siento en la cama, y se me acerca, me recree un buen rato con sus enormes pechos, con su dura barriga, y como no, con su diminuto tanga.

Se lo bajo con suma cautela, y sale a relucir un pequeño pene, no pude evitar una leve sonrisa.

-ya sabes que crece-me dijo ella, no se si medio ofendida.

-claro que se que crece, para eso he venido, para hacerlo crecer.

Empezé a besarlo, hasta que poquito a poco, fue creciendo de tamaño. Entonces me lo metí en la boca, y lo lamí enterito con mi lengua, al tiempo que con mis labios lo succionaba. Aquello cada vez cogia más tamaño. Lo seguí chupando y chupando.

-ponte en la cama, voy a follarte-me dijo ella con voz autoritaria.

Le hice caso, y me sorprendio con unas esposas, para atarme a los barrotes del cabezal de la cama. No se porqué me deje llevar.

Me puso a cuatro patas, de manera que tenia los brazos completamente abiertos, y la cabeza sobre la almohada con el culo totalmente en pompa. Me ató unas cuerdas a los tobillos, por lo que mis movimientos quedaron totalmente reducidos a nada.

Entonces, escuche un pffft. Se ponia lubricante, supongo.

En efecto, se lo puso, y me metio su respetable polla hasta dentro en un abrir y cerrar de ojos. Me cabalgó durante un buen rato, en el que yo no podia articular palabra, sólo gemir y gemir. Cuando quiso, se corrio dentro de mi dolorido culo.

Y desaparecio.

Durante un rato me lo tome a cachondeo, pero pasados 5 minutos me empezé a acojonar.

Pasado un rato, no sabria decir cuanto, entro alguien en la habitación (la puerta me quedaba justo detrás). Volví a escuchar el pfffft. Otra vez, otra polla dentro de mi. Empezé a gemir con brutalidad. Aquel salvaje, que por sus gemidos era una voz masculína, aunque no importaba, fuese quien fuese tenia polla.

Me agarraba el culo con fuerza, y me follaba con más fuerza aún.

Me estuvo cabalgando un buen rato, hasta que se corrió.

Silencio otra vez.

Mierda.

Estoy en un lio.

Paso un buen rato. No sabria decir cuanto.

Entonces entraron varias personas, no se cuantas. Me pusieron un trapo en la boca, para que inhalara. No tenia fuerza ya ni para gritar, así que no puse restisténcia.

Entonces me note como que flotaba. Y me dormí.

Desperté al rato, no se cuanto. Todo estaba borroso. Ya no estaba atado, pero apenas me podia mover. Me habían drogado. Tenia un tio justo encima. Me estaba violando.

Noté un leve escozor en el culo. Debían llevar un rato.

Cuando el tio acabó, vino otro, yo seguia sin poder articular palabra, más que balbuceos. Escuchaba a alguien reirse. No tenia fuerzas ni para empujar al tio que tenia encima. El hijo de puta me aguantaba las piernas hacia arriba, y me enculaba con fuerza. Acabó.

Otra vez, y otra. No se cuantas fueron.

Empezé a recobrar el sentido dentro de un Taxi. Justo en la puerta del hotel.

Me ayudaron a bajar los botones, al ver en el estado que llegaba. Sin preguntarme ni media me llevaron a mi habitación. No podia ni andar. Menudo numerito, era de dia.

Una vez allí, se fueron todos menos uno, Alfred.

-se encuentra bien?-me pregunto.

-no, no me encuentro nada bien-alcancé a decir unas cuantas palabras, mientras me miraba que estuviese entero-me han violado.

-quiere que llamemos a la policía?-me preguntó el chico, visiblemente preocupado.

-por favor, y creo que también una ambuláncia.

El chico se fue, medio a trompicones, me prepare un ibuprofeno, y llene la bañera. Entonces caí en la cuenta: Theo!!

Llamé al servicio de habitaciones, y pregunté por el. En cinco minutos lo tenia en la habitación. Le expliqué lo sucedido. El tio puso cara de flipar por un tuvo.

-primero vamos a ver como estás-me dijo adoptando el mando-te notas cicatrices?

-no Theo no, no me han robado un riñon. Tengo 42 años, pobre desgraciado el que dé con un riñon mio. Me han violado, un montón de veces, y además me han robado, la cartera, el móvil y el reloj. Hijos de la gran puta.

-vamos a la ducha, te hecho una mano-me dijo el chico.

Me ayudo a desnudarme, y nos fuimos a la ducha. Allí me inspecciono de arriba abajo.

-mierda- caí en la cuenta...-no me puedo duchar. Me han violado joder.

-tienes el culo destrozado-me dijo.

-pues que bien...y ahora que hago?

-esta claro, iremos al hospital.

Pues bien, me llevaron al hospital, y me ingresaron. Me hicieron analíticas, y me examinaron de arriba abajo. Sacaron muestras de restos de semen de mi barriga y de mi espalda. Mi culo no tenia...

Diagnóstico: desgarro anal. Sin ser alarmante, era considerable. Un buen tiempo sin usar la puerta de atrás. Restos de semen de 8 personas distintas. Para flipar

Bueno-me dije-he estado 40años sin usarla, no vendrá de un tiempo. Las analíticas bien, grácias a dios. Ni sida, ni vph, nada...limpio.

Me dejaron en observación todo el dia. Susana llego después de comer, con una cara de susto pobrecita, que no podia con ella.

Cuando llego la polícia, super amables, y super educados, tuvieron la prudéncia de no hacerme preguntas comprometidas porqué estava mi mujer delante. Cuando les dije que podiamos hablar de todo, me dijeron que ningún problema.

Les puse una denúncia por Violacion y Robo, y ellos me dijeron que añadirian secuestro. Les dí el teléfono de la Tv, y la dirección.

Ya a media tarde, a eso de las 19.00 me dieron el alta, y nos volvimos al hotel. La verdad es que no me apetecia decir ni mu. Al llegar al hotel: sorpresa!! Vanessa nos esperaba en el hall, con una cara de susto también considerable.

Cuando me vio, se le saltaban las lágrimas, me dio un dulce beso. Casi me desmayo.

Me quedé en el hotel un par de dias. Ellas se fueron al siguiente. Tuve que hacerme documentación para poder volar. Pude anular las reuniones por correo. Esperar a que me llegaran las nuevas tarjetas de crédito (Susana me dejo el hotel pagado por si acaso).

Las chicas ni me preguntaron que habia pasado.

Total que el jueves pude abandonar la ciudad, e irme a mi casa.

Realmente, necesitaba unos dias para tranquilizarme, e incluso, para encontrarme un poco a mi mismo.