Esta mujer me llevará por el mal camino 10.1

Fin de año en grupo en la montaña

Aquel fin de año, Susana y yo decidimos celebrarlo en mi casa de Guils de Cerdanya.

Invitamos a nuestro circulo más íntimo: Vanessa, Ruben y Tete, Laia y Toni, y a Roger y Sandra.

Con este último, quedé unos dias antes, creo recordar que era el día de los Santos Inocentes, para comer. Quería hablarle de unos negocios, y él, que es amante de la inversión y el riesgo, me dijo que quedaramos al mediodia para poder comer tranquilos.

Me presenté en su despacho a eso de las 12:30, estuvimos hablando un buen rato de dinero e inversiones, y de marketing, que era lo suyo. Roger tiene el despacho en la Av.Diagonal de Barcelona, y fuimos a comer cerca, aunque cogímos mi coche.

Después de comer, me sugirió ir a un sitio que hay cerca del restaurante, una espécie de mirador, donde las parejas van a enrollarse. Eran casi las 18.00 y era de noche, asi que fuimos en mi coche, mientras él me iba guiando por las transitadas calles de la ciudad.

Aparqué al lado de otro coche. Estaba muy oscuro. Como no soy muy ágil, me bajé del coche y entré por la puerta de atrás. Roger accedió por dentro, aunque tengo que decir que casi se hace daño. Se desabrochó los pantalones, y se bajo los calzoncillos.

Al ver aparecer aquella polla me cogieron ganas de marcha enseguida.

Me lanzé a por ella, succionándola con ganas. En seguida estaba muy dura. Se la chupé durante un buen rato, la lamía con mi lengua como si fuese un caramelo, y la fregaba toda entre mis labios. El tio me acompañaba los movimientos con una mano sobre mi cabeza. Me encanta sentirme su fulana.

-quiero follarte Karlo-me dijo entre gemidos.

-traes lubricante?-le pregunté yo.

-siempre.

-siempre?-le dije yo.

-siempre que quedo contigo.

Mientras me contestaba ya me estaba desabrochando los pantalones.

No sé como lo hice para ponerme a cuatro patas, una encima del asiento, y otra en el suelo. Mido 1,80, y Roger algo más, y es un A6....pero ya tenemos una edad. Está claro que nos podian las ganas.

Roger se ensalivaba bien los dedos y me los iba metiendo.

Su capullo hizo acto de presencia en mi ano. Duro, como una piedra. Pero a la vez lo suficiente blando, como para meterse por un abujero cerrado, e irlo abriendo. El emujaba sin cesar.

La verdad es que al principio dolia, pero poco a poco se fue suavizando.

-sácala y vuelve a meterla-le supliqué

Me hizo caso. Entonces todo fue mejor, y empezó a empujarme con fuerza. Siguió follándome el culo, hasta, al cabo de unos minutos, llenármelo de leche.

Como me encanta esa sensación. Me araña mis naglas con sus diez dedos a la vez que se corre dentro de mi. Cada vez que lo recuerdo, me pongo a mil.

Nos bajámos del coche. Había una pareja fuera del coche de al lado fumándose un canuto.

Su cara al ver bajar dos tios trajeados, era un poema.

-buenas tardes-les dije.

Ni me contestaron.

Llevé a Roger a su despacho y me fui para casa de mi mujer.

Al llegar le expliqué la comida/reunión que había tenido con su mejor cliente.

-menudo lio os traeis entre los dos-me decía.

-mola tener un follamigo como él, un tio cañero, sano y con una polla genial.

Susana sonreía todo el rato, sin duda le gustaba que me gustara follar con hombres.

Cenamos algo ligero, pues no era muy tarde, y después de la ducha, nos sentamos en el sofá para ver un rato la tele.

Al poco se levantó y sin decirme nada, se fué para la habitación. Entonces apareció con un conjuntito sexy de color negro, transparente, me dejaba ver perfectamente sus grandes pechos, y su depilada vagina. Me puse palote antes que me tocará.

Se puso delante mio, y besándome, empezó a bajar por mi cuello y mi pecho. Me bajó los pantalones, y con mi polla entre sus pechos, empezó a masajearme con ellos.

Me vuelve loco que me haga una cubana, y ella lo sabe. En nada estaba empalmadísimo.

Entonces le pedí que se sentará ella en el sofá, y yo, arrodillándome en el suelo, le hice una comida de coño de aupa. Me encanta como se estremece cuando paso mi lengua por su clitoris. Cuando nota su tacto, se le pone dura la barriga, y no deja de gemir.

Estuve comiendole el coño durante un buen rato, hasta que se corrió.

Entonces, se sentó encima mio, y se introdujo mi polla dentro de su mojadísimo coño. Empezó a cabalgarme duro, yo la agarraba por el culo, apretándoselo fuerte, y ella, no paraba de buscar mi lengua con la suya. Me encanta besarla a la vez que follamos, y notar su respiración y sus jadeos.

Follamos durante un rato, hasta que no pude aguantar más y me corrí dentro de aquel ducle coño.

La mañana siguiente fui a buscar a Vanessa al aeropuerto, que venia de Paris, mientras Susana acudía a una reunión que tenia hasta mediodia.

La acompañé a su piso, y quedé con ella que la pasariamos a buscar después de comer para ir hacia la montaña.

Eran las 11.15 de la mañana y no tenía nada que hacer.

Llamé a mis amigos de Barcelona y todo el mundo estaba ocupado o trabajando.

Al final llamé a Roger, y le pregunté que podira hacer.

-mira hay una Sauna cerca de Francesc Maçià, hacen unos masajes que flipas. Hay un montón de chicas, y a veces algún hombre. Yo voy con frecuéncia.

Después de mi experiéncia en Frankfurt, no me apetecían para nada prostíbulos pero Roger me estaba hablando de una de las saunas mas conocidas de Barcelona. Y además está cerca, al lado, de casa de Susana.

Llamé al timbre, hay un sistema de doble puerta para que no te cruces con nadie. El local es superdiscreto, y fuera pone que es un Gimnásio.

Me abrió una chica filipina, y me hizo esperar entre las dos puertas ya que salía un señor, y no nos podiamos cruzar.

Me pasó a una sala con un par de sofás y un espejo enorme, y me leió la "carta".

Masajes, con todo tipo de finales disponibles.

-primero quiero saber quien me lo hará, después te digo el qué-le dije.

Entonces se abrió una luz detrás del espejo que tenia al lado, y aparecieron un montón de chicas. Al menos 18 chicas creo que había.

-són todo chicas?-le pregunté

-tenemos también chicos. Quiere ver chicos?

-quiero ver chicos y chicas.

Hizo una llamada por el telefonillo, y aparecierón dos chicos al final de la sala. Dos tios jovénes, 25 diria yo. Uno mulato, y otro mas blanquito, aunque moreno también.

Me miré bien a las chicas, me gustó una, rubia no muy alta, con pechos operados enormes, y muy muy guapa de cara. Además quizás era la mayor de todas, y eso me puso cachondo.

-la chica rubia, la tercera de la dercha, y el chico blanquito. Un masaje completo de una hora.

-muy bien señor-me contestó- serán 240 euros.

Pagué con tarjeta, y me acompañaron a la habitación. Una sala grande, con una cama enorme en un extremo, una ducha en la otra, y una camilla justo en medio. Todo con incienso, super bien decorado, rollo oriental,

Me trajeron un wisky (a las doce del mediodia, ole yo), y entonces llegaron los dos.

La chica se llamaba Ingrid, es venezolana, 34 años. El chico se llamaba Jordi, 25 años, y por raro que parezca, español.

-que es lo que te gusta?-me preguntó la chica.

-la verdad, es que me gusta todo!!-contesté yo. El chico esbozó una gran sonrisa.

Me pidieron que me diese una ducha, a lo que accedí pues ya me estaba desnudando. Ellos se quedaron en ropa interior.

Salí de la ducha, y me tumbé en la camilla. Me taparon el culo con una toalla, y después de ponerme aceite, me empezaron a dar un masaje a cuatro manos.

Se notaba la diferéncia entre las manos de Jordi y las de Ingrid, por la fuerza con la que me tocaban, y por el tacto ligero de las uñas de la chica.

Me estuvieron masajeando durante un rato. Entonces Ingrid se puso de rodillas en la camilla, y untándose los pechos en aceite, me los retrego por toda la espalda y las piernas. El tacto de aquellas tetas duras, sobándome la espalda, ya me puso bastante cachondo.

Al poco me pidieron que me diese la vuelta.

Me puse boca arriba, y me taparon el miembro con la misma toalla que antes.

Ingrid me pasaba las tetas por mi pecho y mis brazos, y Jordi me masajeaba las piernas, subiendo cada vez mas hacia mi polla.

La toalla ya se fue a tomar viento.

Los dos juntaron sus bocas al lado de mi polla, flácida de momento. Empezaron a soltar lametones uno por cada lado. Fue Jordi quien se la metió primero en la boca, ya estaba bastante dura. Ingrid me comia los huevos.

Jordi empezó a comerméla a conciéncia, y cuando me miró a los ojos con mi polla dentro de su boca, le hice una señal con mi lengua, que entendio enseguida.

Se acercó a mi, se quitó los calzoncillos, y me acercó su polla a la cara. Me dio cuatro golpecitos, y me la fue acercando a la boca. Yo soltaba la lengua para ver que pillaba. Giré más la cabeza, abrí bien la boca, y entonces me la metió todo lo que pudo. La capturé con mis labios, y empezé a lamerla con mi lengua.

No soy muy amante del sexo de pago, está claro el porqué, pero a dia de hoy, cuando le pagas a un tio, el 99,9% de las veces puedes estar seguro de encontrarte una buena polla. Incluso una gran polla. Y eso, cuando eres muy muy vicioso, es una garantía.

En los cuartos oscuros hay mucho eyaculador precoz....

Como os iba diciendo, el chico la puso dentro de mi boca, y empezó a follármela con relativa suavidad. Con cuatro lametones ya estaba super empalmado. Empiezo a cojer "nivel experto".

Ingrid, de mientras, seguía frotando sus enormes pechos por todo mi cuerpo.

Hasta que un palo duro se li impidió, y entonces empezó a chupármela.

Seguí dando cuenta a aquella polla dura un buen rato, hasta que me cansé de la postura.

Le pedí a Ingrid que se pusiese a cuatro patas encima de la cama.

Menudo culazo tenia la cabrona.

-el griego tiene suplemento-me dijo la tia, que se lo veía a venir.

-ok, tranquila...me apetece tu coño-no era verdad, pero no tenia ganas de pagar más.

Me puse de rodillas en la cama, y empeze a follarme aquella jaca en posición de perrito. Al tercer o cuarto empujón, giré la cabeza, Jordi estaba meneándosela al pié de la cama. Le hice una mueca con la cabeza, que fue más que suficiente.

Metí toda mi polla dentro de la chica, y me quedé quieto. Al segundo noté algo muy frio en mi ano. Jordi con su polla tiesa y untada en lubricante preparada para darme caña. Su punta no era muy gorda, ideal para mi, asi que entró con facilidad. El problema era el tamaño que cogía ese largo pene conforme llegabas a la base.

Al prinicpio dolia bastante, pero el tipo sabía moverse, y en cuatro o cinco metidas y sacadas, mi culo la aceptaba con gusto, con muuuuucho gusto.

Entonces Jordi se quedo quieto para que fuese yo el que marcaba los movimientos.

Tener un coño delante y una polla detrás és el panorama ideal para cualquier bisexual, aunque fuese pagando, era ideal.

Me moví entre aquellos dos desconocidos durante un rato, hasta que me corrí casi sin darme cuenta de que iba a hacerlo. Entonces, me puse bien a cuatro patas, esperando la corrida de mi enculador.

Como el cabrón me empujaba fuerte, y yo me había corrido, le pedí que parara un momento.

-dime Jordi, cuantas veces te has querido follar a Ingrid??-el chico puso cara de no saber que responder.

-o mejor al revés, Ingrid, que te parece esta polla?-le pregunté a la chica a la vez que le cogía la polla a Jordi.

-me parece enorme-contestó ella.

-tumbaté Jordi.

Este me hizo caso, le quité el condón, y se la chupe otro poco para que se pusiese bien dura.

-Toda tuya, tienes diez minutos guapa.

La chica dio un salto en la cama, y se dispuso a cabalgar aquella durísima polla.

Se lo estuvo follando durante los diez minutos que quedaban (menos mal que se me ocurrio, porque con el aguante de aquel tio, me hubiese destrozado el culo).

Yo mientras, me acabé el wisky, me duché y me vestí otra vez.

Cuando acabaron me dieron las grácias y se fueron.

Esperé a que la filipina viníese por mi, y me acompañase a la puerta, sin cruzarme con nadie.

Al encender el móvil tenia 5 llamadas perdidas de Susana. Marrón al canto.

Fui a buscarla a casa, y luego pasaríamos a recojer a Vanessa. De allí nos fuimos los tres directamente hacia la Cerdanya, donde llegamos a la hora de comer.

Por la tarde llegaron Roger y Sandra. El resto de la trupe vendrian al día siguiente.

Esa misma noche, después de cenar, nos apalancamos todos en los sofas, al lado de la chimenea, tomándonos una copa. Pusimos la tele para entrenernos, aunque todos sabiamos como teniamos que entretenernos.

Fue Sandra, para sopresa de todos, la que se levantó del sofá y se sento entre Vanessa y Susana, que estaban en el sofá de enfrente.

Empezó comiéndole la boca a mi mujer, y Vanessa, rauda y veloz, se fue a por sus mallas. La desnudó de cintura para abajo.

Me encanta cuando un travesti se quita las braguitas y aparece aquella diminuta (de momento) polla, como por sorpresa.

Sandra abrió bien sus piernas para facilitar el trabajo de Vanessa, que se disponia a comerle el miembro.

Roger y yo nos lo mirábamos desde el otro sofá.

Susana acabó de desnudar a Sandra, y empezó a jugar con sus pezones, duros como piedras.

Entonces, se levantó y se desnudó completamente, mirándonos a nosotros dos a los ojos.

Nosotros seguiamos sin perder detalle. Me encantaba aquel espectáculo.

Sandra se tumbó en el sofá con las piernas bien abiertas, y Vanessa, que se había despelotado, siguió dando cuenta de aquella considerable polla. Susana acercó su dulce coño a la boca de Sandra que empezó a lamerlo.

En esos momentos, estábamos a mil, decidí desnudarme y seguir mirando. Roger al verme hizo lo mismo. Nos quedamos los dos sentados igual en el sofá pero en pelotas.

Vanessa se levantó, y después de enfundarle un condón, se sento encima de aquella empinada verga. Empezó a cabalgarla como una posesa. Las tres gemian como locas. Y Roger y yo mirando, empalmados sin ni siquiera tocarnos.

Estuvieron asi, un buen rato, hasta que cambiaron de postura. Esta vez la follada era mi mujer, y a Vanessa le comían su precioso coño. Seguian gimiendo y gimiendo.

Yo me sentía a punto de estallar.

No estuvieron asi mucho rato, hasta que Sandra se corrió, y Vanessa también.

Enconces se quedaron las tres en el sofá extasiadas, desnudas, sudadas, y sin decirnos nada, nos miraban a nosotros, como esperando...

He de decir que me costó pillarlo.

Me agaché a por la polla de mi amigo, y me la metí en la boca. Estaba durísima.

-no me des mucha caña que me corro-me decía.

Entonces me levanté, me unté un poco de lubricante en el ojete, y me sente encima de aquella preciosa polla completamente dura.

Las chicas no perdian ojo, me han visto asi un montón de veces, y siguen flipando. Supongo que es normal.

Me metí la verga de Roger hasta dentro desde el principio, y empecé a cabalgarlo muuuy despacio, y aumentando el ritmo muy lentamente. A pesar de no tocarme seguia empalmado. Con una mano me apoyaba y con la otra me cogía las pelotas para que no me votaran tanto.

Entonces empezé a subir el ritmo mas rapidamente. Roger me apretaba las nalgas.

Observé que Sandra estaba empalmada, y mi mujer se tocaba el clitoris.

En cuanto cabalgué a tope, Roger no aguantó más y se corrió dentro de mi culo, como a mi me gusta.

Me levanté con el culo goteando una dulce mezcla de esperma y lubricante. Me fui a por mi mujer, que estaba a tope. Esta se levantó, y se puso a cuatro patas en el sofá, al lado de Sandra. Le metí mi dura polla en su húmedo coño, y la folle con fuerza.

Ahora era Vanessa la que se tocaba. Sandra no perdia detalle tampoco.

Estuve follándome a mi mujer durante unos minutos, hasta que me corrí.

Entonces si, estábamos todos servidos.

Y faltaban por llegar los otros cuatro.