Esposo humillado, se la chupe al chofer,

Confesar mi homosexualidad a mi esposa, me convirtio en un esposo cornudo y feminizado

  • Oye hija y como te a ido con Eusebio,

  • bastante bien mamá, desde que me declaro su homosexualidad tome las riendas del negocio y de todo lo que sucede en la casa,

  • me parece bien hija, yo siempre te lo dije, Eusebio es un maricon poco hombre,

Las palabras de mi suegra me incomodaban bastante, pero tenía razón, jamás me supe imponer como marido en mi matrimonio con Elizabeth, pero ya no había marcha atrás,

  • oye hija y esos ayudantes que contrastes, ¿que tal te va con ellos?

  • huyyy...tremendamente bien, Erick el chofer sabe hacer de todo, es cocinero, barman, masajista y hasta plomero, y Genaro el jardinero igual,

  • vaya, hacen todo lo que el maricon de tu marido nunca supo hacer

  • ni que lo digas y además hacen el amor bastante bien...jajaja

Las dos mujeres comenzaron a reír, ahora me había convertido en algo así como un cero a la izquierda,

  • y no solo eso mamá, Erick tiene un miembro bastante grande,

  • en serio, entonces debes de disfrutarlo horrores,

  • que si no, ¿quieres verlo?

  • pero por supuesto hija,

Elizabeth tomo su celular y mando un mensaje y segundos después, Erick entro por la puerta principal y se paró frente a mi esposa y mi suegra,

  • dígame Elizabeth,

  • Erick, podrías desnudarte, mi mami quiere verte,

  • claro que sí señora,

Aquel hombre comenzó por quitarse la playera y después se sacó el pantalón, quedando desnudo frente a las dos mujeres, la mamá de Elizabeth se quedó boquiabierta al ver la virilidad de el tal Erick y si muy a mi pesar su miembro a pesar de estar flácido, era por mucho, más grande que el mío,

  • vaya hija, pero puedo tocarlo,

  • claro mami,

La mamá de Elizabeth se acomodo frente a Erick y comenzó a pasar la punta de sus dedos por el enorme miembro de Erick que colgaba descaradamente entre sus piernas,

  • vaya Elizabeth, que escondidito te lo tenías,

  • jajá jajá....es que jamás me habías preguntado mami y sabes que,

  • que hija,

  • me fascina obligar a Eusebio a qué se lo chupe,

  • en serio, vaya, si que se descaro tu maridito,

  • huyyy...Si lo vieras,

  • a ver muéstrame,

  • Erick, siéntate aquí en medio de nosotras,

El tal Erick se sentó plácidamente en medio de ellas y claro, la petición de mi suegra me provocó un escalofrío, ya antes le había echo sexo oral al tal Erick, pero nunca frente a otra persona,

  • ! Eusebio ¡¿dónde estas?

La voz de Elizabeth retumbó en mis oídos, no me podía esconder, así que salí rápidamente de la cocina y me pare frente a ellas mirando hacia abajo,

  • dime Elizabeth,

  • lo vez mami, Eusebio es ahora un perfecto sumiso afeminado,

  • las dos mujeres comenzaron a reír y Elizabeth con tono autoritario me dijo,

  • hincate entre las piernas de Erick,

Erick al escuchar la petición de Elizabeth, descaradamente separó sus piernas y yo me hinque en medio de ellas, quedando su verga a escasos centímetros de mi rostro,

  • lo vez mami,

  • vaya hija, lo tienes bien sometido,

  • claro mami y tu Eusebio, que esperas,

Lentamente fui acercando mi rostro hasta que mis labios tocaron el miembro de Erick, y muy a mi pesar tuve que abrir mi boca,

  • bien Eusebio, comienza a lamer,

Saque mi lengua y comencé a pasarla por el miembro de Erick, su verga se sentía caliente y un sabor agrio comenzó a inundar mi boca,

  • vamos Eusebio, quiero que la recorras bien con tu lengua,

Hice un esfuerzo y saque mi lengua lo más que pude y comencé a meterla debajo del aún flácido miembro de Erick y comencé a lamerlo y a los pocos segundos, su verga comenzó a ponerse más dura y grande y entro de lleno en mi boca y muy a mi pesar, la sensación de tener aquel pedazo de carne en mi boca comenzó a gustarme, y por unos instantes me deje llevar y trague la verga de Erick por completo,

  • lo vez mami, es todo un maricon,

  • ni que lo digas hija, mira como se traga la verga de Erick,

En esos momentos no me importaba que mi esposa y mi suegra estuvieran viéndome, y me concentre en disfrutar de aquel oedazo de carne,

  • que bien lo estas haciendo Eusebio,

  • quiero que te tragues la verga de Erick por completo,

La petición de mi esposa no me incomodo en absoluto, así que abrí mi boca lo mas que pude y comencé a mover mi cabeza de atrás hacia adelante,

  • bien Eusebio ahora quiero que lo recorras con la lengua,

Saque la verga de Erick de mi boca, respire profundo un par de veces y pose mi lengua en la base de su verga y comencé a subirla lentamente, Elizabeth al verme comenzó a reír,

  • jajá jajá...ya lo vez mami, como lo disfruta,

  • tremendo maricon, salio tu esposo

Las palabras de mi esposa no me importaron y continué lamiendo la verga de Erick, mi lengua subía y bajaba recorriéndola completamente,

  • bien mariconcito, ahora quiero que mires a Erick, mientras chupas su verga,

Sin dejar de lamer levante mi vista y mire a Erick a los ojos, sin duda el cabron también lo estaba disfrutando, y eso provoco que me sonrojara,

  • lo vez mami, le fascina mas que a mi.

Continué lamiendo aquel pedazo de carne, sentía como iba creciendo mas y mas, y mi

Lengua se impregnaba con sus fluidos que eran agrios y calientes, y muy a mi pesar, volví a tragármela sin esperar la orden de mi esposa,

  • muy bien Eusebio, así me gusta, que le des placer a mi amante,

De nuevo las dos rieron, estaban disfrutando tanto como yo de aquel espectáculo, de nuevo abrí mi boca lo mas que pude y me metí hasta el fondo la verga de Erick, había instantes en que me faltaba el aire, pero me detenía un poco y seguía succionando, hasta que después de algunos minutos, sentí como su verga crecía y se ponía bastante dura y de un instante a otro sus fluidos inundaron mi boca, en ese momento intente separarme, pero Elizabeth no me dejo

  • no Eusebio, trágate todo su semen,

Cerré mi boca y deje que el terminara dentro de mi, sentía como su semen se me pegaba en la lengua y en mi garganta, estaba hirviendo y me dificultaba respirar, pero después de hacer algunos esfuerzos logre pasármelo, y continué lamiendo aquella verga hasta que lentamente fue perdiendo tamaño, y solo asi elizabeth me permito pararme,

  • puedes irte Eusebio,

me puse de pie y sin mirar atras volvi a la cocina,

continuara…