Espiando a mi tía

Desde que fui un adolescente he visto a mi tia con deseo, y es en una ocasiòn en que se baña en mi casa y la puedo espiar mientras lo hace.

ESPIANDO A MI TIA.

Desde que fui un puberto de 15 años de edad sueño con mi tía, ella es blanca, de 1.60 cm., 45 años, llenita pero no gorda, caderota con un culo grande y se le pueden ver que las nalgas las tiene bien duras y unos senos riquísimos.

Suele vestirse con pantalones de mezclilla lo que resalta su rico y gran trasero, por ser tan caderota basta con verle unos minutos por detrás para que se me pare la verga, por lo que procuro siempre estar de tras de ella.

En una ocasión llego mi tía a pedirle permiso a mi mamà que la dejara bañarse un nuestra casa pues su baño estaba en reparación, cuando escuche esto corrí a mi recamara para prepararme para espiarla a placer.

¿Qué por qué corrí a mi recamara? Pues da la casualidad que mi recamara esta a un lado del baño y existe una puerta clausurada que comunicaba las dos piezas, pero no esta sellada completamente y hay huecos por donde yo puedo ver sin que se den cuenta.

Cuando mi tía entro al baño, lo primero que vi. fue como dejaba sobre una repisa una pantaleta y un sostén con una toalla, después se empezó a desnudar poco a poco, primero permitiéndome ver sus senos que estaban presionados por su sostén y luego alquilarse el vestido pode ver su pantaleta blanca que cubrían unas enormes nalgas como me las imaginaba y al darse la vuelta vi. Como se notaba apenas una mancha negra que rápido supe que era su zona pubica. Entonces se quito el sostén y pude apreciar sus senos grandes más grandes de lo que me imaginaba, blancas y redondas, un poco caídas pero no tanto, con un pezón del tamaño de mi dedo meñique que era rodeado por una areola negra y grande.

Yo ya estaba sobre una silla para poder ver mejor y al ver sus senos empecé a jalármela, me doy cuenta que su sostén le ocultan bien las chichotas que mi tía tiene pues con vestido no se ven tan grandes.

Cuando se empezó a mojar lo hizo despacio y muy sensual, inicio con su rostro luego el agua bajo por su cuello hasta llegar a sus chichotas qué se las empezó a masajear con delicadeza, después el agua bajo por su vientre para mojar su rico trasero que estaba cubierto por su pantaleta pero al mojarse se hizo transparente y fue en ese momento cuando pode ver mejor lo que tanto deseaba sus nalgas sus enormes nalgas blancas y duras, que ocultaban me imagino un sabroso culito, y al girar se vio se montoncito de pelos negros que cubrían una concha que yo deseaba, y finalmente se mojaron sus enormes y gruesas piernas que añoraba con besarlas y acariciarlas.

Cada vez que ella se enjabonaba lo hacia despacito como si ella deseara que yo la pudiera admirar con detalle en cada uno de sus movimientos. Después de lavarse sus extremidades mi tía se quito su pantaleta dejándome ver directamente sus grandes y redondas nalgas (yo cada vez me masturbaba con mas fuerza), blancas y duras pues se podía notar al momento en que ella se pasaba el jabón por su trasero. Deseaba ser yo quien la enjabonaba y recorrer de esta forma todo su cuerpo, acariciándole sus chichotas, su espalda su vientre (que deseaba besarlo), sus nalgas y su conchita para terminar con sus lindas piernas y por unos instantes eso lo imagine. De repente mi tía se inclino hacia delante y se lavo el culito con algo de dificultad pude ver que lo tenia como en un tono café y bien arrugadito, para mi fue la gloria y en ese momento tuve mi primer orgasmo tan intenso que no dejaba de expulsar chorros y chorros de semen, pero la verga no dejaba de estar parada.

Después de esto me enfoque mas en su conchita te la tenia bien peludita, sus bellos eran negras y abundantes pero formaban con tal precisión un triangulito como si se rasurara para delinearlo. Entonces mi tía metió mano entre sus piernas y con los dedos se abre la conchita para lavársela, al momento que se masajeaba toda esa are incluso metiéndose el dedo para que quedara limpia, entonces tuve mi segunda eyaculasiòn tan intensa como la anterior, que me que de sin fuerzas para seguir viendo y me baje de la silla para acostarme en mi cama mientras me la seguía jalando suavemente.

La verdad que después ya no me importo seguirla viendo. Pero estas imágenes me bastaron para guardarlas toda mi vida y durante varias semanas me masturbaba recordando el baño que se dio mi tía, para tener varios orgasmos.