Espiando a mi hermano 1
Como una tarde con gripe se convirtió en la más morbosa de mi vida
ESPIANDO A MI HERMANO 1
Hola. Me presento. Mi nombre es Sonia. Vivo en un pequeño chalet a las afueras de una gran ciudad de España con mis padres y mi hermano mayor Roberto. Mi padre es arquitecto y mi madre abogada. Yo acabo de cumplir hace un mes los 18 años y estudiare arquitectura el año que viene. Soy morena, 1.70, ojos miel, delgada. Mi hermano tiene 21, no quiso seguir estudiando y trabaja en una gasolinera.
Precisamente por mi cumpleaños había preparado una gran fiesta con mis amigos este pasado fin de semana, aprovechando que mis padres se iban de viaje de aniversario a Roma. Lo tenía todo organizado, bebida, música, todos mis colegas invitados…incluso iba a dormir con mi novio en casa. Mi hermano se había enrollado y había prometido no decirle nada a papa y mama. Mi novio se llama Luis y llevamos 2 años juntos. No soy ninguna viciosa, pero si que ya hacía un año que follabamos, pero siempre eran mamadas furtivas, o polvos rápidos en el coche de su padre…así que la perspectiva de una fiesta con todos los colegas culminada con toda una noche follando tranquilamente con mi novio era insuperable.
Por desgracia la Ley de Murphy hizo su aparición…pocos días antes de la gran fiesta comencé a sentirme mal y lo peor se confirmo…tenía gripe…cama, caldo, caldo, cama… En vísperas del gran día me encontraba algo mejor, pero sin ánimo ninguno de fiesta…el caldo era lo único caliente que me iba a correr garganta abajo.
Como me encontraba mejor mis padres siguieron con su plan de viajar a Roma y me dejaron al cuidado de mi hermano, cosa que la verdad no era demasiado efectiva, ya que cuando no estaba trabajando se pasaba el día metido en el gimnasio o con Jessica, su novia…si, Jessica con 2 eses…era lo peor…una poligonera con pinta de guarra tremenda…aunque imagino que eso es lo que le gustaba a mi hermano…que por otra parte tampoco creo que se pase las tardes citando a Proust…
El día de la fiesta me fui a dormir después de comer (caldito por supuesto) y me desperté a las 3 o 4 horas desorientada. Seguí tumbada en la cama tranquila y me estaba quedando dormida de nuevo cuando un ruido me llamo la atención. Eran como suspiros. Imagine que era mi hermano en su cuarto, pero me levanté para confirmarlo porque siempre me ha dado un poco de palo estar sola en el chalet. La luz de su cuarto estaba encendida y la puerta casi cerrada…así que sería el…sin tocar la puerta me asome discretamente a la habitación porque mi hermano siempre se enfadaba mucho cuando le molestaban en su cuarto.
Si…era el…pero no eran suyos los suspiros…era Jessica (con 2 s) la que gemía tumbada en la cama mientras mi hermano encima suya le metía la mano por debajo de la camiseta. No parecía llevar sujetador por la claridad con la que los pezones se le marcaban….Mi hermano estaba encima de ella, sin camiseta y con los pantalones del chándal.
Ruborizada con la escena me gire y volví a mi habitación sin hacer ruido…no, espera. Eso es lo que mi cabeza me dijo que hiciera, pero por alguna razón mi cuerpo no se movió un milímetro. Seguí espiándoles en la oscuridad.
Roberto seguía acariciándole los pechos mientras le besaba el cuello. Ella acariciaba su culo metiendo las manos dentro del pantalón del chándal. Con un rápido gesto él le quito la camiseta. Tenía los pechos grandes, más que los míos. Comenzó a lamerle y morderle los pezones, a lo que ella respondió aumentando sus suspiros que ya eran gemidos en toda regla.
- Más bajo zorra que la pequeñaja está durmiendo – dijo él.
Me sorprendió a partes iguales que se siguiera refiriendo a mí como la pequeñaja (me llamaba así de pequeña) y que se dirigiese a ella de manera tan despectiva, aunque al parecer era habitual y consentido porque ella no se inmutó.
Roberto le quito los pantalones y metió su mano dentro de sus bragas.
- Estas todo mojada guarra –
Ella mostraba una sonrisa burlona, que se transformo de golpe en un gesto de placer…imagine que mi hermano le había metido los dedos por el coño.
Siguieron así un rato, hasta que él se agacho y metió su cabeza entre sus piernas. Yo solo podía ver el pelo moreno de mi hermano pero estaba claro que le estaba comiendo el coño bruscamente. Jessica comenzó a gemir más y más fuerte…parecía que ya no era problema que yo me enterase… Por mi parte no podía apartar los ojos de la cara de Jessica. Era de puro placer, placer salvaje. Estaba como fuera de sí. Luis me había comido el coño en alguna ocasión y estuvo bien, pero ahora no podía imaginarme que fuera comparable a lo que estaba ella sintiendo.
A los pocos minutos sus gemidos se volvieron más agudos y su cara se contrajo con una expresión de locura que dejo paso a una de total relajación. Roberto se puso de pie y se limpio la boca con el dorso de la mano.
- Ya sabes lo que te toca nena.-
Incorporándose obediente Jessica se puso de rodillas delante de él. Yo ahora solo podía ver a mi hermano de espaldas. El pantalón del chándal bajo hasta sus rodillas. Llevaba unos bóxer rojos de licra ajustada. Me sorprendí admirando las musculosas nalgas que se adivinaban debajo, nalgas que no tarde en ver ya que el bóxer corrió la misma suerte que el pantalón. Tenía un culo redondo y musculoso fruto de las horas de gimnasio y…. Dios! Tenía un tatuaje en la nalga derecha, unos labios…!si mi padre se enteraba! Odiaba los tatuajes…
- Así zorra…cómeme las pelotas…-
A los pocos segundos le vi llevar las manos a donde debía estar la cabeza de ella y comenzó a mover las caderas…le estaba follando la boca…
- Joder puta! Qué bien la mamas…si…así…abre la boca perra…-
Me estremecí al notar un liquido recorrer mis piernas…como si me hubiera orinado….pero no….metí la mano dentro de mi pijama…no me había dado cuenta…pero estaba chorreando….empecé casi sin querer a acariciarme el clítoris….con la otra mano me pellizque un pezón….
- Te vas a hartar de rabo cabrona- dijo mientras le daba un bofetón.
El sexo con Luis era suave y romántico…pero esto….esto…era mejor.
Siguió metiéndole la polla hasta el fondo de la garganta mientras yo no podía dejar de mirar su musculosa espalda y su duro culo, metiéndome los dedos en mi coño chorreante. Con la calentura no pude evitar soltar un pequeño gemido.
Roberto giro la cabeza hacía la puerta. Escondiéndome entre las sombras sentí como mi corazón se paraba literalmente. Unos segundos de silencio que me parecieron una eternidad. Iba a venir y me iba a pillar masturbándome. ¡Dios mío! ¡Que horror!
- ¿Quien te ha dado permiso para dejar de chupar?-
Ufff. No se había dado cuenta. Temblando me aleje de la puerta. Había ido demasiado lejos. Me iría a mi cuarto y olvidaría todo esto. Estaba decidido, sí, eso haría. ¿Pero porque estaba saliendo a la terraza de mi cuarto? El aire era frío, aunque yo no tenía los pezones duros por eso. Las terrazas de mi cuarto y de mi hermano se comunicaban…las persianas estaban bajadas…podía mirar por las rendijas sin ser vista…!No! ¡Se acabo! ¡Vete a tu cuarto! me ordene mentalmente…no…me conteste a mí misma. ¿Por qué? Porque no puedo irme sin verle la polla a Roberto…
Muerta de frío y de vergüenza me asome a las rendijas de la persiana. Podía ver perfectamente la escena. Ya no le estaba comiendo la polla. Jessica estaba tumbada en la cama abierta de piernas…tenía el coño depilado totalmente…Roberto se estaba poniendo un condón de pie…pude verla…note como empezaba a chorrear de nuevo…era enorme…mucho más que la de Luis…y gruesa…era preciosa…mis ojos se llenaron de lagrimas al darme cuenta de que en ese momento hubiera matado por poder comerle la polla a mi hermano.
Se tumbó sobre ella y comenzó a culear follandosela a un ritmo salvaje. Me extraño poder oír sus gemidos…la ventana debía de estar un poco abierta…mejor. Volví a meterme los dedos dentro de mi pijama y dentro de mi húmedo coño…no había estado tan cachonda en toda mi vida. Mi hermano salió de ella y se puso de rodillas en la cama.
- Estoy harto de follar con condón tía. Quiero joderte a pelo.-
- Pasó tío. Ya lo hemos hablado. No me sienta bien la píldora. Lo que nos faltaba ahora es un enano.
- Tranquila que no te voy a preñar – contestó mi hermano quitándose el condón.
- ¡Ya te he dijo que por el culo no capullo! ¡Que me dan ganas de cagarme!
- Pues cágate…pero te voy a follar el culo ahora.
- Que te den tío.
Ella empezó a levantarse. El la empujo contra la cama de nuevo.
- ¿Que haces tío? ¡Déjame!
- Ponte a 4 patas.
- ¡Q me olvides tío!
Se abalanzó sobre ella y la obligo a ponerse boca abajo en la cama utilizando el peso de su cuerpo.
- ¡Que me sueltes joder!
- Hablas demasiado- contesto él. Sin soltarla cogió los bóxer rojos del suelo al lado de la cama y se los metió en la boca.
- Así mucho mejor.
Rodeo con un brazo su cuello y con la otra mano comenzó a meterle un par de dedos por el culo y otro por el coño mientras ella forcejeaba.
¿Este era mi hermano? ¿Por qué se comportaba así? ¿Por qué no podía dejar se masturbarme deseando ser ella?
Siguieron varios minutos en esa postura hasta que me di cuenta que los forcejeos iban perdiendo intensidad. Roberto seguía masturbándola por ambos orificios sin prisa pero sin pausa. Al cabo de unos minutos más Roberto le saco los bóxer de la boca.
- ¿Quieres que pare?- Le preguntó.
- No…- respondió ella.
- Quieres que te folle el culo?
- Si…fóllame…por favor…
- Como quieras zorra…ponte a 4 patas.
Obedeciendo le ofreció su culo. El se puso detrás de ella y yo de nuevo no pude ver más que la espalda y el culo de mi hermano. Culeo y por el grito de Jessica deduje que le había metido la polla de golpe….A mí nunca me habían follado por el culo…me estremecí...
Cogiéndola de la cintura le estaba follando el culo sin contemplaciones. Ella gritaba… ¿placer? ¿Dolor? No lo sé…
No podía más…me temblaban las piernas, la cabeza me daba vueltas…quería ser yo…quería estar allí a 4 patas siendo follada por mi hermano, sentir su pollón dentro de mi, abrazar su cuerpo musculoso…
- Te voy a preñar zorraaaaaa….siiiii….me voy a correr dentro de tu culo putaaaaaaaa….ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh…joderrrrrrrrrrrrrrrrrrr
Me corrí…no se cuanto tiempo…no se si gemí…solo se que me encontré a mi misma de rodillas sobre el suelo de la terraza. Temblando me asome a la persiana…ellos estaba en la cama, abrazados, besándose…esos eran mis besos…
Aturdida volvía mi cuarto y me tumbe en la cama…no recuerdo haberme quedado dormida. Desperté al día siguiente. Eran las 11 de la mañana. Mis padres volverían aquella misma noche. Aún somnolienta me levante y busque el vaso con agua que siempre tengo en la mesilla. En su lugar encontré una nota…la leí y mi corazón volvió a pararse como el día anterior…
“ Si tanto interés tienes como para espiar, quizás la próxima vez tenga que darte a ti por el culo…pequeñaja”
CONTINUARÁ…