Espía en el vestuario de la piscina
Una simple tarde aburrida, se puede convertir en la más escitante. Ir a la piscina, simplemente a nadar, y acabar corriendote en el vestuario, al espiar a unos chicos, haciendo algo, que desearias imitar.
Era una tarde normal, de esas que parecen interminables.
Estaba a mitad de curso, y tenia todo hecho.
Mis colegas, estaban ocupados, y no podía quedar con nadie.
Asi que, decidí ir a nadar un poco, para matar el tiempo.
Hacía bastante que no iba. Un chico como yo, de 20 años, en su 2º año de carrera. No tengo un cuerpo 10, pero no me quejo.
Llegué a la piscina a eso de las 19:30. Me cambié rapido, y fui a nadar.
Hasta aqui, nada raro. Lo mejor empezó cuando decidí que era hora de marchar.
Mientras estuve nadando, habia cursillos de chavales, a lo largo de la piscina. Coincidió que cuando yo fui a las duchas, tambien algunos de ellos terminarón.
Yo cogí mis cosas. Me desnudé, y me duche como si no hubiera nadie, a mi royo.
Me fijé que de los chavales que había, 2 tardarón un poco más que el resto, y tenían un royo muy de colegue. Algo que en el fondo, no vi nada raro.
Eso si, fueron los únicos que se ducharon desnudos, como yo. Para la edad que tenian, sus pollas eran bastante llamativas. Les calculaba que debian tener unos 14 o 15 años.
Yo terminé de ducharme, y me fui hacia los vestuarios para cambiarme.
Al poco de entrar, oi que en el de al lado, entraba alguien tambien. En principio, no llamó mi atención, pues es normal que entre más gente. Pero de repente, me pareció oir, como alguien hablando. Resulta que eran los 2 chicos de la ducha, que se habían metido en el mismo vestuario. Mi imaginación, se disparó, pero me dije a mi mismo, que no pasaría nada, pues sería confianza típica de la edad.
Mientras yo me iba terminando de secar, me pareció escuchar algo, que no creía.
chico 1: - venga tío, hazlo.
chico 2: - no se, me da cosa.
chico 1: - Va tío, si lo hicimos el otro día, y te gustó.
chico 2: - Ya tío, pero es que no se.
chico 1: - si total, estas empalmado, como yo. Chupamela, venga.
(aqui fue, donde se me empezó a parar mi rabo)
chico 2: - venga, vale, pero luego me la chupas tú a mi.
----- (silencio)
He de indicar, que en principio, los demas vestuarios (8 en total), parecía que estuvieran vacios, y solo estabamos nostros.
Entonces decidí hacer algo, con miedo, pero la escitación pudo conmigo. Me puse de rodillas, e intenté ver por debajo. Y así fue, un chico, de rodillas como yo, pajeandose, se la chupaba al otro. Me costaba horrores ver, porque no quería que me pillaran, se asustaran y pararan.
Lo que vi, me hizo alucinar, pero me puso super cachondo. Decidí ver hasta el final, con mucha precaución de no ser visto.
Entonces, el que chupaba, paró, se puso de pie, y le dijo al otro que se la chupara a él. Cosa que hizo, sin ningún pudor. Vaya con los jovencitos.
Al poco, el chico, se puso de pie, y le dijo algo al otro, que no logré entender. Y este, el chico 1, se dió la vuelta, ofreciendole su culo. Yo pensé, imposible, van a follar? Y resultó que el chico 2, comenzó a lamerle el culo. Yo alucinaba. No me lo creía. Al rato, se puso de pie, e intento meterle la polla, pero no fue capaz. El otro, no paraba de pajearse.
Fue ahí, donde el que hacía de pasivo, comenzó a correrse. No mucho, pero lo suficiente para verlo. Y fue ahi donde casi me pilla, pero a raiz de eso, pararon, pues me volvi a asomar y empezaron a vestirse, hasta que se fueron, mientras les oia hablar de cosas vanales.
Yo, en cuanto se largaron, me hice un paja, que me corrí como nunca.
Menuda tarde "aburrida"
Nota: y hasta aqui este relato. Se que es corto, pero este es 100% real, y lo cuento tal cual lo vivi. Cada vez que lo recuerdo, me escito. Indicar, que volvi, varias veces a la piscina, desde entonces, y alguna vez mas, los vi, repitiendo, con un proceso similar. Pero, cuando llegó la epoca de examenes, tuve que dejar de ir, y cuando reanude a ir, ya no los volvi a ver mas. Una pena. Nunca supe quienes eran, pero en el fondo lo prefiero.
¿Quien sabe si con los años veré otros similares o a ellos?
Un saludo, de vuestro amigo Rebelde