Espero no haberme equivocado
Ayer fue el día
Ayer lleve a cabo lo que tenia mucho tiempo deseando, estar en un trío con mi mujer y otro hombre. Y hoy la ambigüedad de mis emociones y sentimientos respecto a eso me ha perseguido desde aquel momento. No puede decirse que haya sido una acción irreflexiva de mi parte, ya que llevo bastante tiempo pensando y hablando con mi esposa la posibilidad de realizarlo. Yo me considero una persona muy calculadora, no me gustan las sorpresas ni los imprevistos, por eso pienso y analizo todos los pros y los contras de todas las situaciones y trato de tomar siempre el camino que menos arriesgado. Pero esta ves siento que me he aventurado en algo que va mas allá de reflexiones y análisis. No creo que mi sentimiento sea debido a desconfianza hacia mi esposa ya que hemos ido descubriendo nuestra sexualidad a la par.
Ella ya desde los primeros encuentros que tuvimos, mostró una sexualidad fogosa y ardiente, a pesar de ser (según ella) sus primeros encuentros sexuales, respondía a mis caricias con pasión y desenfreno. Sus pezones se endurecían como piedras y abría sus piernas acomodando sus caderas para permitirme acariciar e introducir los dedos en su hasta entonces inexperta vagina. Salvo a la penetración, nunca dijo no ni mostró disgusto a ninguno de mis ofrecimientos. Nos metíamos mano donde nos pillara, en el cine, en aparcamientos, en casa de mis padres, en la de los suyos, en miradores, en baños públicos, en fin en cualquier sitio que nos brindara un mínimo de intimidad y dispusiéramos de algunos minutos. Poco a poco nuestros juegos de manos pasaron a juegos de bocas. Aprendí como hacerla explotar chupándole el coño (que es uno de sus puntos débiles), que dicho sea de paso es un chocho de campeonato, no porque sea el que como. A su ves ella descubrió el placer que podía dar y recibir al chuparme la polla, cosa que perfeccionó con el tiempo y puedo afirmar que es una mamadora consumada, no puedo decir que es la mejor ya que no puedo compararla con otras, pero la sensación que produce y el gusto de cuando la traga completa hasta chocar con la garganta, que sientes hasta cuando se dobla atrás, es increíble y tengo que hacer esfuerzos para no correrme dentro.
Fue una época de continuos descubrimientos y experimentos, hasta que después de mucho tiempo se dio lo que se tenía que dar: la consumación. Lo hacíamos de igual forma donde nos pillara y tuviéramos una oportunidad. Mi "casta e inocente" mujer se mostró igual de ardiente y desenfrenada ante esta nueva etapa de nuestras vidas, descubriéndose como una experta y apasionada amante siempre pidiendo que la follara en nuevas y originales posturas, algunas de las cuales iban mas allá de lo posible. Muchas veces sentí que a pesar de todo, en algunas ocasiones no lograba saciar la sed de polla que demandaba su súper coño. Un chocho inmenso, bello, con labios gruesos y prominentes, que fácilmente daría cobijo a dos pollas. Lo cierto que disfrutamos de una vida sexual muy amplia (para nosotros en aquel momento de nuestra vida) y completa. Siempre basada en una continua comunicación y complicidad entre ambos. Esta confianza nos a acompañado hasta los actuales momentos.
Ahora que he nombrado la palabra confianza me doy cuenta que yo siempre he dado por descontado que ambos teníamos un poco de exhibicionistas al nunca haber mostrado reparo en mantener contactos sexuales en situaciones que podíamos ser observados por extraños, y ella aun me daba mas muestras de eso ya que en ocasiones se exhibía . Recuerdo una ocasión en la cual estando en casa de sus padres salio de ducharse y luego de vestirse se sentó junto a su hermano en el sofá que estaba frente a mí, empezamos a hablar entre los tres cuando abrió las piernas mostrándome su sexo, sin bragas y subiendo disimuladamente el vestido que llevaba puesto. Fue una situación súper morbosa, que se repitió en otras ocasiones. Que de hecho han dado pie a que diera por descontado esa vena exhibicionista de mi mujer.
Yo aunque me van las dos cosas, soy más voyeurista que exhibicionista. No voy a platicar sobre experiencias voyeur, sino sobre el momento en el cual comenzó el conflicto entre los celos que me provocaba el que otros hombres vieran a mi mujer y el morbo que a la vez me producía.
En una ocasión fuimos mi mujer y yo a un parque acuático junto con tres amigos. Como sus padres eran muy estrechos no pidió permiso sino que nos escapamos un día, por eso no llevo su bañador sino se lo pidió prestado a una amiga. La amiga en cuestión era más o menos de su talla pero tenia mucho menos pecho. Efectivamente le presto un bikini de punto, muy bonito y elegante pero muy poco practico para actividades acuáticas. Llegamos al parque, nos fuimos a cambiar y cuando salio de vestuario no la reconocía. Primero que nada porque solo la había visto con bañador, no con bikini, y segundo porque la imagen que siempre había dado de modosita no se correspondía con aquella de mujer sexy, enfundada en un bikini que cubría solo la mitad de sus pechos, realmente la vi esplendida, pero a la ves sentía celos de los otros hombres y en especial de mis amigos. Cuando supere le incomodidad inicial comenzamos a disfrutar del parque, de los toboganes, de las piscinas, en fin de las actividades. Yo en todo momento me mostraba vigilante ante cualquier "accidente" que descolocara el sujetador que tan difícilmente estaba cubriendo el generoso escote de mi mujer. Ante cualquier muestra de algo, como la sombra del pezón, ay estaba yo para cubrir y avisarle a ella. Verdaderamente era algo incomodo, sentía algo raro. La situación mas surrealista vino después. Nos fuimos todos a un sitio apartado a comer los bocadillos. Nos sentamos en césped en un circulo como los indios, mi mujer a mi lado repartiendo los bocadillos, así estuvimos un rato comiendo y charlando, pero yo notaba algo raro en las miradas de mis amigos, lo atribuí a la paranoia de las tetas de mi mujer y no le di mayor importancia. Me puse de pie y fui a por unas cervezas. Al volver vi el porque de las miradas extrañas de mis "compañeros". Yo había estado tan pendiente de que mi mujer no mostrara sus tetas que no me había fijado, que el bikini al ser de punto no tenia elástica en las piernas y al mojarse se había dilatado el punto y se descolocaba, mostrando así medio chocho por la abertura debido a la postura en la cual estaba ella sentada. Fue un impacto visual que me lleve, aparte de eso no sabia de que manera advertir a mi mujer de lo que estaba ocurriendo sin que los demás se dieran cuenta, ya que tampoco estaba seguro que lo hubieran notado. Transcurrieron unos pocos segundos de duda, y solo atine a colocar la bolsa delante de ella para así bloquear la visión de los demás hacia el coño peludo de mi mujer (ya que no se había depilado para usar bikini). Luego la traje hacia mi en un disimulado abrazo obligándola a cambiar la postura y a cerrar las piernas. En lo sucesivo estaba pendiente de la colocación de ambas piezas, aunque no le dije nada de lo que había mostrado (todavía hoy pienso que fue por descuido) para no avergonzarla, pero yo experimente el morbo y los celos de que vieran partes de mi mujer. En esa época ganaron los celos, pero se encendió una llama en mi interior que no se habría de apagar hasta el día de hoy.
Como dije antes mi mujer era bastante sobria en el vestir, pero en temas sexuales era una fiera, no había sitio que se nos resistiera. Ya una ves casados, igualmente lo hacíamos en donde fuera, me la mamaba conduciendo, le mostraba las tetas a los demás conductores cuando salíamos de viaje, si nos calentamos mucho nos deteníamos a aliviar en cualquier descampado, si íbamos de acampada con otros matrimonios eso no era obstáculo para nosotros, no nos importaba que nos oyeran e incluso en ocasiones lo llegamos a hacer en la orilla de la playa a oscuras con gente durmiendo a pocos metros de nosotros. Es muy recatada pero cuando se excita se transforma en otra persona, es fantástica. Ya en aquella época cuando estaba tan excitada yo le bromeaba, y le decía que en ese estado de excitación si apareciera otra persona en ese momento ella le permitiría que participara de nuestra fiesta, ella decía muy picara que no, pero yo notaba en su chocho que la situación le daba morbo. Con el tiempo yo fui un poco más allá y le puse rostro a ese extraño que aparecería de repente, e incluí el nombre de mi mejor amigo, el cual yo sabía que le resultaba atractivo. Ella se hacia le remolona pero entre bromas y chistes el coñito se le empezaba a inundar como nunca y echábamos unos polvos olímpicos. Y en pleno polvo le susurraba que imaginara que X salía en ese momento del ropero desnudo y le ponía la polla a ½ mt de la cara, y le preguntaba sobre lo que haría, ella con la boca decía que no sabia pero con la presión de su vagina decía otra cosa y alcanzaba unos orgasmos impresionantes. Este juego lo hicimos en muchas ocasiones, otras veces iba mas allá y teniéndola atada y con los ojos vendados simulaba que ese momento dejaba entrar a X en la habitación y yo la comenzaba a acariciar y a preguntar sobre como quería la fuera desnudando y que quería que le hiciera a continuación, y en todo momento dando cabida a nuestro espectador imaginario. Eran juegos súper morbosos que me confirmaban por la excitación que provocaban en mi mujer que la situación no le era desagradable. Estos juegos todavía los llevamos un poco mas lejos cuando incluimos en ellos un consolador, ya es ese momento incluso simulábamos que era penetrada por nuestro atractivo amigo. En algunas ocasiones los orgasmos de ella eran de escándalo (nunca mejor dicho ya que ella grita bastante dependiendo de la magnitud del orgasmo). No se si por la situación o por la diferencia de tamaño con respecto a mi aparato ya que cometí la imprudencia de comprar un consolador bastante mas grande que mi polla. Sea como fuere eran unos gritos muy fuertes. Pero luego ambos coincidíamos en que era fantasía, que solo eran juegos, agradables y excitantes pero solo juegos.
Luego vino la maternidad y la consecuente baja de libido que conlleva en la mayoría de las mujeres. Entramos en una época de serenidad sexual, todo mas normalito, con un poco menos de frecuencia, igualmente satisfactorio. Otro tipo de disfrute sexual. Cuando podíamos nos dábamos alguna escapada algún hotel para agasajarnos, pero como comprenderán las oportunidades eran pocas. Así transcurrieron algunos años, los hijos crecieron, llego Internet con todo lo eso acarrea: Messenger, los Chat, paginas porno, comunidades swinger, etc. Etc. Las cosas que eran solamente producto de la imaginación de nuestros primeros años, eran la realidad de toda una serie de personas. Las cosas habían cambiado. Volvieron a aparecer en nuestros juegos nuestros amigos secretos y de igual manera el chocho de mi mujer reacciono ante ello. Aunque nos mantuvimos en nuestro circulo ya que las pruebas de Chat y esas cosas no nos gustaron, vulneraba nuestra intimidad. Todo hubiera seguido igual a no ser por lo ocurrió hace un mes.
Los crios se fueron a un campamento de verano, junto con los de mi amigo X (con el que seguimos teniendo una estrecha amistad después de tantos años, ya con un poco mas de tripita yo mas que el, pero sigue siendo apuesto) que también se caso y tiene su familia (para que vean lo irónico de la vida, el por su físico y su encanto siempre gozo de las mejores mujeres y sin embargo se caso con la menos agraciada y antipática). Ambos planificamos ir a una playa con nuestras respectivas esposas. Una playa que nos habían recomendado, ya que tenia la particularidad de que en ella desembocaba una pequeño río , por lo tenia la comodidad de poder bañarte tanto en playa como en río. Así que nos fuimos los cuatro a pasar el día. Después de almuerzo le propuse a mi mujer remontar el río andando a ver lo que había. La verdad es que el sitio estaba fantástico y muy paradisíaco, el agua cristalina, el silencio solo roto por el ruido del agua, caminamos un buen trecho, cuando llegamos a una especie de pozo en el río nos detuvimos a bañarnos, como se podrán imaginar una cosa llevo a la otra y ante la soledad terminamos desnudos los dos metiéndonos mano, la senté en una piedra y le pegue una comida de coño como hacia tiempo no se la hacia, y luego ella comenzó a chupármela a mi. Estaba extasiado ante tal situación, me deje caer hacia atrás con los ojos cerrados disfrutando de una espectacular mamada. Cuando me incorpore para parar aquello ya que no quería correrme sin echarle un polvo, veo que entre los arboles a cierta distancia hay alguien viéndonos. Mi primer impulso fue de acabar con aquello e increpar al mirón. Pero en ese momento veo que el fisgón era X. Todavía no se porque, pero lo que hice fue tomar a mi mujer y subirla en mi regazo de frente a mi metiéndole mi nabo que ese momento estaba a punto de explotar. Cogi a mi mujer por las nalgas abriéndoselas al máximo para permitir una mejor visión a nuestro voyeur. La subía hasta que casi se salía del coño para luego bajarla despacio, no tarde mucho en acabar ya que la situación era súper morbosa, ya que en aquel momento creí que solo yo estaba al tanto de aquello, que ni mi mujer sabia de la presencia de X, ni X sabia que lo había descubierto. Acabe en una explosión de leche que pensé que habían explotado los huevos. Nos separamos, nos lavamos y nos vestimos para regresar con los otros, ya no veía a X, no supe en que momento se habría marchado. Cuándo íbamos de regreso nos encontramos con X y nos dijo que el también había salido a "explorar", esto lo dijo con cierto tono que me desconcertó. Pero bueno no le di mayor importancia, mi mujer si se angustio ante la posibilidad de que nos hubiera visto pero yo la tranquilice diciéndole que no creía que el fuera un mirón, incluso aunque tenia la certeza de que si lo había hecho, me sentía tranquilo mientras creyera que había sido algo fortuito, me preocupaba era que se hubiera dado cuenta que le había dado un espectáculo sabiéndome observado. A lo mejor suena ridículo pero me sentía así. Como si nada regresamos los tres hacia donde estaba la esposa de mi amigo, aunque se notaba en el ambiente que cada uno de nosotros tenía algo rondándole dentro. Termino el día regresamos cada uno a su casa y mas nada, no volví a recordar el asunto hasta una semana mas tarde.
Como a menudo hacíamos quedamos un grupo de amigos a tomar unas cervezas y jugar un domino. Todo fue normal las partidas se iban sucediendo al igual que las cervezas. Ya bien avanzada la noche algunos amigos se empiezan a marchar y yo que no soy muy bebedor decido marcharme antes que se empiecen a poner pesados debido a la borrachera, pero X me pide que no me marche aun, que tenia algo importante que decirme, a mi me extraño pero no le di importancia, era algo natural son mas de 25 años de amistad. Nos situamos en un rincón apartados de los demás, y con muchos titubeos mi amigo comenzó a hablarme y yo a preocuparme ante lo que me fuera a decir. Después de evocar el tiempo que teníamos conociéndonos y la amistad que nos unía me suelta que esta sumamente apenado conmigo, seguía sin entender nada y el me contó lo que había observado aquel día en el río y que sentía vergüenza hacia mi por haber permanecido oculto observándonos, que sentía como si me hubiera traicionado. Por un lado me sentía un poco violento ante aquella revelación, yo pensaba que aquello permanecería solo en el recuerdo como una anécdota y nada más. Pero hay estaba mi amigo disculpándose por algo que en parte yo había propiciado, cosa que el aparentemente en no sospechaba, lo que aunque suene absurdo me tranquilizaba, ya que una cosa es te vean follando con tu mujer desnuda y otra es que tu la muestres a propósito. En ese momento tenia esa lucha interior. Trate de quitarle hierro al asunto diciéndole que no le diera mayor importancia, total a mi no me molestaba. Pero el seguía adelante con su confesión y lo peor que lo hacia sentir era que lo había disfrutado mucho. Comencé a alarmarme. No se si fue por las numerosas cervezas que se había tomado, pero me soltó lo atractiva que le resultaba mi mujer y lo mucho que me envidiaba. La conversación tomo un cariz que me sorprendió, continuo diciendo que se sentía en deuda conmigo por lo ocurrido ofreciéndome que pasara por su casa al día siguiente. Yo estaba absolutamente asustado ante todo aquella charla, no quería que continuara, pensé que solo era debido al alcohol y así se lo dije. Me despedí y salí pitando a casa. Obviamente no le dije nada a mi mujer sobre aquella conversación y preferí no pensar más en eso. Estaba convencido que todo había sido producto del alcohol, que a la mañana siguiente todo estaría olvidado. Nada más lejos de la realidad. Al día siguiente llamo X a casa, me pedía que fuera a la suya, que tenia algo que darme.
No quería ir, pero a la vez quería acabar con todo aquello. Me decidí a ir, al fin y al cabo seguíamos siendo amigos.
Cuando llegue a su casa me dijo que su mujer no estaba, había salido. Y volvió con el tema de la noche anterior, lo que trate de cortar de inmediato poniéndome molesto ante aquella situación. El callo y se puso a teclear en el ordenador. De repente aparecieron varias carpetas y al pinchar en ellas comenzaron a aparecer imágenes eróticas de su mujer, cada ves mas subidas de tono hasta llegar a ser bastante explicitas. No se cuanto tiempo paso ni cuantas fotos aparecieron hasta que el rompió el silencio preguntándome sobre que me parecían, yo seguía embobado viendo aquellas imágenes, que aunque no eran de una mujer que se pudiera considerar hermosa, daban un morbo increíble solo por ser de una persona a la cual uno conoce, no sabia que responder. Por mi mente pasaban un sin fin de pensamientos encontrados ante toda aquella exhibición. Incluso ahora era yo el que sentía culpable ya que yo había sido participe de lo que el había observado. Yo había disfrutado de que el hubiera mirado. Y así se lo hice saber, le explique que yo me había percatado de su presencia a tiempo para haber impedido en parte que el nos viera pero no lo hice. El se sorprendió de mi declaración y comenzamos a hablar de nuestras inquietudes. A medida que la conversación fluía las palabras salían.
Llegando incluso a contarle que lo habíamos incluido en nuestros juegos sexuales. Cada vez había más morbo en la situación. El estaba sorprendido de su inclusión en nuestras fantasías y se sentía alagado de que una mujer atractiva sintiera atracción por el. Le corregí diciéndole que el hecho de fuera el elegido para dar rostro a nuestra fantasía no significaba que hubiera atracción de parte de mi mujer hacia el (o así lo quería creer yo). Sin quererlo todo aquello me estaba excitando, sabia que debía terminar aquella conversación en ese momento. Pero no lo acabe antes de que dijera la frase: "pues yo estaría encantado de participar cuando tu quieras". Aquella frase seria lapidaria en el devenir de los acontecimientos futuros. Le explique que eran solo fantasías, que nunca nos habíamos planteado llevarlas a la realidad, que era como sus fotos solo de uso privado entre ellos. "Pero a mi no me importo mostrártelas es mas, me gusto" me dijo el. Sentía que estaba entrando en un círculo vicioso (nunca mejor dicho), que no habría una forma cortes de acabar con aquella conversación, por lo que dije que mejor era que lo dejáramos hasta ese punto antes de ocurriera algo que no tuviera marcha atrás. Le pedí discreción y me marche. Solo me detuve para escucharlo decir que lo pensara con calma.
Estuve los siguientes 10 días sin dirigirle la palabra a X.. Por un lado veía las imágenes de su mujer, por otro él viéndonos en el rió, por otro el chocho empapado de mi mujer cada ves jugamos a aquello, tenia la cabeza hecha un lío, cada día me daba mas morbo todo aquello. Buscando en Internet encontré una página de maridos liberales, y eso colmo el vaso. Comencé a plantearme llevar a cabo nuestra fantasía, confiando plenamente que mi mujer en el fondo disfrutaría con aquello. No había momento del día que mi mente no le diera vueltas al asunto. Al principio echaba un polvo y cuando acababa la sensación de ansiedad de realizar aquello cambiaba por un sentimiento de rechazo a llevarlo a cabo. Lo que me tranquilizaba, pero luego los lapsos de rechazo eran cada ves mas cortos y la ansiedad volvía inmediatamente. Hasta que llego el día que me aventure, hable con X y comencé a planificar el acontecimiento. El por supuesto encantado con aquello solo esperaría que yo le avisara.
El día señalado fue ayer.
Deje los niños con los suegros, y obsequie a mi esposa un fin de semana en un spa cercano. Le dije a X que se alojara en el mismo hotel. El invento una excusa para ausentarse un par días de casa e hizo lo acordado. La ansiedad y el miedo me estaban matando hasta tal punto que mi mujer comenzó a comentar que me notaba raro, cosa que yo atribuí al cansancio. Nos registramos y fuimos a nuestra habitación. Como llegamos temprano disfrutamos un poco de las instalaciones. Baños, sauna, masajes, bueno lo que ofrecen en ese tipo de instalaciones. Lo que me sirvió para relajarme un poco e incluso llegar a cuestionarme lo pensaba hacer. Pero no había marcha atrás.
Nos fuimos a la habitación después de cenar y libar unos cuantos vinos, y me dispuse a realizar lo que tanto había planeado. Apenas entramos en la habitación comencé a besar y a acariciar a mi mujer con mucha pasión y dulzura. La lleve hasta la cama, donde tenía ya todo dispuesto para la sorpresa. Le ate las manos a la cabecera de la cama. Ella se sorprendió muy picadamente, y le cubrí los ojos con un antifaz de los que usan para dormir, seguí besándola y susurrándole al oído nuestro juego secreto del invitado a mirar (el lóbulo de la oreja es su punto débil, tiene una conexión directa de hay al coño). Con la excusa de quitarme la ropa me pare de la cama y le di un toque al móvil de X, como habíamos acordado, dejando a la ves la puerta entre abierta para que entrara. Sabía que ya no había marcha atrás. Volví a las caricias y los besos, ya mi mujer se empezaba a estremecer. Casi inmediatamente llego X (estaría esperando como un desesperado la llamada). Al cerrar la puerta mi mujer dio un respingo pero no dijo nada, pensaría que era parte del juego. Bueno hay estaba nuestro ya no imaginario espectador, parado a los pies de la cama. Encendí la música para atenuar cualquier ruido que pudiera hacer X, que delatara su presencia. Comenzó el juego.
Seguí acariciando y susurrándole al oído, esta ves le narraba que ya nuestro observador estaba presente y las caricias eran con unas plumas que había llevado para la ocasión. Por las contorciones que daba me suponía que ya estaba excitándose, le desabroche la blusa mostrando los pechos solo cubiertos por un sujetador de encaje que deja ver las oscuras aureolas de los pezones, siguen las caricias de las plumas que se que la excitan muchísimo. Le pregunto al oído si le apetece mostrarle las bragas a nuestro invitado, contestando afirmativamente con un gemido. Le saque los pantalones, dejándola solo en bragas (me gustaría escribir que la deje con una tanga hilo dental transparente, pero no ella es sumamente conservadora sobre las bragas). Las contorciones cada ves eran mas acentuadas, era buena señal. En ese momento cambie las plumas por una especie de pincel muy gordo de cerdas súper suaves. Acariciando por su abdomen y en la cara interna de los muslos, a lo que ella respondió abriendo groseramente las piernas. ¿Y ahora que te apetece mostrarle? Le pregunte. "El coño" respondió, ya presa de la excitación. "Es pronto todavía vamos a mostrarle esas tetas tan sabrosas ". Y le solté el sujetador dejando libres y a la vista los pechos que hasta ese día habían sido solo míos. Luego si vinieron las bragas, no sin antes comprobar por la mancha de humedad como tenía ya en ese momento el chochito. Los gemidos y contorciones eran cada vez más grandes. Hasta ese momento me había olvidado de la presencia de X, cuando gire para verlo, vi que se había ido a un rincón y estaba sentado en un sofá ya sin pantalones y con un pedazo de polla en la mano que me dio hasta vergüenza la cara que debí poner, yo hasta ese momento había pensado que el consolador que habíamos comprado era exageradamente grande, que ningún ser humano podía tener ese calibre de polla, pero allí estaba el modelo de donde lo habían hecho. Le hice señas para que se acercara, el tomo la una silla y se sentó justo a los pies de la cama. Con una vista privilegiada del coño completamente abierto y húmedo de mi mujer, que seguía en un frenesí de gemidos.
"Ahora que te apetece", le pregunte
"polla por favor" respondió.
"aun no, primero dedo y lengua" Y le metí un dedo en el chorreante coño estremeciéndose al sentirlo dentro, continué con el dedo y besándole los pechos hasta que sentí que había alcanzado el primer orgasmo, baje el ritmo de las caricias para dejarla reposar, no mucho pero debía dejarla coger aire. Seguí con mi narración preguntadole si le apetecía que el le metiera un dedo. "Si a ti no te molesta a mi tampoco" respondió muy morbosa. Le hice la seña que X llevaba rato esperando, y comenzó a explorar el sexo de mi mujer como si fuera un niño que acababa de ver su primer coño. Aparte mis manos para que no fuera a sospechar y observe aquella escena, que en aquel momento me resulto tan excitante, Seguía con su exploración con una mano mientras con la otra acariciaba los pezones nuevamente duros de mi mujer, yo seguía viendo embobado todo aquello sin saber que hacer solo atinaba a seguir hablándole y preguntadole si le gustaba. Y ella metida completamente en la fantasía contesta que le fascinaba con la voz de puta mas puta que le salio. De un dedo paso a dos, de dos a tres, se le notaba en la cara lo admirado que estaba X ante aquel exquisito coño. Sin yo decírselo el comenzó a chuparle chocho, a mi se salio el corazón pensé que se daría cuenta y todo acabaría en tragedia, pero ella no noto nada raro, o al menos no dio señales de haberlo notado, mas bien comenzó a subir y bajar las caderas restregando el chocho contra la boca de mi cómplice. Con esa comida de coño alcanzo su segundo orgasmo aun más explosivo que el primero, con repetidos espasmos y gritos. Se notaba exhausta y satisfecha, estaba completamente bañada en sudor. Estuvo hay jadeante un rato sin decir nada, como pidiendo tregua. Me pidió que la desatara ya para recuperarse e ir al baño. Me alarme pero hice tiempo para X recogiera sus cosas y se marchara, debí haberlo dejado que se marchara pero en el ultimo momento le indique que se ocultara en el ropero, el estuvo un rato indeciso hasta que se escondió. La desate y como si nada ella entro al baño se refresco, y volvió a la cama ya totalmente desnuda después de despojarse de la blusa y los calcetines, me pregunto extrañada el porque continuaba yo vestido, "es acaso no piensas follarme" (ese modo de hablar es inequívoco de que seguía con ganas de guerra) dijo con la misma vos de zorra de antes. Claro que si, conteste comenzando a desnudarme, tenia los calzoncillos bañados en líquidos preseminales," mira como estas excitado" señalo ella. A lo que yo respondí metiéndole un dedo "pero no mas que tu". Te nota que te excita mucho el jueguito de X , le pregunte con mucha malicia, "sabes que mucho" dijo comenzando a acariciarse lascivamente, ella sabe lo que me excita verla masturbándose. Cierra los ojos y piensa que estamos los dos aquí viéndote. No hizo falta que insistiera mucho ya había comenzado a darnos un espectáculo magnifico (suponía que X observaba desde su escondite). No se cuanto duro aquel show pero fue el mas excitante que yo recuerde, se le veía totalmente poseída por la excitación. De repente se detiene me mira y me pide que la folle. No había terminado de decirlo cuando ya estaba dentro de ese chocho nadando en tantos fluidos. Mientras la follaba le decía que estaba tan excitada que en ese momento le apetecería tener otra polla para follar, Claro que la deseo, respondía ella en un frenesí de movimiento. "Seguro que si X viniera en este momento te lo follas" le preguntaba. "Sabes que si" gemía ella. No estaba seguro Pero di un paso que no se si me arrepentiré algún día de haber dado. Salí de su coño, tome el consolador. Me arrodille junto a su cara, poniéndole la polla en la boca, le abrí y eleve sus piernas, y le comencé a meter aquel consolador, "hazte de cuenta que te estamos follando los dos" le susurre y le empecé a follar la boca al mismo tiempo que le metía y sacaba el consolador. "te gusta verdad" le preguntaba. Ella con la boca llena solo murmuraba y se sacudía levantando las caderas para facilitar la penetración del consolador. Ya dejándome llevar le dije a X que viniera, mi mujer pensaría que era parte del juego porque no hizo ningún movimiento de detenerse, sino que continuo a lo suyo. X salio del ropero con el arma preparada, se subió en la cama. Mi mujer no debió notar su presencia por los movimientos que ya hacíamos nosotros. Una vez ya estaba en posición, saque el consolador para dejar paso al original. Ya más de cerca era aun mayor que el jodido consolador. Mi mujer seguía en un estado de excitación tal que no notaba nada a su alrededor. Hasta que le metieron aquel aparato, al principio no dio muestras de nada pero luego que estuvo completo adentro y comenzó a bombear despacio, levanto la cara extrañada y vio lo que estaba pasando, en ese momento yo deje hasta de respirar en espera de su reacción. Solo nos vio primero a uno y luego al otro, y mirándome me dijo:
"Espero que estés seguro de esto", no dijo nada mas , agacho la cabeza y continuo chupándome la polla y bajo las piernas para acompañar las embestidas que le estaba propinando X. Desde mi posición podía ver el coño completamente dilatado para dar cabida a semejante polla, pero ella no daba muestras de dolor, al contrario, por la forma que me la estaba chupando se podía sentir que estaba totalmente entregada a aquel desenfreno sexual. Ya no podía aguantar la corrida, me sentía estallar y le avise para sacarlo (ella nunca antes había tragado semen), pero era tal su entrega y pasión que lo que hizo fue agarrarme por las nalgas y hacerme presión para que le metiera la polla hasta lo mas profundo y en ese momento fui con una corrida que me dejo hasta los huevos doliendo, fue una sensación indescriptible (al menos para mi, nunca antes había acabado dentro de la boca). Cuando acabe me sentí desfallecer y me deja caer al lado de ella en la cama, mientras ellos continuaban con el sexo más salvaje que yo le hubiera visto hacer a mi mujer, solo tuve aliento para decirle que no le acabara adentro. Cuando el sintió que estaba por acabar la saco, y comenzó a pajearse. Mi mujer que creo había alcanzado un par de orgasmos mas, por los gritos que pego, se incorporo y lo vio bajeándose. Ella de igual manera se sorprendió al verlo, ya que ella solo lo había sentido más no lo había visto. Luego de su sorpresa inicial, ya totalmente emputecida, de alargo la mano tomándolo por la polla lo trajo hacia ella y comenzó a descapullarlo despacio, arriba y abajo, como hipnotizada, y ante mi asombro se metió lo que pudo de aquel falo
en la boca propinándole una mamada que yo no tenia contemplado que le diera (seré escrupuloso tonto pero si sentía cierto reparo ante la visión de mi mujer chupándole la polla otro), pero no me atreví a decir nada, solo contemple como pajeaba a la ves que chupaba aquella polla hasta hacerla acabar, a menos esta ves no lo trago, la saco para que acabara sobre las tetas, que ya es bastante. Cuando acabamos no dijimos nada solo estuvimos un rato los tres desnudos sobre la cama, hasta que X en silencio tomo su ropa se despidió y se marcho. Mi mujer se levanto, me dio un beso (con la boca que acababa de chupar la polla de otro), para ir a darse un baño y solo me volvió a repetir: "espero que estés seguro", no dijo nada más. Hoy por la mañana volvimos a casa, y al llegar ella se marcho a casa de los padres a buscar a los niños. Y aquí estoy yo escribiendo esto a manera de catarsis, con un montón de dudas e incertidumbres en mi mente, y repitiéndome constantemente: "espero no haberme equivocado"