Esperanza aún en la distancia.

A veces las personas no son lo que dicen ser...

Y ahí estaba yo, recostada en mi cama luego de varias semanas de arduo trabajo, sólo quería ver mi serie favorita, dormir un rato, me levanto un momento ya que mi querída madre me notifica que el almuerzo ya está listo, almorze, tenía hambre o la comida estaba muy buena que la devore en poco tiempo. Luego me dirigí a mi cuarto a seguir con mis ocupaciones, tenía una notificación en mi teléfono. ¿Qué será?... Un Pin... -¿Se puede?

-Claro, estaba Almorzando disculpa si tarde en contestar.

-No vale tranqila.. Disculpa tu a mi que escribi en mal momento.

Fue en ese instante, ese día que marcó otra corta historia en mi vida. Mal momento jamás fue para hablar con ella, la fui conociendo poco a poco, intercambiamos números, hablábamos a diario, de noche, de día, siempre estuvo al pendiente de mi y yo de ella.

Los Días pasaban no sabía si era costumbre o ya estaba empezando a querer aquella chica que inesperadamente me agregó al pin, queriendo entablar amistad... Cada vez que la oportunidad se le daba, me ofrecía un amor con detalles, que me fijara en su corazón. No iba a lastimarme, ella aseguraba que era diferente y así lo notaba o mis ilusiones ya surgían, aunque en el fondo desconfiaba, muchas chicas fingiendo quienes no son, hombres buscando masturbación, delincuentes queriendo información, ¡nunca se sabe!

Así transcurrían los días. Pensando en ella, con las sonrisas diarias que ha diario me obsequiaba, me agradaba, era sentir otra vez, esa emoción al saber que una chica te escribe, de pronto sin esperarlo vino la propuesta que había tardado en aparecer, quería conocerme, que nos viéramos en persona, fecha, hora, lugar ya planificados, yo no era la miss de mi ciudad, una figura grande (no tanto) pero con una bonita sonrisa, eso era lo único bello que sabía que tenía, en cambio ella era delgada, bonita, buen porte. Sólo era una chica sencilla con gustos sencillos y ella una chica bonita con sus propios gustos al menos era lo que yo notaba cada vez que su foto admiraba... ahora sólo queda la duda si es real, si miente, ¿debo arriesgarme?

Era un día de semana cualquiera, en mi trabajo la misma rutina, algo agobiada, sólo quería algo nuevo en mi vida... preferiblemente un amor, ¡si, un amor! Esa chica que me hiciera vibrar, sonreír, soñar, pensar, hasta mojarme si era posible. De pronto un mensaje que tanto anhelaba, era ella, tan atenta y cariñosa cómo siempre. -Buenas tardes bella, pasaba para desearte un buen provecho, no sales de mis pensamientos.

-Hola, señorita. ¿Cómo está? ¿En serio? Me sonroja.

-Claro, Bella. Ahora usted es dueña de mis pensamientos. -Tantas cosas bonita que usted me dice señorita Jalexis, me las voy a creer.

-¿por qué no me cree? Te hablo con la verdad, señorita Génesis quiero intentarlo y daré todo lo que este en mi para que algo bonito se de entre tu yo.

-Tengo miedo de que todo lo que me diga sea mentira, de que este jugando conmigo, más aún si no me ha visto.

-Confía en mi, daré todo lo que este en mi para que veas que no juego, no tengo por que mentirte, te busco, te llamó, te escribo, creo que en el poco tiempo que hemos hablado te he demostrado que soy una buena persona.

-Tiene razón... aún así desconfío por cosas del pasado, me han fallado. Sólo le quiero advertir algo, si esta jugando digamelo, no me haga perder el tiempo. No soy una niña, puedo entender si lo que desea es jugar, así disfrutamos las dos el juego. -No estoy jugando bebé, confía en mi.

-Confiare en usted, estoy apartando chicas que gustan de mi por ti. No me vayas a fallar.

-No te preocupes mi amor que no te fallare, ya lo verás y todas esas chicas, que sepan que ya tienes dueña.

-Jajaja me sonroja.

Desde aquella conversación todo transcurría tan perfecto, me asustaba, por que quería que fuera real, que de verdad me estuviera siendo sincera. Mi corazón la pedía a gritos o al menos mis ilusiones, ¡por que si! En tan corto tiempo ella supo como meterse en mi poco a poco, aún sin conocerla, sin tocarla, sin verla, me erizaba la piel, tanto que en varias oportunidades me masturbaba observando sus fotos.

Transcurrieron los días, teníamos la fecha en que nuestras miradas se cruzarían, miércoles, mitad de semana, ese día, ya lo esperaba con ansias, habíamos quedado en que yo viajaría, se me hacía fácil, algo incómodo pero fácil por que tengo familia en el mismo estado en el que Jalexis vive.

Miércoles 8:00 am, despierta, absorbiendo sorbos de café, estábamos nerviosas, queriendo que ya llegará el momento de vernos, me duche, azicale todo mi cuerpo. Tome la buseta y sólo tres horas me mantenían lejos de ella, partí a las 11:00 am. 1:30 pm Terminal, al fin llegue, aún no le comunico que ya estoy en su ciudad. Buscó una zona dónde poder llamarla, ya que... debo decir que el terminal no me daba buena espina, era muy feo, era como cuando te quedas en un lugar a solas y sientes que te robaran, ¡así!.... -¿Por dónde vienes amor?

Como pude le envíe un mensaje, -ya llegue.

-Ya voy para allá.

Los nervios afloraban, habían pasado cinco minutos nada que aparecía, estaba asustada, pensando si vendría o era sólo un juego para hacerme daño... me decidí llamarla, tardó en responder, cuando al fin respondió... -Ya voy en camino, estoy manejando, dame 10 minutos.

-Ok, esta bien, estoy esperando en una panadería. Por favor apurate. Fueron los 10 minutos más largos de mi vida, ya estaba verdaderamente asustada, hombres que me veían a cada segundo, gente de acá para allá... ¿llegará o no llegara?

Estaba muy impaciente, no me gustaba esperar, me desesperaba... más aún si no conozco el lugar, diferente fuera si estuviera en mi ciudad, sabría hacia dónde correr, a quien podría pedirle ayuda, o simplemente podría irme a casa... pero no... estaba en otra ciudad, a tres horas de mi hogar. ¡Dios, sólo a mi se me ocurren estas cosas!

De pronto el teléfono, vibró, pensé que era Jalexis, no era así, era mi tía asegurándose que estuviera bien, ya que sabía con certeza que era la primera vez que visitaba la ciudad. De nuevo no aguante la impaciencia, al lado de la panadería dónde me encontraba estaba una chica con un popular puesto de alquiler telefónico, le pedí que por favor me facilitará un teléfono para llamar, así fue, llame, el teléfono repico, contestó... -¿Dónde estás? -ya llegue amor, no te veo en ningún lado. ¿Cómo estás vestida?

-Estoy en una Panadería, en el interior del terminal.

-Estoy dentro del terminal y No te veo, ¿Cómo estás vestida?

-Estoy de gris, donde estoy, cerca, están los buses hacia Caracas.

-¡ya te vi!

Continuará...