Esperando - por Scherezade
Un grupo de autores de TR hemos decidido escribir una serie de microrelatos como ejercicio. Esperamos que sean del agrado de los lectores.
Que raro se me hacía volverle a ver después de tanto tiempo de pequeños éramos inseparables, y en nuestro juego favorito mi primo Alex disfrutaba tocando cada rincón de mi cuerpo. Yo disfrutaba de sus caricias, solo éramos unos niños, pero en nosotros ya se presentía la carga erótica que íbamos a desarrollar con el paso de los años. Mientras cenábamos Alex tocaba mis piernas por debajo de la mesa, y yo me estremecía ¡¡¡Cuantos años añorando sus caricias!!! Y ahora estaba aquí todo podría volver a ser como antes ¡¡¡incluso mejor que antes!!! Ambos habíamos corrido lo nuestro y teníamos gran experiencia. Solo necesitábamos la ocasión y esta iba a ser nuestra noche, estaba segura de ello, lo decía su mirada, su caricia bajo la mesa, hasta la forma que tuvo de cogerme la mano al pasarme el pan. Sí, esta era nuestra noche. Me retiré pronto a mi habitación, la ansiedad no me dejaba descansar, escuchaba atenta todos los sonidos de la casa, primero mis hermanos, y luego mis padres y Alex. Esperé un tiempo prudencial, sabía que él no me querría comprometer y esperaría a que mis padres durmiesen. Todo mi sistema nervioso estaba en tensión ¡¡¡Tantas noches soñándole!!! Y ahora iba a ser mío, todo mío, completamente mío. No podía esperar, una hoguera ardía entre mis piernas, y necesitaba urgentemente que la apagase. Comencé a acariciarme despacio mis dedos chapoteaban en mi húmeda conchita, llevé los dedos a mi boca y saboreé mis propios jugos, salados, con el característico sabor marino que a mi tanto me excita. Ummm, ese olor a mar que me fascina. Mi corazón latía fuertemente y mi sexo pedía a gritos que lo satisficiera, pero no, no quería correrme sin él. Había esperado muchos años para ahora no poder esperar un momento. Oí una puerta, unos pasos por el pasillo, mi corazón se desbocaba y entonces entró él, dejó caer el batín y su maravillosa desnudez llenó la habitación. Se tumbó sobre mi cuerpo y sin más preámbulos entró en mi .Siiiiiii ¡¡Así lo soñaba!!! ¡¡¡Así lo deseaba!!!! Era mi sueño convertido en realidad. Mañana despertaría, pero esta noche era mío.