Espada II: Gladius Regis Capítulo 16

Al llegar a Wathead se lleva una sorpresa desagradable, los hombres son poco más que mierda en este reino; tiene que dejar a Kat la negociación con la reina, contenerse hasta gritar basta para no acabar hablando con su espada. Por último se ven involucrados todos menos Kat en una carrera de caballos

Serie La espada II

Gladius Regis

Capítulo 16. Carrera de caballos

Cuando los ánimos de por sí ya estaban suficientemente crispados entre ambos bandos, llego la superiora de antes para buscar pelea; mientras Kat y la reina de los caballos conversan, mujeres soldado y mi equipo se enfrentan verbalmente.

-      Oficial Atenía, ¿Qué hace aquí? – pregunta la superiora, con cara de pocos amigos.

-      Se me informo de que unos hombres, estaban insultando a las mujeres y menos preciándolas; Superiora Abira y no me informaron mal, por lo visto. – escupe, mirándome con cara de serpiente; además de las venenosas, parece.

-      Ignoraba que una de las virtudes de las mujeres de esta zona, fuera mentir como cosacas; pensaba que eso era tan solo cosas de hombres, impíos y deslenguados. – uso sus propias palabras contra ellas, la cara de las soldados se vuelve de odio; los hombres se apresuran en pagar y salir de ahí sin mirar atrás, mis hombres se ponen serios excepto Carl que trata de evitar la confrontación.

-      Venga, vamos; no tenemos porque pelear, no somos enemigos.

-      Yo no quiero pelear, pero si me obligan; no dejare títere con cabeza. – aviso, sin retroceder un paso.

-      Sí, Brad lucha; lo siento pero luchare. – suelta Apolo, para que Carl sepa que sería el único que no lucharía.

-      Spike no se quedará a un lado. – habla de si mismo Spike, como si fuera otra persona.

-      Una lástima mancillar esos cuerpos con un combate, con lo escasas y lo importantes que son las mujeres para mi tribu. – suelta Greck.

Argos no dice nada, solo desenfunda su arma mirándolas mal; Rojo ruge por toda respuesta desde mi cabeza, algunas guardias están a punto de desenfundar.

-      Pensaba contenerme para que la reina os bajara los humos personalmente, pero la reina entenderá un altercado; contra unos machos tan gallitos y machistas, como vosotros. – dice la superiora, mirando sobre todo a Greck; el que tiene una visión un tanto útil de la mujer, cosa que es comprensible sabiendo de donde viene y cuando dice gallitos mira a Brad.

Sus guardias desenfundan sus armas, nosotros nos ponemos en pie y hacemos lo propio; incluso Carl desenfunda sus armas, aunque se queja de esto.

-      Si atacáis a mis amigos los defenderé, aunque no quiera hacerlo.

-      ¡Asi sea, oficial de la orden! – grita la superiora, poniéndose en posición.

-      ¡ata… - empieza a gritar, cuando Kat da una patada a la puerta; seguida de la general Devora, la devora hombres y todas las mujeres se arrodillan arma en mano.

La observo y me observa, luego mira la escena molesta con sus congéneres; arquea las cejas al ver a hombres con armas y soy consciente de que le molesta ver eso, luego vuelve a mirarme a mí.

Es rubia pelo ondulado, tiene cicatrices en su piel y marcas de combates en su armadura; una espada enfundada, tiene un ojo menos el que le queda es celeste pero no enturbia su belleza y se la ve una mujer ruda.

-      Que, esta; pasando, aquí. – suelta entonces, por la cara de enojo veo que está furiosa con las suyas; por como bajan la cabeza la superiora y la oficial, veo que están hartamente preocupadas.

-      Yo… - empieza a decir la superiora, pero la oficial la interrumpe.

-      Yo iba a atacar a estos machos engreídos, gallitos y machistas; cuando la superiora llego, quiso detenerme, pero no se lo puse fácil. – miente la oficial.

-      ¿eso es cierto? – suelta la general, colocándose a milímetros de la superiora; agarrando el mango de su espada, esta tiembla realmente.

-      Es cierto. – apoyo, su versión; la general extiende su mano contra mí, me hace un sonido para callarme.

-      No estoy hablando con vos. – dice con asco a la par que respeto.

-      No oséis hablar con la generala – protesta la superiora, acto seguido se lleva un revés de la generala; que la deja en el suelo, escupiendo sangre.

-      ¡Callaos vos! La reina no quiere altercados con los invitados. – manda a callar a esta, observando a la oficial; esperando una respuesta de esta, esta asiente.

-      Es cierto, generala. – acepta toda la culpa mirando para bajo.

-      Entonces ya que habéis avergonzado a la reina, mostrareis vuestras vergüenzas a los invitados de esta; hasta que estos abandonen Wathead, os rebajo a suboficial y os entregaremos 3 soldadas que trabajaran para vos…para proteger a los invitados de su majestad. – ordena Devora, con un movimiento de su espada casi imperceptible; sin causar herida alguna en el cuerpo de la oficial, rompe su armadura y la deja totalmente desnuda a nuestros ojos.

-      Acepto mi condena. – accede, la oficial; sin taparse, mostrándonos su desnudez.

-      Joder, pues esta buena la tía. – suelta Spike, ganándose una mirada de reproche; de todos en la sala, como si hubiera humillado a la oficial.

-      Pero eso es… - trata de proteger la superiora.

-      Eso es justicia, levantaos y marcharos de aquí; antes de que catéis vos también. – avisa a la superiora, esta se marcha corriendo; con una mirada de disculpa para la oficial, que acepta su sino.

-      En cuanto a vos, hablad con vuestra amiga; controlad a vuestros hombres, no me hagáis hacerlo a mí. – amenaza cordialmente la general, sujetando el mango de su espada.

Aunque me encantaría batirme con ella, para ver quién sería el mejor de los dos; sé que no es el momento de ser abrupto con ella, también sé que llegara el momento algún día.

-      Si no somos agredidos, no agrediremos a nadie. – le prometo sin prometer, ella asiente y nos deja solos con Kat.

-      ¿Cómo te ha ido? – pregunto al fin, sentándome y guardando mis espadas.

-      Bien para lo que esperaba, la reina accederá a cedernos una porción de sus tropas; si tu o alguno de tus hombres, gana la carrera de caballos que hay mañana en la mañana. – comenta, Kat; mirándonos a todos.

-      Bien entonces, ¿Cuál es el problema? – le pregunto.

-      Que en esta carrera jamás ha ganado un hombre, todas las competidoras son mujeres y se unen en contra de los hombres; asi que tendréis que ayudaros para ganar, además la general es la campeona  – comenta Kat, preocupada.

-      Estaremos bien, Brad nunca pierde. – argumenta muy convencido Carl.

-      Hombre yo…tengo buen caballo, pero no soy ningún experto. – dejo caer, falto de confianza.

-      Confiamos en ti. – suelta Apolo.

-      Necesitare, ayuda. – añado y todos asienten.

-      Tranquilo, tienes a Spike contigo. – insiste Spike en hablar de sí mismo como si fuera otra persona.

-      No lo he dicho nunca, pero no hay jinetes tan buenos en la parte civilizada; como en mi tribu, aunque yo no soy uno de ellos lo llevo en la sangre. – argumenta Greck.

-      Te ayudare. – dice Argos.

-      Papa, tu puedes. – me anima Rojo.

-      Yo os apoyare desde la tribuna de la reina. – suelta Kat. – no decepciones a la reina o no saldremos vivos de aquí – susurra Kat, preocupando a todos.

-      ¿Cuáles son las reglas? – pregunto preocupado.

-      Hay que dar tres vueltas, se puede atacar al caballo; pero no al jinete, se vale todo para ser el primero en ganar la pista. – comenta Kat.

-      Vamos a descansar, mañana será un día duro. – hablo, pero Kat niega con la cabeza.

-      Aquí no puedo dormir contigo, me hospedo con la reina; nos vemos mañana. – me besa la frente, las guardias la miran mal; pero no dicen nada, si fuera en la boca quizás nos quemaban en la hoguera.

Una vez en la habitación le pregunto a Rojo.

-      ¿hay algún poder de dragón que pueda ayudarme en esta prueba?

-      Sí, papa; pero hasta que no consigas meditar, no puedo enseñártelo. – sopesa Rojo, preocupado y pensativo.

-      No importa, entonces tendré que ganar realmente; mi caballo es especial, quizás pueda ganar. – argumento, poco convencido.

-      Confía en ti mismo, yo creo en ti. – intenta convencerme Rojo.

Tras eso dormimos, estuve toda la noche dando vueltas en la cama preocupado; pensando en una estrategia para mañana, siendo derrotado una y mil veces…hasta que se me ocurrió una idea, una que podría llevarme a la derrota o a la victoria; pero no podría quedar en medio, jugármela un todo por el todo.

La mañana siguiente escucho unas trompetas, despiertan a todo el pueblo para que se vayan preparando para la competición; espero abajo a mis compañeros desayunando, que van llegando uno a uno hasta que finalmente Spike y la oficial desnuda llegan.

-      ¿todo va bien? – pregunto arqueando las cejas.

-      Todo bien, Brad. – contesta un poco intimidado.

-      ¿seguro que todo bien? – le pregunto a ella, ella se ruboriza.

-      Todo bien, señor Bradley. – dice con un respeto que me sorprende.

-      Vas a tener que tirártelas a todas – le susurro a Spike, provocando una carcajada de este y Apolo que se enteró; una mirada severa de Carl, un gruñido de la oficial.

Tras eso en el desayuno, por lo bajo empiezo a decirle mi estrategia a los chicos.

-      Todas las mujeres van a venir a por nosotros, lo que significa que lo primero que van a intentar es eliminarnos a todos; lo que significa, que debemos ir en grupo para ayudarnos…en el centro iremos Greck y yo, en la última vuelta; los que queden se desplegaran, para cubrirnos a Greck y a mí que avanzaremos cada uno por un lado a por la general. – susurro, la oficial pone el oído; pero no se entera demasiado, por su gesto hosco y enfadado.

-      Se esperarán algo asi. – opina Carl.

-      ¿tienes alguna idea mejor? – pregunto, esperando que me eche una mano.

-      No, pero estarán prevenidas y atacarán en consecuencia. – insiste este.

-      Deberías estar afuera tú y Greck, si protegemos a alguien; pensaran que ese es el peligroso, por lo que intentaran atacar a ese. – argumenta Spike, añadiendo algo de luz a mi plan.

-      Protégeme a mí. – se ofrece Argos.

-      No, tú eres demasiado pesado; se verá a la legua que eres un defensor, no un ganador. – argumenta Carl.

-      Protege a Spike, él es el mejor de todos. – añade Apolo, viendo que nos está escuchando la guardia.

-      Sé que soy el mejor, pero no lo digáis asi; tan alto, que van a ir a por mí. – sopesa Spike, ruborizado; dándole la razón a Apolo.

-      No deberíamos de decirlo tan alto – se une Carl.

-      Hagamos una cosa, vamos a proteger a Greck y a Spike; yo estaré fuera, soy un defensor muy fuerte pero no un ganador. – suelto, todos asienten; como si lo que dijera fuera verdad, dándome veracidad.

-      Estoy de acuerdo, me parece buen plan. – apoya Carl.

-      A por todas, chicos – añade Rojo.

Poco después nos escoltaron hasta el hipódromo, todos competiríamos con las 10 profesionales del reino; y la diez veces campeona de las carreras la generala Devora, la devora hombres.

A todos nos dieron nuestros caballos, todas las ciudadanas nos increpaban desde sus asientos; los pocos hombres que se habían atrevido a ir la mayoría eran los de la taberna, nos animaban. La general paso a verme a mí y a mi caballo.

-      Vengo a desearte suerte, varón. – dice un poco despectiva, no la culpo; su educación, la controla.

-      Lo mismo te digo hembra. – uso el mismo tono despectivo con ella, eso la turba.

-      Los hombres de mi reino son más sumisos. – comenta, explicando el motivo de su turbación.

-      Las mujeres del resto del reino, suspiran por mí. – añado siendo bastante engreído.

-      Yo suspiro por someteros a latigazos. – suelta esta, sorprendiéndome.

-      Yo suspiro por someteros a tortazos en la nalga o como en mi reino se dice, nalgazos. – digo, haciéndola sonreír.

-      Os veré al final de la carrera, cuando lleguéis mirando el culo de mi caballo y pisando la mierda que este caga frente a vos. – me increpa, orgullosa.

-      Os veré al final, cuando lleguéis caminando sin caballo. – amenazo haciéndola reír.

-      Sois un engreído. – me insulta.

-      Y vos una confiada, eso os costara la victoria. – aconsejo, ella se molesta al fin y se marcha; pero se detiene cuando todavía puedo oírla.

-      Me encantaría batirme en duelo con vos, os ridiculizaría con gusto; lástima que tan solo sea una carrera de caballos, no podre contentarme esta vez. – comenta, antes de seguir avanzando.

-      Por primera vez estamos de acuerdo en algo, me encantaría bajarle los humos a cada mujer que me observa hoy; para demostrar, que los hombres no somos unos inútiles y que somos tan útiles como vosotras. – ella resopla como si lo que hubiera dicho fuera un ultraje, pero se marcha; sino terminaríamos en un duelo de espada aquí y ahora, Spike se me acerca.

-      ¿Qué te ha dicho? – pregunta preocupado.

-      Tranquilo, solo estaba provocándome; para que cometa errores. – contesto, relajándolo.

-      ¿no pensaras tirártela también? – pregunta Carl.

-      Si se pone a tiro no me rehusaría. – suelto, haciéndolos reír a todos.

-      Y me lo creo amigo, yo me lo creo. – ríe divertido Apolo.

-      Yo también me la tiraría, una guerrera como sea; uf. – deja caer Greck, como si fuera lo más; una mujer guerrera.

-      Ahora deja de pensar en sexo, que tenemos que correr de otra forma y no me gusta perder. – me insta Argos, asiento con una sonrisa.

Rojo se sitúa en mi cabeza.

-      ¿Qué haces? – pregunto extrañado, los demás tienen la misma pregunta; pero me adelante a él.

-      En las reglas no pone nada de que yo no pueda ir sobre tu cabeza y ayudarte. – argumenta y asiento convencido.

-      Es cierto…vamos hijo, démosles una lección. – aprieto el puño, convencido de que es lo que quiero.

Todos nos pusimos en posición, sonaron de nuevo las trompetas; contaron en voz alta, desde 10 hasta 0 y con una bandera nos dieron la salida. La generala con un caballo como el mío se puso la primera como un rayo, luego salimos nosotros y nos agrupamos; rodeados de al menos 6 competidoras, que se pusieron a atacarnos. Las otras 4 nos pillaron delantera e intentaron alcanzar a la general, estas esquivaban los obstáculos y corrían veloces; nosotros íbamos a una velocidad media, para no cansar a los caballos.

El que tenía más problemas era Argos, que esta mañana le había comprado a su caballo una armadura; dos competidoras trataban desesperadamente de lisiar a su caballo, que iba el ultimo pero estaba blindado. A su lado Carl y Apolo tenían una cada uno, contra las que luchaban desesperadamente para lastimar a sus caballos; pero estaban claramente en un empate, por mi lado tenia a dos intentando alcanzarme que iba el primero de mi grupo protegiendo a Greck y Spike.

-      ¡Ahora! – grito, echándome encima de la competidora a mi izquierda; mientras Rojo echa aceite desde su boca, haciendo resbalar al caballo de la competidora de la derecha y derribando a la que luchaba con Apolo.

Spike sale y ayuda a Argos, contra la de la derecha; entre ambos hieren a su caballo, haciéndola perder velocidad y la dejamos atrás.

-      El animal en la cabeza escupe aceite que hace resbalar a los caballos de dos competidoras; Helza y April, lo sentimos chicas os humillaron dos chicos. – comenta la presentadora. – Los muchachos, abrieron su fortaleza dejando salir a su mejor competidor; para ayudar a su blindado amigo, que tenía problemas contra Agata y esta pierde fuelle por una herida en el costado de su caballo.

Volvemos a la formación cerrada, mientras que ahora las competidoras tratan de dejarnos atrás; ganamos velocidad, mientras ellas lo hacen para no quedar atrás. Damos la primera vuelta, la general sigue en primera posición; alcanzamos a la última del grupo delantero, esta se pone a luchar contra mí y las anteriores vuelven a atacarnos.

Tengo dos a mi alrededor, Carl está siendo atacado por una y Argos por otra; las mantenemos a raya, hasta que Carl queda atrás por una herida en su caballo.

-      Carl el aventurero de más edad que está compitiendo hoy, empieza a perder fuelle; por una herida en la pata delantera de su caballo, este no ganara hoy la carrera y Olga se adentra en el grupo para derrotar a los mejores de los varones. – añade la comentarista.

Carl al ver que pierde fuelle, placa a la competidora que ataca a Argos; dejándolo sin ataque, por lo que derrota a una última competidora antes de quedar el ultimo.

-      Protégeles. – le pido a Argos, este asiente por toda respuesta.

-      ¡Formación abierta pero cerrada! – ordeno, todos se expanden; para dejar movilidad al interior, Greck y Spike se ponen cada uno al lado de Olga.

Mientras delante lucho contra dos para evitar que hieran a mi caballo y salto obstáculos o los esquivo, detrás Spike y Greck luchan contra Olga…Argos se acerca desde detrás con la intención de acorralar a esta.

-      Que ruin solo un hombre podría hacer tal cosa, Carl antes de caer se ha llevado por delante a Iza; que atacaba a Argos, para detener a la mole humana. – trasmite la presentadora. – Bradley da órdenes a su grupo, que alguna lo detenga; es demasiado listo, para ser hombre. – les pide a las competidoras que quedan, para que nos ataquen y eso hacen; todas menos una que sigue de cerca a la general, todas las demás bajan su velocidad para que les demos alcance.

Pasamos a la segunda vuelta, mientras Spike sufre una herida en su corcel y queda detrás; Olga sufre lo mismo por parte de Greck, solo que Argos placa a su caballo derribándolo y esta sale disparada por fortuna fuera de la pista.

-      ¡bien, ya quedan menos tíos! – suelta la presentadora – vamos chicas, podéis con estos memos. – increpa la presentadora.

-      Ocupaos de las chicas – ordeno tras cruzar la segunda vuelta, Greck; vamos a por la general, cubridnos. – pido a mi grupo.

Greck y yo, sorteamos a las dos de adelante; no hieren a nuestros caballos de milagro, Apolo y Argos se quedan detrás rodeados de chicas.

Pero las dos que estaban detrás de mí, intentan alcanzarnos desesperadamente; Rojo les lanza aceite que intentan esquivar desesperadamente, el caballo de la general tiene una ventaja considerable pero ya está cansado mientras que el mío está fresco y deja a Greck detrás fácilmente a pesar del manejo superior de este.

-      ¡Brad se pone en movimiento y corre como el viento, cuidado Generala en pocos segundos te dará alcance; detenlos Brunilda que tú eres la segunda, a Greck casi le dan alcance Tolsa y Mirla que lo siguen de cerca. Detrás están en problemas Argos y Apolo, rodeados de mujeres que van a por ellos; no duraran mucho o eso creo…son tres mujeres contra ellos, aunque tengan a ese armatoste; no deberían ser problema para Elsa, Marla y Nina. – suelta la presentadora.

Poco después Apolo es eliminado, pero Elsa y Marla reciben una herida en su caballo que deja en combate a Argos solo contra Nina; este no va a ganar, pero está totalmente protegido contra los ataques de Nina aunque su caballo está agotado por el peso extra y empieza a perder velocidad.

Greck es alcanzado por Tolsa y Mirla, ambas empiezan a combatir contra él; pero este las evita con extrema facilidad, placa a Mirla haciéndola caer del caballo y se queda luchando solo contra Tolsa con una clara ventaja. Por mi lado llego hasta Brunilda, chocamos la espada; Rojo intenta tirarle aceite a su caballo pero ella lo esquiva con gran facilidad, pero mi caballo la deja atrás fácilmente y ella no puede darme alcance.

-      Estamos en la media parte de la tercera y última parte, Nina lucha en la cola contra Argos el armatoste pero su caballo ya no puede más; ¿Por qué pierde el tiempo contra él? Seguramente es ya algo de orgullo, la entiendo muy bien pero eso no contribuye a la causa de las mujeres salvo a la suya y por esa parte no la entiendo. – suelta un trabalenguas la presentadora que solo una mujer completa e inentendible incluso para sí misma entendería. – Greck se ha deshecho de Mirla, pero aún tiene problemas con Tolsa; que lucha desesperadamente contra este, que parece ser un digno jinete a pesar de ser hombre. – admira la presentadora, sorprendiendo a todos; sobre todo a sus congéneres. – Brad, ha dejado atrás a Brunilda de un tirón; aunque no ha conseguido acabar con esta que le persigue desesperadamente, su caballo es especial y se prepara para encarar a la generala la cual lo devorara de un simple movimiento. – sentencia la presentadora.

Argos combate desesperadamente contra Nina, los dos tienen una habilidad semejante y esta va yendo cada vez más lento; para seguir combatiendo contra este, la balanza no se inclina contra ninguno de estos. Greck desarma a Tolsa, luego desarmada hiere a su caballo; esta va a perder fuelle, hasta que salta al caballo de Greck y sin golpearle lucha por el control del caballo. Brunilda que se da cuenta de que no puede alcanzarme, empieza a retroceder; para atacar a Greck, mientras lucha contra Tolsa por el control del caballo.

Bradley al fin llega hasta la general, esta le mira con una sonrisa; ataca a su caballo y lo hiere, pero este que ya lo suponía retrocede con la Gladius y detiene el impacto de esta.

-      ¡¿Cómo lo has?! – grita la general, perpleja.

-      ¡Sorpresa! – rio, divertido; mientras comenzamos una lucha, que no puede durar demasiado o perderé.

Ella golpea a mi caballo, por mi lado retrocedo en el tiempo; evito el golpe y detengo su golpe con mi espada, pero mi energía se va agotando rápidamente y es que sus cortes escapan a la vista. Rojo escupe aceite sobre el caballo de la general, pero esta lo esquiva y vuelve a la carga; solo me da unos segundos para recuperarme, tengo que acabar con ella o nunca ganare y estamos llegando a la última parte.

Las mujeres algunas ya nos animan a nosotros eso sí, la inmensa minoría; los hombres están fuera de sí, las mujeres nos increpan y animan a sus campeonas.

-      Esto es asombroso, la lucha es feroz; Bradley para todos los cortes de la generala, nadie había podido hacer tal cosa hasta ahora. – suelta la presentadora, emocionada; hasta la reina se muestra sorprendida y habla con Kat, al respecto. – Greck el buen jinete ha conseguido herir al caballo de Tolsa, pero esta ha hecho algo impensable; ha saltado al caballo de Greck y lucha desesperadamente por el control de este, si hay una simple herida cualquiera de los dos será descalificado…pero Brunilda se ha dado cuenta y corre en ayuda de esta, ya que no puede alcanzar a Bradley; esta es la competición más interesante, que he vivido hasta ahora. – acepta la presentadora. – Argos y Nina siguen luchando, sin un claro vencedor entre ambos; aunque ambos son carne de perdedor, no obstante ahí siguen luchando.

La generala bloquea todos mis ataques con inmensa facilidad, esquiva los cuchillos que lanzo; evita que la desarme continuamente, le he dado algunas patadas a su caballo pero aunque este se queja no le he hecho el suficiente daño para retrasarlo o adelantarlo. Ambos caballos relinchan y se pican entre ellos, a veces se adelanta uno; otras se adelanta el otro, intentan morderse continuamente. Llegamos a la parte final de la carrera, ya se vislumbra la meta; sino me deshago pronto de la general, ella me vencerá. Intento evitar sus cortes a mi caballo pero es imposible, su mano es más rápida que el ojo; no puedo verla, por lo que no puedo detenerla y me veo obligado a usar la Gladius constantemente hasta que me agote…entonces acabara conmigo.

Greck tras mucho esfuerzo consigue tirar del caballo a Tolsa, pero pierde su espada en el proceso; Brunilda llega hasta el e intenta cortar a su caballo, pero Greck hace saltar a su caballo justo a tiempo y hace que este le dé una coz al caballo de Brunilda haciendo que esta pierda el equilibrio y la derriba…Greck empieza a correr, intentando alcanzar a Bradley y la general; su caballo está cansado, no sabe si lo lograra pero pone todo de su parte y se inclina para coger más velocidad. Argos no consigue derrotar a Nina, entonces su caballo se tambalea; este observa hacia delante como Tolsa salto al caballo de Greck, el intenta lo mismo pero no cuenta con su armadura pesada y aplasta al caballo inutilizando a Nina también.

-      ¡a unos segundos de llegar a la meta, Bradley y la general luchan codo con codo; la balanza no se decanta por ninguno de los dos, el caballo de este esta mas fresco pero las maniobras de la general no le dejan adelantarla! – grita la presentadora fuera de sí, nos hemos ganado ya a un cuarto de las mujeres del público; el resto nos sigue odiando, incluso algunas más, pero los hombres nos animan como locos mirando incluso a las mujeres a los ojos. - ¡Greck corre en ayuda de su líder, pero nadie sabe si llegara a tiempo; la cuestión es simple, cuidado general van a por ti! – la avisa esta, ganándose una mirada de reproche de este. – Esto es lo nunca visto, Argos el armatoste ha derribado a Nina; saltando encima de su caballo con 100 kilos de metal, también ha matado a su caballo a este hombre no le gusta perder. – suelta la presentadora, parece sorprendida por la maniobra de Argos; aunque ha sido intentando otra cosa, pero eso nadie lo sabe.

-      Rojo, ¿me oyes? – le pregunto mentalmente, cuando la línea final está cerca.

-      Claramente papa. – me contesta el.

-      Cuando la ataco se concentra en mí, salta en su cabeza y dispárale el aceite a su cara. – le pido, con mi mente.

-      A la orden, papa. – asiente, replicando en mi mente.

Ataco a la general, tanto con mi espada; como con una patada que amago a su cara, esta se cubre y Rojo aprovecha para saltar a su cabeza…antes de que esta reaccione y lo mire, ataco de nuevo con mi espada; lo que hace que tenga que defenderse de mi arma y no pueda atacarlo a él, Rojo le escupe aceite en su cara a la vez que Greck salta a su caballo y jala de las riendas de su caballo.

Bradley cruza la línea de meta el primero, luego la general que ha salido disparada; ya que tenía ambas manos en la cara, tratando de quitarse el aceite de Rojo. Rojo salta sobre la cabeza de Greck, este pone en marcha ese caballo; llegando en segundo puesto a la línea de meta, mientras todas las mujeres tratan de reponerse de esto.

-      ¡eso ha sido trampa! – protesta la general.

-      No, ninguna regla lo prohíbe. – digo muy seguro.

-      ¡No es trampa! – contesta la presentadora, más triste que otra cosa. - ¡Campeón Bradley, subcampeón Greck! – nos nombra la presentadora.

Un tercio del publico nos aclama, los hombres incluso nos vitorean; las perdedoras sacan las armas, la general solo está de rodillas con las manos en la arena derrotada y entonces la reina se pone en pie causando el silencio total de su gente.

-      Es la primera vez que un hombre gana esta carrera, quizás es una señal de los dioses de que ya es hora de darles una oportunidad; a partir de ahora, duplicaremos la cantidad de hombres en nuestro ejército y príncipe Sir Bradley Hearling, Adalid blanco…cuente con nuestro ejército para su coalición. – señala la reina, retirándose de forma pomposa; sus guardias bajan las armas, derrotadas solo con un discurso tan escueto de su reina y una señal de sus manos para detenerlas.