Esos momentos

Bonitos momentos.

6-Agosto-07

ESOS MOMENTOS

Vernos de lejos y no poder despegar los ojos del brillo que se refleja en los ojos contrarios. Una sonrisa que le roba toda importancia a las palabras que suenan. Una milésima de segundo de espera, la cercanía, el contacto y… por fin, el beso. A ese tipo de momentos me refiero.

Sentir llegar un abrazo por la espalda cuándo estoy distraída. Que me suspires en el cuello. Que me susurres al oído palabras que entiendo aunque no conozco. ¿Quién no sueña con eso?

Pegarme a tu cuerpo un poco más de lo normal. Alargar un beso. Provocar con un gesto, con un ronroneo y sentir tu respuesta sin palabras contra mí. Sonreír con malicia y acariciar distraídamente rutas cercanas a la deseada. Poner cara de gusto y matarte de ganas. Escuchar tu voz "Por favor, por favor, más abajo" y rendirme a su súplica.

Tirarnos en el suelo a charlar de nada y de todo. Contarnos secretos. Tu cercanía y el leve roce de tus dedos. El calor inmenso que se desprende de estar juntos. Que me busques los pies. El cosquilleo de la pasión que se despierta.

Mil besos, mil caricias, mil abrazos, millones de palabras tiernas que no dejan pensar, que buscan camino y se cuelan dentro con la violencia de un torrente de verano.

En la playa, disfrutando del mar que llevas en los ojos, del sol de tu sonrisa y de la sombra de tu cuerpo. Bajo el cielo, sabiendo a sal. Verte, mirarte, mirar que me miras. Que todo vaya lento, que no se acabe nunca. Hacernos el amor. Mimarnos.

Abrir tus cajones y espiar tus gustos. Descubrir tus juegos, mostrar los míos. Reírnos, contarnos, preguntarte sin preguntarte, contestar a mis propias preguntas. Conocernos, enamorarnos, desearnos cada vez más y no frenar.

Besarte con prisa y quitarte la ropa. Que lo que me digas suene en mi boca. Tenerte, que me tengas. Buscar la calma con modales bruscos. No pensar, no parar, no pedir sólo tomar. Saciar nuestra hambre de nosotros para poder seguir saboreándonos luego.

Ponernos traviesos en el coche, tener que parar para no esperar. Buscar rincones. Buscar momentos. No aguantar la excitación. Ser inconscientes, imprudentes, volvernos locos.

Que me respires en el pelo mientras tus manos se pierden en mi cuerpo. Que no me sueltes. Que las bocas se nos busquen. Acariciar tu lengua con la mía. Lamernos, mordernos, besarnos. Los labios, el cuello, los hombros, los pezones, el vientre, el ombligo, el sexo. Mojarnos de saliva y mojarnos de deseo. Explorarnos. Contagiarnos el placer. Fabricarnos gemidos el uno al otro. Pedirnos más, regalarnos más. Invadirnos, poseernos, darnos.

Descansar juntos, dormir desnudos pegados, sentirnos respirar y latir. Disfrutar de tu presencia sin más. Abrazarnos. Compartir silencios cómodos.

Todos los momentos vividos, los soñados, los esperados, los deseados. Todos ellos, esos momentos, son los que me dicta el corazón.

Un relato de Erótika Lectura .

erotikalectura@hotmail.com