Ese chico de la clase.
Algo un poco personal. Espero que lo disfruten.
Antes de tener sexo ya me masturbaba, supuestamente hacerlo provoca que conozcas a tu cuerpo y cuando llegue el momento de tener relaciones sexuales, será placentero y lo mejor del mundo. Por una parte es verdad, por otra no, no conocí mi cuerpo, ni sabia en que posición podía llegar al orgasmo, etc. Lo que si puedo comentar es que después de mi primera vez, fue que comencé a ver como era mi vagina.
No se si muchos opinan lo mismo que yo, pero a veces cuando me masturbo simplemente deseo un pene en mi vagina, y por eso podría decir que me he vuelto adicta a la autosatisfacción, y si que he conseguido muchas formas de hacerlo.
El jueves primero del último cuatrimestre en la universidad, tome una clase a eso de las 8 P.M., una de esas clases en la que el profesor habla por los codos y rodillas. Me recuerdo que estaba sentada en la esquina derecha al lado de la ventana, tenia la sensación de que alguien me estaba mirando, no se si a ustedes les ha pasado.
Para mi buena sorpresa me encuentro con este chico de tez blanca, algo regordete, no muy algo, con la cabeza rapada, él me estaba mirando. Bueno, no pensé en ese momento que me fichando en su memoria, así que lo pase por alto. Lo peor fue que nuestras miradas se juntaban cada segundo, nos mirábamos por un rato, el profesor decía algo y yo apartaba la mirada.
En ese juego nos pasamos la primera hora de clases, hasta que trate de hacerle señas y ver si me hablaba. Mi primera mímica fue: el profesor si habla, la cual me respondió con una sonrisa y otra cosa que jamás entenderé, pero me mato la pasión.
Después de ahí no le hice mucho caso, a veces buscaba su mirada y me reía, otras me hacia la importante. Pensé que al final de la clase el me hablaría, pero no fue así. Lo divertido del caso, y lo que muchos de ustedes están esperando, fue lo siguiente.
Al el irse por su lado, y yo por el mio, pues comencé a pensar en como seria tener sexo con el. Estuviéramos en mi casa, yo en la cocina preparando algo, de repente se para detrás de mí y me besa el cuello, se me eriza la piel, de paso los pezones.
Se pega a mi para poder sentir la dura erección que tiene, yo decido que quiero jugar con el, así que empino mi culito y lo estrujo en su polla de forma suave y sensual. Su pene se esta volviendo mas grande, mas apetitoso, me volteo, lo beso, meto mi lengua para jugar con la de él, aprovecho para agarrar firmemente su pene con mi mano, lo masturbo por encima de la ropa.
El me agarra por las nalgas y me sube a la meseta de la cocina. Mete su mano en mi falda, y comienza a jugar con mi rajita por encima de los pantis. Mientras pienso todo eso, llego a mi casa con la cuquita hecha jugos, pero necesito una ducha. Claro que me encantaría tocarme en el baño, llegar al orgasmo debajo de una ducha caliente, pero no me gusta mucho. Me duche y salí a comer algo luego de cambiarme.
Ya entrada la noche, seguí pensando en él. Apenas lo conocí ese día y eso lo hacia mas excitante. Después de que todos se acostaran, entre a la habitación, encendí el ventilador, y comencé a desnudarme despacio, como si él lo hiciera. Bajaba los tirantes de mi blusa rosada, esa sueltecita que se usa para dormir, dejando mis pechos grandes, carnosos al aire.
Agarraba mi seno derecho y se lo metía a la boca sin remedio, lo chupaba, lo succionaba, trataba de sacar leche, gemía como loca. En la realidad fui tocando mis pezones, haciendo círculos, poniéndolos duros. Me lleve el mismo que él se llevo, a mi boca. Lo chupe un poco y jugué con la lengua.
Estaba muy mojada, excitada, me saque las bragas, me tire a la cama. Seguí poniendo duros mis pezones marrones. Baje mi mano a mi clítoris y lo apreté con los dedos. No aguante la lujuria, metí un dedo, comencé a moverme en la cama, seguía moviéndome, esta cachonda.
Me puse en cuatro, con la mano izquierda estire mi nalga a un lado para ir abriendo mi ano, eso me daba tremendo placer, la otra aun jugaba con mi orificio vaginal. Me tumbe boca arriba, y seguí estirando mi ano, mas y mas mientras me masturbaba.
Busque mi almohada y la puse entre las piernas, me masturba mientras imaginaba que era el que estaba encima de mi. El morbo iba creciendo, aumentaba mas, era rico… Seguí imaginando que su pene era el mejor de todos y el orgasmo llego sin tocar la puerta.
Los espasmos corrieron por mi cuerpo, me invadieron, convulsioné, mientras metía mi dedo más rápido y abría mi ano más. Acabe derrotada. El aire se impregno con el olor a sexo, a lujuria. Quede tirada en la cama como huérfana, respiraba profundo. Los músculos de mis piernas están aun adoloridos por el ejercicio.
Después de llenar mis alveolos de oxigeno, me puse la ropa y descubrí que mis oídos estaban tapados gracias al orgasmo. Solo en ese momento me di cuenta de lo excitada que estaba.
Luego de ese momento, decidí pues conquistarlo, aunque creo que tenia novia, no lo se, pero si recuerdo que el día que lo volví a ver lleve una blusa un tanto escotada y una minifalda, no paso nada, solo hablamos y nos juntamos para llenar unas preguntas en la clase, después el no hizo mas nada.