Ese chico..
El chico que vive enfrente...
Voyeur Daniel es el nombre del chico que sale muy temprano a hacer ejercicio en un parque cerca de casa, vive en el bloque que está justo enfrente del mio y las ventanas de nuestras habitaciones coinciden de tal forma que él puede espiarme si yo las dejo abiertas o si simplemente deambulo por ahí con las luces encendidas y sin bajar las cortinas... Él cree que yo no me doy cuenta pero la verdad es que lo hago a propósito... me encanta la idea de despertarme por las mañanas para ir a trabajar y sentir que alguien me observa mientras me visto. 6:00 am. me levanto, enciendo las luces y no me hace falta mirar para saber que él ya está ahí, posicionado desde su casa, esperándome... me quito la blusita y dejo que salgan mis senos, me los froto varias veces pensando en él, luego voy bajándome el short, lentamente me quito mis braguitas de hilo y no paro de pensar en lo que debe estar sintiendo, la adrenalina que le recorre mientras yo me contoneo un poco permitiéndole disfrutar de la silueta de mi cuerpo desnudo, pienso en su miembro que ya debe sobresalir por debajo de su ropa de deporte... cojo una toalla y sin cubrirme con ella me dirijo a darme una ducha... Pasados unos minutos salgo del baño y sé que él está aún ahí, excitado, impaciente... me quito la toalla y empiezo a secarme delicadamente todo el cuerpo, primero el cuello, los senos... y asi sigo hasta llegar a mi sexo... pienso en si puede verme con nitidez, si puede distinguir mi coñito perfectamente rasurado o el contorno de mis nalgas... Ahora voy colocándome una a una mis prendas de vestir, comienzo con mis braguitas, levanto una pierna, luego la otra, voy subiéndola hasta sentir el hilo fino meterse entre mi culo, jugueteo un poco con los ribetes y me imagino que es él quien me las coloca, no lo puedo resistir y me toco un poco la panochita, puedo sentir mi clitoris que ya está duro... estoy excitada pero me tengo que ir a trabajar... continúo colocándome el sujetador suavemente, mimando mis pechos y notando cómo se clavan entre el encaje mis pezones erectos... Apoyo una pierna encima de la cama y haciendo movimientos circulares me subo la media semitransparente, hago lo mismo con la otra pierna y deseo fervientemente que él tenga a mano unos binoculares para que pueda hacer todo el zoom que quiera y no se pierda ningún detalle. Ya solo queda la minifalda que me la pongo medio triste y la camisa que la escojo de botones para alargar un poco más el espectáculo... en cada botón voy dejando un suspiro agonizante de placer... me gusta pensar que son sus manos las que me la abotonan y sentir ese roce minimo de los dedos sobre la tela y la piel empujando cada botón que me causan enormes escalofríos de cosquillitas y placer... Cuando bajo y me dirijo rumbo a mi trabajo él siempre está ahí junto al portal, con su ropa de deporte, haciendo ejercicios de estiramiento, me saluda muy tierno y cortés y yo le respondo con la mejor sonrisa agradeciéndole en silencio por hacer más divertido mi matutino despertar...