Escuela de Putas a la fuerza ¿ó no?: Mami 2

Continuación de la saga. La madre empieza a sucumbir....

Escuela de Putas a la fuerza ¿ó no?: “Mami 2.

Este es un relato fantástico y que no se basa en hechos reales, contiene escenas bastantes fuertes.

Ya habían pasado las dos semanas iniciales de habituación de Natalia a los supositorios y al verla tumbada en mi diván lloriqueando por uno, supe que había llegado el momento de empezar la parte interesante de su educación.

En este tiempo había estado atada a la cama de su habitación y siempre bajos los efectos de un supositorio. A la vez que estaba “colocada” tenia siempre en marcha un estimulador puesto en su coño. Este estimulador prolongaba el orgasmo durante varias horas teniéndola en un estado de ansiedad casi permanente. Por fin ya había llegado el momento de que colaborara.

-       Natalia guapa como estas- le pregunte con cierta sorna

-       Bi, bi, bien, gracias

-       Que educada estas bonita, pero te noto rara, ¿te pasa algo?

Natalia se revolvió en el diván nerviosa pero parecía que creía que tras esa frase de preocupación tenía una oportunidad.

-       No me pasa nada, pe, pe, pero pensaba si tenias un supositorio que darme.

-       ¿por qué me lo pides? Lo necesitas? Estas nerviosa?

-       Bu, bueno, es que me siento mejor con uno puesto

-       Pero si hace dos semanas no querías ninguno, son buenos ahora? Te gustan?

-       Si, si, son buenos, por favor dame uno, te daré lo que quieras.

-       Veamos… tus palabras dicen una cosa pero tus actos no dicen nada

Cuando oyó esto, se quedo unos largos segundos pensando, ya que con su embotamiento actual no podía pensar rápido, al cabo de ese tiempo se levanto y como pudo vino caminando hacía mi. Sus tetas se bamboleaban al caminar mientras sonreía con lo que ella pensaba que era una mirada sexy. Se sentó a mis pies en el suelo y puso una mano en mi paquete y acariciándolo me dijo:

-       Mario cariño, si me das un supositorio yo puedo ser buena contigo.

-       Vaya eso esta mejor y lo has dicho de corrido, ¿Has estado ensayando en esa linda cabecita que tienes? jejeje

Natalia sonrió estúpidamente y dijo

-       No, se me ha ocurrido ahora, jijiji

La verdad que por dentro todavía era consciente de lo que le pasaba y la lucha interior que estaba soportando por comportarse así para obtener una dosis tenía que estar constándole horrores.

-       Bueno Natalia, ya ves que como te dije terminarías pidiéndomelo, y que ahora estas dispuesta a todo por conseguir un supositorio verdad?

-       Si, si lo estoy – exclamo echando una lagrimita. Necesito el supo en mi culo, se que no esta bien, y se que me vas a hacer que haga cosas terribles, pero lo necesito, me da igual lo que seaaaa.

-       Ahhhh, muy bien Natalia, pero ¿No te gusta el vibrador en tu coño?

-       No, no me gusta.. bueno si, bueno no se, estoy mareada, me cuesta pensar. Siento mucho placer pero esta mal.

-       Pues tu coño dice otra cosa

Natalia se miro el coño y pudo ver como sus muslos estaban manchados de su flujo, su coño chorreaba por el placer continuo que habían estado proporcionando durante días el estimulador.

-       Vamos a ver Natalia, levántate y móntate a caballito sobre mi pierna, como si fueras una cría juguetona.

La madura tetona se incorporo con dificultad bamboleando sus enormes tetas al moverse y como pudo se monto a caballito sobre mi muslo. Nada mas hacerlo su clítoris entro en contacto con la tela de mi pantalón y le produjo una descarga de placer:

-       Ahhhhhhhh

-       Vaya Natalia, parece que te ha gustado

Ella solita empezó a moverse tímidamente delante y atrás sobre mi pierna, se estaba masturbando e intentaba disimularlo mientras que yo le amasaba esas grandes tetas y sus pezones se ponían erectos.

-       Natalia ¿que haces?, ¿Te estas masturbando?

-       No, no, noooooo – se mordía los labios al decirlo.

-       Yo creo que si, y como me gusta ver lo que estas haciendo te voy a dar el supo que querías.

Natalia al oírlo sonrió de felicidad, y empezó a moverse mas rápido:

-       Si por favor, dámelo, me gusta, me gusta todo esto, ahhh que bueno,

-       Venga Natalia ponte con el culo en pompa que te lo doy…..

Se levanto de mi pierna y con toda la rapidez que podía se recostó con las tetas pegadas sobre el cristal de mi mesa. En esa postura utilizo una mano para separarse las nalgas y con la otra se siguió masturbando como una posesa:

-       Ahhhh, ahhhh, mi coño, mi culo, me gusta, me gusta, dame el supo.

-       Oye Natalia si ya te lo doy, una sola cosa antes. Veras, es que no me gusta llamarte Natalia, me parece muy aburrido. Por qué no me dices algún nombre que te guste a ti y que me guste a mi también. Porque tu querrás cambiarte tu nombre por mi ¿No Natalia?

Natalia veía recostada sobre mi mesa y enfrente mía el como jugaba yo con el supo en mi mano, lanzándolo arriba y abajo con mi palma. Sus ojos se tornaron en una mirada de desesperación, ¡¡Quería ya su supo!!, no solo por que lo necesitaba sino porque quería sentir el mayor placer del mundo. Podía ver como su cabecita le daba vueltas a lo que le había dicho buscando el complacerme:

-       Zo, zo zorrita, llámame zorrita, ¿Te gusta verdad? – me contesto con ansiedad

-       Ummmm, bueno. No se, no se, no refleja la totalidad de lo que vas a ser. Me gusta mas Putona, ¿Te gusta a ti?

-       Si, si, me gusta, soy putona, pero por favor dame el supo….

Me levante de mi sillón y rodeando la mesa de mi despacho me puse detrás de ella, acaricie su culo, y le di una nalgada fuerte. Putona, ya que desde ahora se llamaba así, pego un gritito pero no dejo de masturbarse ni de sacar el culo hacia fuera, y como soy por naturaleza buena gente, quise corresponder a su buena disposición y le metí el supositorio por el culo. Cuando noto como le subía por su recto exhalo un suspiro de placer, sus ansias de opio se habían calmado y siguió masturbándose ya frenéticamente.

-       Putona, nena, anda vuélvete al diván que quiero verte bien como te pajeas guarra

Natalia, se incorporo y se dirigió al diván donde se dejo caer, rápidamente se puso boca arriba y separando sus piernas continuo masturbándose con fuerza. Podía ver como una mano jugaba con su clítoris mientras que con la otra se penetraba. Se metía un dedo y cuando su coño se dilato por el placer que sentía se metió otro mas y luego otro mas. Sus gemidos se oían por todo el despacho:

-       Ahhhhh, ahhhhh

-       Muy bien putona, ¿Te gusta?

Putona no respondía metida como estaba en ese sueño de placer y viendo que no era muy consciente del mundo real, decidí hacer un experimento: Me saque la polla y se la puse en la boca. Hizo lo que su instinto le decía que había que hacer: Abrirla y empezar a chupar. Yo creo que sería la primera vez que lo hacía pero el chupar es un instinto primario y ella estaba aprendiendo. Podía oír los ruidos guturales que salían de su boca al mezclar las chupadas con los gemidos, veía como su boca se movía delante y atrás y en como trataba de llenar su boca con mi polla. Veía los rastros de saliva que dejaba al chupar.

Pense en llamar a su hija: “La Desi”, pero en el estado de placer y tan abotargada como estaba seguro que no se hubiera negado a nada y eso no era divertido ni tampoco cambiaba su personalidad permanentemente. Quería que el primer polvo madre/hija fuera como caminar por la cuerda de un trapecista, donde, seguir por la cuerda fuera el camino de la rectitud y de lo que es correcto y caerse de ella el camino del sexo, la lujuria y la perversión mas abyecta. Yo tenía claro cual era mi papel: Empujarla para que fuera perdiendo el equilibrio poco a poco, de tal manera que al final fuera ella la que se tirara de la cuerda al vacío del vicio por propia voluntad. Definitivamente hoy no era el día, hoy hubiera dejado que se la follara hasta un caballo.

Volví a concentrarme en la historia que tenía delante, la cara de gusto que tenía la muy guarra era increíble, sus manos se movían rápidamente por su coño penetrándose ya casi con la mano entera, sus caderas acompasaban el ritmo rápido de sus manos y sus gemidos con mi polla dentro de su boca eran continuos. No pude mas y saque la polla de su boca terminando con mis manos de masturbarme. Llegamos casi a la vez al orgasmo, ella primero y yo después, Imaginaros la escena: una madura tetona y colocada gritando como una loca al orgasmar con una mano dentro de su coño. Yo puse la nota final sobre el cuadro, al correrme sobre su cara, la cubrí de lefa los labios, el cuello y de allí le resbalaba sobre las tetas.  Parece que el orgasmo le supo a gloria y que con el calmaba el estrés que le quedaba. La deje descansando sobre el diván y arreglándome yo mi pantalones volví a mi sillón pensando en mis próximos pasos con esta futura putona. Lo siguiente sería llevarla al puticlub solo a chupar pollas para conseguir su próxima dosis de opio. Claro que al verse en el puticlub con las demás putillas jóvenes estaría en desventaja, no faltaría quien la asesore en como mejorar en su imagen para gustar mas…. Por otro lado también iba siendo tiempo de irla pasando de los supos a la coca, para que estuviera mas despierta en el trabajo. Todo eso lo haría una falsa amiga que le colocare para que le ayude….

Fin del capitulo, ya falta poco para que se tire a la hija y capturen al hijo, mientras tanto prefiero ir presentando poco a poco las distintas situaciones que la llevan a degradarse. Me gustaría que me comentarais que parte os ha gustado mas y por supuesto que me hagáis todas las sugerencias que queráis como sabéis siempre respondo a los comentarios.

Un saludo

Draco