Esclavos del Futuro II

La Dra. Imelda continúa obsesionada con el esclavo usado como semental y poco a poco se revela su plan. Mientras tanto descubrimos qué papel juegan los hombres en ésta sociedad dominada por Mujeres.

Capítulo Segundo

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La doctora llegó al gimnasio y vio por las paredes transparentes al esclavo musculoso levantar las grandes pesas con la fuerza de su pecho y brazos. Entró después de suspirar y sentir un cosquilleo en la concha.

  • Buenas tardes Dra. Imelda! Cómo esta usted hoy?
  • Muy bien, gracias entrenadora. Cómo se comporta el esclavo? Alguna novedad de su desempeño?
  • Ninguna novedad, de hecho lo único que ha hecho es obedecer y cumplir su rutina de manera impecable. He intentado forzarlo un poco y pareciera que su fuerza es ilimitada.
  • Me parece bien, pero no hay que exagerar. Enfermera, recibió ya los suplementos alimenticios que indiqué? (Daniel seguía levantando las pesas acostado)
  • Si Señora, justo a la hora que indicó.
  • Ok, me parece bien. Necesito tomar unas lecturas de su ritmo cardíaco y presión sanguínea ahora mismo, habrá problema si se detiene un poco?
  • Para nada Dra. Esclavo! Detente y acompaña a la Dra. Imelda ahora (dijo la entrenadora de manera autoritaria)
  • Si entrenadora.

Después de dejar los instrumentos del gimnasio en su lugar, secarse el poco sudor que tenía en su juvenil cuerpo y colocarse el collar en el cuello, Daniel se arrodilló frente a las 3 mujeres y esperó con la mirada fija al frente. La enfermera Camila le enganchó la cadena a la argolla frontal y entregó el otro extremo a la doctora. Salieron del gimnasio caminando una y en cuatro patas el otro; la enfermera los siguió hasta el pasillo con la intención de acompañar a su superior y encargarse del esclavo al terminar los exámenes. Al llegar a la entrada del laboratorio Imelda se detuvo y esperó a que salieran dos científicas apuradamente.

  • Enfermera Camila, puedes seguir con tus funciones en el área de hospitalización. Haré los exámenes y yo llevaré al esclavo #23 a su habitación.
  • Si Dra. Como ordene.
  • Camila, antes de que se retire.
  • Digame doctora.
  • Siempre que visito a este esclavo usted esta a cargo de él, y se supone que la enfermera Melisa también esta comisionada como su compañera, dónde esta ella ahora?
  • He... Efectivamente Dra. (Nerviosa y pensando rápido ante la pregunta sorpresa) es que Melisa... La enfermera Melisa tuvo que atender a unas de las doctoras de emergencia.
  • Comprendo, confío en que no la esté encubriendo Camila, no me gusta que me mientan.
  • Claro que no Dra. Nunca haría eso. Mi compañera me ayuda siempre, hoy mismo aplicó una crema anestésica en el ano a Daniel porque tenía molestias.
  • Esclavo #23, no le diga por su nombre a un simple semental domesticado. Entendido?
  • Disculpe Dra. No se repetirá.

La enfermera se retiró y la Doctora líder del programa reproductivo entró al laboratorio principal, el cual estaba solo debido al horario. Paró al esclavo en una plataforma central y una luz azul iluminó su cuerpo desplegando varios hologramas con información en tiempo real del cuerpo de Daniel. Él permanecía inmóvil, como si de un muñeco se tratase. Imelda se acercó y retiró el collar y el short deportivo blanco dejando al descubierto el pene y los testículos del joven espécimen. Todos los datos estaban listos y el cuerpo del chico estaba perfecto, un poco deshidratado por la sesión de ejercicios pero sus órganos trabajaban perfecto, sus músculos estaban en la mejor forma posible. Entonces la Dra. insertó un código en la computadora central, entró a las cámaras de seguridad y las movió de tal manera que Daniel quedará fuera de cualquier ángulo de la grabación. Cerró el laboratorio y se acercó a él, acarició su pene el cual reaccionó exitandose rápidamente. Se paró frente a él sin dejar de tocar su verga de arriba hacia abajo de manera suave.

  • No sé que tienes que me vuelves loca Daniel, no dejo de pensar en ti. Estoy enamorada de un hombre. Juré dominar y esclavizar a los nefastos hombres y hacer de la mujer la especie superior. No sé qué me pasa pero esta verga me hace mojar la concha solo de pensar en ella.
  • Lo logró Dra. Imelda, ustedes las mujeres son superiores a los hombres y todos deberíamos venerar las, obedecerlas y someternos a ustedes. Yo soy privilegiado.
  • Si, lo eres esclavo (excitada de manera desesperada) Cómo quisiera devorar tu pene por todos mis orificios...
  • Mi pene está listo para darle placer Dra. Imelda.
  • No, aquí no... Pronto serás todo mío Daniel... Muy pronto te sacaré de aquí... Se acerca el día de que yo sea tu Diosa.
  • Ya lo es Doctora, Usted es la Diosa que veo hasta en mis sueños.

Al percatarse que los podrían ver y que las cámaras no podían permanecer desviadas mucho tiempo la doctora se alejó de Daniel y recobró la compostura. Todo volvió a la normalidad en el laboratorio e Imelda aprovechó para corroborar de nuevo que el Chip de Control Masculino no funcionaba en el esclavo #23 al intentar controlar la erección del chico pero no pasó nada, él seguía excitado ante su presencia. Con su smartphone intentó que se presentara ante ella, que se arrodillara o que caminara mediante los comandos preestablecidos de la app que controlaba el chip implantado en los hombres en cautiverio pero fueron inútiles. Daniel parecía en control total de su cuerpo, voluntad y pensamientos, a diferencia del resto de los hombres sometidos ante las mujeres que gobernaban el planeta. Ante la llegada de varias científicas de ésa área Imelda abrió el laboratorio y llevó a Daniel a su habitación para que cenara y descansará. Lo puso en 4 con una orden y cadena en mano lo condujo por el pasillo.

Mientras tanto en el comedor del hospital adjunto al laboratorio Camila llegaba apresurada con Melisa quien disfrutaba de un café y galletas mientras reía viendo su smartphone.

  • Mel estamos en problemas! La perra de la Dra. Imelda estuvo muy rara hoy... Y me preguntó dónde estabas y si realmente hacías tu trabajo aquí... Maldita!
  • Jajajaja y qué le dijiste??? Me entregaste maldita traicionera??? (Dijo despreocupada)
  • Claro que no, le inventé una mentira, pero si está de mal humor y verifica que no fuiste llamada de emergencia al hospital... Nos corren!
  • No va a pasar nada Camila! Relájate y come una galleta.
  • No! Que no ves que si me corren por tu culpa no podré ver a Dany??? A mi si me importa mi trabajo.
  • Ok, discúlpame. Esta bien, tranquila. Ya no te pediré que me cubras ni te dejaré el trabajo a ti, ok? Perdóneme. Si la doctora investiga le diré la verdad y que te mentí a ti para escapar a mi responsabilidad. (Cambió su tono burlón por uno serio al ver la angustia de su mejor amiga)
  • Esta bien, gracias Mel... Sabes que por mi no hay problema, es la Dra. que a veces es muy estricta.
  • Lo sé, es toda una perra, necesita una buena lamida de concha y un orgasmo... Yo se la daría, es hermosa la puta (susurró)
  • Tu lamerias la concha de cualquier mujer Mel!! (Dijo bromeando y relajándose)

Terminaron de platicar y su turno en el trabajo había acabado. En los vestidores se cambiaron los blancos uniformes por su ropa habitual y después de ser escaneadas por una luz roja y marcar su salida del hospital mediante la palma de sus manos en un tablero digital ante una de las guardias militares, las dos enfermeras fueron escoltadas junto a otras doctoras y enfermeras de su turno hacia la calle. Todas platicaban y aprovechaban para sacar sus cigarrillos electrónicos o arreglar su cabello. Melisa y Camila caminaron habia el departamento que compartían y que estaba cerca del hospital. Era una bella tarde de viernes en la ciudad y las calles estaban tumultuosas, llenas de mujeres haciendo compras, en restaurantes o cafés platicando. Había muchos hombres en las calles, hombres de todas las edades y razas, pero a diferencia de las mujeres que se relajaban y se divertían con sus amigas, los hombres estaban desnudos, con collares de diversos tipos en sus cuellos y se dedicaban a trabajar esclavizados por sus dueñas.

Habían pasado 169 años desde que las mujeres asumieron el control de las naciones unidas y los gobiernos continentales. Gracias a sus habilidades intelectuales, la tecnología desarrollada por ellas y la resistencia natural que el cuerpo de la mujer representa, tomaron el mando y control de los hombres. La mayoría de los machos se sometieron voluntariamente a sus superiores; por otro lado, hubo una minoría que se resistió y se aisló pero las precarias condiciones de vida obligaron a muchos a entregarse y ser esclavizados por las mujeres. Bajo el control femenino se acabaron los conflictos armados, la inestabilidad de la economía y se avanzó de manera inédita en ciencia y tecnología. Con los avances tecnológicos se acabó la contaminación y las energías renovables sustituyen a combustibles fósiles dándole un respiro al planeta. Sin embargo, la naturaleza y la vida se basan en equilibrios y la reproducción necesita de hombres y mujeres, fue ahí donde el reinado femenino tuvo que interactuar con los machos. Los hombres esclavizados fértiles y sanos eran usados como sementales pero con el paso de las décadas el lesbianismo creció y cada vez fue más común la inseminación artificial, la manipulación genética y la preservación de semen. Los sementales pasaron de follar mujeres compatibles a solo masturbarse en laboratorios controlados. Los primeros años la tasa de natalidad y mortalidad se mantuvo pero comenzaron a nacer demasiadas hembras y muy pocos machos. La naturaleza no puede ser controlada, al grado de tener solo un puñado de esclavos machos produciendo semen fértil para los procesos reproductivos de toda una nación.

Las chicas enfermeras trabajaban para el instituto más importante del mundo en procesos reproductivos, bajo el mando de la Dra. Imelda, creadora del CCM y muchos procesos que mantienen a los hombres bajo el dominio femenino. Daniel es el semental único hasta ése momento con una efectividad del 98% de fertilidad, un porcentaje nunca antes visto. El gobierno estaba constantemente buscando más hombres fértiles, ya sean jóvenes que nacen en cautiverio como Daniel, o cazando machos rebeldes en la periferia de las ciudades. La naturaleza no puede ser controlada y Daniel representaba, tal vez, la salvación para los hombres.

  • Oye Camila, y estaba molesta la doctora?? (Caminaban por la zona de restaurantes y hoteles del downtown)
  • No estaba molesta, sino rara, como si ocultara algo... Los exámenes que dijo que le haría son de rutina, basta con un scaneo con su smartphone y listo, pero llevamos a Dany al laboratorio.
  • Comprendo, esta loca por tanto cálculo matemático jajaja
  • No lo sé, cuando me preguntó por ti y si cumplias tus labores lo hizo muy interesada, cosa rara porque hay tres turnos de enfermeras.
  • Gracias por cubrirme nena (la abrazó por atrás mientras caminaban)
  • Déjame tonta me voy a caer! Jajaja

Un mar de carcajadas las interrumpió en su caminata al pasar por un gran restaurante lleno de mujeres y meseros desnudos de collar rojo. Las enfermeras ahora vestidas de civiles vieron como al centro de una gran área principal llena de mesas había una especie de pista de baile pero en lugar de personas danzando estaba un hombre musculoso colgado del techo con unas especies de cadenas retráctiles sujetando sus pies y manos extendiéndose en su totalidad, formando una equis. Su verga y bolas colgaban debido a varias cadenitas con pequeñas pesas de metal que jalaban hacia abajo su pene y su escroto. En su piel blanca tenía escritas palabras como: Cerdo, animal, inútil, perro, basura y demás insultos de todos los colores. Las risas se desataron cuando una Señora mayor se levantó bailando de su mesa y colocó la quinta pesa metálica a los testículos y le dio un azote al resto de contrapesos colgantes balanceándose y arrancando un gemido ahogado del esclavo colgante. "Gracias mi Señora" gritó el hombre mientras resistía la tortura. Melisa sonreía desde la calle mientras que Camila desaprobaba ese comportamiento, pero las dos no dieron ni un paso esperando ver más. Otra mujer más joven se levantó en medio de la algarabía y tomó un dildo que estaba en un carrito de servicio y lo clavó en el ano expuesto del esclavo y todas celebraron el gemido del hombre quien ya estaba acostumbrado a la tortura: "Vean hermanas! Miren como goza el perrito!!" Exclamó la joven dejando el dildo clavado a la mitad y acarició el pene colgante dejando ver lo duro que estaba. "Gracias mi señora" respondió el muchacho de manera entrecortada. Una mujer vestida con un elegante traje sastre negro muy ajustado se acercó al área de suspensión y levantó una copa de vino al aire y todas las clientas del restaurante callaron y pusieron atención.

  • Atención Damas! Atención! Quiero hacer un brindis por nuestro esclavo quien se ha portado muy bien.

Ante la mirada de todas las mujeres y las transeúntes que tenían visión libre la anfitriona fue retirando las cadenas enganchadas del escroto del esclavo y las cadenas bajaron lentamente hasta postrarse en el piso. El hombre automáticamente se arrodilló y puso sus manos detrás de la espalda.

  • Ahora veremos Damas si el esclavo puede alcanzar su recompensa! (Todas aplaudieron extasiadas) Este sumiso espécimen se va a masturbar y ustedes Señoras y Señoritas intentarán que no tenga placer. Si lo logra en menos de 2 minutos no habrá cinturón de castidad y habrá alcanzado un orgasmo después de 1 mes sin conseguirlo. Si ustedes lo impiden, la siguiente ronda será a cuenta de la casa. La única regla es que deben dejarlo masturbarse, nadie detenga sus manos.

De nuevo todas gritaron contentas y a la voz de la anfitriona apareció un holograma en el centro con 2 minutos. A la cuenta de tres el esclavo comenzó a masturbarse desesperadamente aprovechando que su verga había sido activada para el juego de suspensión y la tenía dura. Varias mujeres corrieron hacia él y comenzaron a azotarlo, pellizcarlo y jalarle la piel de los huevos. El hombre desesperado ante los ataques buscaba lograr venirse pero era difícil. Una anciana sonriente se abrió paso de entre las jóvenes y acercó un pequeño bastón con un par de puntas metálicas redondas y comenzó a darle pequeños choques eléctricos a musculoso hombre, haciéndolo dar pequeños brincos y contraer todo el cuerpo. Las mujeres dejaron sola a la Señora y ella solo sonreía y tocaba las axilas, los testículos, el pecho y las nalgas del esclavo. Los pequeños choques eléctricos hicieron que le fuera imposible eyacular en el tiempo establecido y su erección fue desactivada por la anfitriona ante la celebración de las clientas que obtendrían la próxima bebida gratis.

La mujer de traje le colocó un pequeño cinturón de castidad al frustrado esclavo que aprisionaba su pene ahora flácido y sus torturadas bolas. Después de fijarlo ajustadamente le puso una cadena dorada y lo condujo a la parte trasera del establecimiento entre los aplausos de la clientela.

  • Ahhh recuérdame por qué no tenemos un esclavo aún amiga?? (Suspiró mientras retomaban su camino)
  • Pues porque no podemos pagarlo Mel, por eso.
  • Lo sé!! Maldita pobreza. Pero tal vez esté ahorrando y pueda comprar uno! Lo aceptarías en casa Camila?? (La vio a los ojos sonriendo)
  • Primero: ahorrar tu??? Jajajaja y Segundo: ya sabes lo que pienso de eso, esta bien dominar al macho debido a todo el mal que nos hicieron en siglos anteriores. Pero humillarlos y torturarlos así???
  • De nuevo defendiendo los "derechos" de esas bestias. No recuerdas las violaciones? Los golpes? Recuerdas lo que vimos en las materias de historia en la universidad??? No valiamos nada para ellos! Ni siquiera podíamos votar o ganar un salario igual a ellos! Y de los feminicidios ni hablamos!!!
  • Ya sé! Calmada que no estoy defendiendo a los hombres, solo digo que una cosa es que se encarguen del trabajo pesado y sean dominados y otra cosa es torturarlos, azotarlos en público u otras cosas peores.
  • Pero es divertido! Jejejeje somos sus Dueñas!
  • Y si yo te hiciera mi esclava Mel? Jugara contigo y te humillara.
  • Sabes que lo haría con gusto por ti (habló entre dientes exitada)
  • Cómo dices???
  • Nada, que ya dejemos ése tema que sabes como soy y sé cómo eres Camila.

Llegaron a su destino y tras un escaneo de la cámara de seguridad las puertas del edificio se abrieron y abordaron un elevador que las llevó hasta la puerta del departamento. Se pusieron cómodas, se bañaron y cenaron juntas. Después de ordenar la cocina cada enfermera se fue a su recámara. Melisa apagó las luces para tratar de descansar y una llamada en su smartphone la interrumpió.

  • Ya te dije que no me llames a mi linea personal estúpida! Qué quieres? (Molesta pero susurrando para que Camila no la escuchara)
  • Solo quiero estar segura que me avisarás.
  • Cuántas veces te tengo que decir que si! Tenemos un trato!
  • Estoy muy nerviosa, quiero que todo sea perfecto.
  • Y lo será! Pero si sigues con tus estupideces nos van a descubrir, entendiste?
  • Si, entiendo, perdón... Debo tener todo listo y en orden para cuando se abra la ventana.
  • Todo está en orden, ya tengo la orden y yo seré la encargada de la inspección. Y tu tienes listo mi dinero verdad?
  • Si, esta listo.
  • Se me ocurre que tal vez te cobre el doble debido al riesgo que corro.
  • No juegues que es demasiado dinero el que te daré.
  • Jajajaja tranquila, estoy jugando. Tu pequeño plan es difícil y debo cobrarte acorde al riesgo. Además la que se va a quedar a afrontar todo soy yo.
  • Comprendo, gracias Melisa. En verdad.
  • Que no digas mi nombre!!! Si no fuera por mi ya te hubieran arrestado!! Descansa ya y no estés nerviosa!
  • Esta bien. Gracias por contestar y ayudarme.
  • Ya déjame tranquila que tu estúpida terquedad te puede salir muy cara, yo no sé por qué te ayudo en algo tan peligroso.
  • Por 15 millones de créditos, por eso.
  • Jajaja ahora eres chistosita?? Ya voy a colgar, descansa perra caliente!!
  • Igualmente Mel, que descanses.

Melisa colgó su smartphone molesta por haberse arriesgado a contestar con Camila en casa. De pronto tocaron a su puerta y se levantó de un brinco de la cama.

  • Perdón Mel, te desperté??
  • No Camy... No, estaba despierta... Qué pasa? (Un poco nerviosa por la llamada)
  • Es que... Me mandaron una notificación que una competencia esta por comenzar... No se si quieres verla conmigo y apostar.
  • Jajajaja Me lo pide la defensora de los derechos de los horribles hombres??? Jajaja si, esta bien. Me divierten las competencias.
  • Es que me gustan mucho...
  • Y te excitan verdad Camila???
  • Si un poco (ruborizada totalmente)
  • Tranquila que aquí estoy yo para acompañarte amiga. (La abrazó y fueron juntas al living a sentarse frente a una pared blanca)

Camila sacó su smartphone y accediendo a una red social sincronizó su dispositivo móvil con una pequeña cajita negra que estaba en el piso a unos centímetros de la pared blanca. Se proyectó una imagen holográfica en la pared a manera de cine en casa donde estaban en un cuarto 4 hombres totalmente desnudos y encadenados. Estaban parados con las manos encadenadas a la espalda y cada uno tenía su collar y cadena. Era una transmisión en vivo desde alguna especie de foro de televisión. Salió a cuadro una hermosa mujer afroamericana de cuerpo escultural y con un bello vestido de noche y dió la bienvenida a los casi 3 millones de usuarios conectados. Presentó a las 4 mujeres Dueñas de los "Perros" y agradeció el apoyo de los patrocinadores de la transmisión. En este punto eran 5 millones de conexiones en tiempo real. Los 4 esclavos fueron dirigidos a otra parte del set donde había 4 asientos muy particulares: eran unos bancos para sentarse pero tenían un vibrador de unos 15 centímetros justo en el centro del taburete y salían unos cablecitos hasta un mando con varias velocidades. Fueron asignados un banco para cada hombre y sus Dueñas los dejaron ahí. Por medio de la app de cada una de ellas activaron la erección de sus esclavos y se retiraron de la toma. La conductora acarició la verga de cada uno de ellos e hizo pasar a 4 mujeres muy bellas a quienes presentó como si de participantes se tratase. Era una competencia simple entre la Dueña, representada por su esclavo, y la participante. El esclavo se iba a sentar en el dildo vibrante y la participante lo masturbaría a placer. Si el esclavo aguantaba 10 minutos con el culo lleno y la masturbación de la concursante, ganaba su Dueña, de lo contrario ganaba la concursante. Después de las presentaciones se abrieron las apuestas en línea: la eyaculación más rápida, qué concursante ganaría, cuál esclavo resistiría, todo tipo de apuestas entre los usuarios espectadores. Camila y Mel apostaron a una rubia hermosa como ganadora.

La competencia comenzó y los cuatro hombres por sí solos lubricaron los dildos y se sentaron clavándoselos en el ano, la conductora activó la vibración haciéndolos gemir y aumentar sus erecciones. Las chicas con guantes de látex en las manos comenzaron a masturbar a los esclavos de manera frenética buscando romper el récord de la corrida más rápida, sin embargo, los esclavos eran especiales debido a que entrenaban para resistir. Con ayuda de lubricantes las concursantes reían mientras masturbaban al esclavo asignado dejando ver que disfrutaban aquel juego; sin embargo, los esclavos luchaban para resistir y poder darle la victoria a su dueña. Con el vibrador estimulando su próstata y ano la tarea de resistir a las caricias de las chicas era sumamente difícil. Ver el rostro de aquellos esclavos recibiendo placer, dolor, humillación y degradación al mismo tiempo era lo que llevaba a las espectadoras a reír y divertirse, además de apostar. Con 10 millones de usuarios conectados al live streaming y con solo 3 minutos en el reloj el primer esclavo llegó al límite y su pene comenzó a sentir el orgasmo provocando las risas de las concursantes. Las cámaras enfocaron el pene que pujaba y se contraia de placer pero no eyaculaba nada debido a la falta de testículos. La concursante se declaraba ganadora haciendo perder 100 créditos a Melisa y Camila quienes se rieron hasta carcajear viendo al hombre fracasar. Casi al mismo tiempo llegó al orgasmo otro esclavo y su pene se contraía con tanta fuerza que el glande chocaba contra su abdomen. El tercer macho terminaba su participación justo a 30 segundos de alcanzar la meta de 10 minutos decepcionando a su Dueña. Las cámaras y la atención de todas se centró en el último participante quien dió a su Dueña un premio de 50 mil créditos al resistir todo ése tiempo a los estímulos, pero no se detuvo la chica debido a que había un record mundial de resistencia entre los esclavos. Obviamente la competidora tenía la verguenza de haber perdido ante sus rivales pero quería salvar su honor y hacer eyacular, o pseudo eyacular al esclavo antes de que rompiera el récord. Justo a los 16:23 minutos llegó al orgasmo faltándole solo 1:45 para el record mundial. La dueña del esclavo ganador recibió su premio y terminó la transmisión.

Las chicas apagaron el proyector y se despidieron contentas para descansar después de tan extraña diversión.

La Doctora Imelda ya había abandonado el laboratorio y dejó instrucciones al turno de noche de monitorear el sueño del único semental fértil que tenía el instituto. Ya en su departamento de lujo dotado de todos los avances tecnológicos y con 2 esclavos más asistiéndola, además de una ama de llaves de su confianza, Imelda estuvo hablando por teléfono en su cuarto de manera muy silenciosa y cuando terminó salió ya enfundada en una diminuta tanga y un sostén que hacía juego dejando ver su curvilíneo cuerpo en total confianza con la Sra. María, su ama de llaves y encargada de la casa, quien vivía con ella y era su empleada de confianza a tiempo completo. Los servicios de la Sra. María eran bastante caros debido a que administraba las finanzas de Imelda, cocinaba y se encargaba absolutamente de todo lo referente a la casa, asistida por los dos esclavos claro está.

  • Que bonito cuerpo tiene señorita Imelda (dijo sonriente la ama de llaves mientras la veía acercarse al comedor para cenar)
  • Gracias María! Dime, te excita mi cuerpo??
  • Ay Señorita, qué cosas dice usted! (Dijo apenada la señora de 66 años)
  • Tranquila que todos se exitan conmigo jajajaja (dió una vuelta mostrando sus nalgas perfectas) ya comieron los perros?
  • Sí Señorita, comieron vegetales y las vitaminas que me dijo, esa pasta fea.
  • Bien, mis mascotas deben estar sanas. Perros vengan a darle amor a su dueña.

Entraron 2 hombres de unos 25 años, desnudos y con cinturón de castidad en el pene y huevos, se arrodillaron contentos a besar y lamer los pies de su Ama. La Sra. María terminó de servir la cena y comieron juntas mientras por debajo de la mesa los esclavos alavaban a su Dueña.

  • Estoy muy caliente hoy María, creo que tendrás que irte a dormir temprano jajaja
  • Claro señorita, así lo haré pero procure no hacer tanto ruido que las vecinas se quejan y la tonta que les tiene que dar la cara por las mañanas soy yo (dijo a manera de reclamo pero sonriendo)
  • Perdón María, no haré ruido, o eso intentaré (sonrió viéndola a los ojos)

Al terminar de cenar la Señora María se fue a su habitación e Imelda hizo lo propio pero seguida de sus mascotas. La respetada doctora paró a sus esclavos y les retiró el pequeño dispositivo que aprezaba el pene de los dos hombres.

  • Mis queridos perros, saben? Con el chip que los controla puedo manipular sus erecciones y no es necesario este pequeño cinturón de castidad pero me da placer verlos sometidos, no pueden hacer nada para evitarlo (de rodillas retirando las pequeñas jaulas metálicas de sus miembros)
  • Vivimos para complacerla Diosa, es un placer para nosotros obedecerla.
  • Bien perritos, así me gusta. Solo de pensar que sus inútiles implantes de testículos estan apretados todo el día y deben orinar sentados me da alegría cuando pienso en ustedes jajajaja (se levantó después de liberarlos y tomó un strapon)
  • Es una bendición para nosotros saber que piensa en sus esclavos Diosa.

Imelda se colocó con cuidado el cinturón con doble dildo, uno grande y grueso hacia al frente del accesorio de piel y uno pequeño hacia adentro diseñado para estimular la vagina de la Doctora. Las correas no tenían hebilla ni un dispositivo para ajustarse pero cuando la mujer dominante apretó su ahora pene de goma el strapon se ajustó automáticamente a sus nalgas y muslos de manera perfecta. Un toque más a la gran verga y el dildo pequeño que tenía dentro de su vagina comenzó a vibrar haciéndola cerrar los ojos y gemir profundamente.

  • Lista perros, tu, lubrica el culo de tu compañero con saliva.
  • Si mi Diosa (se arrodilló y abrió las nalgas de su compañero esclavo y comenzó a lamerlo y escupirlo)
  • Tú, inclínate y pon las manos en la cama, pero no dobles las piernas.
  • Como ordene mi Diosa.
  • Bien perro, ahora lubrica mi verga.

El esclavo arrodillado volteó el cuello y encontró el dildo de su Ama y lo engulló casi por completo y comenzó a subir y bajar con sus labios mojándolo muy bien. El dildo de alta tecnología comenzó a endurecerse imitando la erección masculina y la vibración del pequeño dildo aumentó un poco al recibir la estimulación bucal. Imelda lo tomó del cabello con furia y le folló fuertemente la boca varias veces hasta separarlo de ella y prepararse para sodomizar a su mascota. Lo penetró despacio y aceleró con un ritmo cadencioso, poco a poco, disfrutando la estimulación que le daba a ella el pequeño dildo sincronizada con el gran dildo que follaba al hombre sumiso y sometido. El otro esclavo veía fascinado como su compañero era follado por su Dueña, su Diosa.

  • Disfruta del placer que te doy perro... Disfruta de mi dominio sobre tí (gimiendo desesperada y gritando)
  • Si Diosa, gracias por darme placer (hablaba con dificultad al sentir placer y dolor al mismo tiempo)
  • Son unos inútiles, unas basuras y verguenzas de machos... Por eso amo a Dany, él si es un macho real, único (aceleró el ritmo al recordar al esclavo #23)
  • Somos unos animales obedientes mi Diosa (dijo él arrodillado)
  • Cállate! (Le dió una bofetada) solo el que sea follado puede hablar!

Imelda se molestó ante la osadía del esclavo y sacó el dildo del culo dilatado y se lo clavó en la boca del arrodillado dándole a probar el sabor del culo de su compañero de esclavitud. Después de follarle brutalmente la boca regresó al ano del otro esclavo.

  • Debido a esta falta de respeto hoy no tendrán orgasmo, no activaré sus penes en una semana, están castigados!!
  • Gracias por castigarnos y enseñarnos nuestros errores Diosa (dijo el esclavo con el culo relleno por el dildo)

Un esclavo sólo podía alcanzar el orgasmo si tenía una erección activada por los comandos que tenían las mujeres enlazados al CCM del hombre. Si la Dueña del esclavo activaba la erección de su mascota, éste podía tener orgasmos por estimulación del pene o anal; de lo contrario, si no era activado su pene permanecía totalmente flácido y podía sentir la estimulación de la próstata y el ano, o del pene mismo, pero nunca alcanzaría el placer y desahogo del orgasmo masculino, causando la misma frustración de un macho libre que se queda al borde de la eyaculación y la estimulación se detiene. Regularmente en la Era del Hombre esclavizado al torturar a un esclavo se le premiaba con el orgasmo aunque la mayoría no tenía testículos para eyacular semen, el placer era el mismo; sin embargo, estimular un esclavo con la erección desactivada era un castigo fuerte que debía aplicarse con prudencia porque la frustración de estar al borde del orgasmo y nunca alcanzarlo era cruel, inclusive para las mujeres más sádicas. Imelda lo sabía pero debía hacer sentir su autoridad. Folló durante 5 minutos más a su esclavo y cambió de lugares con el otro, fornicandolo duro y fuerte mientras los dos gemían. El pene del sumiso colgaba inerte mientras su Ama lo insultaba y constantemente les decía que Daniel era diferente a ellos. Debido a la vibración que recibía la Doctora, que aumentaba o bajaba igual que los empellones que ella daba, alcanzó un orgasmo brutal dejando correr sus jugos como nunca antes. Parecía que el dominio que ejercía sobre sus esclavos y castigarlos la excitaba más y más.

  • Retírense a su habitación perros, tendrán el escroto libre esta noche (les dijo agotada después de gritar por su orgasmo)
  • Gracias por follarnos Diosa (dijeron al unísono mientras besaban sus desnudos pies)

Los esclavos salieron del lujoso dormitorio y la doctora de nuevo apretó con su mano el dildo y el dispositivo se soltó de sus piernas y nalgas automáticamente permitiéndole sacar el pequeño pene de plástico de su vagina y simplemente dejó caer el strapon de última tecnología al suelo. "Que lo levante María que le encanta y le excita" pensó sonriente mientras se dejó caer sobre su cómoda cama. Suspiró contenta pensando en Daniel y se acurrucó con sus almohadas para caer dormida.

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Fin del segundo caítulo.