Esclavo de mis vecinos. (capítulo 24)

Por una de esas casualidades de la vida mis vecinos y yo descubrimos nuestros gustos y podemos cumplir deseos y sueños.

CAPITULO 24

(se recomienda leer los anteriores)

Les prepare café y cuando lo estaban tomando mi Ama me llamo.

-          Se ha movido la perra de donde la he dejado?, me pregunto mi Ama.

-          No mi Ama, no se ha movido nada.

-          Bien, ve a la mazmorra y tráele a Virginia una caña de bambú de las tuyas.

-          Si mi Ama,

Fui hacia la mazmorra y cogí la caña que me había ordenado mi Ama traerle a su amiga, se la lleve y se la entregue a Doña Virginia que la cogió acariciándola y agradeciéndomelo, ella la dejo en su tumbona y acaricio mi cara cariñosamente.

-          Dani, ve y coge de una oreja a la perra y tráela aquí, quiero que la traigas tirándole de la oreja y la pongas de rodillas a nuestros pies.

-          Si mi Ama.

Fui hacia donde estaba Lucia y la cogí de la oreja diciéndole que me siguiera, ella obedeció sin poner pega alguna, la lleve donde estaban las Señoras y tirándole de la oreja la arrodille ante ellas.

-          Que esperas para besar nuestros pies perra?, le dijo mi Ama, debes aprender a saludar a las Damas como debes desde tu condición y siempre lo harás postrándote de rodillas a nuestros pies y besándolos.

-          Si Señora, dijo ella.

Se acerco a cuatro patas a los pies de mi Ama y los beso, después gateo hasta los de Virginia y también los beso.

-          Me gusta verte así Lucia, le dijo Doña Virginia mientras la tenía a sus pies, creo que has encontrado por fin tu sitio.

Por cierto, sigue ahí besando mis pies y no dejes de hacerlo hasta que yo te lo indique.

-          Gracias Señora Virginia, espero haberlo encontrado, desde luego no creo que haya otro lugar mejor, dijo ella besando el pie de Doña Virginia.

-          Dice mi amiga Merche que eres una puta perra sumisa, que lo has sido siempre pero que ahora por fin te has atrevido a expresarlo.

-          Así es Doña Virginia, lo soy, he de reconocer que su amiga Doña Mercedes me ha ayudado mucho, pero es que ahora creo que necesito expresar lo que siento.

-          Y que es lo que sientes perra?, le pregunto Doña Virginia.

-          Que deseo ser suya Señora Virginia, siento deseo de entregarme a usted y que me dome y adiestre para servirla a usted como usted quiera.

-          Ya sabes que ya tengo un esclavo en propiedad, al cual ya conoces, es eso problema para ti?

-          En absoluto Señora, usted puede tener toda una cuadra tan amplia como quiera, yo solo deseo ser suya y que usted desee usarme y tenerme.

-          Ponte en pie perra, quiero examinarte bien.

Se puso en pie y a una indicación de Doña Virginia levanto los brazos y los puso tras su cabeza, la Señora Virginia a su vez también se puso en pie y se dedicó a mirarla detenidamente examinando su cuerpo, pasando su mano por la piel de la perra y comprobando como esta era sensible al roce con su deseada Señora.

-          Bonitas marcas, le dijo pasando un dedo por las marcas que mi Ama le había dejado en la espalda y culo.

-          Gracias Señora Virginia, su amiga Doña Mercedes me las ha regalado.

-          Y te ha gustado recibirlas?

-          Si Señora, mucho.

-          Ahora yo te hare alguna más perra.

-          Las deseo mucho Señora.

-          Si que tienes buenas tetas y unos pezones excitantes, disfrutare con ellas seguro.

-          Gracias Señora Virginia, me encanta que le gusten.

-          Debes adelgazar perra, no me gusta que te hayas abandonado así, además haremos algunos arreglos depilándote, rasurándote el coño y cortándote el pelo, quizás te ponga más labios, no lo sé aun, el culo me gusta así grande, porque me gusta mucho azotarlo y disfrutare haciéndolo.

Doña Virginia le dio unos leves pellizcos en los pezones y le indico a la perra que se pusiese de rodillas de nuevo, ella se sentó y acomodo en su tumbona.

Se encendió un cigarrillo y le puso un pie en la boca a la perra, ella abrió la boca y empezó a lamerlo y besarlo con devoción y adoración.

Mi Ama me hizo a mí una indicación y yo me puse de rodillas junto a ella a besarle sus pies, mientras ella no se perdía detalle de como su amiga sometía a la perra.

Doña Virginia le fue cambiando los pies de uno a otro mientras se fumaba el pitillo, cuando lo termino, le saco el pie de la boca a la perra y acercándose a ella la cogió del pelo, le levanto la cabeza y le dio dos bofetadas, se le quedo mirando fijamente y la perra automáticamente bajo la mirada pero daba igual la tenia del pello cogida y otras dos bofetadas bien fuertes le estaban poniendo la cara al rojo vivo, así la tuvo otro instante hasta que de nuevo otras dos bofetadas le cruzaron la cara, entonces la soltó del pelo, pero ella aguanto la cabeza en la posición en la que estaba, Doña Virginia le indico que abriese la boca y entonces escupió en ella, una, dos, tres, cuatro y hasta cinco veces, solo entonces le ordeno cerrar la boca y tragar, pero sin mover la cara de su sitio, Lucia, la perra, tenía ya la cara hecha un poema, muy roja, pero desprendía deseo, emanaba excitación y Doña Virginia también se estaba excitando, así como estaba no lo pudo remediar y le dio tres bofetadas más que la perra aguanto sin quejarse y sin moverse de su posición, entonces la Señora Virginia le puso una de sus manos frente a su boca y ella deposito en esos besos que le daba todo su deseo y pasión.

-          Si que tenías razón Merche, esta perra necesita de una doma dura y severa, dijo Doña Virginia.

Mientras mi Dueña asentía ya el ambiente se estaba calentando, para ponerse más cómoda a ver toda la escena mi Ama se recostó de lado en la tumbona, se subió el pareo y me indico que le lamiese el culo mientras ella observaba y así hice con mucho placer por mi parte, mientras tanto su amiga cogió un pezón de la perra y lo pellizco con fuerza, estirándolo y retorciéndolo, ni una queja salió de la boca de la perra, solo un gemido que era más de placer que de dolor.

La cogió de una oreja y la levanto poniéndose también Doña Virginia en pie, la llevo hasta donde estaban los sillones y allí la puso apoyada en el respaldo de uno de los sillones, indicándole que pusiese su culo en pompa, una vez que estuvo así comenzó a azotarla con la mano en el culo mientras que con la otra le amasaba uno de sus pechos.

Cuando paro, le dijo a la perra.

-          Ve y tráeme la caña de bambú negra que hay en mi tumbona, hazlo rápido y ponte de nuevo como estabas cuando me la des.

Ella se apresuró en ir a la tumbona de Doña Virginia coger la caña y llevársela, entregándosela sumisamente.

-          Deseas que te azote, verdad perra?

-          Si, mucho Señora Virginia.

-          Sabes que voy a dejarte marcado el culo y que seré muy dura contigo, verdad perra?

-          Si, mi Señora Virginia, pero lo deseo mucho de usted, porque sé que será por su placer y si es por eso lo deseo todo de usted.

La Señora Virginia se emocionó al escuchar aquello y le indico que se pusiese en posición, una vez que estaba empezó a descargar aquella caña de bambú en el culo de la perra, eran golpes certeros, fuertes, acompasados, que a partir del quinto iban dejando una nítida marca rojiza en aquel enorme culo, a partir del sexto o séptimo la perra se retorcía cada vez que le volvía a impactar otro azote pero Doña Virginia seguía dando uno tras otro, cuando ya iba una docena paro, se acercó al culo de la perra y acaricio aquellas marcas, le gustaron, sonrió y le dijo.

-          Ponte de nuevo, quiero uno más.

Ella se puso de nuevo en situación y la Señora Virginia le dio otro azote, quizás el más fuerte que la hizo retorcerse, aunque se aguantó bien en el respaldo del sillón para no caerse, de nuevo se acercó a la perra y le puso la mano frente a la boca, ella sin pensarlo beso con adoración aquella mano una y otra vez, eso hizo que la excitación de Doña Virginia fuese aun a más y poniéndole las manos tras su cabeza la agarro del pelo y la beso en la boca, hundiendo su lengua en la boca de la perra que sorprendida no sabía cómo reaccionar aunque recibió aquello como un trago de vida, una vez que había saciado su deseo de poseerla también con su lengua Doña Virginia separo su boca y la perra comenzó a caer hasta quedarse de rodillas a los pies de su deseada Señora, su cabeza quedo a la altura del coño de Doña Virginia y ella desnuda como estaba solo emanaba aroma de excitación y deseo en aquel depilado coño que tanto deseaba comerse la perra, apenas pudo aguantar el deseo y sus manos fueron sin pensarlo a las piernas de la Señora, como implorando que la dejase adorar aquel altar de placer.

-          Acaso te he permitido que bajes tus brazos?

Se que deseas saborear mi coño, pero eso será cuando yo así lo decida y ordene, mientras tanto debes aprender a obedecer si de verdad deseas ser mi perra.

-          Si Señora, dijo ella volviendo a poner sus brazos tras su cabeza como le había ordenado su Señora Virginia.

La ordeno ponerse en pie y una vez que lo estaba le ordeno ofrecerle sus manos con las palmas hacia arriba, le dijo que no se le ocurriese moverse de esa posición y volvió a coger la caña de bambú, se puso frente a ella y le dio en la palma de una mano, después en la otra y así fue cambiando hasta que la perra ya no pudo aguantar más y cayó al suelo de rodillas rogando el perdón de la Señora y prometiéndole obediencia total.

-          Sígueme a cuatro patas perra, le ordeno.

Volvieron a las tumbonas y Doña Virginia se sentó en la suya, indicándole a la perra que se pusiera de rodillas a su lado, encendió un cigarrillo y se puso a observar cómo su amiga Merche estaba gozando de mi lengua en su culo y casi a punto de correrse.

-          Abre la boca perra, le ordeno Doña Virginia.

Ella la abrió inmediatamente y la Señora deposito en ella la ceniza de su pitillo.

-          Cierra y traga, aprende bien para cuando me veas que enciendo un pitillo.

-          Si Señora Virginia.

Así siguió hasta que termino el cigarrillo y se lo apago en la boca, escupiéndole enseguida después para que no se quemase.

Cuando ya tenía la boca limpia le ordeno lamerle las axilas, quedando muy complacida de como la perra lamia sus axilas, aunque varias veces tuvo que darle un tirón de pelo pues la lengua se le iba al pecho de su Señora, era obvio que la perra la deseaba y mucho, pero Doña Virginia quería jugar con aquel deseo y hacer que lo multiplicase.

Cuando realmente ya le había dado mucho placer con su lengua en las axilas la cogió de una oreja y la puso frente a ella, quedo de rodillas, con la cabeza baja y frente a su Señora, entonces ella abrió sus piernas y le mostro a la perra aquel sexo en todo su esplendor.

-          Muéstrame ahora el placer que puedes proporcionarme siendo mi perra sumisa, haz que me corra putita.

-          Si mi Señora Virginia.

Hundió su cabeza entre aquellas piernas que tanto había deseado y comenzó a lamer el coño de su Señora con verdadera ansiedad y pasión, lamia, besaba y chupaba como si fuese un helado que se derretía, como si se fuese a terminar, su Señora noto ese deseo y esa adoración y comenzó a suspirar más fuerte y a dar pequeños gemidos.

-          Lo vas a disfrutar Virginia, le dijo mi Ama mientras yo seguía comiéndole el culo.

-          Ya lo estoy disfrutando Merche, esta perra es todo un descubrimiento, tu no veo que lo pases mal tampoco con tu perro.

-          Ya me he corrido una vez, pero quiero hacerlo de nuevo con su lengua en mi culo, mmmmm es algo que me encanta.

-          Yo no tardare mucho en correrme, realmente es buena con la boca y quiero probarla en mi culo también.

-          También lo gozaras, es buena también en el culo esa perra.

-          Hablando de culos, me dijiste que tu perro ya te limpia toda después de hacerlo cada mañana, es así?

-          Si, así es, cada mañana después de hacer mis necesidades mi perro me limpia entera, no uso ya papel higiénico, solo a él.

Él se encarga de toda mi higiene intima, incluso con el periodo, que es un placer que me lo coma cuando estoy con la menstruación.

-          Esta perra si desea ser mía deberá de aprender todo eso, a servirme así y a ser la encargada de mi higiene intima.

Diciendo esto la Señora Virginia se corrió, exploro en un orgasmo profundo y agarro la cabeza de la perra ordenándole tragar todo lo que le estaba dando, ella por su parte estaba encantada de saborear los jugos de su deseada Señora, los cuales tragaba con placer por su parte.

Doña Virginia la agarro del pelo, termino de suspirar en su agitada respiración y le separo la cabeza de su coño.

-          Has estado muy bien perrita, me has dado mucho placer, voy a disfrutar mucho contigo, algo inesperado, dime putita te ha gustado comerme el coño y darme placer?

-          Mucho mi Señora Virginia, es un sueño estar así y aquí, lo deseo todo de usted.

-          Solo tendrás lo que decida darte perra, aprende a que debes desear todo de mí, pero no agobies, yo te daré en cada momento lo que considere y me apetezca, ahora abre la boca que quiero escupirte.

-          Si mi Señora Virginia, gracias mi Señora.

-          Ahora quiero que correrme mientras me lames el culo perrita, me gusta que tu lengua entre en mi ano lo más profundo que pueda y que ahí te detengas lamiendo todo el orificio despacio, venga demuéstrame lo que sabes hacer y cómo me deseas.

Doña Virginia se puso de lado y deje su culo frente a la cara de la perra que lo tenía todo accesible y bien abierto, sin esperar nada y con todo el deseo y devoción que tenía hacia su Señora comenzó a lamer despacio y a pasar la lengua por todo su ano tratando de que su esfínter se relajase y permitiese entrar un poco más la lengua para así darle placer a su Señora.

-          Vaya, sí que lo hace bien esta perra, tenías mucha razón Merche es bastante puta y me gusta que sea así, más placer para mí.

-          Ya te lo dije, le respondió mi Ama, es una joya y un puton la niñata.

En ese momento mi Dueña ya se había corrido por segunda vez y había puesto mi boca en su coño para que tragase toda su corrida, yo lamia y tragaba todos sus exquisitos jugos dejando que mi Ama recuperase su aliento y se acomodase en su tumbona ya totalmente relajada.

Con un tirón de mi pelo me dio a entender que ya era suficiente y aparte mi boca de su coño.

-          Prepáreme y ponme un mojito bien fresco perro, me dijo mientras se encendía un pitillo.

-          Yo quiero otro perrito, me dijo Doña Virginia, mientras seguía disfrutando de la lengua de su perra en su culo.

Fui hacia la cocina a preparar las bebidas de las Señoras y ellas siguieron charlando.

-          Mete bien la lengua putita, lo estás haciendo muy bien pero seguro que puedes hacerlo mejor y darme mucho más placer, le dijo Doña Virginia.

-          Sera una buena perra Virginia, dale la doma adecuada y gozaras mucho de ella, me encantaría encontrar una así para nosotros, completaría mi cuadra perfectamente, dijo mi Ama.

-          Tranquila Merche, seguro que encontrareis la adecuada, a veces las cosas suceden sin haberlas planeado y son como un regalo, mira lo que ha cambiado mi vida en los últimos meses.

En ese momento la Señora Virginia bajo sus piernas de la tumbona, se puso sentada en la misma y cogiendo de una oreja fuerte a la perra la puso frente a ella, sin decir nada y sin darle tiempo a reaccionar le dio 4 hostias muy fuertes en su cara que hicieron que la perra cayera al suelo aun asustada al no saber que sucedía o que había hecho mal comiéndole el culo a su Señora.

Virginia se quedó mirándola fijamente a los ojos y con cara de disgustada mientras ella recuperaba su posición de rodillas frente a su Señora, cuando lo hizo otras dos hostias le hicieron casi caer, pero en esta ocasión aguanto, aunque su cara estaba roja y ardiendo.

Virginia bajo sus manos y agarro pellizcando los pezones de la perra con las dos manos, estirando de ellos para que levantase la cabeza.

-          Aprende perra estúpida que cuando estes sirviéndome de cualquier manera pero en esta ocasión oralmente y yo suelte una ventosidad tu debes abrir la boca y acercar tu nariz, debes tratar de tragarla y por supuesto olerla y saborearla, porque son mías y tú las deseas, no vuelvas nunca, te repito, nunca, bajo ningún concepto a retirar tu cara de lo que estás haciendo y yo te he ordenado por una ventosidad que salga de mi culo el cual tu debes adorar, entendido perra?

-          Si mi Señora Virginia, le ruego que me perdone, no sabía …

-          Calla ya estúpida!! Cualquier puta ignorante sabe que se generan gases al lamer el ano, pero a ti te debe dar igual sean de lo que sean, debes adorarlos y nunca retirar tu boca de lo que estabas haciendo, le dijo Doña Virginia retorciéndole los pezones con fuerza, no tolerare esas faltas de respeto perra!

Le estuvo estirando y retorciendo sus pezones aun un rato más y cuando los soltó y tras darle otro bofetón, puso sus manos frente a la boca de la perra, ella se derrumbó besando las manos de su Señora y suplicándole su perdón.

-          Y tú pretendes ser mía? Pretendes así entregarte para ser de mi propiedad?

Eres una ilusa perra, yo quiero una esclava entregada y que sepa servirme como deseo, sin faltarme el respeto, deseándome, dándome placer y por supuesto anhelando todo lo que viene de mí, sea lo que sea, quiero una puta perra que sea mi asistente personal e íntima, que no sea escrupulosa y que cuide de mi higiene intima, que me limpie después de hacer mis necesidades y que saboree todo lo que le doy.

-          Yo haré todo lo que usted quiera mi Señora Virginia, la serviré como usted desee, aprenderé a que me use para lo que quiera y le daré todo el placer que desee, dijo la perra con los ojos con lágrimas.

La Señora Virginia la mantuvo allí de rodillas ante ella para que sintiese la humillación que deseaba su Señora.

Yo llegué en ese momento con las bebidas, se las serví a las Señoras.

-          Llegas en el momento justo Dani, necesito un trago ya, dijo Doña Virginia.

-          Además del trago Virginia, mi perro llega en el momento justo quizás para aclararle un poco las ideas a esta putita que desea ser tuya.

Ponte de rodillas aquí esclavo, me ordeno mi Ama ponerme a su lado tras coger su bebida.

-          Si mi Dueña.

-          Diles a nuestras invitadas esclavo, uso yo papel higiénico desde hace ya algún tiempo?

-          No mi Ama, no lo usa.

-          Me limpias tu con tu lengua todos los días después de haber hecho mis necesidades?

-          Si mi Dueña, lo hago todos los días y con gran placer.

-          Tragas todo lo que yo te de perrito?

-          Por supuesto mi Ama, es un placer hacerlo.

-          Te resulta desagradable?

-          En absoluto mi Dueña, me gusta y me agrada porque viene de usted.

-          Cuéntale a mi amiga y a la perra cual es mi último encargo que te he ordenado hacer para que yo este cómoda.

-          Un trono de Reina mi Dueña, es un sillón o similar donde mi Ama se sentará cómodamente y podrá hacer sus necesidades sobre mí y donde desee de mí.

-          Y ya la última pregunta a no ser que mi querida Virginia tenga alguna duda, dime mi querido esclavo, deseas que haga mis necesidades en tu boca y tu saborearlo todo?

-          Si mi Ama, de usted lo deseo todo y nada me resulta desagradable, deseo complacerla y darle ese placer también.

-          Besa mis pies Dani, mi querido perro.

En ese momento me incline y bese con devoción los pies de mi Dueña, mostrándole mi entrega a ella.

-          Espero que hayas aprendido la lección y que lo que has oído te sirva, se te acaban las oportunidades y necesito ver que en realidad deseas complacerme, le dijo Doña Virginia a la perra.

Ella no dijo nada solo beso los pies de su Señora cariñosamente esperando que todo lo que había pasado no estropease sus deseos de entrega.

-          Dime una cosa esclavo, me dijo Doña Virginia, se todo lo que harías con tu Dueña, pero si yo deseara hacer todo eso contigo, lo harías o sería un problema?

-          No Señora, si mi Dueña me lo ordena no habría problema alguno.

-          He de decirte Virginia que Dani pese al tiempo que ya lleva en doma con nosotros progresa mucho en su adiestramiento, sus límites iniciales, incluso los nuestros han subido mucho y ya no son los que eran, estamos en ir progresando y subiendo de nivel y por ejemplo ya he cedido a Dani, tenía que probarlo en esa faceta también y he quedado muy complacida con su comportamiento.

-          Te refieres a sin estar tu presente Merche?

-          Así es, ha estado cedido durante una mañana en casa de unos amigos donde ha sido usado bajo unas normas impuestas por mí y obviamente todos hemos quedado muy complacidos y repetiremos la experiencia.

-          Eres genial Merche, ya me contaras más detenidamente todo con detalle.

Aún tengo mucho que aprender de ti y espero aprenderlo, porque me encanta hacerlo.

Dime, dame un consejo, que hago con esta perra ahora?

-          Esta perra te desea Virginia, pero es obvio que necesita aprender, que necesita ser domada y adiestrada en servirte y ser usada para tu placer, creo que lo estás haciendo bien y creo que aunque no sea sencillo el camino tendrás la recompensa que quieres.

Perrita Lucia, quiero decirte que no creas que este es un camino de una sola dirección por la diferencia de roles, si piensas así estas muy equivocada, una Dom cuida de su esclavo o esclava, lo enseña, lo protege, lo quiere, lo desea y lo ama, de otra forma no sería su bien más preciado, eso significa que nunca haría nada que dañase a su propiedad, nunca, así que tienes que estar tranquila y entregarte si es lo que deseas, pero entregarte sin fisuras y por completo, tu Señora, si te acepta cuidara de ti, te llevara por donde considera que debe hacerlo y no te dañara.

-          Muchas gracias por sus palabras Señora Mercedes, es usted de verdad alguien importante por todo lo que transmite, le dijo la perra.

Yo al oír a mi Dueña prolongue mis besos en sus pies y acaricie tiernamente sus pies, ella acaricio mi cabeza y le complació mi gesto.

-          Ha sido toda una verdadera lección perra que quisiera pensar que has oído atentamente, que has interiorizado y que te hace reflexionar en la posición que ahora mismo tienes, solo de ti depende.

Mi orden es muy simple, lámeme el culo, bésalo y méteme la lengua, dame el placer que deseo y no pares hasta que yo te lo indique.

Ve acostumbrándote a ese sabor que tiene y a su olor, poque si pasas a ser mía, serán algo muy habitual para ti, necesito sentir que deseas esto y mucho más perra.

-          Mi deseada Señora Virginia, le ruego que me lo permita aunque sé que después de hacer lo que voy a hacer soy merecedora de al menos un bofetón, pero quiero mirarla a los ojos directamente para decirle desde lo más profundo de mi ser que de usted lo deseo todo y lograre ser y servirla como usted desea.

La perra Lucia le dijo esto mirándola a los ojos a Doña Virginia, cuando termino de hablar beso sus pies y Doña Virginia sonriendo la agarro del pelo y le subió la cara, le dio dos bofetones no demasiado fuertes, le había gustado el descaro de su futura perra y sobre todo su intención, la había creado y pensaba que sería una buena perra para ella.

Tras los dos bofetones le puso la mano delante de la boca y ella la beso agradeciendo, después tirándole del pelo otra vez le llevo la cara de nuevo a su culo y en ese instante ella se lanzó a adorar el precioso culo de su Señora, aún estaba algo relajado su esfínter por lo que empezó a dar lamidas circulares y tratar de meter más lengua en él, los suspiros de su Señora le indicaron que así debía de seguir.

-          Me gusta la lengua de esta perra, creo que solo hay que motivarla, dijo Doña Virginia.

-          La vas a disfrutar mucho, tanto motivándola como cuando ya este motivada, le respondió sonriendo mi Ama.

Oye Virginia por cierto, sigues viéndote con Claudio?

-          Poco ya, ese tío es demasiado problemático y se lleva sus problemas siempre con él, yo creo que los amantes están para disfrutar, para follar y gozar, no para compartir problemas, así que poco lo veo ya, además no es que fuera un figura follando, tuvo su momento pero ya paso.

Porque me has preguntado, te interesa?

-          No por favor, además nunca entendí que estuvieras con él, es que el otro día me hablaron de él y de otros tíos no muy bien, porque parece que son algo fantasmas y además tampoco son tan discretos como debieran. No logro entender que vaya diciendo entre amigotes de copas que si le han follado el culo a esta o se han corrido en la boca de esta, ya sabes.

-          Si, ya se, es el peligro que se corre con algunos que parece que si no lo cuentan y exageran no son nadie, pero seguro que no hablarían de mí, porque aunque lo intentan mucho y todos, nadie se corre en mi boca y nadie usa mi culo, solo uno que tu conoces y que es un descarado, dijo sonriendo y provocando la risa de mi Ama.

-          Ya te avisé de que Chema conseguiría lo que se propusiera, de todas formas reconoce que lo hace genial.

-          Me gusta su leche y no imaginaba que gozaría tanto con su polla en mi culo, me dio cierto temor cuando me dijo que iba a metérmela pero luego fue genial tener su pollon ahí.

Pero como te he dicho es algo que solo hago con Chema.

Si esta perra entra a formar parte de mi cuadra será ella quien reciba la leche de mis amantes y quien me limpie el coño de su leche después de follar, me agrada mucho como me lo hace Dani cuando follo con Chema.

-          Yo creo que es una de las obligaciones que debes imponerle a la perra, y claro que es agradable, excitante y sobre todo higiénico.

Tu higiene debe ser una prioridad para ella en sus obligaciones.

-          Lo será si la acepto, será adiestrada en mi higiene personal además de atenderme oralmente cuando tenga el periodo, me apetece mucho que trague todo lo de mi viene y aun me apetece más que lo desee.

-          Hable con Adela de todo esto y nada le puede perjudicar, además para eso están los controles y analíticas que regularmente le hago al esclavo.

En ese momento Doña Virginia que tenía a su perra lamiéndole el culo le hizo un gesto a mi Ama para que se fijase y es que estaba teniendo unas ventosidades y su perra hundía más la cabeza en su culo abriendo la boca y acercando su nariz, ambas Señoras estaban felices.

La Señora Virginia hizo su mano hacia atrás y con ella acaricio la cabeza de su perra como complacida con su actitud y animándola tras la lección aprendida.

Mi Ama se tumbó a relajarse y me indico que me pusiera de rodillas y que le besase el pecho, a ella le gustaba que se lo lamiese entero, desde abajo hasta arriba, parándome en sus pezones, en los que gozaba mucho que le pasara la lengua suave y los besara con delicadeza, dando pequeños chupetones que la excitaban mucho.

Doña Virginia empezó a gemir con más intensidad y se retorcía de placer, del placer que le estaba dando la perra en su culo, por fin había logrado lo que quería, que se dejase de pudores estúpidos y la hiciese gozar y eso hacía.

Exploto en un sonoro orgasmo que la perra se apremió a tragar moviendo su cabeza hasta el coño y lamiendo todo lo que de el salía.

-          Límpiame bien perra, que no quede nada de la corrida, has hecho un buen trabajo, te felicito, le dijo Doña Virginia.

-          Gracias mi Señora Virginia, ha sido un placer.

-          Has comprobado bien que este bien limpio mi culo, que no quede nada ahí?

Parece que tengo algunos gases y a veces puede ensuciarse y eso no me gusta.

-          Déjeme que lo compruebe con mi lengua mi Señora por favor.

-          Si hazlo.

Y Doña Virginia de nuevo se hizo de lado y dejo expuesto su culo para que la perra pasase su lengua por toda la raja y comprobase que todo estaba limpio.

-          Muy bien perrita, le dijo Doña Virginia.

Se encendió un pitillo y puso a la perra junto a ella para usarla de cenicero mientras observaba como su amiga Merche disfrutaba de con las lamidas en sus pechos que le estaba dando yo, a veces la lengua se me iba hacia las axilas y ella sonreía y gozaba de todo aquello.

Cuando termino el cigarrillo ya mi Ama se había sentado en la tumbona y me tenía de rodillas junto a ella.

-          Ve ahí, junto a la ducha perra y ponte tumbada boca arriba hasta que te lo indique.

-          Si mi Señora Virginia.

-          Veo que tienes ganas de orinar Virginia, le dijo mi Ama.

-          Yo sí, y tú también debes de tenerlas, ya ha llegado el momento y quiero que me acompañes en el bautizo, pues has tenido mucho que ver.

-          Encantada, sí que tengo ganas de orinar y además creo que tomas una decisión acertada.

Esclavo ve y trae champagne con dos copas, esto debemos celebrarlo.

Fui hacia la cocina a traer lo que me habían ordenado y ellas se levantaron, se besaron y fueron hacia donde estaba la perra tumbada.

La Señora Virginia se puso frente a ella, para que pudiese verla bien sin moverse, justo encima de sus pies y mi Ama a su lado, ambas desnudas y descalzas.

Primero Doña Virginia y después mi Ama fueron poniéndole los pies en su boca para que los besase y lamiese, después volvieron a su posición y entonces Doña Virginia hablo.

-          Atiende y escucha bien Lucia, ahora debes ser muy clara, muy sincera y muy explicita en todo lo que pasará pues de tus palabras dependerá tu vida de ahora en adelante.

Deseas entregarte por completo a mí, para pasar a ser de mi absoluta propiedad, para que te dome y adiestre a mi servicio y para mi placer y yo sea quien decida y dirija tu vida a partir de este instante?

-          Si lo deseo Señora Virginia, lo deseo mucho.

-          Deberás obedecerme en todo sin cuestionarme en nada y me servirás con total lealtad y deseo, esa es tu máxima obligación.

-          Si Señora Virginia.

-          Ya eres mi puta perra sumisa, así que puedes llamarme Ama o Dueña.

-          Gracias mi Ama Virginia.

-          Ahora y en señal de propiedad te marcare con mi orina que echare por tu cuerpo terminando en tu cara y boca, espero que la abras y la bebas como una buena perra.

La Señora Virginia empezó a orinar por las piernas de la perra, puso su mano encima de sus labios vaginales y dirigía su orina donde ella quería, lo hacía con fuerza cuando lo hizo en el coño de la perra y también las tetas, después llego a la cara, se la rego entera advirtiéndole que cerrara los ojos y después le ordenó abrir la boca, allí dirigió su chorro y le lleno la boca, ella intento tragar pero no puedo con todo.

-          Ahora mi amiga Merche, la cual será tu madrina y tutora, también te bautizará, haz lo mismo que te he dicho que hagas conmigo perra.

-          Si mi Ama.

Mi Dueña se puso encima de ella y empezó a orinar, le rego todo su cuerpo y cara, le ordenó abrir la boca y también se la lleno de su pis, ella trago lo que pudo y se quedó allí con todo su cuerpo lleno mojado.

Llegué en ese momento con la botella de champagne y las dos copas, abrí la botella y les serví a las dos Señoras, que aún permanecían allí de pie junto a la perra, su copa, cuando la tenían llena brindó y se besaron.

-          Dani, que la perra te acompañe a cuatro patas allí al centro del jardín y échale agua con la manguera para que se lave, que aún no ha terminado su ceremonia de bautizo, aún estamos las dos sin limpiar, dijo mi Ama.

-          Así es, apostillo Doña Virginia.

La lleve al centro del jardín y allí le eche agua con la manguera, ella se aseo bien y entonces le di una toalla para que se secara.

De nuevo la acompañe, ella a cuatro patas, hacia donde estaban las Señoras aun de pie esperando con sus copas.

-          Siempre que te regale mi lluvia dorada o decida que alguien pueda dártela, después has de estar atenta y limpiar bien de donde haya salido, bien el coño o una polla, también donde haya podido salpicar, muslos o culo, entendido perra?

-          Si mi Ama Virginia.

Entonces la Señora Virginia abrió sus piernas, así como estaba de pie levanto un pie para ponerlo encima de una tumbona, de manera que la perra tuviese fácil acceso a su coño, cuando ella encajo su cabeza en el coño de su Dueña esta le agarro la cabeza por detrás para empujarla aún más y la perra comenzó a lamer el coño limpiando los restos de orina que pudiesen quedar.

-          Así muy bien perra, le decía su Ama, espera, espera un momento que parece que tengo más ganas, si, abre la boca y traga, le ordeno su Ama.

Ella sin hacer ningún gesto de rechazo abrió la boca y trago lo que su Ama le dio, era un chorro que aún quedaba, ya parecía que había acabado pero su Dueña le dijo que esperase con la boca abierta por si quedaba algo, un instante después le dijo que no, que ya no tenía más ganas y que continuase limpiando, ella se afano en limpiar el coño de su Ama, el culo y los muslos, dejándolo todo limpio y aseado.

-          Ahora haz lo mismo con tu tutora, le ordeno su Dueña.

-          Si mi Ama, respondió ella acercándose a mi Ama que se había puesto igual que su amiga con una pierna levantada.

La perra llego y se encajó en el coño de mi Ama y empezó a lamerla limpiando cualquier resto.

-          Si aun te quedan ganas Merche, ahora puedes hacerlo, ya sabes que puedes disponer de mi perra como quieras, sin limitación alguna.

-          Gracias Virginia, lo hare, dispondré de ella para que me de placer, pero ahora ya no tengo más ganas de orinar.

La perra termino de limpiar a mi Dueña y se presentó de rodillas a los pies de su Ama.

-          Dani por favor, tráeme mi bolso y una bolsa que la perra traía cuando hemos llegado, me ordeno Doña Virginia.

Mientras tanto las dos Señora se habían sentado cómodamente en los sillones que hay junto a la pérgola y allí charlaban mientras bebían su copa de champagne.

Busque lo que me había pedido y se lo acerque, ella lo cogió y saco un collar metálico de cadena plateada con eslabón mediano y una correa también metálica plateada y de la bolsa saco dos cajitas.

-          Ven aquí esclava, le ordeno su Ama.

Ella gateo hasta donde estaba su Dueña y se puso de rodillas frente a ella.

-          Mi amiga Merche que es muy previsora e intuye todo me había dicho que preparase todo esto y me lo trajese, que no importaba si al final no le daba uso, parece ser que sí que le daré uso, mira, este es tu collar de perra sumisa, siempre lo llevaras puesto, bajo ningún concepto te lo podrás quitar ya que solo yo puedo hacerlo y es la muestra de quién eres tú y de que me perteneces, llévalo con respeto.

Además de tu collar, iras marcada con mis iniciales a fuego en tu piel, en varios sitios de tu cuerpo, como símbolo de pertenencia a mi cuadra, espero que esas marcas las luzcas con placer, respeto y adoración.

-          Muchas gracias mi Ama, muchísimas gracias, las deseo mucho.

Doña Virginia le puso el collar, engancho la correa y tiro de ella para comprobar que todo estaba donde debía.

-          Merche, antes de seguir me gustaría que le ordenases a tu perro que afeitase a la perra, no quiero verle más esa mata de pelo ahí, mañana ira de cabeza a Luisa a que le hagan una depilación laser y también a cortarle cabello, no se cuánto pero lo va a llevar más corto, pero por favor, mientras tanto es que no soporto verla así más.

-          Tranquila Virginia, le dijo mi Ama.

Dani, llévate a la perra a tu aseo, allí le cortas el pelo del pubis con una tijera y después le das unas pasadas una maquinilla de afeitar, hazlo rápido.

-          Llévatela tirando de la correa Dani, la perra ha de acostumbrarse, me dijo Doña Virginia entregándome la correa de su perra.

Tu perra, haz lo que te diga Dani pero no abras la boca, tienes prohibido charlar, entendido?

-          Si mi Ama, dijo ella.

Se puso en pie y yo tirando de su correa me la lleve a la casa a cumplir con lo que me habían ordenado.

-          Lo estás haciendo genial Virginia, estate tranquila tienes una excelente perra y gozaras mucho de ella.

-          Aún tengo cierto temor de que haya incompatibilidades con su hermano, dijo ella.

-          No temas nada, es tu casa, son tus reglas, tus normas y tus deseos, solo debes pensar eso, y si es que todo fuese fatal, haces limpieza y todos a buscarse la vida, ya verás como no se llega a eso, ambos te aman y eso es lo principal, aunque les cueste se acostumbraran y al final solo miraran por ti, es tu placer y eso lo único que importa.

-          Tengo muchas ganas de follar con quien me dé la gana en mi casa y no tener que dar explicaciones ni de eso ni de nada a nadie, solo disfrutar.

-          Y lo harás, seguro.

Cuéntame, que tal con tu tío y la familia, ya se han calmado?

-          Si, ya están todos calmados, mi tía los ha puesto a todos en su sitio y ahora todos me respetan mucho y están muy serenos.

Sin apenas aparentarlo mi tía es muy alfa, ya te dije que me abrí a ella y le conté todo y lo único que me dijo es que menos mal que ya me había espabilado, que no me preocupase y que hiciese mi vida, que ella se encargaba de todo.

-          Si ya me hablaste de tu tía.

-          Ya verás cuando se entere de que la niñata es mi esclava, alucinara y veremos si no le da por venirse una época y usarla también, siempre le ha tenido mucha manía a la familia de Javier y Lucia porque han sido muy estirados, la verdad es no tenían las simpatías de la gente de aquella zona y desde luego mi tía siempre les ha tenido muchas ganas, ella fue la que más se alegró de que por fin me diese cuenta de quien era el mierda de mi marido y de quien era yo, también con el perro de Javier tiene alguna cuenta pendiente y también disfrutara humillándolo y castigándolo, ahora con los dos hermanos será para ella el colmo, seguro que se pone loca de contenta, siempre ha tenido mucha fe en mí, siempre me ha apoyado y siempre ha estado ahí desde siempre, no solo cuando faltaron mis padres.

-          Si se decide a venir y a darle lo suyo a tu perro, no quiero perdérmelo, dijo mi Ama.

Ambas sonreían con esos comentarios y se apoyaban mutuamente.

continuara ...

agradezco comentarios y también criticas