Esclavo de mis vecinos. (capítulo 23)

Por una de esas casualidades de la vida mis vecinos y yo descubrimos nuestros gustos y podemos cumplir deseos y sueños.

CAPITULO 23

(se recomienda leer los anteriores)

Aquella mañana, estando en el porche y mientras le pintaba las uñas de los pies a mi Ama mientras ella tomaba tranquilamente su desayuno, le sonó su teléfono y era su amiga Virginia para contarle que estaba un poco nerviosa, ya tenía en casa a Lucia, la hermana de Javier, su ex y ahora su esclavo, le comento que había llegado la noche anterior y que ella le había dicho que descansase y que hoy hablarían tranquilamente, que Lucia le había dicho que conocía toda la nueva situación porque su hermano le había escrito y contado todo, recomendándole que escuchase e hiciese caso a ella, su Ama, que me tratase con educación, con respeto y sobre todo que obedeciese las indicaciones que le diese.

Le conto a mi Ama que Lucia estaba un poco sin saber bien cuál era su situación y cómo reaccionar, estaba a la espera de poder hablar con ella y obviamente ella no sabía cómo afrontar toda esta situación, de alguna manera por inesperada o no prevista la tenía superada por momentos y estaba un bastante agobiada.

Mi Dueña le dijo que se tranquilizase ya que los tiempos y las situaciones era ella quien debía definirlos, que no tenía que hacer nada que no quisiera hacer o que la agobiara, que ella era la única importante y solo debía pensar en ella, también le dijo que hoy se vistiese muy sexy y con clase, debía de estar elegante, atractiva y mostrar su poder, con algunos bonitos tacones de los que ella tenía y que fuese hoy a tener una sesión de disciplina con su esclavo y que hiciese que Lucia la presenciase detrás del cristal opaco, que sería bueno conocer las reacciones de Lucia al ver a su hermano sometido y disciplinado por ella y constatar cual era la realidad, que fuese especialmente dura con el perro en la sesión, que lo follase también y que si lograba que él se corriese con su jaula puesta seria genial, que eso es con lo que Lucia debía de quedarse, el placer a través de la entrega absoluta, que la chica debía de quedarse con todas las muestras de respeto de todo el mundo al postrarse a sus pies y besarlos humildemente, debía de comprobar una y otra vez cuál es tu vida ahora, tu estatus y tu posición.

Su amiga Virginia entendió bien lo que le decía mi Ama y lo que debía mostrar a Lucia, quizás eso le ahorraría bastante conversación con su excuñada.

Mi Ama siguió hablando y proponiéndole a Virginia el plan que había ideado, le dijo que en todo momento debía de marcar bien las diferencias con Lucia, mostrarse siempre como una superior, que no le permitiese en ningún momento ningún tipo de acercamiento como familiar o de cualquier otro tipo, le comento que después de salir de la finca y tener la sesión se viniese a casa, que comerían juntas ellas dos y que ya se encargaría ella de ver cómo podía “llegar” a Lucia, que simplemente le dijese que mi Ama era su mentora y que por tanto debería de mostrarse muy respetuosa y educada con ella y ya vería como se desarrollaba todo.

Cuando finalizo de hablar con su amiga mi Ama me encargo que preparase comida para ellas dos y se quedó pensativa cómodamente sentada en el porche, yo fui hacia la cocina a preparar la comida y realizar el resto de mis tareas.

-          Dani, para cuando vengan mis invitadas te quiero vestida de sissy con el traje rosa y el delantal y cofia blancos, nos servirás así.

-          Si mi Ama.

Hacia el mediodía llegaron las Señoras que esperaba mi Dueña, les abrí la puerta, salude como debía Doña Virginia besando sus pies y arrodillándome ante ella, una vez que ella entro en casa me puse en pie y Lucia venia como a dos o tres pasos tras ella, le dije que me esperase en la puerta y acompañe a Doña Virginia al porche, donde estaba mi Ama.

Una vez que se saludaron mi Ama me indico que pasase a Lucia y la acompañase al banco del jardín que hay junto a las escaleras del porche que le indicase que se sentase allí y no se moviese.

-          Dani, le he dicho que obedeciese en todo y fuese educada y cuidadosa, si no es así quiero saberlo, me dijo Doña Virginia.

-          Si Señora, no se preocupe.

-          Gracias perrito, me respondió ella, y si se le ocurre querer conversar contigo, no le respondas por favor, me dijo, y también me lo dices luego.

-          Sera como usted ordena Señora Virginia.

Con una reverencia fui hacia la entrada y allí estaba ella en pie esperándome, parecía como algo asustada aunque su gesto era más de sorpresa y de no saber lo que le esperaba, era más bajita que Doña Virginia y aún más que mi Dueña, algo regordeta aunque no obesa, morena, de pelo lacio, media melena, tenía bastante pecho y culo, vestía unos vaqueros y un suéter, andaría en los treinta más o menos y su cara era redonda, parecía una adolescente asustada.

Le indique que me siguiera y fuimos hacia el jardín, al pasar por el porche vio a mi Ama y a Doña Virginia charlando, hizo como un ademan de pararse, pero le hice un gesto serio y me siguió, bajamos los escalones y en el jardín la lleve al banco en el que debía sentarse, le indique que se sentase y que esperase allí, que no se le ocurriese moverse y que ya la llamarían las Señoras cuando lo estimasen oportuno.

-          Tiene pinta de niñita buena, comento mi Ama a su amiga.

-          Esta cortada, creo que aún no sabe cómo reaccionar ante todo lo que está pasando en su vida que antes era muy tranquila, le respondió Doña Virginia.

-          Como ha respondido a lo que ha visto esta mañana en la finca de como sometías a su hermano?, le preguntaba mi Ama.

-          Según me ha dicho la monitora que ha estado con ella mientras yo tenía esa sesión de disciplina con mi esclavo, ha tenido reacciones diversas, por un lado estaba como temerosa, un poco asustada, pero por otro lado era excitación por lo que veía lo que sentía, es más, para probarla, esta chica cuando me he quedado en ropa interior para azotar a mi perro, ha comentado “la Señora esta espectacular” y ella ha dicho “es divina, siempre lo ha sido”, la monitora para ver su reacción le ha dicho “me refería a con el látigo en la mano” y ella ha dicho “sí, yo también pienso así” ruborizándose y escondiendo su cara.

-          Pues aún lo tengo más claro Virginia, la niñita buena es una perra y te desea, le dijo mi Ama.

-          Ojalá porque tengo verdaderos deseos de bajarle los humos y tenerla a mis pies entregada y obediente.

-          Sabes si ha tenido relaciones con otras mujeres?

-          No lo sé, sé que tuvo una muy buena amiga con la que compartía mucho tiempo en la universidad y después le conozco un par de relaciones con unos tíos que a su hermano no le gustaban nada, pero poco más, le dijo la Señora Virginia.

-          Bueno, ahora después saldremos de todas las dudas, de momento que te parece si nos vamos hacia la zona de la piscina, tomamos un poco el sol, pinchamos algo y nos damos un baño, así te cuento como lo haremos y tú me cuentas con detalle cómo ha ido lo que has hecho esta mañana, le dijo mi Dueña.

-          Me parece genial, necesito relajarme un poco, toda esta situación me genera mucha tensión y apenas he podido disfrutar de la sesión con mi perro esta mañana pensando en cómo resolver el asunto de esta niñata.

-          Vamos a tomar un poco el sol y de relajarte se encargará Dani, que lo hace genial.

-          Si que lo usare, lo necesito, dijo Doña Virginia sonriendo.

Ambas Señoras se levantaron y se fueron hacia la piscina, siempre bajo la atenta mirada de Lucia que esperaba le dijesen algo pero apenas le dirigieron ni una leve mirada, en cambio ella sí que las siguió con la mirada sin perder ni un solo detalle del caminar de ambas hasta que llegaron a las tumbonas que hay junto a la piscina, la posición de Lucia era privilegiada para poder observar todo lo que sucedía en la piscina y zona contigua, las tumbonas, etc., quizás por eso mi Ama me había ordenado ponerla allí, para que observase todo el rato y no perdiese detalle.

Estaba en la cocina, preparando la comida cuando de repente recibí una descarga, me apresure a ir donde estaban las Señoras, llegue, me arrodille ante mi Ama.

-          Ayúdanos a desnudarnos perrito, me ordeno mi Dueña.

Las ayude a que se desnudaran y cuando les quite sus tangas con un gesto mi Ama me indico que los lamiese como debía tanto en la zona del coño como en la del culo, todo lo hacía para que Lucia lo viese bien, según me había dicho mi Dueña con anterioridad y ella vigilaba y se daba cuenta de que la chica no perdía detalle de todo lo que sucedía ante ella.

Una vez que estaban desnudas ambas se tumbaron a tomar el sol después de haberles puesto yo unas toallas para que estuviesen más cómodas, también les acerque a petición de Doña Virginia una mesita baja con el cenicero y el tabaco de ambas.

Mi Ama me ordeno prepararles un aperitivo y traerles una copa de vino blanco.

Fui hacia la cocina y preparé lo que me había sido ordenado, la chica me seguía con la mirada, ya no sé si era incredulidad o simplemente sorpresa de mi aspecto.

Cuando regrese con el aperitivo y la bebida ambas Señoras estaban en el agua, charlaban muy animadamente y muy cariñosamente pues se daban algún que otro beso, la verdad es que estaban espectaculares las dos desnudas en la piscina y con sus juegos.

-          Quédate ahí y espera a que salgamos del agua para servirnos el aperitivo esclavo, me ordeno mi Ama.

Me quedé junto a las tumbonas y cogí las toallas para ofrecérselas cuando saliesen de la piscina.

Lo hicieron un instante después, me arrodille y les di las toallas, ambas seguían con su charla y apenas me prestaban atención, se limitaron a secarse un poco y volver a tumbarse, una vez que estaban acomodadas mi Dueña me indico que les sirviese el vino, lo hice como a ella le gustaba y después recogí las toallas que habían dejado por el suelo, me fije que la chica seguía observando todo, fijándose en todo lo que hacían las Señoras y quizás esperando que alguien le dijese algo, pero los planes de mi Dueña eran otros.

-          No estes parado, arrodíllate y besa los pies de Virginia, ha tenido una mañana movida y necesitara relajarse, me dijo mi Ama.

-          Eso es cierto, necesito relajarme, me vendrá bien que me des un masaje con tu boca en mis pies perro, me dijo Doña Virginia.

Me arrodillé y comencé a besar los pies de la Señora Virginia, eran unos pies pequeños, cuidados y muy sensibles a las caricias, los lamia y notaba como la piel se contraía al paso de mi lengua, a ella le complacía, le gustaba, chupaba uno a uno cada dedo, manteniéndolo en mi boca y acariciándolo con mi lengua, su empeine, sus tobillos, la planta del pie, eran deliciosos y le estaba proporcionando el placer que ella quería.

-          Este perro conseguirá que un día me corra con solo lamerme los pies, es increíble el cómo me hace gozar con su boca, le dijo Doña Virginia a mi Ama.

-          Si que hace unos servicios orales fantásticos, apostillo mi Dueña.

-          Creo que con el día que llevo y tal y como ahora estoy le voy a ordenar que me lo coma todo y que haga que me corra un par de veces para relajarme, dijo Doña Virginia.

-          Es lo que esperaba que hicieses, ya sabes que puedes disponer de el cómo quieras y como más gusto te dé, yo voy a tener una primera charla con tu chica, veamos si es o no una perra por descubrir, dijo mi Ama sonriendo.

Dicho esto le dio un trago a su copa de vino y se puso en pie, cogió su pareo medio transparente y poniéndoselo se encamino hacia el porche.

Cuando llego a las escaleras se quedó allí quieta, frente a Lucia, por unos instantes no dijo nada y solo la miraba, la chica no sabía dónde dirigir su mirada o que hacer, estaba nerviosa, agobiada, casi histérica.

-          Eres Lucia, no?, le dijo mi Ama.

-          Si, soy Lucia, dijo ella balbuceando y muy nerviosa.

-          Y sabes quién soy yo?, le pregunto mi Ama.

-          Usted es Doña Mercedes, amiga de Virginia, le respondió.

-          Soy algo más que amiga, no?

-          Perdón, tiene razón, sí sé que es usted su mentora, además de una eminente y relevante Domina.

-          Sígueme, quiero charlar un poco contigo.

Mi Ama ni se detuvo en mirarla y subió las escaleras hasta el porche, se sentó en su sillón y espero que ella llegase, ella caminaba despacio, detrás de mi Ama, con la cabeza baja, ahora parecía menos nerviosa pero aún muy inquieta, se paró frente a mi Ama, esperando una señal o indicación de donde sentarse o de cómo ponerse o de que debía de hacer.

Mientras tanto en la zona de la piscina Doña Virginia seguía disfrutando de mi lengua en sus pies, ahora ya eran más claros sus leves jadeos y el cómo gozaba de esas lamidas.

-          Ve subiendo perro cabron, que me tienes ya muy caliente, pero quiero que subas por mis piernas despacio, sin perderte nada, que pausadamente lamas mis muslos y que me comas el coño hasta que yo te ordene parar, entendido?, me ordeno Doña Virginia.

-          Si Señora Virginia, dije empezando a degustar sus piernas.

Lamí sus piernas como a ella le gustaba y como me había ordenado, lamí sus muslos de forma más lenta y mucho más sensual deseando llegar a su coño, el cual ya emanaba olor a placer y estaba ya muy jugoso, muy empapado, ella abrió aún más sus piernas para facilitarme mi trabajo y yo hundí mi cabeza entre sus piernas y comencé a lamer aquel sexo bebiendo y tragándome todos sus jugos y humedades, ella comenzó a respirar más fuerte y a gozar.

En el porche en aquel momento Lucia aún seguía en pie frente a mi Ama que sentada cómodamente la observaba sin pronunciar palabra alguna.

-          Quiero charlar contigo un rato Lucia y espero que seas muy sincera, llevo fatal que me mientan, así que ponte cómoda y hablemos, dijo mi Ama.

-          Como o donde debo ponerme, pregunto Lucia casi con temor por no saber cómo comportarse.

-          Cuando hablo con alguien, me gusta que este frente a mí, verle los ojos, la cara, la mirada y normalmente ante mí se suelen poner de rodillas, siempre que desean mostrarme su respeto y sean de tendencia sumisa.

Ella escucho a mi Ama y automáticamente se puso de rodillas ante ella.

-          Eres sumisa Lucia?

-          No sé qué responderle, nunca he tenido una experiencia de ese tipo pero es algo que siempre me ha llamado la atención y ahora quizás aún más.

-          Piensas que esto es un juego, una situación de un rato, un momento de excitación o simplemente un capricho?

-          No he querido decir eso, pero es que además de ser una persona insegura en este tema lo desconozco todo, no sé cómo llamar a mis sensaciones, no sé cómo llamar a lo que siento y a cómo me siento.

-          Te sientes cómoda de rodillas ante mí?

-          Si Señora Mercedes.

-          Porque?

-          Virginia me ha hablado muy bien de usted, he notado en ella cuando la nombraba admiración, respeto, además dentro de este mundo BDSM me ha dicho Virginia que usted es una mujer muy importante y muy influyente, también me ha advertido varias veces que ante usted debía comportarme de manera educada y respetuosa, pero además yo por mi parte quería mostrarle mi respeto.

-          Bien, creo que eres sumisa Lucia pero aun has de verbalizarlo por ti misma, despojarte de esos pudores estúpidos y mostrarte sin miedo tal como eres.

Por cierto, cuando hables de mi amiga Virginia, trátala como debe hacerlo una sumisa como tú, con mucha educación y siempre de usted.

Es superior a ti y por tanto tu debes de mostrarle siempre tu respeto y admiración.

-          Por supuesto que es superior, siempre lo ha sido, siempre la he admirado y de alguna manera venerado, pero nunca he sabido como actuar ante ella, aunque para mí siempre ha sido un referente.

-          Dime que has sentido esta mañana cuando has visto todo lo que has visto.

-          Han sido sensaciones extrañas Señora Mercedes, era algo que no esperaba, me ha resultado sorprendente, aun mas por ser mi hermano que yo pensaba que era una persona dominante.

-          Él era dominante contigo?

-          Si Señora Mercedes, siempre lo ha sido y mucho.

-          Seguramente lo ha sido siempre contigo por tu naturaleza sumisa, no porque fuese dominante, sino porque tú eres sumisa, creo que esta es otra señal de lo que eres Lucia.

-          Quizás sea como usted dice, quizás tenga mucha razón y mis inseguridades no me permitan asumirlo, pero es cierto que me siento cómoda siendo sumisa, aunque he de confesarle que no todo el mundo despierta en mi esa sensación.

-          Aun debes esforzarte más y ser más sincera Lucia, me lo agradecerás más adelante, pero debes permitirte el decir las cosas como las sientes, el expresar lo que llevas dentro.

-          Lo intento Señora.

-          No es suficiente, le dijo mi Ama ahora ya muy seria, acaso necesitas de algún incentivo?

-          No Señora.

-          Me temes o me deseas Lucia?

-          Creo que quizás es una mezcla de ambas Señora.

-          Eso está bien, me gusta que me temas y que me deseas, eso me da poder y me complace sentir ese poder.

-          Usted ya es muy poderosa Señora, dijo ella bajando la cabeza y algo vergonzosa.

-          Lo soy para ti?

-          Creo que lo es, es algo que no se explicar, pero que lo siento así.

-          El poder querida Lucia es algo que se otorga, que se entrega, acaso tú me estas dando poder Lucia?

-          Usted lo tiene Señora.

En ese momento mi Ama le dio una bofetada a la chica que la dejo sorprendida, no fue muy fuerte pero si contundente, su cara enrojeció y no sabía cómo reaccionar.

Mi Ama entonces acaricio su cara con la misma mano que la había abofeteado y se la puso frente a su boca, Lucia sin decir nada la beso con deseo.

-          Cuando te pregunte algo Lucia, tu respondes, sin evasivas, ya te he dicho antes que debes ser más clara y sincera.

-          Si Señora, perdóneme, si yo le estoy dando ese poder Señora Mercedes.

-          Eso está mucho mejor, así debe ser, si eres sincera avanzaremos más.

Antes te he preguntado por tus sensaciones con lo que has visto esta mañana, cuéntame ahora.

-          Ha sido algo impresionante, he visto a la Señora Virginia como le aplicaba disciplina a su esclavo, como lo domaba y luego como lo penetraba, ha sido algo fantástico y yo no sabría explicar cómo me he sentido porque todo ha sido muy nuevo para mí, pero no podía apartar mi mirada de la escena y de todo lo que allí sucedía.

-          Te has excitado?

-          Si Señora.

-          Te avergüenza reconocerlo?

-          Si Señora, compréndame por favor.

-          Has deseado en algún momento ser tu quien estuviese allí siendo sometida?

-          Si Señora, dijo ella bajando su cabeza.

-          Como has visto a Virginia?

-          La Señora Virginia era una Diosa, estaba espectacular, hoy ya estaba fantástica desde que salimos de casa pero con el látigo o la vara en la mano era una verdadera Diosa.

-          La deseas?

-          Mucho Señora, siempre la he deseado, además sin saber porque o como siempre la he deseado como Domina, para que me acogiese, me tomase, …

-          Te domase y adiestrase a su servicio?

-          Eso sería para mi todo Señora, pero antes solo podía ver a mi hermano como dominante y a ella como no accesible, por lo que mis deseos y sueños se quedaban en nada.

-          Aun tienes un largo camino por delante, pero es obvio que eres sumisa, una perra sumisa en toda su extensión.

Ya has visto a mi esclavo, es lo que deseas? Quieres vivir así?

-          Me llama mucho la atención Señora, es algo que alguna vez he soñado aunque lo veo muy lejano porque no creo estar preparada, mi sentido del ridículo aun es fuerte y no sé cómo respondería a muchas cosas.

-          Para eso está el periodo de doma y adiestramiento perrita, porque ya lo has asumido que eres una perra sumisa, no?

-          Si Señora, lo soy.

-          Mira lo que hace mi esclavo ahora mismo.

En ese momento yo estaba comiéndole el coño a Doña Virginia y ella se estaba corriendo por segunda vez jadeando de manera muy sonora y tirándome del pelo.

-          Mi amiga está disfrutando de mi esclavo, necesitaba relajarse y los esclavos están para complacer a sus Dueños y a quienes estos decidan.

-          Así debe ser Señora, no tengo experiencia pero sí que he leído e imaginado muchas cosas.

-          Ve hacia allí, junto a las tumbonas deben estar mis chanclas, tráemelas perrita.

-          Si Señora.

Se levanto y fue hacia aquella zona, no dejaba de fijarse en Doña Virginia disfrutando de mi boca, cuando la Señora la miro ella bajo la mirada y busco nerviosamente las chanclas de mi Ama, las cogió y cuando trataba de volver hacia el porche donde la esperaba mi Ama, le dijo Doña Virginia,

-          Que haces por aquí Lucia?

-          He venido a recoger las chanclas de la Señora Mercedes Doña Virginia, no he querido molestar.

La Señora Virginia se extrañó de la composición de la respuesta de la chica y pensó que mi Ama tenía mucho que ver en eso, le agrado ese cambio.

-          Espero que te estes comportando y siendo respetuosa con nuestra anfitriona, le dijo.

-          Si Señora Virginia, lo estoy haciendo y espero que todo sea como usted desea y de su agrado.

-          Ve y llévale sus chanclas a Merche, no tardes y obedécele en todo.

-          Si Señora Virginia.

-          Ahora perro, me dijo a mí, ahora cómeme el culo que quiero que me hagas correr con tu lengua ahí.

Lucia con las chanclas en sus manos fue hacia el porche, allí la esperaba mi Ama.

Llego se arrodillo ante mi Dueña y le entrego las chanclas.

-          No, no me las des, límpiame con tus manos mis pies, hazlo suave y después me las pondrás.

Ella con mucha vergüenza y sonrojada cogió uno de los pies de mi Ama y acariciándolo lo limpiaba con su mano, suavemente y con placer por parte de ella.

Como estaba Virginia, como la viste allí?

-          La Señora Virginia estaba disfrutando con su esclavo Señora.

-          Que le hacía?

-          Le estaba comiendo el coño Señora.

-          Te hubiese gustado hacérselo tú? Estar sirviéndola tú?

-          Si Señora, claro que me hubiese gustado.

-          Aun no estas preparada perrita, pero si lo deseas mucho y te entregas por completo podrás conseguirlo.

-          Si Señora, deseo aprender y conseguirlo.

-          Te gusta servirme perrita? Te gusta que te use?

-          Si Señora Mercedes, me siento muy bien ahora mismo y solo deseo hacerlo bien, cumplir con lo que usted desea.

-          Bueno quizás la pregunta correcta sea, te gusta servir, te excita ser usada, ser una perra sumisa obediente?

-          Si Señora Mercedes, me gusta y me excita, además no imaginaba que tanto como estoy empezando a sentir.

-          Eso es, muy bien, ahora quiero que me limpies el pie con tu lengua y que me beses mis pies, lo deseas perra?

-          Si Señora Mercedes, dijo ella bajando la cabeza y besando el pie de mi Ama.

Mi Ama se acercó a ella, le levanto un poco la cabeza y le dio dos bofetadas, esta vez bastante más fuerte que la primera, ella reacciono bien, con su cara sonrojada por las bofetadas y por la vergüenza, pero aun así esperaba que mi Dueña le pusiese la mano frente a su boca para besarla, cuando lo hizo mi Ama le dijo que siempre además de besar la mano debía de agradecer la disciplina recibida.

-          Gracias Señora.

-          No te voy a repetir la pregunta perra, responde.

-          Si lo deseo Señora Mercedes.

-          Bien, lo harás, obedecerás lo que te he ordenado, pero lo harás desnuda, así que ponte en pie y desnúdate perra.

Ella ahora sin decir nada, ni dudarlo, se levantó y empezó a desnudarse, se quitó los pantalones, el suéter y después más despacio y con más vergüenza la ropa interior, el sujetador y finalmente la braga.

-          Déjalo todo en el suelo, quizás no te lo vuelvas a poner.

-          Si Señora.

-          Quítate también los pendientes, anillos y todo lo que puedas llevar colgado, déjalo ahí en la mesa.

-          Si Señora.

-          Por lo que veo estas gordita, deberás adelgazar, una perra sumisa como tu ha de cuidarse y estar deseable para su Dueña.

-          Si Señora, la ansiedad de esta última época de mi vida me ha hecho engordar.

-          También deberás quitar todos esos pelos de tu coño, deberás ir rasurada, bueno ya se darán instrucciones si eres aceptada en una cuadra como esclava.

Mi Ama le ordeno acercarse a ella y cuando estaba junto a ella le metió un dedo en su coño, comprobando que Lucia estaba empapada.

-          Por lo que veo te gusta y excita que sea dura contigo, que sea estricta para enseñarte.

-          Si Señora Mercedes.

-          Quizás también te haya excitado el ver a Virginia a la que adoras, disfrutando con mi perro.

-          Si Señora, es una escena excitante.

-          Arrodíllate y besa mis pies perra.

Ella se arrodillo rápidamente y bajo su cabeza hasta los pies de mi Dueña, besándolos y lamiéndolos con devoción.

-          Bésalos, lámelos y chúpalos bien perra, es tu primera lección para ser una buena sumisa, ahí es donde debes mostrar todo tu deseo.

-          Si Señora, gracias.

-          Dime Lucia, eres lesbiana?

-          No Señora, no lo soy aunque he tenido una relación con otra chica en la universidad, pero después he tenido varias relaciones con hombres, soy bisexual Señora.

-          Has tenido alguna relación con algún Dom?

-          No Señora, solo algún juego, pero poco más.

-          Ahora el otro pie perra, también bésalo, lámelo y chúpalo con deseo.

Mi Ama le puso el otro pie y ella lo acaricio, beso y lamio con pasión, pasando su lengua por todo el pie y chupando un poco sus dedos.

-          Te han azotado en esos juegos perra?

-          Muy poco Señora y nada fuerte, como le digo eran solo juegos morbosos que nos excitaban.

-          Y estas preparada para subir en intensidad, dejarte de juegos y vivir esas sensaciones que tanto te excitan?

-          Creo que si Señora, deseo vivirlas y aprender todo lo que tenga que aprender.

-          Cuál es tu sueño y deseo más personal e íntimo.

-          Que Doña Virginia sea mi Ama y Dueña, que me acepte como suya, que me dome, que me desee como su perra sumisa.

-          Lo que dices es muy fuerte, no es solo un paso, son muchos pasos de golpe.

-          Lo sé, pero me ha preguntado por mi deseo y mi sueño más íntimo Señora y es ese.

Entonces mi Ama le indico que levantase su cabeza y pusiese de rodillas como estaba su espalda recta, ella esperaba que le diese alguna bofetada, pero mi Ama quería ver y tocarle el pecho.

-          Tienes unas buenas tetas para disfrutar con ellas, le dijo mi Dueña mientras le cogía los pezones y se los estiraba.

-          Gracias Señora, dijo ella poniendo una mueca de dolor cuando mi Ama le pellizcaba alguno de sus pezones.

-          Pon tus manos atrás perra y ofrece tu pecho cuando estes en una situación como esta.

Me gustan mucho tus pezones, grandes y hermosos, perfectos para castigarlos.

Diciendo esto le seguía estirando y pellizcando los pezones de Lucia, ella hacia muecas de aguantar el dolor que aquello le causaba pero no decía nada, era lo que mi Ama esperaba que ofreciese ese dolor para el placer de quien le estaba aplicando esa disciplina, por eso mi Dueña sonreía mientras no dejaba de pellizcar aquellos hermosos pezones.

Cuando paro, le acaricio su pecho y la miro a los ojos.

-          Nunca se te ocurra mirar a una Domina o a un Dom a los ojos, tu mirada siempre baja cuando estes ante un superior.

-          Si Señora, perdón, perdone mi desconocimiento.

Mi Ama volvió a coger uno de sus pezones y retorciéndolo lo estiro, entonces con la otra mano le dio dos bofetones al pecho marcando su mano en el y dejándolo rojo, sin mover la posición volvió a darle otros dos bofetones en el pecho, el gesto de dolor era mas que evidente en la cara de Lucia, entonces soltó el pezón y dijo.

-          Ahora el otro pecho.

Ella se quedo quieta al decirlo pero la reacción de Lucia fue poner a disposición de mi Ama el otro pecho, en el hizo lo mismo, lo pellizco, retorció y estiro para cuando lo tenia así abofetearlo con su mano y ponerlo bien rojo.

-          Serás una buena perra sumisa, le dijo mi Ama.

-          Gracias Señora.

Mi Dueña metió uno de sus pies entre sus piernas y subió los dedos hasta rozar el coño de la perra.

-          Veo que lo estas disfrutando perra, acaso eres una de esas perras que son muy putas?

De repente hubo un silencio ya que Lucia no sabia que responder, ese silencio se rompió cuando mi Ama le dio dos bofetadas bien fuertes a la perra y sin dejarla reaccionar le dio otras dos y luego otras dos, ella espero la mano de mi Ama para besarla pero el pie de mi Dueña mojado ya decía mucho de como sentía Lucia.

-          Si Señora Mercedes, tal vez sea de esas perras que son muy putas aunque yo no lo sabía, le ruego que me perdone y gracias por la disciplina que me da.

-          Eso esta genial, las putas perras son mas preciadas que las que son sosas.

Abre la boca.

Ella la abrió y mi Ama le escupió dentro de su boca, espero a ver la reacción de la perra y como seguía con la boca abierta volvió a escupirle.

-          Cierra y traga, le ordeno ahora mi Ama.

Ella obedeció y trago lo que le había regalado agradeciéndolo.

-          Veamos como comes el coño perra, quiero disfrutar y no admito lo que no me da placer.

Mi ama abrió sus piernas y se recostó en su sillón, ella metió su cabeza entre las piernas de mi Dueña y empezó a lamer y besar aquel altar del placer que era el coño de mi Ama, con un tirón de orejas mi Señora le indico que nada de manos, solo boca y ella entonces se aplicó en dar placer a quien la estaba sometiendo y abriéndole todo un mundo de sensaciones nuevas, al principio más tímidamente, pero cuando se soltó un poco mas lo hacia muy bien, lamiendo el clítoris, labios vaginales y tragando todo el placer que producía en mi Ama sin necesidad de que se le ordenase, el primer orgasmo estaba a punto de llegar y ella se dio cuenta y acelero su lengua en dar mas placer a su Señora Mercedes, que exploto en un orgasmo intenso con muchos jugos que ella trago golosamente.

-          Lo has hecho muy bien perra, le dijo mi Ama acariciando su cara.

Ahora quiero que hagas lo mismo pero en mi culo, le dijo mi Ama.

Entonces se dio media vuelta en el sillón y dejo su culo expuesto y abierto para que la perra le diese el placer deseado, mi Ama esperaba ver Lucia se enfrentaba a esto ya que no sabia si era mas o menos escrupulosa o si estaba dispuesta a obedecer y dar el placer que le era requerido.

Sin pensárselo dos veces la perra cuando vio aquel hermoso culo de mi Ama metió su boca en él y empezó a lamer y chupar como si la vida le fuese en ello, tratando de meter la lengua bien dentro y arrancando los primeros suspiros de mi Dueña, aquello sorprendió agradablemente a mi Ama, ya que no todo el mundo es capaz de adorar un culo así, la perra lo estaba disfrutando y mi Dueña también, por lo que en poco tiempo llego otro deseado orgasmo que ella trago sin necesidad de que se le fuese ordenado.

-          Esta muy bien perra, lo haces de maravilla, creo que si finalmente Virginia te acepta como su perra estará contenta con tus servicios, aun debes ser adiestrada pero tienes una buena actitud.

-          Gracias Señora Mercedes, lo que me dice me ayuda mucho, mi principal problema es decir o expresar lo que siento.

-          Eso es algo que debes solucionar ya, ya sabes que la sinceridad es un pilar básico.

-          Si Señora, muchas gracias.

-          Ahora me encantaría darte mi lluvia dorada porque tengo ganas de orinar, pero creo que debo esperar a que si Virginia te acepta sea ella quien te bautice con la suya.

Tienes algún problema con la lluvia dorada perra?

-          Creo que no Señora, nunca me la han hecho, pero la deseo y no creo tener problema.

-          Ya sabes que deberás beberla y tragarla para satisfacción de quien te la demos.

-          Si Señora, he visto videos y he leído sobre ello, por eso le digo lo que siento, la deseo, pero no sé cómo reaccionare.

-          Bien, dame el cinturón de tus pantalones vaqueros y ponte en pie apoyada en esa columna, culo en pompa.

-          Si Señora.

Fue hacia su ropa que estaba en el suelo, saco el cinturón, era ancho, de cuero marrón, se lo ofreció a mi Ama con ambas manos, de rodillas y aprovecho para besar sus pies y después se puso como le había sido indicado.

Mi Ama enrollo la punta de la hebilla en su mano y con el resto que quedo libre comenzó a azotar a la perra en su culo, espalda y muslos, fue de mas suave a mas fuerte, dejándola marcada finalmente en la espalda, dejándole el culo y muslos muy rojos.

Cuando finalizo la perra cayo al suelo y arrastrándose llego hasta los pies mi Dueña y los beso con mucho deseo y pasión, agradeciéndole todas sus atenciones y enseñanzas.

Mi Ama disfrutaba de su triunfo viendo a aquella perra como llena de deseo besaba sus pies, cuando considero que era suficiente, se agacho la cogió de una oreja y la llevo a uno de los extremos del porche, el que menos se usaba y que estaba junto a la ventana de la cocina, allí la puso en pie, desnuda, con las manos tras la cabeza y mirando a la pared, le soltó la oreja y le dijo.

-          Quédate aquí en esta posición y no se te ocurra moverte, cuando queramos algo tuyo te llamaremos, entendido perra?

-          Si Señora Mercedes.

Mi Ama se dio media vuelta y cuando estaba bajando las escaleras para salir del porche y llegar hasta la piscina se encontró conmigo que iba hacia la cocina.

-          Donde vas esclavo?, me pregunto.

-          Doña Virginia me ha pedido otra copa de vino blanco bien fresco mi Dueña.

-          Trae otra para mi y algo de picar.

-          Si mi Ama.

Siguió su camino hacia las tumbonas y allí estaba Virginia fumando tranquilamente y más relajada, mucho más relajada.

-          Te veo bien Virginia, le dijo mi Ama encendiéndose ella también un pitillo.

-          Estoy genial ahora mismo, ese perro tuyo con esa boca que tiene me ha dejado relajada totalmente.

Mi Ama sonrió y le dijo.

-          No esperaba menos de mi perrito, a mi tu perra, perdón, tu puta perra sumisa también me ha relajado.

Entonces ambas sonrieron y Doña Virginia le apresuro a mi Ama para que le contase, cosa que ella hizo enseguida dándole también las indicaciones adecuadas de como proceder a partir de ahora para adiestrar y domar a la perra y que sirviese a Doña Virginia como ella deseaba.

-          Como resumen te diré Virginia que ese problema que tenias con tu perro y sus servicios orales, seguirá siendo un problema pero solo para tu perro, tu ya tienes cubiertas esas necesidades, la boca de tu perra es genial y ella lo goza, como te he dicho antes, es un puton que necesitaba salir de ese cascaron.

Además de soportar bien el dolor, le gusta, le excita, hay que ser dura con ella y tiene unas tetas enormes con un pezón grande y duro que invita a castigarlo, son divinas para azotarlas.

-          Estoy deseando ya darle lo suyo y sentirla como se entrega.

-          Lo harás enseguida, ahora déjala que piense bien en el paso que va a dar, vamos a darnos un baño, picar algo y beber un poco de este excelente vino.

Ambas se levantaron para darse un baño justo cuando yo llegaba con los vinos y el aperitivo para picar.

-          Déjalo ahí perro, me indico mi Ama, estate atento por si deseamos algo mas y coge toda esa ropa que hay en el porche que es de la perra y tírala, a no ser que Virginia te diga lo contrario creo que la perra no la necesitara mas además de ser una ropa horrible y una lencería que no te digo más.

-          Puedes tirarla Dani, la perra no la necesitara más, dijo Doña Virginia.

Las dos se metieron en la piscina y empezaron a besarse mientras se acariciaban los pechos.

-          Hoy de nuevo me has hecho muy feliz Merche, no se como podre pagarte todo lo que haces por mí, esta mañana estaba agobiada pensando en cómo iría este día y tu me lo has solucionado todo y pones a mis pies a esa perra, quitándome de encima un problema enorme que ahora se ha convertido en fuente de placer.

-          Ahora solo debes tomarte tu tiempo en darle una buena doma, no te equivoques con la predisposición que tiene, aun tienes que enseñarle lo que significa ser tu esclava y pertenecerte, pero lo disfrutaras.

-          Estoy deseando tenerla a mis pies, sentir como se humilla ante mi y como desea entregarse, mmmm y marcarla a fuego, es algo excitante.

-          Lo es y mucho, por cierto, te has traído collar como te dije? Y las bolas y el plug?

-          Si, lo llevo todo en el bolso.

-          Será bueno que cuando la aceptes le impongas el collar con lo que ello significa y hagas la ceremonia del bautizo para que le quede claro que pasa a pertenecerte para cuanto desees de ella.

-          Me gustara verla beber mi orina y saborearlo.

-          Primero debes humillarla y azotarla, que sienta tu poder, que se excite con tu poder y que no pueda reprimir el implorarte que la tomes en propiedad y entregarse totalmente a ti.

También será bueno que la lleves penetrada con bolas en el coño y un plug en el culo, para que siempre le recuerden quien es ella y a quien pertenece.

Es una buena puta que si la adiestras bien te dará muchas satisfacciones, ha estado encerrada en si misma mucho tiempo y ahora desea ser ella misma, una puta perra sumisa con Dueña.

Siguieron con su conversación y picaron algo de lo que les había preparado, después les traje una ensalada a cada una y ambas la comieron mientras charlaban.

continuara ...

agradezco comentarios y también criticas