Esclavo de mis vecinos. (capítulo 22)

Por una de esas casualidades de la vida mis vecinos y yo descubrimos nuestros gustos y podemos cumplir deseos y sueños.

CAPITULO 22

(se recomienda leer los anteriores)

Llegue a la hora que me habían indicado, toque el timbre de una casa antigua pero muy señorial en la zona más alta de la ciudad, y me abrió una Señora del servicio de la casa, me identifique y dije que me enviaban los Sres. de Estrada, me hizo pasar y esperar en la salita de la entrada, enseguida volvió y me paso a otra sala, me dijo que esperase que la Señora Sainz me atendería enseguida.

Tan solo unos minutos después la Doña Pilar apareció por la sala.

Con un gesto me indico que me arrodillase a sus pies y la saludara como debía, aunque la Señora del servicio que me había atendido la seguía a ella y estaba justo detrás.

-          Hola Dani, tranquilo, póstrate a mis pies, salúdame como debes y besa mis pies, Maria es mi asistenta personal y es persona de mi total confianza por lo que delante de ella te comportaras como si estuvieras a solas conmigo, me dijo señalando a la otra Señora.

-          Buenas tardes Doña Pilar, un placer besar sus pies y saludarla.

-          Pensaba que la siguiente vez que nos veríamos seria en la sesión de disciplina que tengo pendiente contigo, pero las cosas han surgido de manera diferente y hemos tenido que aplazar esa sesión tu Ama y yo, pero bueno creo que podremos hacerla en unos días, ya quedare con tu Dueña.

Hoy se me ha complicado el día, pero tenía muchas ganas de volverte a tener a mi disposición, por eso no lo he anulado, ahora tengo que terminar algo importante y enseguida estoy contigo, así que Maria te indicara, tu síguela y haz lo que ella te diga, solo serán unos minutos.

Dani, a Maria aunque solo se trate de mi asistenta te ordeno que la trates con respeto, que le hables de usted y que te muestres ante ella siempre como lo que eres, un perro sumiso, ella no es Dom pero es superior a ti porque así lo decido yo.

Entendido? Te ha quedado claro, me dijo cogiendo mi mejilla de un pellizco.

-          Si Doña Pilar, muy claro y será como usted ha ordenado.

-          Maria llévalo arriba, a mi estudio, que se desnude completamente y se ponga de rodillas delante del sofá a esperarme, tu bajas enseguida que te necesito aquí.

-          Si Señora, dijo Maria.

Me puse en pie mientras la Señora Pilar se marchaba en la otra dirección.

-          Sígueme, me dijo Maria.

-          Si Señora Maria, le respondí.

Ella salió hacia unas escaleras, las subió, yo la seguía y abrió una sala, pasamos, cerró la puerta y me indico que me desnudara, me dijo donde dejar mi ropa y donde debía de ponerme de rodillas a esperar a la Señora.

Se marcho y yo hice lo que se me ordeno.

Estuve un rato de rodillas esperando y al momento entro Doña Pilar, antes de cerrar la puerta llamo a Maria.

La Señora entro y se sentó en el sofá que había frente a mí y me puso sus pies para que los besara.

Llamaron a la puerta y una vez autorizo la Señora, Maria paso a la sala.

-          Maria tráete el collar de cuero, la correa, el plug negro con tapón y la fusta roja.

Yo seguía besando sus pies, ya le había quitado sus zapatos y así podía lamer su piel morena y suave.

De nuevo entro Maria y le dio a su Señora lo que había pedido, ella solo cogió la fusta.

-          Métele en la boca el plug, que lo lama y lubrique, enseguida méteselo, el tapón que quede en línea con su raja del culo, le entrara bien, ponle el collar y dame la correa, le dijo a Maria.

Maria metió el plug en mi boca, el cual lamí todo lo que pude y después me lo saco de la boca y me lo metió en el culo de un solo golpe, después me puso el collar y le dio la correa, la Señora comprobó que estaba fuerte y le dijo a Maria que se podía retirar, que no quería ser molestada bajo ningún concepto y que la llamaría si quería algo de ella.

-          Bueno esclavo Dani, me diste una más que buena impresión el otro día en casa de tus Amos, así que he tenido que presionar mucho para conseguir disponer de ti y poder usarte como el perro que deseo seas para mí, por lo que espero que te comportes como debes, me obedezcas en todo y me des mucho placer.

-          Si Señora Pilar la obedeceré y complaceré.

Se puso en pie frente a mí.

-          Desnúdame perrito, hazlo con cuidado y ve dejando mi ropa en el sofá.

La fui desnudando y dejando cuidadosamente la ropa en el sofá, una vez desnuda y sin soltar la correa se sentó y me ofreció sus grandes pechos para lamerlos y chuparlos.

-          Si no lo haces bien probaras mi fusta perro.

Lamí con cuidado sus pechos, llegando a sus pezones que eran grandes y estaban ya duros y me dedique a besarlos, lamerlos y chuparlos, comprobando que la Señora disfrutaba, ya recordaba que cuando estuvo en casa también disfruto mucho de mis atenciones orales a sus pechos, intente acariciar el otro pecho con mi mano pero un fustazo en mi espalda me reprimió.

-          Solo con la boca perro estúpido.

Me recrimino Doña Pilar mientras yo seguía lamiendo uno y otro pecho, tratando de darle placer con mi boca con cada lamida y a decir por los gemidos de la Señora lo estaba consiguiendo, ella gemía de placer y se relajaba cada vez más, sus tirones de la correa eran menos violentos, puso sus manos en mi cabeza y la apretaba contra sus pechos, como queriendo más y más, en ese momento recordé lo que me había dicho mi Dueña en casa y le di alguna lamida cercana a sus axilas, ella suspiro más profundo y cuando le di otra casi rozando una de sus axilas, ella levanto el brazo de esa axila y con la otra mano cogió una de mis orejas y tirando de ella me puso la boca en la axila, yo allí comencé a lamer y pasar mi lengua por toda ella, y la Señora comenzó a gozar de manera más intensa, si no llego a correrse le falto muy poco, pero se puso aún más cachonda, más caliente, entonces  me empujo mi cabeza hacia abajo y llegue a aquel pequeño triangulo de pelo negro, muy cuidado, que cubría su coño y comencé a chupar como un loco, recordaba que así le gustaba a Doña Pilar, ella me agarro del pelo y apartando mi cara de su coño me dio un bofetón con la mano que tenía libre, me dio dos más y se le notaba como disfrutaba de ello, me escupió en la cara y me dijo.

-          Comételo todo perro, comételo y trágate toda mi corrida como hiciste el otro día, déjame bien limpita.

Enseguida empujo de nuevo mi cabeza contra su coño y reanude mis lamidas, su clítoris era grande y a ella le gustaba como se lo chupaba y lamia, los labios de su coño se abrían y dejaban a mi lengua hurgar dentro de ese sexo, estaba muy mojada, como si ya se estuviese corriendo y parecía que era así porque no dejaba de emanar flujo y jugos de sabor fuerte, chupe y lamí todo, trague todo lo que de allí salía y supongo que se debió de correr varias veces porque sus respiración era muy agitada y estaba como sin fuerzas sentada en el sofá.

-          Uufff puto perro, ya comprobé el otro día que tu boca es increíble como proporciona placer, felicitare a tu Dueña pues su doma es impecable y ya me conto la otra noche que es ella la que se encarga de todo tu adiestramiento.

-          Así es Señora, gracias Señora.

-          Y estas muy bien educado y eso me gusta mucho, un esclavo ha de estar siempre humillado ante sus superiores y agradecido, eso me encanta y para mí es esencial, besa mis pies mientras me repongo y mientras sereno mi respiración perro.

Besaba sus pies y los acariciaba mostrándole mi veneración, me dio la misma sensación que días atrás en casa de mis Amos cuando me uso por primera vez, aquella Señora tenía mucho morbo, era severa, tenía necesidad de tener algún sumiso o sumisa y tenía mucha necesidad de correrse.

-          Ufff perro aunque suene repetitivo es increíble como trabajas esa lengua, que corridas más hermosas me has dado, ufffffff, que gustazo.

Lame un poco más ahora mi pecho y mi axila puto perro, que parece que eso te gusta y a mí también.

La excitaba sentir mi lengua por su axila y lo disfrutaba, yo movía mi boca entre su pecho y su axila con largas lamidas que la hacían gemir y suspirar anunciando un nuevo orgasmo que ella empujando mi cabeza hasta su coño me hizo lamer y tragar entero.

Se recostó hacia atrás en el sofá y trataba de recobrar su respiración, toco un timbre y su asistenta Maria toco la puerta y apareció en ella.

-          Maria, tráeme un poco de limonada fresca y agua, tráete también el cuenco para que el perro beba si lo necesita.

-          Si Señora, ahora mismo.

Al cabo de tan solo unos minutos Maria de nuevo toco la puerta y en esta ocasión entro enseguida sirviéndole a su Señora en la mesita que había junto al sofá una bandeja con una jarra de limonada muy fresca y una botella de agua, le sirvió la limonada en una copa y se la dio haciendo una reverencia ante ella y a una indicación de su Señora puso un cuenco de acero en el suelo, junto a las patas del sofá y le echo agua.

-          Gracias Maria, retírate y quédate atenta, te llamare si necesito algo, le dijo la Señora.

-          Si Señora, respondió su asistenta.

-          Tu perro, bebe y así te hidratas, lo necesitaras, me ordeno a mí.

-          Si Señora, muchas gracias Señora.

Me puse a beber un poco de agua mientras ella se recomponía.

Cuando hube acabado de beber ella cogió con su mano mi barbilla y subió mi cabeza, cuando la tenía donde quería me dio una bofetada, después otra, no dejaba de mirarme quizás esperando que dijese algo por la cara de sorpresa que tenía, pero no dije nada, solo dejaba mi mirada baja y aceptaba el castigo que me estaba dando, me volvía a mirar, sostenía su mirada, sonreía y me dio otra hostia y otra más, metió entonces un dedo en mi boca y me la abrió, cuando estaba abierta me escupió en ella, me ordeno tragar y me dio dos hostias más.

Puso su mano frente a mi boca y yo me limite a besarla y agradecer, después me ordeno besar también sus pies agradeciendo sus atenciones, cosa que hice enseguida.

Ya más serena y disfrutando del momento, me dijo.

-          Merche tu Dueña, me ha dicho que no deje de probar como comes el culo, la verdad yo no soy muy de que me hagan nada por detrás, pero me apetece probar tu lengua por ahí, además de que el otro día me diste en el culo alguna lamida y quizás te quedaste con ganas de saborearlo bien.

Se puso de rodillas encima del sofá dejando su culo frente a mi cabeza, tiro de la correa y mi boca fue derecha a su raja, aquellas nalgas parecían interminables, no sabía si podría meter mi cabeza allí, así que abrí su culo, metí como pude mi cabeza y logre llegar a su orificio, allí empecé a lamer todo el aro alrededor de su esfínter y a dar besos y chupetones por el mismo ano, metía mi lengua lo más profundo que podía y llegaba hasta su esfínter, suavizándolo, relajándolo, ella que decía que no era muy de por ahí estaba disfrutando como una loca y me gritaba tirando de mi correa que no parase que siguiese, que más y más, hasta que finalmente exploto en un nuevo orgasmo que me hizo recoger con mi lengua y tragármelo por entero.

Volvió a sentarse cómodamente en el sofá y se quedó mirándome.

-          Eres un buen perro, eres muy obediente y complaciente, además parece que te da igual una polla que un coño, ya que Don Fermín me dijo que la mamas muy bien y lo tragas todo, como un buen perro y eso está muy bien ya que dado el nivel que hay ahora mismo de sumisos, te hace diferente, pero tenía razón tu Dueña Merche, lo que te hace diferente es como manejas tu lengua y como usas tu boca.

-          Muchas gracias por sus palabras Señora, es un placer servirla.

-          Espero que lo sea perro porque voy a presionar todo lo que pueda para que te cedan en más ocasiones, ya quiero usarte más, mucho más.

Hoy no tendrás que servir a mi marido Don Fermín, ya que un imprevisto le ha obligado a irse con mucha pena a atender sus negocios, pero cuando vengas otros días deberás de servirnos a ambos, ya que espero que consigamos que ambos te podamos usar como queramos, como nos apetezca.

-          Si Señora.

-          Quédate aquí de rodillas esperándome perro que voy al aseo.

-          Si Señora.

Se fue por una puerta lateral y en tan solo un par de minutos volvió de nuevo como se había ido, desnuda, se puso frente a mí, abrió sus piernas y me dijo.

-          Acabo de hacer pipi, límpiame bien todo.

Metí mi cabeza entre sus muslos y lamí todo su sexo y pelo púbico, chupé sus labios, su clítoris, tratando de limpiarla bien y no dejar resto alguno.

-          De momento es una limitación que ha puesto tu Dueña, solo se te permite limpiarme pero quisiera pronto poder levantar este límite para dártelo todo en tu boca y ver como lo tragas como un buen perro.

Diciendo esto, subió una de sus piernas al sofá y así podía meter mejor mi cabeza y lamerle mejor todo su coño, empezó a gemir y entonces me aparto bruscamente tirando de una de mis orejas, me dio dos guantazos y sin dejar de tirar de mi oreja me hizo seguirla a cuatro patas hasta una silla que estaba junto al sofá, allí ella se sentó y tirando de mi oreja me puso encima de sus muslos, como se azota a un niño pequeño, dejando mi culo perfecto para azotarlo con sus manos y eso comenzó a hacer sonriendo y asegurándome que me dejaría el culo de un color precioso, se le notaba que tenía experiencia en este tipo de azotes ya que su mano subía y bajaba el ritmo según ella quería, mi trasero comenzaba a darme mucho calor y a picar, era la evidente señal de que la Señora estaba consiguiendo lo que quería, mi culo ardía y de repente paro en sus azotes, me dejo caer al suelo y me indico que me pusiera de rodillas, ella se puso en pie y me abrazo, me dijo al oído que quería azotarme con su fusta, que quería oírme suplicar, me volvió a coger de una oreja y tirando de mi me puso apoyado en el respaldo de la silla, con el culo en pompa, se fue hacia el sofá, cogió su fusta y me ordeno ponerme recto, una vez que estaba como ella deseaba comenzó a azotarme el culo, lo hacía tranquilamente, pero sabiendo donde quería dar y como, de nuevo sentí que era experimentada azotando, ya picaba su fusta en cada azote y entonces se acercó a mí, con su mano acariciaba mi pecho, pellizcaba mis pezones y bajaba a acariciar mi culo con su mano.

-          Quiero dejarte mi marca perro, porque quiero que te acuerdes de mí.

-          Lo hare Señora, gracias.

-          Si sigo azotándote y te marco creo que me correré de nuevo, lo deseas perro, me dijo ella retándome.

-          Deseo que usted goce mucho Señora Pilar, si lo hace yo seré feliz.

Ella se animó aún más al escuchar mi respuesta, ya estaba otra vez muy excitada, se le notaba y pellizcándome fuerte los pezones se separó solo un paso de mí y comenzó de nuevo a azotarme con su fusta, esta vez lo notaba más fuerte, apenas dio unos diez azotes porque me agarro del collar y me arrastro a ponerme de rodillas ante ella mientras ella se volvía a sentar en el sofá con las piernas abiertas.

-          Comételo otra vez y traga todo puto perro.

Lleve mi boca a su coño pero con las primeras lamidas ella se corrió y yo trague todos sus fluidos limpiándola después bien de nuevo.

Se la notaba contenta y feliz del placer que estaba recibiendo.

Se incorporo un poco, se sentó bien y acariciaba mi cabeza mientras llamaba a Maria tocando de nuevo un timbre.

Tras un toque en la puerta y la autorización de la Señora para que entrase, Maria se acercó a ella.

-          Dígame que desea Señora.

-          Coge la fusta Maria y azota al perro, ve despacio, pero nada de blando, da duro, venga obedece.

Doña Pilar se puso frente a mí, quería ver mi cara a cada impacto de la fusta en mi culo, sonreía y disfrutaba, los golpes fueron cayendo, empezaron más blandos pero subieron de intensidad, Maria se estaba animando y Doña Pilar la recriminaba.

-          Maria quieres ser tú la que recibas? Vamos, dale que lo note, que estas muy floja, dale duro.

Con una mano la Señora Pilar me levanto la cara y con la otra me la cruzo de una bofetada, daba duro la Señora, me dio unas cuantas hostias mientas se excitaba al máximo, sorpresivamente estaba muy caliente de nuevo, estaba gozando de la sesión, entonces cogió uno de sus pechos y me puso el pezón al alcance de mi boca, lo lamí y bese adorándolo, después me puso el otro, ella disfrutaba totalmente fuera de sí y ordeno a Maria parar, me bajo de un tirón de pelos de la silla y me puso a comerle el coño de rodillas, apenas duro unos instantes, estaba muy mojada y exploto en un orgasmo intenso y prolongado que trate de tragar todo, seguí lamiendo una vez que había terminado de correrse y ella con mi lengua en su coño se relamió del placer que había recibido en la sesión que había tenido conmigo, el esclavo de los Sres. Estrada.

Se acerco al sofá, se sentó y comenzó a ponerse las bragas cuando le dijo a Maria.

-          Maria, cógelo de la correa y llévatelo a tu cuarto, que te obedezca y te haga un buen servicio oral, si no es así le das con la fusta, que se lleve su ropa que está ahí. Cuando hayas acabado con él, que se lave, lo pasas a esta salita y me avisas, entendido?

-          Si Señora, entendido.

-          Bien Maria y por favor, tú eres la que manda, así que no seas floja con él, está muy bien educado y con tu trato se maleduca y se nos echa a perder.

Yo bese los pies de la Señora Pilar y ese gesto a ella le conmovió y le gusto, acaricio mi cabeza como aprobación y siguió vistiéndose.

-          Ahora hablaremos perrito, haz lo que te diga Maria, lo ordeno yo, me dijo.

Antes de que Maria me llevase a su cuarto, mientras recuperaba mi respiración, presencie como la Señora Pilar, en ropa interior aun y tratando de recomponerse toda, cogió su teléfono móvil y llamo a Don Fermín, su marido y en tono fuerte le decía que acababa de tener la sesión con el esclavo de Chema y Merche y que había sido más que fantástico, que el (Don Fermín) hiciese todo, absolutamente todo, se lo repitió en tono aún más fuerte, lo que tuviese que hacer para conseguir que a este perro se lo cediesen, prestasen, alquilasen o lo que sea ya que no querían desprenderse de él, pero que ellos tenían que seguir disfrutándolo y ella lo quería y deseaba, hasta ahí pude escuchar de lo que hablaban.

Maria cogió mi correa, también la fusta y me indico que cogiese mi ropa y la siguiese, eso hice, salimos de aquella sala y bajamos por una escalera diferente a la que yo había subido, entramos en un cuarto que supuse era el suyo y que estaba muy bien, era más grande y con mucha luz.

-          Deja tu ropa ahí y ponte de rodillas.

Hice lo que me dijo y ella empezó a desnudarse, una vez desnuda se sentó en la cama frente a mí y con un gesto me indico que me acercase a ella, abrió las piernas y tirando de la correa encajo mi cabeza entre sus muslos.

-          Lámeme y haz que me corra, me dijo dándome con la fusta en el culo desde su posición.

Comencé a lamer y a tratar de quitar aquellos pelos, muy rizados y muy largos para llegar hasta su sexo, el cual ya estaba muy mojado, supongo que a consecuencia de que había estado azotándome, a ella también la notaba muy excitada y quería regalarle un buen orgasmo porque me había azotado tratando de no hacerme daño y eso debía de agradecérselo y la mejor manera era dándole mucho placer, algo que no me costaría mucho porque  estaba muy excitada ya que a tan solo las primeras lamidas todo eran sollozos y gemidos, dejo la fusta, se recostó hacia atrás y se dedicó a gozar de mi lengua, la cual estaba como loca chupando y lamiendo todo su coño y arrancándole unos suspiros que parecían indicar que se acercaba, ella parecía como que quería reprimir sus gemidos, su expresión de placer, pretendía no demostrar que estaba disfrutando, eso a mi lengua le dio más energía para moverla más rápido, para lamer más deprisa y así agarro mi cabeza y la presiono contra su sexo corriéndose de manera abundante en mi boca, trague todo y seguí lamiendo y chupando, no sé porque pensaba que era mujer de varios orgasmos y así me lo indicaba su respiración, sus manos hacían como querer apartar, sin mucha fuerza mi cabeza de su coño, pero su respiración indicaba que quería más y yo deseaba darle más placer, así que seguí y seguí adorando su sexo y el fruto llego sin tardar mucho en forma de otro explosivo orgasmo, trague su corrida y ya su reticencia desaparecía, se abandonaba al placer y eso anunciaba que pese a que acababa de correrse estaba enlazando con otro orgasmo, fue entonces cuando desde la misma posición en la estaba y como ella había relajado sus piernas pasándolas por mis hombros alargue mi lengua todo lo que pude y se la pase por su culo, un gemido fuerte me hizo entender que aquello le había gustado pero que apenas conocía los placeres anales, así que como pude y solo con la punta de la lengua me dedique a lamer su culo que hizo que explotase en un orgasmo final abundante y muy fuerte.

Quedo derrotada en la cama, recostada hacia atrás, sus piernas ahora ya apoyadas en el suelo y ella intentando serenar su respiración tras tanto placer, yo quede casi agotado de rodillas en el suelo, apoyado con mis brazos en el propio suelo y tratando también de recuperar mi aliento.

Pasados unos minutos de recuperación ella se levantó, fue hacia la puerta de su cuarto y cerro con la cerradura, en ese momento no sabía lo que pretendía, después se puso frente a mí y cogiendo mi cara con sus dos manos la llevo hasta su pecho, entendí que deseaba que lamiese y besase su pecho, cosa que ya estaba haciendo en uno de sus pechos.

-          Espero que seas muy discreto y esto nunca lo comentes, ni digas, mi Señora a veces me deja disfrutar como hoy de los sumisos que trae, pero me tiene prohibido besarlos y que me hagan oral fuera de mi sexo y aunque siempre le hago caso tu hoy me has hecho disfrutar mucho y no quería que te fueses sin probarte también en mi pecho y tus besos.

Ella me pasaba de uno a otro pecho y aunque tenía unos pechos pequeños y caídos, sus pezones eran grandes y siempre erectos, así que lo estaba disfrutando.

-          Bésame.

Me separo de su pecho y poniendo mi boca a su alcance me dio un beso muy largo, metiendo su lengua hasta bien adentro y jugando con la mía, dejándome que yo también la penetrase con en su boca con mi lengua, fue un beso que sentí como muy especial para ella.

Cuando se separó de mi boca, me quito la correa y me quito el collar.

-          Quítate el plug  y métetelo en la boca, lámelo y déjalo bien limpio, así le gusta a Doña Pilar que lo hagas siempre, así que apréndetelo para otras ocasiones.

-          Si Señora Maria, le respondí.

Me quite con cuidado el plug y me lo metí en la boca, ya estaba acostumbrado porque en casa de mi Amos debía de limpiarlo igual, así que lo lamí y limpie, dándoselo después a la Señora Maria.

-          Ve al aseo que está ahí, dúchate y lávate bien todo, no olvides enjuagarte a fondo la boca, la Señora probablemente ahora quiera despedirse de ti besándote porque le has gustado mucho, es su manera de decirte que está satisfecha y que está contenta, que has cumplido con tu obligación.

Fui a asearme y de paso a relajarme un poco después de todo el uso que me habían dado, mientras tanto Maria había recogido todo, se había arreglado y estaba esperándome, así que termine de vestirme y me indico que la siguiese, fui detrás de ella por varios pasillos y llegamos de nuevo a la salita, entramos y me dijo que esperase allí de pie a que llegase la Señora.

No me hizo esperar mucho, cuando la vi entrar acompañada de Maria siempre tras ella, hice el intento de ponerme de rodillas para saludarla.

-          No, no te arrodilles de momento, quédate donde estas con tu mirada baja, me dijo mientras venia hacia mí y Maria se quedaba en la puerta esperándola, solo quería despedirme de ti y decirte que he quedado muy satisfecha, luego hablare con tu Dueña y espero poder conseguir más cesiones de este tipo.

He disfrutado mucho y quiero seguir haciéndolo, aún hay muchas cosas que quiero probar contigo, así que me encantaría que tú también hubieses estado cómodo conmigo.

-          He estado muy cómodo con usted Doña Pilar, es usted una Ama excepcional y he disfrutado de la sesión, he tratado de hacerla disfrutar al máximo y espero que así haya sido, yo he gozado mucho de servirla y estar a sus pies, es usted una Dama muy poderosa y muy especial para mí.

Ella al escucharme alzo su mano y me acaricio la cara como aprobación a mi respuesta.

-          Ahora estoy con unas amigas que estarían encantadas de conocerte y recibir tus atenciones orales, eso es algo que hablare con tu Dueña para que me permita, ya que a las estiradas de mis amigas les encantaría conocer mis perversiones, dijo sonriendo.

-          Eso es cuestión de mi Dueña, yo solo obedezco Señora Pilar.

-          Estoy ansiosa por tener la sesión de disciplina contigo y marcar tu piel con el látigo o con la vara, la deseo pronto y creo que gozare mucho azotándote.

-          Maria, ha cumplido contigo?

-          Si Señora, de forma excelente.

-          Si que tiene buena boca el perro, se ha sacado el plug y lo ha limpiado como debía?

-          Si Señora, se lo ha sacado y lo ha lamido hasta dejarlo limpio.

-          Tengo muchas ganas de muchas cosas contigo esclavo Dani pero aun he de negociar con tu Dueña el que me vaya eliminando limitaciones y poder disponer más de ti, tengo deseos como te he dicho antes de usar mi látigo y mi vara contigo, pero aquí en casa y ser más dura y severa para que me sientas y también de ver cómo le comes la polla a mi marido, también de ver como mi marido y yo te follamos los dos a la vez y eso será pronto, ya verás, debes saber que tengo mis influencias y soy una persona que consigo siempre lo que quiero, también debes saber que se agradecer a quien cumple conmigo.

Termino de decirme todo esto estando frente a mí, con su ensortijada mano acaricio mi pecho y llego hasta uno de mis pezones dándome un leve pellizco, ella sonreía y entonces con sus dos manos agarro mi cara y acerco su boca a mi boca, lamio mi boca con su lengua y penetro dentro de mi boca, apenas dejo que mi lengua se moviera, era ella quien empujaba con su lengua a toda mi boca, así estuvo un buen rato hasta que separo su boca de la mía.

-          Ahora sí, ahora arrodíllate y besa mis pies como el buen esclavo que eres.

Además me gusta mucho sentir tu adoración en mis pies.

Me arrodille y bese sus pies, lamiendo cada milímetro de su piel que sobresalía por su sandalia de tacón y besándola con veneración, cuando levante mi cabeza tenía su mano frente a mi cara, entonces bese su mano pausadamente y ella sonrió, de esa misma mano metió un par de dedos en mi boca y la abrió, dejándola abierta para acercarse y dejar caer su saliva en mi boca, después la cerro y me indico que tragase, se dio me día vuelta y se dirigió a Maria ya caminando hacia la puerta.

-          Llama a Arturo nuestro chofer y que lo lleve a casa, sus Dueños dijeron que cogiese un taxi pero no me importa, así que lo llevara nuestro coche, tu Maria acompáñalo hasta la puerta cuando llegue el coche.

-          Si Señora.

Salió de la sala y cerró la puerta, se le notaba que era una mujer con mucho poder.

Solo había pasado un segundo, un instante y volvió a entrar en la sala.

-          Se me ha olvidado completamente, espera, arrodíllate y ponte a mis pies de nuevo Dani.

Ella volvía de nuevo a su sitio de antes y yo cuando llegue de nuevo le bese sus pies y lamí su piel.

Le hizo una indicación a Maria y esta le trajo un paquetito pequeño y muy bien envuelto, se lo dio y ella mostrándomelo me dijo.

-          La otra noche cuando estuve en casa de tus Dueños me di cuenta de que a tu Ama le gusto la pulsera tobillera que yo llevaba, la de puntitas de brillantes y oro, esa que tu boca debe conocer bien porque la beso y adoro junto a mis pies, pues me han conseguido en mi joyería una exactamente igual y quiero regalársela a tu Dueña felicitándola por lo bien domado que estas.

Toma este paquete y se lo das cuando llegues a casa junto con el recado que te he dado.

-          Si Doña Pilar, así lo hare y es usted muy amable, ya le doy las gracias en nombre de mi Ama.

Cogí el paquete de sus manos y de nuevo besé sus manos con veneración, pausadamente, a ella le encantaban estas muestras de humillación y sumisión.

Me quito la mano y me indico sus pies, entonces bese sus pies humildemente y ella se dio media vuelta para salir de nuevo de la sala.

Me puse en pie y me fui tras Maria que de nuevo me saco de la sala donde estábamos por un pasillo largo y entramos en otras dependencias, allí ella fue hasta una puerta y a mí me indico que esperara allí de pie, fue lo que hice, hasta que llego el coche y entonces me dijo que podía salir, ella se acercó al chofer a darle unas indicaciones y cuando se cruzó de nuevo conmigo antes de subir yo al coche, me dijo que esperaba verme de nuevo y que le dieran la oportunidad otra vez de usarme, que le había gustado mucho y lo había pasado realmente bien, yo solo le respondí que había sido un placer conocerla.

El coche me llevo en silencio a la casa de mis Dueños, cuando llegue agradecí al chofer el viaje y me baje, abrí la puerta con la llave que mi Ama me había dado para la ocasión y entre a buscar a mi Dueña, ella estaba en el porche, hablaba por teléfono por lo que me arrodille ante ella y espere a que terminase.

-          Hola Dani, puedes besarme los pies, me dijo.

-          Hola mi Ama, gracias.

-          Bueno, cuéntame que tal te ha ido? como se han portado contigo?, me pregunto mi Ama.

Le resumí lo que ella deseaba saber y le hice entrega del paquete que Doña Pilar me había dado para ella con el recado que debía darle.

Mi Ama antes de abrirlo estaba más interesada en saber y conocer detalles para valorar la cesión que había hecho.

-          Entonces Don Fermín no estaba?

-          Así es mi Ama, había tenido que salir por trabajo.

-          Y solo te ha usado Doña Pilar?

-          Si mi Ama, me ha usado Doña Pilar y su asistenta Maria.

-          También ella? porque motivo?, me pregunto mi Dueña.

-          Me lo ordeno Doña Pilar.

-          Vaya, no sé qué pensar de eso, esperare a que Pilar me diga algo de esto.

Bueno y te ha follado?

-          No mi Ama, solo me ha puesto un plug mientras la servía.

-          Has sido azotado de forma dura o solo ha usado la fusta?

-          Solo la fusta mi Ama, no ha sido nada dura, me dijo que se reservaba para la sesión de disciplina y para cuando usted le permita hacerlo con vara o caña.

-          Y te ha meado en la boca?

-          No mi Ama, creo que he oído algo así como que era un límite que usted había fijado.

-          Así es, pero me interesa saber si se han respetado mis normas.

-          Solo la he limpiado después de orinar ella mi Ama.

-          Se ha corrido varias veces?

-          Si mi Ama, lo ha hecho varias veces y ha disfrutado mucho.

-          Eres un buen perro Dani, has cumplido bien, algo más que debas contarme?

-          No mi Ama, que estaba deseando volver a casa y estar a sus pies.

-          Lo imagino perrito, pero ya te dije el primer día que me debes obediencia total y serás usado tal y como yo disponga y con quien yo decida, así que siempre deberás cumplir con lo que se espera de ti.

Fue entonces cuando abrió el paquete y se asombró de lo que contenía, la pulsera tobillera con puntas de brillantes, era preciosa.

Me la dio y me dijo que se la pusiese, lo hice y después estuvo admirándola desde todos los ángulos.

Cogió su teléfono y me dijo que tenía que llamarla para interesarse de cómo había quedado con mis servicios y darle las gracias por el regalo.

La llamo y estuvieron hablando mientras yo besaba y lamia los pies de mi Dueña, Doña Pilar de nuevo le agradeció la cesión y le dijo que yo era un perro estupendo, genial y que realmente mis servicios eran extraordinarios, mi Ama le agradeció el regalo y sus palabras y ambas quedaron para en unos días, no muchos que viniese Doña Pilar a casa para la sesión de disciplina que las dos querían disfrutar y que no querían demorar mucho más.

Parecía que ya había terminado la conversación, pero Doña Pilar aun quería sincerarse más con mi Ama y así tratar de conseguir más.

-          Merche me gustaría si te parece bien hablarte con total franqueza y de alguna manera tratar de que lleguemos a acuerdos que sean beneficiosos para ambas, porque es cierto que hacía mucho tiempo que no disfrutaba de nadie, ni con nadie como lo hago con tu esclavo y me gustaría que me permitieras hacerlo sin limitación alguna, yo te estaría muy agradecida y aun no sé cómo, pero soy de las que se recompensar este tipo de cosas.

-          Pero a que te refieres Pilar?, dime que es lo que deseas?

-          Pues obviamente me gustaría poder follarme a tu esclavo con mi arnés, también azotarlo con vara o látigo, nada extremo pero sí que quizás quedaría marcado para ese día o tal vez el siguiente y también me gustaría que se tragase mi lluvia dorada, hacérselo encima y que la bebiese, que no solo se limite a limpiarme.

-          Todo eso podrías hacerlo Pilar, pero habría alguna condición.

-          Dime cual Merche, hablamos en confianza.

-          Debes conseguir que Fermín no use a mi perro y tampoco tu asistenta, solo tú, te parece correcta la propuesta.

-          Me parece correcta Merche y tenemos un acuerdo, aunque me hubiese gustado ver a Fermín follarse a tu esclavo, es algo que me pone mucho y también verlo tragar la leche de su corrida, es que esas cosas son algo muy excitantes, pero bueno, te entiendo y acepto tu proposición por lo que dalo por hecho, dijo Doña Pilar.

-          Como creo que tú y yo a partir de ahora vamos a ser muy buenas amigas Pilar, eso que tanto te excita te prometo que lo veras y lo disfrutaras, no sé cómo, ni cuando, pero lo veras, te lo aseguro y además he de decirte que me agrada mucho que nos hayamos sincerado y me hayas entendido en lo que te he propuesto.

-          Pues claro que te he entendido, pero es que si te soy clara Merche estoy loca con ese perro tuyo, disfruto como ya se me había olvidado que era este mundo de BDSM y además también a mí me agrada mucho que tú y yo hayamos congeniado más allá de la amistad normal que teníamos, para mi es esencial entenderme contigo porque además dado que compartimos deseos y gustos te voy a necesitar como amiga y no sé como pero te recompensare de alguna manera, ya que en unos días tendré aquí a mi hermana y quisiera disponer de tu esclavo para de alguna manera quedar bien ante mi hermana y también que ella pueda disfrutar de él, ya que ella y yo compartimos gustos e incluso hemos rivalizado en cierto modo con estos temas, bueno ya te contare más detenidamente cuando vaya a tu casa y cuando disfrutemos de esa sesión que estoy deseando tener ya.

-          Perfecto Pilar, ya me contaras, de todas formas hablamos en unos días para vernos.

Por cierto, que se me pasaba decírtelo, mi esclavo te ha hecho por petición expresa mía una caña de bambú negro especial para ti, que te la ofrecerá como regalo cuando vengas y que podrás probar con el ese mismo día, ya verás como te gusta esa caña, las hace genial y son fantásticas en su uso.

-          Con eso que me dices ya me dejas aun con más deseos Merche, te estoy muy agradecida y no olvidare este tipo de cosas, ya tienes en mí una muy buena amiga y lo comprobaras pronto, te lo aseguro.

-          Gracias Pilar, creo que el sentimiento es mutuo y que hemos congeniado muy bien, como has dicho antes compartimos muchas cosas, gustos, deseos y eso es algo que cuando hay feeling une mucho más.

-          Así es Merche, oye por cierto, cuando vaya a tu casa ya podre disponer de tu esclavo sin limitación alguna?

-          Claro Pilar, ahora que lo tengo aquí a mis pies cuando termine nuestra conversación le daré instrucciones precisas y claras al respecto, tu desde ya eres una Dom especial para él y eso te aseguro que lo notaras la próxima vez que le veas cuando se arrodille ante ti y bese tus pies, te darás cuenta en ese momento que lo desea todo de ti.

-          Gracias Merche, muchas gracias, me haces muy feliz y no imaginas el placer que lo que dices me proporciona.

-          Un beso Pilar.

Mi Ama termino la llamada y creo que quedo satisfecha con el resultado de la misma, ya que sonreía aun con el teléfono en la mano.

-          Escúchame bien Dani, la próxima vez que estes en presencia de Doña Pilar y en lo sucesivo con ella quiero que le des un trato especial, quiero que te sienta desde que le beses los pies, que lo harás con la veneración que lo haces conmigo, que te desee por lo obediente y entregado que eres, ella podrá disponer de ti como quiera, ya no tiene limitaciones por lo que podrá follarte cuando quiera, tragaras todo lo que ella te dé, ya sea su orina, su saliva o sus corridas, la obedecerás sin negarte a nada y le proporcionaras el placer que ella quiera, entendido?

-          Si mi Ama, entendido.

-          Bésame los pies perro, me ordeno mi Dueña.

Ella se quedó pensando en el poder que acababa de adquirir, ya que quien tenía los favores de Doña Pilar podía aspirar a todo lo que quisiera, el poder verdadero de aquella mujer era inmenso y solo el pronunciar su nombre abría muchas puertas que eran muy difíciles de traspasar.

continuara ...

agradezco comentarios y también criticas