Esclavo de mis vecinos. (capítulo 18)

Por una de esas casualidades de la vida mis vecinos y yo descubrimos nuestros gustos y podemos cumplir deseos y sueños.

CAPITULO 18

(se recomienda leer los anteriores)

Mi Dueña estaba en el estudio trabajando y escuche que había atendido algunas llamadas aunque apenas pude oír nada más, yo ya casi había terminado el piso de arriba y gran parte de abajo, porche, entrada, etc., pero dada la hora que ya era debería de programar la comida de mi Ama, así que fui hacia el estudio, me arrodille a la puerta y toque la puerta pidiendo permiso humildemente.

-          Pasa Dani, me dijo.

-          Con su permiso mi Dueña.

-          Vas a limpiar el estudio y necesitas que salga? Me comento ella.

-          No mi Ama, el estudio lo limpiare esta tarde o cuando usted ni el Amo lo necesiten, así no les molesto, yo venía a preguntarle lo que desea para comer para que vaya organizándolo.

-          No, no tienes que preparar nada, me ha llamado una amiga y he quedado a comer con ella, así que no tienes que prepararme nada.

Quiero que llames al super y repongas todo lo que ayer por la noche se gastó, ya sabes que quiero que siempre tengas de todo lo que solemos necesitar y estes preparado para cualquier imprevisto, sobre todo en cuanto bebidas.

Y también debes retirar las sábanas de las camas balinesas y poner otras limpias, ayer se llevaron más de una corrida encima.

-          Ya lo he hecho a primera hora mi Dueña.

-          Por cierto que anoche se me paso decirte nada, pero que has hecho con lo que sobro de los chuletones y con los huesos?

-          Lo saqué todo a la basura mi Ama, no pensé en preguntarle nada sobre ello, pensé que era todo para la basura.

-          Si, no pasa nada, pero para las próximas ocasiones en las que comamos ese tipo de carne guarda después los huesos, serán para ti un bocado rico y me apetece verte humillado comiéndolo, además como tienes prohibido comer tu pienso hasta que no hayamos comido nosotros, pensé que sería buena idea que degustaras esos huesos y esas sobras, te gustara repelarlas y demostrar así tu condición, después ya nos lo agradecerás.

-          Si mi Ama, así lo hare.

-          Tu Amo me comento anoche que dejo por ahí su slip, me dijo mi Ama.

-          Si también lo he recogido ya.

-          Lo has lamido bien antes de lavarlo putita?, me pregunto mi Dueña.

-          Claro mi Ama, por delante y por detrás como usted me ordeno hacer siempre hacer con las prendas de ropa interior suyas y de mi Amo.

-          Así tienes que hacerlo siempre esclavo, mostrando tu respeto y adoración.

Ve, límpiame el cenicero y me lo vuelves a traer, me ordeno.

Recogí el cenicero y me fui a limpiarlo, cuando volví, hice la misma operación en la puerta, ella me dio su permiso y volví a dejar el cenicero en la mesa.

Cuando ya pensaba retirarme a seguir con mis tareas, ella me detuvo y me ordeno ponerme a sus pies a besarlos y lamerlos.

Estar a sus pies era un placer, lamerlos y besarlos aún más, tener la oportunidad de rozar con mis labios su piel, esa piel de sus pies, era como estar en el cielo y disfrutar al máximo.

Ella me iba moviendo el pie para que se lo lamiese por una zona o por otra e incluso me lo metía en mi boca cuando quería más.

Yo disfrutaba mucho y creo que ella aún más.

-          Me quedan unos minutos para terminar lo que estoy haciendo putita, así que ve y prepara tu culo que voy a follarte en la cocina, recoge y lleva allí mi arnés y el dildo negro, preparas tu culo, que quede limpio, lo lubricas y te pones apoyado en la mesa con las piernas abiertas a esperarme.

-          Si mi Ama.

Obedecí a mi Ama y me preparé mi culo poniéndome lo que había traído la Señora Luisa para limpiarlo antes de ser usado y también poniéndome una ampolla del lubricante que ella misma había traído.

En la cocina deje limpia la mesa y me puse como mi Ama me había ordenado, allí quede esperándola con mi culo en pompa, expuesto y abierto, el hilo de mi tanga apartado y yo apoyado en la mesa.

Al cabo de un rato entro mi Dueña en la cocina y una vez que vio que estaba como ella quería se puso el arnés con el dildo y el suplemento dentro de ella.

Se puso frente a mi cara y poniendo el dildo junto a mis labios me dijo.

-          Muy bien putita, primero chúpamela bien, mójala entera y espero que te hayas lubricado bien porque quiero metértela de golpe y follarte duro.

Abrí mi boca y ella empujo su polla hasta dentro, yo le pasaba la lengua y trataba de que toda estuviese bien mojada.

-          La próxima vez que te folle quiero que te pongas sujetador putita, quiero que parezcas más zorra de lo que ya eres, entendido?

Yo afirmaba con mi cabeza y ella seguía metiendo su polla en mi boca.

De repente la saco y dándome un azote en mi culo, puso la punta de su en la entrada de mi culo, quedo parada por unos segundos, tan solo su respiración agitada era evidente y de repente de un solo empujón me la metió toda entera, no pude evitar el quejarme por el dolor que me hizo y ella dándome unos bofetones desde atrás me recrimino que me quejase.

-          Cuando te vuelva a follar traeré unos amigos que te metan la polla en la boca, así no podrás quejarte.

Ella estaba excitada y había imprimido un ritmo fuerte de mete-saca que hacía que su respiración fuese acelerada y que solo oírla me excitase mucho a mí, ella lo estaba gozando, follarme duro le estaba proporcionando mucho placer, … a mí también. Cambio un par de veces de posición ella, a mí solo me movía las piernas en una u otra posición para que ella pudiese entrarme mejor.

En la última posición que me puso agarro fuerte mis caderas y empujaba muy fuerte, yo pensaba que ella ya se había corrido al menos un par de veces, pero en esa postura y por cómo me la metía intuí que estaba a punto de explotar en un orgasmo muy intenso, así fue apenas unos minutos después, note como daba unos últimos empujones más intensos metiéndome su polla hasta el fondo y en el último empujón dejo su polla dentro de mi culo y cayó sobre mi agotada notando yo sus hermosos pechos apoyados en mi espalda, así estuvo unos segundos hasta que recupero su respiración y se incorporó.

-          Ponte de rodillas ante mí y chúpame la polla, límpiala bien perra, me ordeno.

-          Si mi Dueña.

-          Por cierto, me dijo dándome un bofetón muy fuerte, quiero que tu culo este más limpio de lo que estaba, debes tener siempre preparado y muy limpio tu culo para ser usado en cualquier momento, termino de decirme dándome otro bofetón.

Me puse frente a ella y me metí la polla en la boca, lamiéndola y limpiándola bien como me había ordenado, después también siguiendo sus instrucciones le quité el arnés y lamí sus muslos, su coño y su culo para dejarla bien limpia.

Me ordeno limpiar todo y dejarlo en su sitio, me dijo que después subiese a su dormitorio a ayudarla a asearse y vestirse que se iba a duchar y preparar para ir a comer con su amiga.

Hice todo lo que me ordeno con su arnés y el dildo, después recogí todo en el porche, estudio y la cocina, cuando todo estaba en orden como a mi Dueña le gustaba subí a su dormitorio, ya se había duchado y estaba maquillándose frente al espejo, con una toalla alrededor de su cuerpo, , cuando vio que estaba en la puerta me dio permiso para entrar y me dijo que terminara de arreglarle el pelo, se sentó en medio del aseo en un taburete y yo cogí el secador para terminar de secarle y dejarle el pelo como a ella le gustaba, cuando acabe se puso en pie y se apoyó en el lavabo diciéndome que comprobase con mi lengua si había limpiado bien su sexo y su culo, lo hice con gran placer y lamí todo lo que ya estaba limpio para aun dejarlo más limpio.

Dejo la toalla y desnuda salió hacia su dormitorio, indicándome que la siguiera por supuesto a cuatro patas, ella se sentó en el borde de la cama y fue pidiéndome la ropa que se quería poner, tanga, sujetador, falda vaquera blanca y una camisa ancha de flores azules que le sentaba genial, la ayude a vestirse y entonces empezó a pedirme los complementos, sandalias, unas azules de tacón, un bolso azul, un medallón largo con una especie de concha en oro blanco, unas pulsera muy vistosas de colores variados y antes de que le pusiera las sandalias me dijo de traerle una cadenita de oro tobillera muy bonita y que se la pusiera, así como unos anillos en 3 dedos de sus pies, después de ponérselo todo y besarle con adoración sus pies le puse las sandalias y la verdad es que mi Dueña como siempre, estaba espectacular.

Una vez se hubo preparado me indico que bajase al porche y la esperase allí, ella bajo después y como era aún temprano para su cita y no quería llegar la primera, se sentó a fumarse un cigarrillo y me conto que su amiga con la que comería era Carmen, que había sido paciente suya de la consulta de terapia que antes tenía, que cuando la conoció en la consulta iba a separarse y termino haciendo a su marido su sumiso, su esclavo, que era una chica algo más joven que ella, de muy buena familia y que había tenido después algo con ella, que le tomo mucho cariño pero entendió que era mejor que se apartase un poco y seguir como profesional más que como amante, así que se fueron distanciando, pero que el cariño y aprecio aun lo tenían ambas, que la había llamado para consultarle unos problemas y que pensaron que era mejor comer juntas, verse después de tiempo y hablar cara a cara, finalmente ella se había convertido es una experimentada Dom y ahora quería hacerse con una esclava que parece ser yo conocía, en fin que en la comida se enteraría bien del problema y de lo que quería de ella, pero que mi Ama deseaba estar guapa porque deseaba darle buena impresión después del tiempo transcurrido sin verse, se la notaba que aún quedaban temas pendientes entre ellas y que mi Dueña quería que la viese muy guapa.

-          Bueno perrito, ya me voy, ahora te pones tu ración de pienso en el cuenco y comes, ya sabes que debes hacerlo como siempre en el suelo, o en la cocina o en el porche, pero en el suelo, entendido?

-          Si mi Dueña, le respondí.

-          Si necesito algo te llamare, estate atento al teléfono y si decido que venga mi amiga de visita también te avisare, tu termina de tener toda la zona del jardín como a mí me gusta.

-          Así lo hare mi Ama.

-          Ahora en cuanto me vaya metete el plugo verde, no quiero que se cierre tu culo.

Venga besa mis pies y despídete que me voy.

Bese sus pies y despedí a mi Dueña deseándole que disfrutase de la comida y de la compañía.

Oí como sacaba su coche del garaje y como se fue.

Estaba ella llegando a la puerta del restaurante donde había quedado después de haber dejado el coche en el parking cercano, cuando un coche aparco en la puerta y de él se bajó su amiga Carmen, iba en la parte trasera sentada y el que conducía y ahora le abría la puerta era el que antes era su marido y ahora su esclavo, ella con una indicación le hizo bajar la mirada y le dijo que se fuese a un parking y se quedase en el coche sin moverse hasta que ella lo llamase para recogerla, el simplemente le respondió con un si mi Ama.

Mi Dueña la esperaba en la puerta y cuando se acercó sonriendo se dieron un abrazo enorme y unos besos muy cariñosos que a ambas les supieron a poco.

Entraron juntas y las sentaron en una amplia mesa más apartada y privada que previamente mi Ama había reservado, antes de sentarse y estando ya solas mi Dueña no pudo resistirse y acariciando con un dedo la cara de su amiga Carmen le dio un beso en la boca que su amiga saboreo y mi Ama gozo.

-          Sigues estando igual y me sigues volviendo loca Merche, le dijo su amiga Carmen.

-          Siempre me has gustado mucho, eso ya lo sabes y tu llamada ha sido una sorpresa que no pienso desaprovechar, le dijo mi Ama.

-          Tampoco yo voy a desaprovechar nada Merche, te lo aseguro desde ya.

Las dos se expresaron sus deseos más íntimos y de alguna manera se armaron de paciencia para después de la comida y de contarle Carmen a Merche los problemas que habían ocasionado la llamada.

Una vez pidieron el aperitivo y la comida, Carmen empezó a contarle a mi Ama que tras someter a su exmarido su madre se mudó a vivir con ella ante el cambio de condiciones en su relación, su madre también era Dom y prácticamente han compartido todo desde entonces, el tema es que decidieron ampliar su cuadra de esclavos y se pusieron a buscar una perra, tema que no les ha sido nada sencillo, le conto que habían tenido sesiones con algunas pero que en absoluto era lo que ellas buscaban, además buscaban el compromiso de la propiedad absoluta algo que no es fácil de encontrar, el caso es que en el club al que asistían había una chica de unos treinta y pocos años trabajando, sumisa y con la que habían tenido sesión en alguna ocasión, la habían invitado a casa en más de una ocasión e incluso ya habían llegado a proponerle su entrega total a Carmen y a su madre, que Carmen y también su madre fuesen sus Dueñas absolutas, pero la chica había dudado mucho y ellas, madre e hija, estaban un poco recelosas del porqué de esas dudas y pensaban que quizás había algo que ellas desconocían, la chica en alguna ocasión les había nombrado como referencia a que había estado con Doña Mercedes de sumisa y que la había enseñado mucho, de ahí que Carmen, la amiga de mi Ama, la llamase y quisiese contrastar con ella lo que decía la chica y conocer la opinión de mi Ama.

-          Carmen, cariño, le decía mi Ama, no sé qué decirte, porque en el club yo he tenido sesiones con bastantes chicas y chicos, tu bien sabes de nuestra búsqueda de esclavos y esclavas para tenerlos en propiedad desde hace muchos años, de ahí todas esas sesiones, pero como dices que se llama?

-          Se llama Olga, es morena, es atractiva, no muy alta, buenos pechos y buen culo, no está delgada pero tampoco gorda, está bien, habla educadamente y creo que en el club también estuvo de camarera.

-          Espera que ya se de quien se puede tratar, no recuerdo su nombre, pero sí que era camarera y que siempre estaba dispuesta a ser usada y azotada, si es ella claro que ha estado conmigo, me pillo en esa época que iba mucho al club a aprender a manejar los látigos y varas, me sentaba bien descargar mi rabia de no encontrar sumiso propio allí y si es cierto que esta chica siempre estaba dispuesta.

-          Por lo que dices sí que puede ser ella, y que más sabes sobre ella Merche? Es de fiar? Es sincera?

-          Creo que por lo que me dices es posible que ella aun no lo tenga claro, porque era una chica muy sumisa y entregada, era aplicada oralmente tanto en hombres como mujeres y tenía actitud para ser adiestrada y aprender a servir de por vida, al menos es lo que yo creo.

-          A mi madre y a mi nos gusta mucho, desde luego es lo mejor de todo lo que hemos visto y llevamos ya tiempo buscando, ella nos complace bien cuando la hemos tenido en casa pero sigue generando esas dudas que yo creo que ella misma tiene y para ser de mi propiedad no quiero dudas ninguna.

-          Desde luego que no Carmen, debe ser ella la que desee ser tuya, más que tu o que vosotras ser sus Dueñas, ya sabes que esto apenas tiene secretos, se debe querer y desear mucho porque el camino no es fácil.

-          Pues en esas estamos y por eso te he llamado Merche, porque además de contarme lo que sabes e intuyes, tu opinión siempre ha sido muy importante para mí, además ahora te has hecho aún más famosa de lo que ya eras con la doma que le estas dando a tu esclavo, está en boca de todo el mundo.

-          No hagas caso Carmen, la gente habla por hablar y siempre tienen algo que comentar, pero estamos muy felices con el perro que tenemos y la verdad es que avanza mucho, progresa día a día y su adiestramiento nos hace sentirnos orgullosos, dijo mi Ama sonriendo y acariciando la mano de su amiga.

-          Me encantara conocerlo, además de ti siempre se aprende, te he echado mucho de menos Merche y ahora espero que no nos distanciemos más y así poder seguir aprendiendo de ti.

-          Si es tu deseo aprenderás y aún más, compartiremos sabiduría y enseñanzas cariño, le dijo mi Ama.

Además ya sé lo que haremos respecto a tu sumisa, donde está ahora?

-          La hemos dejado en casa, esta de alguna manera encerrada ya que mi madre ha salido a comer con un compromiso que tenía de trabajo y yo contigo, así que está en su cuarto hasta que le permita salir.

-          Bien, envía a tu esclavo a recogerla, que le ponga un collar y una correa y que la lleve a mi casa, allí la recibirá mi perro y le daré instrucciones de qué hacer con ella hasta que lleguemos nosotras, quiero comprobar algo con esa perra.

Además tú te vendrás luego a casa a tomarte una copa conmigo no?

-          Pues claro, que iré, es más mi madre seguro que se apunta a la copa y a lo que sea, porque está loca por conocerte de todo lo que he hablado de ti, y quiero que sepas que con mi madre como si fuese conmigo Merche, absolutamente todo.

-          Todo Carmen?, le dijo mi Ama.

-          Si Merche, todo y prepárate porque seguro que te deseara en cuanto te vea, mi madre es de gustos exquisitos.

Ambas rieron y siguieron con la comida, entonces Carmen cogió su móvil y llamo a su esclavo, le ordeno ir a casa a recoger a la sumisa, ponerle un collar y correa y llevarla a casa de mi Ama, allí le recibiría mi sumiso, enseguida debería de volver al parking a esperar instrucciones.

Mi Ama también cogió su móvil y me llamo, me dio instrucciones para cuando llegase la sumisa Olga la recibiese y la llevase a la mazmorra, allí debería de meterla en la jaula cilíndrica a esperar que nosotras llegásemos, no debíamos de hablar ni decir nada.

Ambas amigas siguieron comiendo comentando sus cosas hasta que Carmen recibió una llamada, era su madre y preguntaba si aún estaban en el restaurante, que ella llegaría para el café.

A los pocos minutos apareció por nuestra mesa Doña Sofia, la madre de Carmen, era una mujer quizás en la mitad de los cincuenta pero que se mantenía muy bien, muy cuidada, muy bien arreglada, muy atractiva y que estaba realmente muy bien, además se le notaba que tenía clase y elegancia.

Tanto Merche como Carmen se levantaron a recibirla y ambas le dieron un par de besos, los de mi Ama fueron más pausados y sensuales por ambas partes, se sentaron y siguieron la animada charla.

-          Estoy encantada de conocerte Merche, le dijo Doña Sofia, poniendo su mano sobre la pierna de mi Ama y notando como esta no es que no apartara su pierna si no que la acercaba más.

-          También yo Sofia, he oído hablar mucho de ti y todo bueno, dijo mi Ama sonriendo.

-          Pues tendremos que ponernos al día porque yo todo lo que oído me resulta interesante y atractivo Merche.

-          Veras que mi madre no se corta para nada Merche, ya te dije que era así, dijo Carmen.

-          La niña siempre quejándose de la madre, dijo Sofia riendo.

Siguieron en animada charla, tomaron café y comentaron respecto a la sumisa, su hija le comento lo que había propuesto Merche y a Sofia le pareció genial.

-          Mi principal problema Merche, dijo Sofia, es que nunca he tenido que domar o adiestrar, siempre se me han entregado y solo he tenido que pedir lo que quería y creo que esta perra necesita una buena doma para dejarse de dudas y estupideces, porque es una perra muy complaciente y podría servirnos a nosotras estupendamente.

-          No creas que te falta razón Sofia, si es la chica que creo que es sí que necesita una mano firme que la doblegue y domarla para mostrarle sus opciones y sobre todo su lugar.

-          Espero que tengas razón Merche, que la hagas reflexionar y sabre agradecértelo, le dijo Sofia pasando esta vez su mano por el hombro de mi Ama.

-          Tranquila Sofia que Carmen sabe bien convencerme de todo y que no haría yo por tu bombón de hija, dijo mi Ama agarrando la cara de su amiga Carmen y dándole un beso.

Una vez terminada la charla y con una copa de licor en las manos brindaron todas por resolver el problema que las había llevado a juntarse ese día.

Se levantaron y se dispusieron a salir del restaurante entonces Sofia se acercó a mi Ama y cogiéndola por la cintura le dijo al oído.

-          Me gustas mucho Merche, mi hija me había hablado mucho de ti pero aun estas más espectacular que lo que ella me había dicho, no me importaría que compartiéramos algo de intimidad, aunque respeto que Carmen esta antes que yo.

-          Tú también me gustas Sofia, has sido una grata sorpresa y tranquila que con amigas de verdad no me importa compartir.

Salieron hasta la puerta y entonces Carmen llamo a su esclavo, este enseguida apareció con el coche y se bajó a abrir puertas, su Ama le pregunto si había cumplido su encargo, él le dijo que si y su Ama le dijo que ella ahora se iría con Merche en su coche pero que él se pusiese a disposición de Doña Sofia que tenía que asistir a un par de reuniones.

Mi Ama y Sofia seguían hablando en la puerta del restaurante.

-          Es buen chico pero siempre le falto iniciativa, refiriéndose al esclavo.

-          Déjalo ya mama, le dijo Carmen.

-          Sabes Merche, siguió hablando Sofia, el día que Carmen apareció en casa para decirnos que se separaba de su marido, que no lo soportaba más, que tenía una aventura con un chico sumiso que había conocido y que había sido una experiencia increíble, que ya sabía perfectamente lo que deseaba en su vida, ese día yo vi el cielo abierto.

Ese día le ordené a su padre arrodillarse a los pies de su hija y tratarla con el debido respeto, obedeciéndola en todo lo que ella le ordenase, le conté a mi hija que yo era Dom hacía mucho y que su padre era mi perro, al igual que algunos otros que ella veía por casa pensando que eran miembros del grupo de empresas.

Le dije que antes de separarse le diese dos hostias a su marido y lo pusiese a sus pies, que ese chico mimado había sido toda su vida un sumiso en potencia sin saberlo.

Y mira Merche ahora donde estamos.

-          Entonces tus consejos Sofia y los míos en la terapia hicieron que cambiara totalmente su vida y por lo que veo le ha ido genial, ahora esta fantástica, dijo mi Ama.

-          Ambas me abristeis los ojos y esos días fueron duros de aceptarme a mí misma, pero cambiaron mi vida, dijo Carmen.

-          Pues menos mal hija porque mira ahora como te ves, le dijo su madre.

-          Esta preciosa y estoy deseando tenerla para mí, dijo mi Ama acercándose a Carmen y dándole un beso en su boca.

-          Espero que la fiesta dure hasta que yo me desocupe, dijo Sofia, os llamare cuando termine, pero si no es posible hoy, Merche me gustaría mucho poder estar tranquilas y conocernos más.

-          A mí también Sofia, no lo dudes.

Doña Sofia subió al coche, el esclavo cerro su puerta educadamente, subió al puesto de conductor y se fueron.

Las dos amigas caminaron un poco hasta el parking, subieron al coche de mi Dueña y una vez acomodadas mi Ama acaricio el pelo y la cara de su amiga y le dijo.

-          Estas muy atractiva Carmen, estoy deseando que estemos más tranquilas para saborearte bien.

Diciéndole esto le dio un profundo beso en la boca, las lenguas de ambas se juntaron y las dos se acariciaron suspirando de deseo.

-          Ahora después podrás comprobar cómo me tienes Merche, estoy muy mojada de la excitación que produce solo estar de nuevo a tu lado y saber que podremos volver a disfrutar como lo hacíamos antes.

Mi Ama metió su mano por debajo de la falda de su amiga que automáticamente abrió sus piernas y comprobó que efectivamente estaba muy mojada, saco los dedos empapados y se los llevó a su boca, los saboreo y le dijo que iban a disfrutar mucho.

-          Ahora cuando lleguemos a casa Carmen quiero que me des el poder sobre tu perra delante de ella y que a partir de ahí no intervengas, solo me sigas en lo que haga, yo te indicare, pero no quiero que se desvié de donde pretendo llevarla.

Si es la chica sumisa que pienso que es, sí que tenía un click en su mente que solo podía saltar siendo dura y severa con ella, al menos eso es lo que recuerdo y para llevarla ahí necesito que solo observes y no intervengas.

-          No te preocupes Merche, cuando lleguemos le ordenare a la perra ponerse a tu disposición y obedecerte en todo como si se tratase de mí.

Tu ya sabes que siempre fue mi punto débil el tema de la disciplina, quizás por eso tanto al perro como a ella les falta motivación, ese puntito que tanto mi madre como yo deseamos de más y echamos de menos, quizás tengas mucha razón en lo que dices Merche.

-          Ya sabes que una de las bases para instruir a los sumisos y para tenerlos atento y motivados es la disciplina, no debéis, ni tú, ni tu madre dejarlo de lado eso, porque no gozareis lo que podéis, seguro.

-          Deberé retomar el aprendizaje de muchas cosas contigo, si a ti te apetece tutelarme Merche.

Entonces mi Ama se volvió de nuevo hacia ella y la beso metiéndole la lengua hasta su garganta y acariciando sus pechos.

-          Contigo Carmen me apetecen muchas más cosas que tutelarte.

Arrancaron el coche y salieron hacia casa, de camino comentaban.

-          Bueno Merche, dime, que te ha parecido mi madre que aunque te había hablado mucho de ella, aun no la conocías.

-          Me ha caído genial, parecéis hermanas, está muy bien y si te soy sincera me ha gustado mucho, me da cierto morbo.

-          Bueno, tú a ella le has gustado mucho y está loca por poder estar contigo íntimamente, dijo Carmen sonriendo.

-          No le voy a decir que no si se da esa circunstancia, le respondió mi Ama.

-          Se dará, no lo dudes Merche, conozco a mi madre y se identificar sus miradas y los movimientos de su cuerpo, le has gustado mucho y ha estado todo el tiempo tratando de seducirte, es más, apuesto lo que quieras, dijo sonriendo, a que despacha sus reuniones esta tarde de forma urgente para venir a verte.

-          Haría eso? Seducirme a mí? Como? Le decía mi Ama.

-          No te has dado cuenta de que mi madre solo estaba pendiente de su escote, se bajaba la chaqueta para lucirlo más y así mostrarte su pecho y que tú la mirases con deseo, le comento Carmen.

-          Y lo he hecho para que estuviese relajada, tiene un pecho muy bonito, pero ahora me interesa más el tuyo, tú y tu cuerpo Carmen.

-          Ese ya lo tienes ganado, le dijo Carmen acariciando su pierna.

Siguieron de camino y ya estaban cercanas a la urbanización.

Oí el coche de mi Dueña y me apresuré a ponerme bien el delantal y esperarla en la puerta, las oí charlar y abrí la puerta arrodillándome a los pies de mi Dueña y besando esos deliciosos pies en aquellas maravillosas sandalias.

-          Hola Dani, saluda a nuestra invitada, ella es Carmen, una muy buena amiga que fue mi amante hace algún tiempo y que lo volverá a ser a partir de hoy, me dijo mi Ama.

-          Buenas tardes Señora Carmen dije mientras me arrodillaba a los pies de su amiga y los besaba humildemente.

-          Lo tienes muy bien educado Merche, dijo Carmen, ves como tengo que aprender, me encanta el recibimiento.

-          Lo veras esta tarde, pero se trata de disciplina Carmen, si la actitud del sumiso es buena, todo va sobre ruedas, solo hay que indicarle el camino a seguir.

Mi Ama le restó importancia a los halagos y les dijo a su amiga que la siguiera hacia el porche, a mí con un gesto me indico que lo hiciese a cuatro patas.

-          Dime perrito, hiciste lo que te dije, me dijo mi Ama.

-          Si mi Dueña, tienen ustedes a la perra Olga en la mazmorra dentro de la jaula cilíndrica como usted me ordeno mi Ama.

-          Veamos a tu perra Carmen, dijo mi Ama.

Dejaron sus bolsos en el porche y salieron hacia el antiguo garaje convertido en mazmorra.

Entraron y Carmen se quedó alucinada de como tenía preparado todo mi Ama, ella le quito importancia y le comento que su perro era muy manitas de bricolaje y lo había hecho todo personalmente bajo las indicaciones de ella.

Se acercaron a la jaula y allí estaba la perra Olga, que efectivamente era quien mi Ama imaginaba, mi Dueña le abrió la puerta de la jaula y su Ama Carmen le indico que saliese y saludase a su amiga Merche, Doña Mercedes para ella y que a partir de este instante la obedeciese en todo como si se tratase de ella misma, ella le dijo que si a su Ama y se arrodillo a los pies de mi Dueña besándole los pies y saludándola educa mente.

-          Desnúdate perra, le ordeno mi Ama.

Mientras lo hacía, le indico a su amiga que se pusiese junto a la puerta en un sillón que allí había.

Mi Ama espero que se desnudase del todo la perra y una vez que lo había hecho, la puso en pie y engancho con su correa del collar sus manos y estas a una argolla que había en alto colgada del techo, dejándola totalmente expuesta.

La puso de frente a ella y pellizco sus pezones, retorciéndolos y estirando de ellos, para soltarlos después y darle azotes y hostias en los mismos, hizo esto varias veces y la perra callaba pero sus gestos de dolor eran evidentes.

-          Me dice tu Ama que eres una perra sumisa con muchas dudas y que no terminas de entregarte como deberías, que no asumes tu posición, es así?

-          Trato de ser la esclava que mi Ama Carmen y mi Ama Sofia desean de mí, Señora Mercedes.

-          Si así fuese perra estúpida ya te habrías entregado totalmente a ellas y ya habrías firmado todos los documentos de propiedad a mis amigas, agradeciéndoles que se hagan cargo de ti, le dijo mi Ama.

En ese momento mi Ama le dio dos bofetones y le dijo que no admitía estupideces, ni mentiras, aun menos de una perra como ella.

-          La verdad es que no te recuerdo así perra, le dijo mi Ama dándole de nuevo dos hostias que le cruzaron la cara.

Ella ya tenía la respiración agitada, pero efectivamente su lado más masoquista estaba despertando y su coño totalmente depilado empezaba a brillar de humedad.

Intento hablar la perra pero dos hostias más de mi Ama se lo impidieron y se quedó en silencio.

De nuevo cogió sus pezones y los estiro retorciéndolos, su cara demostraba que aquello dolía, pero aguantaba como debía el castigo que estaba recibiendo.

Mi Dueña se acercó a su cara y metiendo un dedo en su boca se la abrió, la escupió dentro, la volvió a cerrar con el mismo dedo y le dio cuatro hostias en hicieron que su cabeza se volteara.

Se acerco a su oreja y le dijo mi Ama muy bajito.

-          Según recuerdo te excitaba mucho que fuese dura y severa contigo, es así puta perra?

-          Si Señora Mercedes, es así, gracias Señora.

Dos hostias más pusieron su cara muy roja y ardiendo.

Mi Ama fue hacia el armario y cogió la caña de bambú negro que más le gustaba, una que hice especialmente para ella.

-          Quieres que te ponga mordaza perra? No quiero, ni voy a soportar quejido alguno, le dijo mi Ama.

-          No Señora, creo que no la necesitare.

-          Bien putita, esperaba de ti esa respuesta, vas aprendiendo y eso me satisface.

La puso con el culo en pompa y mi Ama le dio uno, dos, tres, cuatro y cinco azotes con la caña silbando en cada uno de ellos, ella retorcía todo su cuerpo pero aguantaba sin gritar, ni quejarse, enganchada como estaba a la argolla del techo apenas podía moverse.

Mi Ama paso su mano por el culo de la perra y pudo comprobar las marcas que acababa de hacerle, eran deliciosas.

De nuevo le indico que se pusiese con el culo en pompa y de nuevo hizo silbar su caña, otros cinco azotes más dejaron cinco más que evidentes marcas más en el culo de la perra.

Mi Dueña dejo la caña y se acercó a la perra, paso su mano por el coño de la sumisa y comprobó que estaba empapado, metió dos dedos en él, hasta dentro, provocando un gemido que no pudo evitar de la perra.

La mano de mi Ama con esos dos dedos empapados fue directa a la boca de la sumisa que de inmediato la abrió y lamio con placer aquellos dedos, en ese momento mi Dueña se dio cuenta que su labor ya estaba hecha y que había provocado en la sumisa lo que pretendía, despertar su entrega y activar su actitud de servicio, saco los dedos y le puso la mano frente a la boca, ella la beso y beso como muestra de agradecimiento, entonces bajo la mano y acariciando uno de sus pechos de nuevo se acercó a su oreja y le dijo muy bajito.

-          Ya serás la puta perra sumisa que se espera de ti o deberé de esforzarme más en recordarte quién eres, a quien perteneces y cuál es tu sitio.

-          No Señora Mercedes, tengo claro lo que soy y pertenezco a mi Ama Carmen, dijo la perra.

Mi Ama se fue hacia donde estaba su amiga Carmen, dejando a la perra allí colgada, se sentó junto a ella y se encendieron un cigarrillo, comentando.

-          Carmen, ahora quiero que vayas hacia tu perra, te pongas frente a ella, muéstrate inflexible, castígale los pezones y las tetas, dale dos o más hostias y dile que no estas dispuesta a aguantar más tonterías, que le aplicaras la disciplina que consideres necesaria, muéstrale siempre tu poder, que tú eres quien decide y que ella solo esta para servir, después humíllala, después de darle las hostias ponle tu mano para que la bese, creo que ahora mismo está donde debe estar pero aun la forzaremos un poco más para estar seguras de haber conseguido lo que deseábamos de ella.

-          Perfecto Merche, muchísimas gracias, no sabes cómo te lo agradezco.

-          La muy perra necesita mano firme y dura, se ha corrido mientras la castigaba y está a punto de nuevo, ahora juega bien tus cartas Carmen y estará donde tú quieres.

Carmen termino su pitillo y se levantó, lentamente fue hacia donde estaba su perra y se puso frente a ella, mirándola fijamente a los ojos, sin decir nada agarro su barbilla con una mano y con la otra le dio un bofetón, su sumisa estaba sorprendida cuando su Ama le dio dos más a los que siguieron otros dos.

Carmen le puso su mano frente a su boca y la sumisa comenzó a darle besos como nunca antes lo había hecho, bajo sus manos y agarro los dos pezones de la perra, retorciéndolos hasta que su cara parecía gritar que no podía aguantar más, soltó los pezones y le dio unas hostias a sus pechos que hicieron que ella se encogiese, entonces sin prisa alguna Carmen se volvió y cogió la caña que había dejado mi Ama, la paso por la boca de la sumisa que sacaba su lengua y lamia la caña, besándola como su Ama deseaba.

Le indico a la perra que pusiese su culo en pompa con un gesto y comenzó a darle con la caña certeros golpes que iban marcando su culo y hacían que ella se retorciese de dolor, finalmente cuando llevaba 8 azotes paro y dejo la caña, los muslos de la perra chorreaban el placer que había sentido al ser castigada, Carmen se puso frente a ella y hablo por primera vez.

-          Estoy pensándome seriamente el acogerte en mi cuadra, no tengo ganas de estar enseñándote o recordándote lo que ya deberías de saber y tener claro, tu entrega es algo que debes ofrecerme tu, no que deba reclamar yo, si eso no lo tienes claro, no me interesas.

-          Soy suya mi Ama, la deseo mucho y solo quiero ser suya, de su propiedad, que usted disponga de mi como mejor considere, perdóneme que sea una sumisa ingenua, pero la deseo y soy suya mi Dueña, mi Diosa Carmen.

-          Tendrás que demostrar muchas cosas perra y tendrás que ser muy sincera, tu credibilidad ha bajado mucho y solo depende ti el poder recuperarla y sobre todo tu futuro.

Carmen le puso la mano frente a su boca y la perra la beso con pasión, con humildad, con mucha entrega y con adoración a su Ama, suplicándole que no la dejase.

-          Debes aprender a agradecer perra.

-          Gracias mi Ama, muchas gracias y muchas gracias Doña Mercedes.

Carmen se dirigió hacia donde estaba mi Ama y esta se levantó, abrazo a su amiga y ambas salieron de la mazmorra hacia la zona de la piscina.

-          Déjala ahora ahí que reflexione Carmen, pero el trabajo está hecho y la semilla plantada, ella ya sabe quién es su Ama, algo que había olvidado.

-          Gracias Merche, creo que yo también me había acomodado y lo había olvidado, es más, creo que voy a replantearme las rutinas de ambos perros, porque el perro tampoco me sirve como yo deseo y eso es algo inadmisible, ahora entiendo cuando me dices y me repites lo de la disciplina.

-          Vamos a darnos un baño que nos lo merecemos Carmen, dijo mi Ama.

continuara ...

agradezco comentarios y también criticas