Esclavitud sin limites. amor u obsesión (2)
Se le amputara el pene y sus testiculos como demostracion de su fidelidad eterna.
Volví a despertar luego de mi desmayo y pude ver lo que me habían hecho, mejor dicho de lo que me estaban haciendo.
La castración había sido una farsa, eso era solo para que yo me imaginara lo que me esperaría el día que la hicieran de verdad.
Al otro día fui tratado muy bien de temprano un hermoso y suculento desayuno me fue servido, un hermoso baño me fue dado por dos de sus mas hermosas futuras amas, también por ellas mismas con hermoso cuidado fui depilado y rapado por completo, hasta mis cejas y pestañas fuero removidas, luego pasado el medio día ya no se me permitió almorzar ni cenar, a la noche una gran cantidad de personas fue congregada en la sala principal me di
cuenta por los murmullos y movimientos, yo estaba con los ojos vendados pero seguía siendo tratado de excelente forma.
Atado en una fría camilla en el medio de la sala, totalmente desnudo y con mi miembro en un buen estado de erección, excitado por lo que vendría comencé a escuchar la voz de mi ama que se dirigía al publico. Sus palabras fueron cortas y concisas. - Ayer nuestro esclavo Alex fue sometido a una simulación de castración, el supo soportarla como un fiel esclavo y eso es muy valoradle de mi parte hoy ustedes serán testigos de su fidelidad extrema y verán como el soporta esta castración verdadera que tendrá el placer de ser con mis propias manos.
La venda fue retirada, una fuerte luz me iluminaba, no podía ver con detalles a las personas que me rodeaban , pero pude ver que mi ama estaba a mi lado. Ella y dos de sus mejores discípulas estaban ahí vestidas como siempre de negro, pero esta ves era un vinilo muy fino que les marcaba a la perfección su cuerpos espectaculares. Yo siempre deseé tener ese cuerpo esas uñas largas y negras rozando mi piel, mi miembro, todo.
Ella me susurro Alex es el momento de demostrar hasta donde me amas, y me sonrió , eso pago todo la devoción que yo le tenia. Sus ayudantes inclinaron el respaldar de la camilla para que yo pudiera ver todo lo que me harían a la perfección.
Mi dulce y hermosa ama comenzó a pasar sus uñas por mi pecho deslizándolas suavemente hasta mi miembro, a medida que hacia esto mi pene se erectaba como si sus uñas fueran el arranque de mi motor de la virilidad.
Rodeo con sus largas uñas mi miembro y se detuvo para darme un suave apretón a mi testículos, a en ese momento mi miembro estaba súper venoso parecía que iba a acabar ahí mismo. Pero ella no se detuvo y en un increíble acto de compasión asomó su boca hacia mi pene y dándole un beso a la cabecita del mismo con todo su prepucio tirado por su mano hacia atrás, le paso la lengua y luego lo trago sin pestañar, lo conservo en su garganta por
un minuto y luego comenzó a morderme fuertemente, eso me dolía pero lo que ella hacia era para mi como tocar el cielo con las manos de ahí en mas nada me importaría nada mas.
El dolor comenzó a ser inaguantable y ella en ese instante dejo de morderme y retiro su boca. Pude ver como el tronco de mi pene estaba marcados los dientes de mi ama y hasta como pequeñas gotas de sangre salían de alguna zona lastimada.
Seguidamente una de sus discípulas tomo a mi pene todo mojado de saliva y
le puso una fuerte banda elástica en donde este nacía. La banda elástica corto de inmediato la circulación del mismo que comenzó a ponerse colorado. Hicieron el mismo trabajo con mis testículos que al apretar estos me dolieron mucho , la banda elástica era demasiado pequeña y apretaba demasiado casi podría decir que mis testículos quedaron como si fuera
una pelota externa a mi cuerpo solo unida por un pequeño cordón al mismo.
Una esclava acerco hasta mi ama una caja de bisturís plateada y ella eligio uno mediano y bien filoso. Tomando mi miembro y sin ningún tipo de anestesia acerco el filoso instrumental hacia la base de mi hinchado pene.
Mirándome a los ojos hundió suavemente el filoso bisturí, no pude evitar largar un desgarrador grito de dolor. Inmediatamente broto sangre del mismo pero una de sus discípulas acerco algo que yo no había visto, era un bisturí eléctrico que quemaba las venas que habían sido cortadas para impedir su sangrado, lo que se dice cauterización. La otra discípula siguiendo las órdenes de mi ama tapo mi boca con una pelota de trapo y puso una fuerte cinta aderente en la misma. Así quede mudo y respirando dificultosamente por
la nariz.
Tomando mi ama fuertemente el pene con una mano, mientras que on la otra siguió hundiendo el bisturí, pude ver como el mismo se perdía dentro del tronco de lo que seria mi miembro diseccionado. Saco el instrumental sangrando y lo mostró al publico presente mientras su disimula seguía cauterizando la herida para impedir que me desangre. Saco de un tiro la cinta de mi boca y retiro el trapo y me pregunto fuertemente mirándome a los ojos
llenos de lagrimas, - Queres anestesia. Yo conteste con una negación ahogado por mi dolor. Y replique solo quiero su felicidad mi ama. Poniéndome esta ves un mordillo sin encintarlo para que yo mordiéndolo pudiera soportar un poco el dolor. Dijo al publico presente- Alex es un ejemplo a seguir de esclavo nunca en mis años vi tanta pasión y entrega en un esclavo.
Seguidamente mostrando una vez más el bisturí sangrante, tomo fuertemente mí pene y mirándome a los ojos como diciéndome, esta ves es de una sola ves, acerco el filoso instrumento a mi ya herido miembro lo introdujo en la perforación ya realizada anteriormente y de un solo impulso comenzó a cortar a mi mal herido miembro viril. Pude ver como el filoso bisturí ganaba terreno y el dolor era tanto que ya parecía ni sentirlo , la mano de mi ama además de apretarlo con mucha fuerza tiraba hacia arriba como queriéndolo arrancar de un tirón. No tardo mucho en terminar su recorrido el filoso y
Mortal bisturí, solo sentí un jalón final y pude ver brotar borbotones de sangre en mi ya extirpado miembro. Mi ama elevándolo con el brazo en alto como si fuera su mas preciado premio y sacando su lengua para atajar las gotas de sangres que provenían del mismo.
Yo no podía creer lo que sucedía, mi miembro ya muerto en la mano de mi ama y en mi entre pierna los borbotones de sangre ya eran apagado por las manos de sus discípulas yo solamente incline mi cabeza y deje hacer su labor, sabia que faltaba mucho mas pero estaba exhausto por el estrés.
Mi pene fue depositada en una gran bandeja de plata, parecía latir, parecía tener su propia vida y fue de mano en mano por todo el público asistente.
Luego de que terminaran de coser y serrar la herida, mi ama me dijo al oído - ahora quiero tus huevos, pero esta ves si te anestesiare. Una gran jeringa fue directo a mi entre pierna y perforo sin compasión ambos testículos, en cuestiona de segundos un fuerte cosquilleo provenía de ahí y pude ver como ella los apretaba y yo no sentía nada. Ese anestésico sirvió también para erradicar el dolor insoportable que venia de mi extraído pene.
Una tabla fue depositada debajo de mis testículos, y con gran artesanía mi querida ama, fue estirando la piel de mis testículos y clavándolas a la madera con unos filosos y finos clavos con cabeza prominte.
En cuestión de minutos mis testículos estaban crucificados por completo a la madera y mis testículos eran muy bien marcados por la tensión de la piel, se podía ver increíblemente la forma de ambos después de ser estaqueados contra la madera.
Mi ama mostró al publico algo que yo no podía distinguir, me lo acerco y me di cuenta que se trataba de una gran y pesada masa de metal, en ese instante me pregunte que haría y no paso un segundo cuando mi ama se ubico frente a mi entre mis piernas abiertas y tomando la masa con ambas manos la coloco detrás de su cabeza y la bajo con toda su fuerza a mi entre pierna. Agradecí a dios haber tenido anestesia, el golpe sacudió todo mi cuerpo y al levantar mi ama la masa pude observar que uno de mis testículos ya no existía , en su lugar había una gran mancha roja que era imposible de distinguir lo que era en realidad, luego de otro golpe destruyo por completo lo que avía sido mi otro testículo hasta ese momento. Tiro la maza al piso y con un filoso bisturí corto la carne destrozada separando de mi cuerpo ese pedazo de carne clavada a una madera. Elevándola en el aire la mostró como un gran trofeo y prometió clavarla en la entrada de la mansión como demostración de mi entrega total. Sus discípulas sin esperar un segundo me cosieron y curaron mis heridas.
Yo sentía que mi entrega había llegado al máximo sabia que solo restaba entregarle mi vida , pero yo sabia que eso ya había sido entregada el día que entre por la puerta de la mansión de mi adorada AMA.