Esclavas en 3D

Una excitante colección de imágenes de esclavas y usos de esclavas realizada en 3D. (Incluye imágenes.)

Navegando por la red se pueden encontrar interesantes fotografías y dibujos relacionados con todo tipo de temas. Uno de ellos es el de la dominación, una de las grandes pasiones de los muchos que aquí escribimos y leemos. Interesante es la colección que he encontrado al respecto casi por pura casualidad, una colección de sensuales y terribles escenas de humillación realizada en 3D. Ambientadas en una edad antigua indefinida emparentada con la Grecia y la Roma clásicas pero con elementos de la Edad Media Europea, no tienen estas imágenes ningún desperdicio. He seleccionado las que me han parecido más excitantes. Espero que les agraden.

Las cuatro primeras sitúan la acción en un mercado de esclavos. En la primera de todas, un mercader pregona las maravillas de dos espléndidas esclavas que se venden en un mismo pack, desnudas y encadenadas para su exhibición. En la segunda la escena se repite con una sola esclava, también desnuda, por supuesto, pero con una excitante marca de ganado en uno de sus apetecibles muslos.

En la tercera y la cuarta fotografías las escenas también son similares: dos esclavas, esta vez arrodilladas, son exhibidas para la venta. Ambas portan insinuantes taparrabos que ocultan de ellas únicamente sus genitales. La segunda además lleva un collar. El resto de sus cuerpos permanecen desnudos.

Es fácil imaginar una escena en la que el mercader que las vende las obliga a levantarse y, para ser observadas mejor por el comprador, las obliga a bajarse o a quitarse el taparrabos delante de toda la audiencia, en plena calle, para su horrible humillación.

A continuación, viene una de mis imágenes preferidas: una esclava desnuda permanece encerrada en una pequeña jaula, mientras una sombra misteriosa aparece… El gesto de desamparo es total. Una de las más conseguidas, al igual que la siguiente: la cara de horror de una esclava atada a un poste. No se ve su cuerpo, pero es más que suficiente. Realmente, parece a punto de echarse a llorar de desdicha y vergüenza.

La siguiente no deja de ser curiosa: un torneo de gladiadores cuyo premio es una esclava. Lo mismo ocurre con la que viene después: una esclava parece implorar perdón a un soldado, que parece haber conquistado su ciudad y haberla reducido a ella al destino de cautiva. ¿Será vendida en una subasta pública? ¿Se la quedará el guerrero para su uso personal? ¿Se divertirá con ella en ese mismo momento?

Las que siguen, por último, son imágenes diversas sobre el tratamiento común de las esclavas. La primera imagen muestra a una esclava sudorosa que, desnuda y encadenada a la pared, parece pedir perdón por alguna falta cometida. ¿Qué terrible falta será esta? ¿Qué horroroso castigo le esperará?

La segunda muestra a una esclava desnuda esperando las órdenes de su maestra, arrodillada junto a ella. En la tercera, un maestro comienza a jugar con una de sus esclavas… Y ella se queja. ¿Le servirá de algo?

En la cuarta y la quinta, una esclava es castigada mediante azotes y otra es regañada por su amo respectivamente.

Por último, y no menos excitante, un entrenador de esclavas enseña a dos de ellas a darse placer la una a la otra, placer que tendrán que darle en el futuro a sus amos o amas.