Esclava persa

La joven esposa de un noble persa es esclavizada, violada en grupo por soldados y vendida a un burdel, al descubrirse que su esposo conspiraba contra el Rey.

De mujer libre a esclava

Este relato está ambientado en la antigua Persia y alrededor del año 600 a. C.

Istar, con 19 años, había vivido en un harén toda su vida, porque su padre era un hombre muy rico y de la nobleza... En su harén tenía 3 esposas y 4 concubinas más muchas esclavas y muchas hijas.

Ahora estaba entregada por su padre a un funcionario real llamado Cyrus, veinte años mayor que ella y además, era su única esposa.

Cyrus tenía sólo 3 concubinas... Ser la esposa oficial la convertía en dueña del harén y así seguiría siendo incluso si su marido tomara otra esposa... La primera esposa siempre era la que tenía el control completo del harén.

Dado que era la segunda hija de la tercera esposa de su padre, tuvo suerte de tener un marido ya que la mayoría de las hijas se entregaban como concubinas a hombres que su padre quería como aliados políticos.

Cyrus estaba en la corte del Rey persa y llevaba allí seis meses, por lo que se había llevado a dos de sus concubinas para su desahogo sexual y la única que se quedó era una concubina joven llamada Zara

Durante esta larga ausencia Istar, usaba un pepino para darse placer ante la falta de marido... Eso era bastante común en los harenes ya que un hombre no podía mantener satisfechas a todas sus mujeres... Los pepinos eran un sustituto común entre las chicas no vírgenes... A las vírgenes sólo se les permitía usar los dedos ya que había demasiado riesgo de romper una doncella con un pepino empujado demasiado profundo.

Istar prefería un pepino a Cyrus porque ella no disfrutaba los momentos en que él le metía su polla y se la follaba... Las mujeres del harén de su padre le habían advertido que eso podría suceder pero que se acostumbraría con el tiempo y aprendería a disfrutar con una polla metida dentro de su coño aunque fuese pequeña...Llevaban menos de un año casados ​​cuando llamaron a Cyrus a la corte.

Al quedar Istar sola, estaba considerando ordenarle a Zara que se uniera a ella para meterse ambas un pepino en el coño y disfrutar juntas, cuando entró el eunuco jefe y le dijo:

  • “Señora, ha llegado una tropa de soldados... El Capitán exige que vaya con todas las mujeres del harén a la Sala de Recepción.”

Eso era una orden sin precedentes... A los hombres extraños no se les permitía ver a las mujeres del harén... Su esposo le había dicho que obedeciera siempre a su eunuco jefe a pesar de que ella era una mujer libre y él, un esclavo.

  • “Diles que estaremos allí en unos minutos... Necesitamos tiempo para vestirnos para conocer a estos hombres.”

  • “Me dijeron que deberías ir de inmediato y si regreso sin ti, el Capitán ordenará a sus hombres que te saquen a rastras.”

Istar lo miró con incredulidad, pero tomó un velo y le dijo a Zara:

  • “Ponte un velo y sígueme.”

Luego, ella, Zara y las tres esclavas que servían en el harén, siguieron al eunuco jefe a la Sala de Recepción.

‘¿Cómo se atreve a darle órdenes un hombre que no es su marido?... ¡Y el harén que es un sacrosanto!... La amenaza de entrar era un terrible insulto para su esposo Cyrus’ , pensaba Istar furiosa.

La escena en la Sala de Recepción la sorprendió... Unos 20 soldados armados con espadas y lanzas, y portando escudos, estaban esperándolas... Rápidamente retuvieron al eunuco jefe mientras se volvieron todos a mirarlas... Uno, con espada y sin lanza, era probablemente el Capitán y les dijo:

  • “Estas putas tardaron bastante en venir... ¿Por qué lleváis velos?... ¡Quítárselos!”

Dos soldados dieron un paso adelante y rasgaron los velos de Istar y Zara.

Istar estaba en shock... Las mujeres de la clase alta nunca aparecieron en público sin llevar velo.

  • “Detén esto de una vez... ¿Cómo te atreves a tocarme?... Mi esposo se quejará ante el Rey por tu comportamiento desvergonzado.”

  • “Tu marido y tu padre están muertos... Han sido ejecutados por traición... El Rey ha declarado confiscada esta propiedad... Y ha ordenado que todos los familiares del traidor sean esclavizados y vendidos en las subastas públicas... Estás demasiada vestida para ser una esclava... ¡Atarlas y quitarles la ropa!

Los soldados agarraron a Istar y Zara por los brazos y les ataron las manos a la espalda... Luego les arrancaron la ropa... Pronto estuvieron desnudas frente a toda la tropa de soldados.

Istar estaba llorando y sonrojándose de vergüenza... Ningún hombre, salvo su esposo Cyrus la había visto nunca desnuda... Ahora 20 soldados la miraban con avidez.

  • “Buenas caderas... Bien formadas para follar y dar a luz... Buenos pechos para jugar... La altura adecuada para caber debajo de los hombres... Irá bien en un burdel una vez que la vendamos, pero su cabello es demasiado largo para una esclava y necesita un collar... Cortárselo!''

Uno de los soldados usó su espada para cortar el cabello negro que le llegaba hasta la cintura de Istar... Luego cogió un collar de cuero, lo envolvió alrededor de su cuello y cosió los extremos juntos... Sólo a las mujeres libres se les permitía el pelo largo y sólo los esclavos usaban collares de cuero... Ahora Istar estaba marcada públicamente como esclava.

  • “Ahora sois esclavas... Debéis llamar Amos, a todos los hombres libres y Amas, a todas las mujeres libres... Vosotras ya no tenéis nombres... Vuestros dueños decidirán cómo llamaros, ¿entendido?”

Zara inclinó la cabeza y dijo:

  • “Sí, Amo... Esta esclava comprende.”

Istar se quedó como atontada... Su cabeza daba vueltas... No podía creer lo que le estaba pasando.

‘¿Cómo podía estar desnuda en público y llevar un collar de esclava?... Debe ser una pesadilla... Si tan sólo pudiera despertar ’, pensaba.

El Capitán asintió a un soldado que estaba detrás de ella y éste le dio una patada en el pie y ella cayó al suelo... La sostuvo boca abajo con la cabeza entre los pies del Capitán.

  • “¡Bésame los pies y llámame Amo!”

Ella negó con la cabeza con desesperación y gritó:

  • “Por favor, detén esto... Debe ser un error... Déjame ir... ¡No soy una esclava!”

Los soldados que miraban rieron y sonrieron... Este iba a ser un día entretenido, pensaron.

  • “Eunuco, ¿tienes un poste de azotes?”

  • “Sí, Amo.”

  • “Muéstranos dónde está y reúne a todos los esclavos de la casa para ver el castigo a esta puta desobediente.”

Istar fue arrastrada a un patio en la parte trasera de la casa... La ataron con los brazos abiertos a dos postes verticales separados por 1,5 m... La posición reveló todo su cuerpo joven a los esclavos y soldados que miraban... Ella estaba llorando y sabía que estaba completamente expuesta, pero todavía se negaba a creer que era una esclava.

  • “Eunuco, ¿dónde están tus látigos?”, le preguntó el Capitán.

  • “Casi siempre usamos una correa de cuero con cinturón para proteger los riñones... Es muy doloroso y deja hematomas pero no daña permanentemente... Si el Amo está muy enojado, usamos un látigo que corta la piel y deja cicatrices... Entonces el esclavo es vendido por lo que sea que le den en el mercado.”

  • “No tiene sentido estropear el precio de venta... Usaremos la correa y el cinturón y le daremos 24 latigazos.

El cinturón de cuero era una almohadilla grande que cubría su espalda baja. Estaba sujeto a una correa estrecha que estaba atada alrededor de su cintura... La única función era proteger sus riñones de daños durante los latigazos.

La correa de cuero tenía aproximadamente unos cuatro centímetros de ancho y 1,50 m de largo y tenía un trozo de plomo cosido en la punta... Esto le daba más fuerza y ​​control cuando se balanceaba en el aire... La correa fue entregada a uno de los soldados más fuertes que se colocó a su izquierda.

‘THUNK!’

  • “Uno.”

  • ¡AAAaaah!... ¡Para!... ¡Por favor, para!”, grito Istar.

THUNK!’

  • “Dos.”

  • “¡Por favor!... ¡No me pegues más!”, imploró Istar.

THUNK!’

  • “Tres.”

A partir de este tercer correazo Istar se rompió y dijo:

  • “¡Por favor... Por favor... Su esclava se lo suplica!.. ¡Por favor, no me pegue más!”

  • “Ah!... Finalmente se ha dado cuenta de que es una esclava... Ahora podemos castigar a una esclava desobediente... Empieza de nuevo.”

THUNK!’

  • “Uno.”

THUNK!’

  • “Dos.”

El recuento implacable continuó hasta llegar a 12... Luego, la correa fue entregada a otro soldado que tomó posición a su derecha... De esta forma las marcas de sus golpes se cruzarían con los de su compañero.

THUNK!’

  • “Trece.”

THUNK!’...THUNK!’...THUNK!’...THUNK!’...

  • “Veinticuatro.”

Un cubo de agua fue arrojado sobre la esclava que sollozaba y colgaba sin fuerzas de sus ataduras... Los azotadores sabían como golpear... Habían empezado por sus hombros, habían bajado hasta la parte superior del cinturón y luego le habían azotado el culo... La correa era lo suficientemente larga para permitir que se envolviera alrededor de su cuerpo... La punta de plomo, cosida al cuero, a veces mordía su pecho, su vientre o su triángulo púbico.

El Capitán se paró frente a ella.

  • “¿Qué eres?”

  • “Soy una esclava, Amo.”

  • “Estos soldados son todos hombres libres... ¿Cómo los llamas?”

  • “Yo los llamo, Amo a cada uno de ellos.”

  • “Entiende que ahora perteneces al Rey y puede hacer lo que quiera con tu cuerpo... Él ha decidido dejar que estos soldados follen contigo... No te quejarás, ni objetarás nada sin importar lo que te haga un soldado... Cuando el soldado termine contigo, dirás ‘ Gracias, Amo ’ en voz alta y clara... ¿Entiendes?”

  • “Sí, Amo, lo entiendo,” respondió Istar, tragando saliva.

El Capitán comenzó a pasar sus manos por su rostro, luego las bajo hacia sus pechos... Se los acarició y le apretó sus pezones... Luego, sus manos recorrieron su vientre y su pubis peludo hasta que sus dedos tocaron los labios de su vagina... Dos dedos se deslizaron dentro de ella y comenzaron a empujar hacia adentro y hacia afuera, frotándolos contra su clítoris... Terminó tirando de su cabeza hacia adelante y dándole un beso largo y profundo.

Él dio un paso atrás y ella susurró:

  • “Gracias, Amo.”

‘THUNK!’

  • “No lo suficientemente alto... Inténtelo de nuevo.”

  • “GRACIAS, AMO!”

Los soldados formaron una fila... El oficial había sido amable con ella... Algunos soldados también fueron amables, pero otros eran ingeniosos y crueles... Le hacían de todo... Le abofeteaban la cara o el pecho, le chupaban los pezones o se los mordían, o le metían los dedos profundamente en coño, o en su culo... No importa lo que hicieran, a ella no se le permitió quejarse.

Cualquier sonido, incluso un gemido, fue tratado como una queja y recibió un latigazo... ¡ THUNK !... Y tenía que agradecer debidamente a cada soldado por el tratamiento que había tenido con ella.

El Capitán permitió a los soldados que si le deseaban pudieran repetir... Uno podría terminar e ir al final de la fila para otro turno o podría irse a comer y beber y regresar más tarde... Si ningún soldado jugaba con ella, se permitía a los esclavos que miraban.

Esta tortura se prolongó durante horas... No se le permitió descansar, pero se le dio agua para beber cuando se la veía débil... Su vejiga se soltó en algún momento durante el tormento y toda la gente se rió mientras ella orinaba públicamente ante ellos.

Al principio, ella rogó a los Dioses para que detuviera su castigo y tuviera piedad de ella... Mujer inocente, porque los Dioses no hicieron nada.

Los hombres continuaron disfrutando de su cuerpo mientras ella colgaba impotente de sus ataduras pensando:

‘¿Cuánto tiempo durará esto?... ¿Nunca se detendrán?’

Detuvieron su tortura poco antes del atardecer... Le arrojaron varios cubos de agua antes de soltarla y la arrastraran adentro para que descansára en los cuartos de esclavos durante una o dos horas... Luego la llevaron al comedor.

El Capitán y sus soldados estaban de fiesta... Ella y Zara se pusieron a trabajar llevando jarras de vino alrededor de las mesas... Ambas estaban desnudas.

Otras tres esclavas sirvieron la comida, pero a éstas se les permitió llevar túnicas de esclava que las cubrían desde el cuello hasta justo por encima de las rodillas... Sólo Istar y Zara estaban desnudas y manoseadas por los soldados... Zara tendía a estremecerse cuando una mano masculina le acariciaba el pecho, pero Istar había superado esa reacción... Los latigazos recibidos le habían servido de lección y no quería recibir más.

El banquete terminó y el Capitán se fue, llevándose a Zara con él... El suboficial que quedó al mando, ordenó a las tres esclavas que se desnudaran y bailaran desnudas para los hombres... Y lo hicieron sin dudarlo... Luego salió del comedor, llevándose a una de las esclavas con él y diciéndoles a las otras dos que podían irse.

Istar trató de salir del comedor con las otras esclavas pero fue retenida.

  • “Tú, no, esclava... Tenemos planes para ti... Acuéstate boca arriba encima de la mesa y separe los brazos y las piernas”, le dijo un soldado.

  • “¡Por favor!... ¿No he sufrido bastante?.. ¿Tienes que violarme después de todo lo que he sufrido?... ¿No has disfrutado ya mucho?”

Otro soldado le dio una fuerte bofetada en la cara y en el pecho, la inclinó sobre una mesa y la azotó con fuerza con su cinturón.

  • “Olvidaste decir, Amo... Y todavía no aceptas que eres una esclava.. Sólo una mujer libre puede ser violada.. Una esclava pertenece a su dueño y él puede hacer lo que quiera con su cuerpo... El Rey es tu dueño y nos lo ha entregado para nuestro placer y diversión”, le dijo un soldado.

  • “Acuéstese boca arriba y separe los brazos y las piernas... Y recuerda, que cuando te montamos, esperamos que te muevas mucho... Si no lo haces a nuestra satisfacción, lo azotaremos hasta que aprenda”, le dijo otro soldado.

Ella yacía en la posición extendidas que le habían ordenado y se preguntó:

¿Cuántos me follarán?... ¿Van todos a violarme? ’, pensó angustiada.

El primer soldado la montó y el resto, que miraban, gritaban órdenes.

“Envuélvelo con tus brazos y piernas”... “Tira de él hacia ti subiendo el culo”... “Dale un beso largo”... “Mueve más tus caderas.”

El soldado siguió empujando su polla dentro de su coño mientras ella intentaba cumplir las órdenes que le daban... Ella estaba confusa... Su marido siempre había querido que ella estuviera pasiva mientras él hacía todo el trabajo... Ahora querían que se moviera.

El soldado que se la estaba follando encima de ella finalmente se corrió dentro de su coño... Dos soldados la sujetaron por los brazos mientras un tercero le golpeaba los pechos con el cinturón de su espada.

  • “Puta, estabas demasiado callada... Debes mover mucho más esas caderas y refregarte más para que te la metan más honda.”

El siguiente soldado en el turno la montó y lo intentó de nuevo... Todavía no estaban satisfechos con lo que ella hacía... Esta vez le levantaron las piernas, se las abrieron y con el cinturón de la espada le azotaron sus labios vaginales.

Su tercera follada fue una agonía con la polla frotando sus abusados labios vaginales, pero ella logró que se corriera de esa forma a pesar del dolor que sentía por los latigazos recibidos.

Tras haber sido follada por unos diez soldados, le dieron un breve descanso para meterle un trapo dentro de su coño porque estaba demasiado lleno de semen... Y luego ese mismo trapo mojado de semen se lo metieron en la boca.

Istar sentía que el interior de su coño estaba en carne viva... Tenía dificultad para respirar por el peso de los hombres sobre ella... Había perdido la cuenta si todos los soldados la habían montado, si faltaban más o si estaban tomando un descanso, para luego seguir... Por fin esto acabó cuando recibió la orden:

  • “De rodillas... Inclínate y apoya la cabeza en el suelo... Tenemos otro agujero con el que follar.

Dos hombres le sujetaron los tobillos y otro le sujetó la cabeza contra el suelo... Las manos debajo de su vientre mantuvieron su culo en el aire.

Istar estaba completamente confundida... Nunca había oído hablar de esta posición... Entonces notó como unos dedos comenzaron a separarle las nalgas de su culo y empujar en su orificio anal.

Una polla empujando su orificio anal siguió a los dedos y fue metida repetidamente más y más profundamente dentro de ella.

Istar gritó de agonía y los soldados que la miraban se rieron... Ella no podía creer que alguien hiciera algo tan sucio, pero el soldado derramó su semen dentro de su culo y fue reemplazado inmediatamente por una nueva polla.

Las violaciones anales siguieron y siguieron, mientras sus gritos se convirtieron en sollozos y súplicas desesperadas de piedad.

A veces, sus súplicas se encontraban con el látigo de un cinturón en su culo y el comentario:

  • “Olvidaste decir, Amo.”

Lo más cerca que estuvieron de darle piedad fue el ocasional soldado que prefería su coño a su culo.

Los soldados finalmente se cansaron de su juego y la dejaron descansar durante un tiempo... Estaba tan cansada y débil que ni siquiera lloró... Simplemente se acostó boca abajo con los ojos cerrados, esperando que el tormento hubiera terminado.

  • “Ponte de rodillas y abre la boca, esclava.”

Una mano tirando de su cabello la levantó y vio una polla frente a ella... Ella sabía lo que esto significaba... Su esposo nunca le había dicho que lo hiciera, pero las mujeres del harén de su padre habían hablado de ello, porque su padre las utilizaba también así.

Pero esta polla estaba sucia... Estaba cubierto de semen y su mierda... Cómo ya había aprendido a no protestar, se inclinó hacia delante y empezó a lamerlo para limpiarlo... Luego se lo llevó a la boca y pasó los labios arriba y abajo por el tronco hasta que el soldado se corrió en su boca.

Polla tras polla, el amanecer estaba rompiendo antes de que la dejaran estar... Le dieron pan y agua y luego de comer, le ataron las manos a la espalda.

La llevaron al patio delantero para ver cómo un traficante de esclavos se llevaba a Zara y algunas de las esclavas más jóvenes... Todas vestían túnicas de esclavas, tenían las manos atadas a la espalda y estaban unidas con una cuerda atada a cada cuello.

Istar se preguntó por qué ella no iba también... Escuchó al Capitán hablando con el suboficial y decirle:

  • “Me quedaré aquí con la mitad de los hombres y esperaré al nuevo propietario... Tú y la otra mitad de los hombres lleváis a esta zorra a la ciudad y la vendéis en la subasta pública... Una vez que esté vendida, preséntate en el cuartel.”

“Mantenerla desnuda hasta que su nuevo dueño le proporcione ropa... Cuando llegues a la ciudad, toma una ruta larga hasta el lugar de subastas... El Rey quiere que se muestre públicamente.”

Istar quedó aterrorizada ante lo que escuchó... Incluso los esclavos usaban algo de ropa en público... Sólo los criminales castigados desfilaban desnudos por la ciudad... Un asesino en el camino a la horca o un ladrón en el camino para que le corten la mano, podrían sentirse públicamente avergonzados, pero ¿qué había hecho ella para que la exhibieran de esa forma tan humillante? , pensó.

Y no era sólo la desnudez, los moretones y las marcas de mordeduras cubrían su cuerpo y semen seco estaban por sus piernas, caídos desde su coño y culo... Toda la ciudad sabría lo que había sufrido.

Pero no le dieron elección... La hicieron caminar con el suboficial sujetando una cuerda atada a su cuello y una punta de lanza en su espalda obligándola a caminar delante del escuadrón.

La caminata hasta las murallas de la ciudad tardó horas... El pelotón se detuvo para descansar una vez cada hora... Le daban pan y agua en cada descanso, pero tenía que pagarlo chupando la polla del soldado que la alimentaba.

En el camino se encontraron con una caravana de mulas... la hicieron arrodillarse al lado del camino y chupar las pollas de todos los arrieros... Estos querían comprarla, pero el suboficial tenía órdenes firmes: se vendería en el lugar de subastas públicas de la ciudad.

Su vergüenza pública realmente comenzó después de que atravesaron las puertas de la muralla de la ciudad y caminaron por las calles.

La gente vio a una mujer desnuda escoltada por un escuadrón de soldados... Asumieron que era una criminal condenada y le arrojaron piedras pequeñas y pedazos de mierda... Los soldados no hicieron nada para protegerla.

La condujeron por el mercado donde se vendían frutas y verduras... Allí, la gente le arrojada frutas y verduras podridas.

A su paso por el mercado de animales fue peor... Le arrojaron mucho estiércol de vaca, oveja, caballo y camello.

Pasaron por un lugar sucio donde había estado de pie un grupo de animales... Estaba cubierto de estiércol y orina... Un asta de lanza entre sus piernas la hizo caer boca abajo mientras la gente se reía y se burlaba de ella.

Llegaron al mercado de esclavos... Estaba tan sucia que los guardias no la pusieron en el corral... Pasó la noche afuera... Cuando llegó la mañana, varios jóvenes esclavos que esperaban ser vendidos se pusieron a trabajar para lavarla con baldes de agua y un paño áspero... Pagó sus servicios, masturbándolos... Luego le dieron un desayuno con pan y agua.

Pronto llegó el momento de que se abriera el mercado de esclavos... Todos los esclavos, hombres y mujeres, estaban completamente desnudos... Estaban parados en fila al lado de un escenario... Tenían que mantener las piernas abiertas y las manos encima de la cabeza... Los compradores pasaban por la fila para examinarlos antes de la subasta.

Istar, escuchó que algunos de los compradores eran hombres que buscaban esclavas domésticas para fregar suelos, hacer camas y servir comidas... Para los harenes no compraban esclavas si no eran muy jóvenes.

Pero otros hombres hicieron comentarios que sugerían que estaban buscando mujeres para el personal de sus burdeles... Ella esperaba y rezaba para que la compraran como esclava doméstica o, en el peor de los casos, esclava de campo.

Comenzó la venta... El primer esclavo subió al escenario y los ayudantes del subastador sujetaron al esclavo y lo volvieron mientras el subastador hablaba de sus bondades.

  • “Este esclavo es un hombre mayor... Era un escriba libre que sabe leer, escribir o hacer números... Borracho y jugador... Está siendo vendido por orden de sus acreedores.”

El siguiente era un joven fuerte.

  • “Este esclavo es un hombre joven... Obrero del constructor... Por haber cometido su tercera infracción de ebriedad y atentado contra la guardia nocturna, se vende por orden del magistrado.”

El siguiente esclavo era una mujer.

  • “Esta esclava es una mujer de mediana edad... Es esclava desde que fue capturada en la guerra cuando era niña... Tiene reputación de ser un buena cocinera... Se vende como parte de la venta de los bienes del fallecido propietario.

Ahora era el turno de Istar.

El subastador le puso las manos sobre la cabeza y la giró para mostrar todo su cuerpo... La inclinó hacia atrás y le abrió los labios de su vagina... Finalmente le metió el mango de su látigo en su coño.

Luego Istar se vio obligada a mostrarse a los postores, con las manos a la espalda y las piernas abiertas y flexionadas.

  • Esta esclava es una mujer joven... Ex esposa de uno de los secretarios reales... Él fue ejecutado por traidor y ella condenada a la esclavitud por el Rey, desde hace apenas dos días.

Los compradores privados se asustaron por la sentencia del Rey a la esclavitud... ¿Por qué arriesgar el disgusto que podría coger el Rey al pujar por ella y llevársela a su casa? ... Y ninguno pujó por ella.

Pero los dueños de los burdeles pensaron que al Rey le divertiría saber que se había convertido en una puta... La puja fue fuerte y fue vendida al dueño de uno de los burdeles más grandes y conocidos de la ciudad.

El burdel formaba parte de una posada que vendía comida y bebida... A Istar se le enseñó a bailar erótica al ritmo de un tambor y, cuando no bailaba, servía vino circulando entre las mesas.

Manosearla era gratis... Pero los clientes podían hacer arreglos para alquilar su cuerpo por cualquier cosa, desde media hora hasta una noche, negociando un precio con el gerente.

Para no estropear su cuerpo con el látigo, el gerente utilizaba el bastinado como herramienta de aprendizaje y correctivo... Si ella bailaba mal o el cliente no quedaba satisfecho, la azotaban públicamente en las plantas de los pies

El castigo siempre se hacía en el bar y sus gritos divirtieron a los clientes y atrajeron a nuevos de la calle.

Después de unos meses de intenso servicio, quedó embarazada... Cuando su barriga se hizo demasiada grande para follar cara a cara, fue follada por detrás al estilo perrito mientras estaba sobre sus manos y rodillas.

Cuando parió, su bebe fue vendido de inmediato y durante bastante tiempo, a los clientes se les permitió comprar otro tipo de bebida: leche buena y limpia directamente de la fuente.

¡Qué vida tan terrible es la que le espera hasta ir degradándose poco a poco, sin saber cual será su triste y horrible final, siendo embarazada una y otra vez!

F I N