Esclava de mis compañeros de clase (9)

Nuestra pobre Laura y sus amigos salen de la discoteca.

ESCLAVA DE MIS COMPAÑEROS DE CLASE

(IX Parte)

Póntela que nos vamos a casa.

Joder, menos mal que no he pedido las bebidas, si no a ver lo que habría hecho con ellas.

Me pongo la camiseta, o lo intento, ya que Mónica enseguida coge el extremo de la correa y tira de ella, lo que hace imposible que me ponga la camiseta, así que vuelvo a pasar por toda la discoteca hacia la salida como puedo, con la camiseta a medio poner mientras estiran de mi de cualquier forma.

Al salir los seguratas de la discoteca me silban, y me lanzan un par de supuestos piropos, ya que yo aún voy con la camiseta a medio poner, intentando pelearme con la cadena mientras tiran de ella sin contemplaciones.

Una vez en la calle, Mónica se detiene en un semáforo, y me desata la cadena del collar, dándome la oportunidad de que pueda ponerme bien la camiseta, en la calle estamos unos cuantos, Eva, Gema, Dani, Luís, y un par de chicos mas de clase, los que supongo, han salido también para ver como acaba la noche.

Se quedan ahí, en la calle un buen rato, mientras discuten lo que harán a continuación, yo noto como Dani de vez en cuando mete su mano bajo mi falda, jugando con mis labios mientras hablan, no puedo evitar observar a los otros dos chicos, quienes no se pierden detalle, flipando un poco porque me deje hacer eso en la calle sin tan siquiera abrir la boca.

De pronto noto como los dedos de Dani, que andaban jugueteando entre mis piernas me dan un fuerte pellizco, que hace que no logre reprimir un gritito bastante ridículo, y luego su mano abandona mi cuerpo, mientras se aleja junto con Mónica unos metros.

Yo me quedo allí, con la mirada al suelo, esperando acontecimientos, puedo oír como Mónica y Dani discuten aparentemente, y supongo lo peor, es decir que están discutiendo quien se queda conmigo el resto de la noche, yo por mi parte no se que prefiero, si la crueldad injustificada de Mónica y sus amigas, o las guarradas y vejaciones a las que me puedo ver sometida con Dani y los chicos.

Al cabo de un rato se vuelven a acercar al resto del grupo, Mónica es quien habla.

Bueno, este fin de semana tal y como habíamos dicho eres propiedad de las chicas, pero Dani y Luís parece que tienen otro calentón, y ellos, mmmhhh, ¿como os llamabais?

Oscar (dice uno)

Raúl (dice el otro)

Si, vale, y Oscar y Raúl, bueno, han visto algunas cosillas esta noche, y creo que tendrás que pagar por su silencio, así que nosotras esperamos en ese bar, vosotros os buscáis un portal, o cualquier sitio que os guste por aquí cerca y tu les dejas relajaditos a todos, luego te vienes al bar, pero no entras, nos haces una perdida y ya saldremos. ¿Entendido?

Si Mónica

Mónica alza la mano y me da un fuerte bofetón en la cara, noto mi mejilla dolorida y ardiendo

Si, Que ¿Laurita?

Si, Ama, perdón

Mónica me pone de nuevo la cadena, y se la da a uno de los dos chicos, Raúl, quien la coge casi como si quemara.

Divertiros chicos.

Así que me quedo de nuevo ahí, con una cadena al cuello, esperando a que los chicos decidan donde tendré que satisfacerles, para luego volver a la agradable compañía de Mónica y Gema, de modo que finalmente no me libro, ni de sexo y guarradas con los chicos ni tampoco de las vejaciones y humillaciones de las chicas.

Dani y Luis van delante, revisando los portales a ver si hay alguno abierto, mientras, yo voy junto a Raúl y oscar, siguiéndoles todos caminan a buen paso, y a mi, entre los zapatos de aguja que llevo y la cadena, me resulta bastante difícil seguirlos, son las 3 de la mañana, no hay demasiada gente por calle aún, la mayoría hace rato que están en las discotecas o están apurando las ultimas copas en los bares. Pero algún grupito que pasa por el lado se nos queda mirando extrañado, pasan en silencio o con risitas si los grupos son mixtos, o comentando la jugada en voz alta si son de chicos o chicas, a pesar de mi pésima situación no puedo evitar pensar en la hipocresía de la gente.

Finalmente Dani abre una puerta, y entra dentro, tras comprobar que es de su agrado sale fuera.

Laura, entra dentro, debajo de la escalera hay un hueco, ahí creo que podremos estar tranquilos, nosotros iremos entrando, y procura estar en silencio todo el rato si no quieres más espectadores.

Me desata la cadena del cuello y me abre la puerta (muy galante por su parte), entro dentro, la escalera esta oscura, y es de estos edificios bastante antiguos y tétricos, localizo la escalera, y me quedo ahí, bajo ella en un espacio no muy amplio a la espera de mi primer visitante.

Al cabo de un rato veo que entran Luís y dani, juntos, eso si que no me lo esperaba.

No tenemos mucho tiempo, así que creo que nosotros compartiremos turno, ponte a cuatro patas, primero me la chupas a mi un rato mientras Luís te folla por detrás, luego quizás cambiemos.

Joder, una doble penetración, esto si que no me lo esperaba, creía que a los tíos les daban vergüenza estas cosas.

Me sitúo a cuatro patas entre ellos, tal y como han dicho, veo que Dani se baja la bragueta, y noto como Luís levanta un poco mi falda (es tan corta que casi ni haría falta) y me acaricia un poco el culo antes de comenzar a penetrar mi sexo por segunda vez esta noche.

En cuanto el pene de Dani queda libre comienzo a chuparlo, siguiendo las instrucciones que tantas veces me han dado, y a los pocos segundos noto como Luís me la mete de un golpe y comienza bombear.

La sensación es agobiante, allí entre dos penes me siento como una muñeca, empujada hacia atrás y adelante una y otra vez, al ritmo que van imponiendo ellos, tengo que dejar de intentar hacerle una mamada a Dani, y me dejo follar la boca, me es imposible controlar la fuerza de las embestidas, con lo que no puedo evitar sentir un par de arcadas, Dani reacciona rápido con un par de suaves bofetones, que logran su propósito, que relaje mas mi garganta y me deje hacer.

Pasan unos minutos, y noto que Luís pide cambio, así que rápidamente se cambian de puesto, ahora Luís en mi boca, y Dani por detrás.

Me estremezco al notar que Dani introduce un dedo en mi ano, suavemente, y luego lo pasa por mi sexo (a estas alturas bastante mojado, para que negarlo), y volver luego a mi Ano, estoy pensando en si también le tocara a mi culo esta noche, cuando noto que Luís aprieta fuerte mi boca contra su pene, metiéndolo completamente hasta el fondo, y justo en ese momento, noto el familiar liquido calido y espeso en el fondo de mi garganta, intento apartarme, pero Luís lo impide y me retiene allí, con la nariz pegada a su vientre, apretando todo cuanto puede, comienzo a toser, noto que el liquido entra en mi esófago sin poder evitarlo, toso mas y mas, me ahogo, por unos instantes tengo miedo de ahogarme, pero justo en ese momento Luís suelta mi cabeza liberándome y riéndose al ver mi cara de pánico.

Mientras sigo tosiendo, me parece notar el semen como sale por mi nariz, también lo hace por mi boca, junto con todas las babas acumuladas durante la mamada, de pronto, noto que Dani ha tomado su decisión, y empuja su pene contra mi Ano, abriéndolo sin demasiada compasión, me siento mal, aun no me he recuperado de la tos, y Dani ya esta bombeando en mi dolorido ano, por suerte no dura mucho, un minuto o dos, el tiempo de que me recupere un poco y limpie el pene de Luís con mi boca, noto como la saca de mi ano, y jadea, me temo lo peor, que se haya corrido en mi falda, joder, me tocara volver a casa hecha un desastre de nuevo.

Luís ya se ha guardado el pene, yo aun sigo a cuatro patas, cogiendo aire de nuevo, y Dani se pone ante mi, justo voy a comenzar a limpiársela, pese al asco que me da después de que la hayan metido en mi culo, cuando dani coge mi pelo, y se la limpia con el con calma, luego pasa su mano por mi espalda, y la pasa de nuevo por mi pelo, para luego, hacerme limpiar, esta vez si, su mano y pene con mi boca, luego se la guarda de nuevo en el pantalón, y salen del portal charlando como si nada.

Yo me levanto, con las rodillas doloridas de estar allí en el suelo durante todo el rato, toco mi espalda, y tal y como pensaba esta pringosa, voy a tocar mi pelo pero me lo pienso, casi mejor no saber como esta, así que me quedo allí de pie, esperando a los otros dos para acabar de una vez con esto.

Oigo que la puerta se abre de nuevo, me escondo un poco, supongo que es uno de ellos, pero no estoy segura, de modo que me quedo allí quieta, aprovechando la sombra de la escalera, en unos segundos veo allí a Oscar, mirándome inseguro.

Se acerca y me pregunta.

Bueno, ¿como va esto?

Joder, ¿no le ha quedado bastante clarito ya?, ¿encima voy a tener que explicarle como me ha de follar?

Te la chupo o me follas, y tu a cambio estas calladito, y no dices nada de lo que has visto esta noche.

Se me queda mirando un rato indeciso, y al momento dice

Guay, pero Alex también ha visto bastante esta noche, ¿también has dejado que te folle?

Mierda, el tío ha tenido que mencionar a Alex, si algo me duele de esa noche, si algo me preocupa, es que un profesor haya visto lo que ha visto, y lo que debe pensar de mi.

Eso no te importa, elige, te la chupo o me follas, pero deprisa, que no tengo toda la noche.

Vale, vale, joder que prisas, venga, te follo, joder, no hay muchas posibilidades, así que supongo que a lo perrito.

Si, en eso tiene razón, no hay muchas posibilidades, así que me vuelvo a poner a cuatro patas, con Oscar detrás de mi, por sus movimientos y ruidos, puedo notar como se la menea un rato, para luego meterla lentamente, casi con delicadeza.

Joder, si que estas abierta chica.

Aprieto los dientes y me callo ante el comentario, soltaría algo sarcástico y humillante, pero mi experiencia me ha enseñado a quedarme calladita, así que, aprieto los labios, y me dejo hacer, aunque el chaval no es que sea un semental precisamente, debe ser cierto que estoy abierta, al fin y al cabo, lo noto, pero no parece gran cosa, de pronto me acuerdo de una cosa.

Si puedes, córrete fuera por favor.

Demasiado tarde, justo en ese momento se desencadena un desastre, el chico gime, se oye movimiento en la puerta, risas, noto como se corre dentro con un gemido, se enciende la luz, y veo delante nuestro a una pareja de puretas mirándonos con cara de escandalizados.

¿Que coño hacéis aquí?, no, no respondáis, esta claro, tenéis un minuto para salir cagando leches, si no queréis que llame a la policía.

Dice esto mientras saca el móvil de la mano, noto como Oscar saca el pene de mi sexo, yo me levanto lo más rápido que puedo mientras bajo mi corta falda, al cabrón de Dani le ha faltado tiempo, va corriendo hacia la puerta mientras hace esfuerzos para guardársela, ojala se la pille con la cremallera el cabrón, salgo detrás de el, mientras oigo a la pareja murmurar insultos sobre mi y mi aspecto.

Cuando salgo a la calle miro a un lado y al otro, no veo a nadie mas que a Oscar, que ha salido corriendo hacia la derecha, noto su corrida deslizarse pringosa por mis muslos, pienso por un momento en el aspecto que debo tener, pero lo desecho al momento, de pronto los veo, en la acera de enfrente, Luís y Dani riéndose a más no poder, Raúl al lado, con cara de molesto, supongo que porque piensa que ha perdido su oportunidad, espero que si, cruzo la calle, y llego hasta ellos, jadeando por el susto y las prisas.

Me quedo callada, esperando a que se les pase la risa, al cabo de unos minutos sucede, al final es Luís quien habla, joder, vaya susto se debe haber pegado Oscar, no ha vuelto, bueno, espero que al menos haya acabado.

Me quedo callada.

¿Habíais acabado ya Laurita?

Si, justo había acabado cuando nos han pillado.

Bueno, pues habrá que hacer algo con Raúl, mmmmhhh, ¿Raúl, te conformas con una mamada rápida?

Bueno

Perfecto, eso lo arregla todo, mirad os vais allí al lado de esos containers y que Laurita te la chupe, daros un poquito de caña que tengo sed.

Raúl comienza a andar, yo aun sigo ahí parada, cuando noto un azote en el culo.

Venga, ¡¡¡date prisa, joder!!!

Salgo corriendo detrás de Raúl, o mejor dicho intentando correr, que asco, la corrida de Oscar aun la noto entre mis piernas, goteando, finalmente llego, en cuanto me ve se comienza a desabrochar los pantalones, yo me arrodillo ante el, ya sin mirar si el suelo esta sucio o limpio, total, no vendrá de ahí, ¡¡¡joder!!! Vaya pedazo de carne que tiene el tío, es enorme, en esos momentos me alegro de tener que chupársela y de que no me folle, con eso me destrozaría, no se cuantos centímetros de largo, pero gruesa de narices, hay prisa, no quiero mas sorpresas, así que respiro hondo y comienzo a chupar.

Me cuesta metérmela, así que comienzo con unos lametones, y luego, poco a poco la voy metiendo en mi boca, el tío pone sus manos en mi nuca, me temo lo peor, pero no aprieta, supongo que sabe que lo que tiene entre las piernas no es normal, y que cuesta su tiempo adaptarse, lentamente, y llevando yo el ritmo, voy acostumbrando mi mandíbula y comienza a entrar mas y mas al fondo, no puede entrar totalmente, pero me esmero en jugar con mi lengua para intentar compensarle, y a el no parece importarle, así sigo con la mamada, hasta que noto como aparta mi cara de su aparato.

Quiero hacerlo fuera, nunca lo he hecho.

Noto que se la agarra y comienza a meneársela con una mano, mientras con la otra coge mi pelo y mantiene mi cara ante el, de pronto, jadea, y con un gemido comienza a correrse, mientras noto el primer chorro de semen contra mi frente, sujeta fuerte mi pelo, demasiado fuerte, y una sucesión de chorros van cayendo por toda mi cara, cierro los ojos justo a tiempo para evitar de uno de de lleno en el izquierdo, la corrida es copiosa, unos cinco chorros en total, el chaval debía andar necesitado, finalmente noto como suelta mi pelo, saca un cleenex, y se limpia ese pedazo de carne con el, yo me quedo allí, arrodillada, y le pido uno, el, tras rebuscar un poco en sus bolsillos me dice que no.

Solo he abierto un ojo, me da miedo abrir el otro, noto el parpado pringoso, no veo mas remedio, cojo la parte inferior de mi camiseta y me limpio el parpado con ella, me lo pienso unos instantes, y justo cuando voy a limpiarme el resto de la cara con ella, oigo la voz de Dani.

Ni se te ocurra, así estas perfecta, Laura.

Joder, era de esperar, en fin, me levanto, Dani me pone la cadena al cuello, y tras pensarlo unos instantes, tira de ella en una dirección para mi desconocida.

Finalmente llegamos a un cajero, abre la puerta y una vez dentro me dice que me ponga delante de una pared, allí saca su móvil, y comienza a sacar fotos, Luís también se anima, acercan la cámara a mi cara, luego me hacen que me de la vuelta, que me levante la falda, en fin, un montón de fotos en pocos minutos.

Cuando parece que están satisfechos, me sacan del cajero y tiran de nuevo de mi, esta vez parece que en dirección al bar.

Cuando estamos frente al bar, Dani desata la cadena y me la da.

Hale, ya puedes ir con tus amigas, buenas noches.

Veo que se alejan justo cuando recuerdo algo importante, la llamada perdida, como se supone que he de hacerla si no llevo móvil.

Me quedo allí pensando en correr detrás de Dani y los otros para pedirles el móvil, pero algo me dice que no me lo iban a dejar, así que sin otro remedio decido entrar en el bar.

Entro rápidamente, mirando al suelo, pero a medida que paso noto como las conversaciones se apagan, el bar esta fuertemente iluminado, con lo que todo aquel que me preste atención vera lo siguiente:

Una chica joven, con un collar de perro al cuello, una cadena en la mano, el pelo pringado y manchado de Semen, así que varias manchas mas en la cara, camiseta, y supuestamente en la falda, con la ropa bastante sucia, después de haberse arrodillado y puesto a cuatro patas en los servicios de una discoteca, en un portal, y junto a unos containers.

La chica también lleva escritos en la camiseta los precios por meterle mano, hacer una paja, o hacer una mamada, además, la camiseta es tremendamente ajustada, va sin sujetador, y lleva una falda extremada corta, junto con unas medias blancas de encaje, que seguro están destrozadas y llenas de carreras y agujeros.

Sigo caminando, y vislumbro a Mónica y a Gema al fondo, acelero el paso, y me planto junto a ellas.

Están tomando unas cervezas tranquilamente, mientras charlan, cuando me acerco Gema le dice algo a Mónica, que también se gira, y me mira con cara severa.

Joder vaya pinta, y que coño haces aquí dentro, no hables, sal fuera y espéranos, esta vez te vas a enterar, te dije bien claro que no entraras, te crees que nos gusta que nos vean en tu compañía con esa pinta. ¡¡¡Largo!!!

Voy a decir algo, pero me lo pienso mejor, doy media vuelta y salgo corriendo del bar, con lágrimas en los ojos, una vez fuera me alejo un poco, y espero a que salgan Mónica y Gema, mientras me tranquilizo un poco.

Pasados unos minutos, justo cuando estoy pensando en lo que estarán tramando ahora para castigarme, salen, y sin mediar más palabra que un escueto "síguenos", se ponen a caminar.

Llegamos a la boca del metro, hay bastante gente, y el cartel con el mapa de las líneas da bastante luz, antes de entrar Mónica se para, me desengancha y me da instrucciones.

Primero, quítate la camiseta y póntela del revés, al menos así no se leerá lo que llevas escrito, segundo, toma este dinero, compras un billete y vas delante nuestro, no entres en el vagón hasta que nosotras lo hagamos, lo harás en el mismo, pero por otra puerta, no quiero que nos relacionen en absoluto contigo, ¿entendido?

Si, Ama

Me alejo unos pasos cuando oigo la maldita voz de nuevo.

¿Que se supone que haces, Laura?

Pensaba que podría alejarme un poquito para quitarme la camiseta, Ama.

Mal pensado, muy mal pensado, hazlo aquí, o te has vuelto vergonzosa, ¿no quieres enseñar las tetas?, obedece, o te quitaras la camiseta y la tiraremos a la papelera.

Si, Ama

La gente que había por allí ha flipado, nos están mirando todos y todas, suspiro resignada, y obedezco, me quito la camiseta, la giro, y me la pongo del revés, luego, en un pequeño gesto de rebeldía, mira a mi alrededor y digo en voz alta:

que pasa, ¿que no habéis visto nunca unas tetas?

La mayoría se callan, giran las caras y vuelven a lo suyo, pero un de un grupito de tíos salta uno

Tetas si, pero ni tan grandes, ni en una tía tan guarra.

Eso provoca ciertas carcajadas, así que avergonzada y humillada de nuevo (¿dije que había aprendido a cerrar la boca? Mentira), bajo las escaleras lo mas rápidamente que puedo.

Al entrar me doy cuenta de que hay bastante gente, supongo que por la hora que es, las 4 de la mañana, algunos vuelven a casa y otros van de camino a las discotecas a apurar la última horita y media antes de que cierren.

Me acerco a la maquina expendedora de billetes, y no puedo evitar alegrarme de que los billetes ya no los vendan personas, una maquina no te mira raro, elijo mi billete, lo pago, y lo recojo junto con el cambio, el metro esta muy pero que muy iluminado, así que bueno, digamos que prefiero no pensar en lo que pasa por la cabeza de la gente que me ve con la pinta que llevo.

Paso el torno, y me dirijo al anden, Mónica y Gema se han adelantado un poco, pero como me han dicho que vaya yo por delante suyo acelero un poco el paso hasta quedar unos metros por delante, por suerte, esta vez nadie comenta nada.

Llego al andén, mierda, 10 minutos hasta que pase el próximo metro, bueno, me siento en un banco, lo más apartada que puedo de el resto de gente, agacho la cabeza y me quedo allí quieta esperando.

Al poco rato veo que Gema se acerca a mí, y se sienta a mi lado un momento.

Estas enguarrando los bancos, no seas cerda, quédate de pie, o siéntate en el suelo, pero nada de usar bancos, ni aquí, ni dentro del metro.

Justo cuando voy a responder algo, se levanta y se marcha, yo, como de costumbre obedezco, y me levanto, estoy agotada, tengo los pies y las rodillas molidas, pienso en sentarme en el suelo, pero con la falda que llevo no parece buena idea, de modo que me quedo allí de pie, como una tonta, al lado un banco completamente vacío.

Disimuladamente voy controlando a Gema y Mónica, están justo en el lado opuesto del Anden, al lado de las escaleras, en la parte mas concurrida de la estación, se que me han dicho que entre en el mismo vagón que ellas, de modo que un par de minutos antes de que llegue el metro me voy acercando a ellas, quedándome a unos metros lista para entrar a un par de puertas de distancia.

La gente me mira y cuchichea, en voz mas alta o baja según la costumbre de cada uno, yo me quedo callada y colorada, mirando al suelo, al menos nadie me dice nada directamente.

Llega el metro, hay gente, pero tampoco va abarrotado, se detiene, bajan los que tienen que bajar y yo subo, veo como Gema y Mónica localizan un par de asientos y hacen uso de ellos, yo me quedo en una esquina del vagón, de pie, intentando pasar desapercibida.

Veo como un grupito de 4 chicos, mayores se acercan a mi mientras hablan entre ellos, se quedan a un metro de distancia, echándome miradas de reojo, de pronto uno se gira.

Oye, ¿estás bien? ¿Necesitas ayuda?

No, gracias estoy bien.

Joder, pues nadie lo diría, vaya fiesta te habrás pegado.

Se gira de nuevo a sus amigos y me deja con la palabra en la boca, estoy bien, si, claro que estoy bien, he perdido la cuenta de los hombres que me han usado esta noche, estoy muerta de vergüenza y hecha una porquería, pero estoy bien, porque no iba a estarlo.

El viaje no es muy largo, un par de paradas, la verdad es que no hace falta coger el metro, pero supongo que Mónica y Gema también están cansadas y por eso lo han elegido, eso y que supongo que les ha parecido divertido meterme en un lugar iluminado con mi pinta.

Cuando llegamos a la parada sin más incidentes, espero a que ellas bajen, y lo hago yo inmediatamente después, también a un par de puertas de distancia, como no me han dicho nada, supongo que las órdenes anteriores siguen en vigor, de modo que las adelanto unos metros, y subo.

Oigo voces detrás de mí, a unos metros.

Os digo que no lleva, se le ve todo el culo

Que si que lleva, lo que pasa es que es un tanga

Me giro, y veo a un grupito de chavales, unos 5 escalones por debajo de mí que me miran fijamente el culo, la jodida falda me ha vuelto a traicionar, los ignoro, y comienzo a subir escalones para acabar cuanto antes con las escaleras.

Ya arriba me giro, y veo que Mónica y gema se han acercado al grupito y hablan con ellos, a saber lo que traman ahora.

Sigo caminando, aminorando el paso para no perderlas cuando oigo que me llaman.

Laura, ven un momento.

Me detengo, y veo a Mónica, que es la que me ha llamado, con Gema y el grupito de chicos al lado, junto a las maquinas expendedoras de billetes.

Doy media vuelta y me acerco.

Si, ¿Ama?

Mira, estos chicos han hecho una apuesta, 3 opinan que eres una guarra que no lleva bragas, dos opinan que llevas tanga, lo que se te ha metido mucho en la raja del culo y por eso te veían el culo perfectamente mientras subían por las escaleras, han apostado 10€ cada uno, pero claro, ahora necesitan comprobarlo.

No se porque, la miro con sorpresa, aún es capaz de sorprenderme, como tengo clarito lo que espera de mi, ni siquiera espero una orden, así que me pongo frente a ellos y levanto la parte delantera de mi falda, enseñándoles mi sexo desnudo, me quedo allí de pie con la falda levantada unos diez segundos, luego la dejo caer y no puedo evitar decir algo mientras noto como mi cara se calienta, supongo que por la vergüenza que siento en esos momentos.

¿Satisfechos?

Ellos me miran con cara de embobados, alguna otra persona que pasaba por ahí también se ha detenido unos minutos como para asegurarse de que lo que ve es realmente lo que hay.

Joder, pues es verdad que no lleva nada, comienzan a intercambiar dinero, mientras Mónica y Gema comienzan a andar de nuevo, yo las sigo, y las vuelvo a adelantar sin mediar palabra.

Ya en la calle, Mónica se acerca a mí y me dice algo

Cada día estás mas guarra Laurita, ya no te cuesta nada enseñar tu coño a cualquiera que quiera verlo.

Dicho eso se detiene unos instantes mientras espera a Gema y continuamos el paseo hasta casa de Mónica.

El resto del camino pasa sin incidentes, yo voy pensando en una ducha, me hace muchísima falta.

Llegamos al portal, Mónica saca sus llaves y abre la puerta, ellas llaman al ascensor, y a mi me hacen subir a pie los cinco pisos de altura hasta su piso.

Cuando llego arriba agotada me encuentro la puerta cerrada, justo cuando voy a llamar a la puerta, esta se abre sola, al otro lado esta Mónica, con mi bolso, me lo da y me dice lo siguiente:

No te puedo dejar entrar en casa tal y como vas, toma tu bolso y vete a tu casa, mañana sobre la una del medio día estate por aquí para hacernos la comida.

Me quedo ahí fuera, con la boca abierta y el bolso en mis manos, viendo como la puerta de cierra en mis narices.

Parece que por el momento no hay ducha, a ver como vuelvo yo a casa ahora, estoy agotada, destrozada y hecha un asco, no puedo coger un taxi, y el metro no me va precisamente bien, me va a tocar caminar.

Bajo de nuevo las escaleras, no me han dicho nada del ascensor, pero será mas difícil que me encuentre a alguien por las escaleras que por el ascensor.

Llego a la calle y comienzo a caminar en dirección a mi casa, pensando en una ducha y en mi camita.

Como siempre muchas gracias por dedicar vuestro tiempo a leer lo que escribo, he pensado en meter a alguien nuevo en el relato y me gustaría que me ayudarais a elegir entre algunas de las opciones que tengo pensadas:

A) El Hermano mayor de Laura

B) El Hermano menor de Laura

C) Un vecino sexagenario de Laura

Espero vuestra elección, por correo electrónico o a través de vuestros comentarios, así mismo, como de costumbre, cualquier idea, sugerencia o crítica será bienvenida.