Esclava de mis compañeros de clase (3)

Continuan las situaciones embarazosas para nuestra amiga Laura.

ESCLAVA DE MIS COMPAÑEROS DE CLASE

(II Parte)

Salgo de la ducha justo cuando mi madre llega a casa, rápidamente dejo la ropa en el cubo de la ropa sucia y me meto en mi habitación.

Al cabo de un rato entra ella en mi habitación, y me obliga a mantener una conversación con ella, que como me va en el cole (si tu supieras…), que lo tengo que aprobar todo, que si no estaré saliendo con ningún chico, en fin las típicas chorradas a las que estoy acostumbrada, pero que en esos momentos son las ultimas cosas de las que me apetece hablar, así que capeo como puedo el temporal y me conecto un rato a Internet.

Podría explicaros lo que hago durante el resto del día, pero como salvo cenar, ver la tele y dormir no hago nada mas, pues no creo que os interese demasiado.

Por la mañana me despierto, estoy mejor de ánimos, aunque la verdad es que lo que menos me apetece es ir a clases, enfrentarme con toda la gente, la que conoce mi situación y la que no, seguir obedeciendo a quienes me hacen la vida imposible, y no estallar en lagrimas ante ellos por no darles la satisfacción.

Así que escojo mi ropa, preparo la mochila y mi infierno particular se ha dicho.

Llego a la puerta del instituto, y espero a que la abran, lamentablemente no tengo amigas, ya que casi todas me tienen por una puta, cosa que por cierto no lo soy, pero no las puedo culpar, a veces oyen comentarios, ven ciertas cosas, siempre estoy rodeada de mis compañeros de clase, lo que no pueden saber es que nada de eso lo hago voluntariamente.

Comienzan a llegar mis compañeros, y a hacerme sus típicas bromas, roces "accidentales", comentarios, algunos se aseguran de decir en voz bien alta que ayer tuve que irme de clase antes porque me había meado encima, lo cual tampoco representa demasiada diferencia, ya que en los institutos ese tipo de noticias vuelan que da gusto, por lo que desde que me acerque al recinto del instituto había notado miradas y comentarios jocosos hacia mi persona.

Uno de mis compañeros me toca el culo preguntándome si llevo pañales, porque las niñas que se mean encima tienen que llevarlos, alguno también se ofrece a cambiármelos cuando los tenga mojados, dice que será bueno y incluso me pondrá polvos talco en el "pompis".

Yo aguanto callada mirando al suelo, lo peor que podría hacer en esos momentos seria rebotarme, o hacer cualquier tipo de comentario en contra, se perfectamente que serian capaces de humillarme aun más.

Suena el timbre, a clase, quiero entrar rápidamente, pero dos de mis compañeros me entretienen unos 5 minutos, al final vamos los tres hacia clase, al entrar veo que la clase esta alborotada, todos ríen y hablan mirando algo en la pizarra, cuando miro, veo mi sujetador colgado en ella, quizás sea bueno que os indique que a estas alturas no toda la clase esta enterada de mi situación, aunque poco a poco son mas los enterados y los que se dedican a aprovecharse de la situación a cambio de su silencio.

En resumen, que lo que comenzó como un secreto entre mi ex-novio y cuatro de sus amigos, ahora es un secreto entre unos 15 compañeros de clase, por otro lado, aunque no os lo creáis, lo que mas me humilla no es lo que piensen esos quince, sino lo que piensan los demás de la clase, y sobretodo, las demás de la clase, que yo sepa ninguna esta al tanto del tema, como comente antes, ven y oyen cosas, pero ninguna conoce la totalidad y muchos menos mis motivos para someterme a tales malos tratos.

Todo esto ha venido al hecho de que allí estaba mi sujetador, colgando de la pizarra, esperando a que alguien lo cogiese, el dilema era el siguiente, si no lo cojo, llegara el profesor, lo vera y evidentemente hará preguntas, si lo cojo, toda la clase sabrá que es mío, y se preguntaran que hacia allí en vez de estar en mi armario.

Así que colorada como un tomate, me acerco a la pizarra, lo cojo y lo guardo lo mas rápidamente posible en mi mochila, toda la acción es comentada por la clase, murmullos y más murmullos, bueno, una anécdota mas que recordaran y se encargaran de difundir por todo el instituto.

Me siento en mi pupitre, que por suerte esta limpio, no hay ni rastro de lo que me paso ayer, al rato entra el profesor, nos saluda y comienzan las clases, lo que para mi implica que voy a estar relativamente tranquila hasta el cambio de clase.

Pero la tranquilidad dura poco, a segunda hora me llega un papelito en el que se me ordena que a la hora del recreo me quede en clase, así que me paso el resto del tiempo pensando lo que pretenderán ahora.

Suena el timbre, alboroto, la mayoría de gente sale disparada hacia el recreo, pero hay algunos chicos que se quedan por algún tipo de diversión especial que yo les voy a proporcionar, cuando el pasillo y la clase esta vacía, quedamos únicamente once personas en todo el piso, yo y mis diez verdugos del día, entre ellos no faltan los habituales, a dos de ellos los conocéis, Dani y Luís, pero hay otros a los que os iré presentando a medida que sea necesario.

Veo que mueven algunas mesas y sillas dejando libre un espacio de suelo bastante amplio, mientras tanto me han ordenado desnudarme y yo obedezco rezando para que nadie se haya dejado alguna cosa en clase, me quedo completamente desnuda, y me hacen arrodillar en el suelo, unas manos me vendan los ojos, de modo que no puedo ver absolutamente nada, una voz, creo que la de Dani me dice:

Bueno, quedan exactamente 20 minutos de recreo, ese es el tiempo que tienes para lograr que nos corramos todos y cada uno de nosotros, buscaras con cada mano una polla y la masturbaras hasta que se corra, o hasta que se retire de tu alcance, cuando suceda cualquiera de las dos cosas, buscaras otra, acaba deprisa o la gente te vera aquí, desnuda y pajeando al personal.

Busco a tientas mis dos primeras pollas y cuando las encuentro comienzo a pajearlas con prisas, a alguno le hago daño con las prisas, cosa que noto por fuertes pellizcos y tirones en mis pezones, una de ellas se corre sobre mi mano, la otra se retira unos instantes, y mientras busco mis dos próximas pollas noto algo caliente sobre mi cara, deduzco que es la polla que se ha retirado, que ha derramado sobre mi cara, tengo cosas mas importantes que hacer, así que continuo trabajando las dos siguientes, no se cuanto tiempo me queda, sigo a toda prisa, de pronto oigo que todos se callan y la puerta se abre, no oigo nada, nadie dice nada, pero oigo como la puerta se cierra y unos pasos se alejan.

Tras unos segundos de intenso silencio, uno de ellos se pone a reír, y los demás le siguen, me preocupan los comentarios que hacen, habéis visto la cara que a puesto, pobrecita, alguno le tendría que haber preguntado si quería algo, noto un tirón fuerte en mi pezón, que me devuelve a la realidad, el tiempo pasa, y creo que todavía me quedan cuatro pollas.

Laurita, date prisa, que una de tus compañeras lo ha visto todo y a lo mejor ha ido a avisar a algún profesor.

Joder, lo que faltaba, a saber como reacciona, no tengo ni idea de quien puede haber entrado, pero sea quien sea si aun tenia dudas ahora no tendrá ninguna, soy la puta de la clase.

Suena el timbre justo cuando noto la ultima corrida sobre mis labios, calculo que tengo unos dos minutos antes de que comience a entrar la gente, me quitan la venda de los ojos, ellos están vestidos, pero yo sigo desnuda y completamente pringada por las corridas, no tengo tiempo de nada, así que me visto tal cual, allí mismo, ensuciando mi ropa con el semen de mis manos y de mi cuerpo, cuando se abre la puerta ya estoy vestida, pero buscando un cleenex para limpiar por lo menos mi cara y mis manos.

Como podéis suponer, el resto de la mañana me la paso observando a todas las chicas de la clase, intentando averiguar cual de ellas ha visto nuestra escenita, pero quien sea que lo haya visto disimula bien, y llega la hora de comer sin que tenga ninguna pista.

A la hora de comer y aprovechando que no parecen querer nada mas de mi, me voy al baño y me limpio con agua y jabón, de paso retiro algún que otro embarazoso pegote que me queda en el pelo, cuando estoy mas o menos bien, me dirijo al comedor, donde disfruto de uno de los asquerosos platos de catering que sirven en el instituto.

Estoy paranoica, bueno, mas bien acojonada porque la tía que nos ha visto en clase se lo cuenta a las demás, entonces si que la habré cagado, los tíos se callan porque saben que tienen mucho que ganar, pero una tía, además con la fama que tengo, seguro que estarían encantadas de que me echaran del instituto y volver a ser al atención de los tíos, no es que yo sea una belleza, soy bastante normalita, lo que mas llama la atención de mi son mi cara y mis tetas, pero claro, los tíos prefieren diversión segura conmigo a posible diversión con las demás.

Volvemos a clase y la tarde pasa con relativa normalidad, no detecto mas miradas que de costumbre, lo que me hace suponer que sea quien sea la intrusa no ha dicho nada aún.

Suena de nuevo el timbre, la gente sale disparada hacia sus casas, yo voy pensando en mis cosas por el pasillo, cuando oigo alguien que me llama, Laura, laura, ven aquí un momento.

Al principio me asusto, pero enseguida reconozco la voz, es Marc, supongo que querrá alguna "cosita" antes de irse a casa, me acerco a el, con la mirada baja como de costumbre, veo que rebusca algo en su mochila, al final saca un paquete y a la vez que me lo entrega me dice:

Mañana quiero que vengas a clase con esto y nada mas que esto puesto, me has entendido?

Si, Marc, lo he entendido.

Bien, pues hasta mañana.

Se marcha por el pasillo, me da miedo mirar el paquete allí mismo, así que voy saliendo del instituto pensando, en lo raro que resulta que sea Marc quien me de una orden, generalmente son Dani, Luís o Sergio quienes se encargan de esas cosas, pero no le doy mas importancia, lo que si me preocupa es lo que veo a la salida, veo precisamente a Dani y a Luís hablando con Mónica, una compañera de clase, no pensaría nada raro de no ser que coinciden dos factores, el primero, la intrusa que ha presenciado una peculiar escena a la hora del recreo, y la otra es que en cuanto me ven, me miran y ríen entre ellos, de modo que prácticamente no hay lugar a dudas, Mónica es la que ha visto el numerito, y parece que esta decidiendo lo que hace.

Para evitar pasar por otra situación embarazosa acelero el paso y no me detengo hasta llegar a casa, antes de entrar guardo el paquetito en mi mochila, entro, saludo a mi Madre y a mi hermano pequeño, ayer debía tener fútbol o cualquiera de las múltiples actividades extraescolares que hace, yo podría hacer alguna, salvo por el hecho de que considero que dada la situación ya hago bastante llegando cada mañana a clase.

Entro en mi habitación, abro el paquetito y me encuentro

Gracias a Ala por haber aportado su idea, espero que le guste, a todos los demás que han dado ideas muchas gracias también, intentare ir aplicándolas a los relatos. sigo esperando mas ideas y sugerencias.

Y por supuesto a los lectores que invierten su tiempo en leer lo que escribo, Muchas gracias.

Comentarios, ayudas e ideas a ricardowg70@hotmail.com