Esclava de mis compañeros de clase (10)

Después de una larga espera, continuan las hazañas de Laura.

ESCLAVA DE MIS COMPAÑEROS DE CLASE

( X Parte)

Llego a la calle y comienzo a caminar en dirección a mi casa, pensando en una ducha y en mi camita.

Tardo una media hora en llegar a casa, por suerte no hay casi nadie por la calle, y la poca gente con la que me cruzo va más pendiente de no caerse por la borrachera que de mirar quien más hay por la calle, de modo que por suerte puedo llegar sin incidentes, al menos eso parece, hasta que me acerco a mi portal, y veo dos siluetas, me detengo, y me quedo observando, parecen dos chicos, están delante del portal uno de ellos fumando.

El portal esta a oscuras, de modos que únicamente veo sombras y movimientos, decido esperar, no vayan a ser vecinos y me pillen con estas pintas.

Con las ganas que tengo de llegar a mi casa, bueno, supongo que están esperando a alguien, será cosa de esperar a que ese alguien llegue y se larguen.

Pasa cerca de media hora, y ya no puedo esperar mas, me estoy meando, así que, sin mas remedio, me acerco al portal, con la cabeza gacha sin mirar a los dos individuos, saco las llaves del bolso, cuando…Laura?, joder, menos mal, estas bien?

  • Levanto la mirada, y un escalofrío recorre mi cuerpo al ver a mi hermano mayor, y lo peor de todo, al lado esta mi hermano pequeño, mirándome de arriba abajo.
  • ufff, como estas, vaya pinta
  • Que, que hacéis aquí
  • Ostias Laura, nos has enviado un mensaje a los dos, diciendo que por favor te viniéramos a esperar.
  • Que, ¿yo?
  • Inconscientemente meto la mano en mi bolso y busco el móvil, no esta, Mónica, será hija de perra
  • Ehhh si, bueno, habrá sido una broma de una amiga, no tengo el móvil yo, lo siento.
  • Abro la puerta rápidamente, y me escurro hacia adentro.
  • Laura, no se si será una broma o no, pero desde luego, la pinta que llegas es de que te haya pasado algo, y muy malo.

Me levanto sobresaltada, con un dolor terrible en uno de mis pezones, cuando abro los ojos, me encuentro con Mónica, sonriente, y compruebo que el dolor que he notado lo esta provocando ella con un fuerte pellizco

  • ¡¡¡¡Aaayyy!!!, pero, ¿que haces aquí?
  • Shhht, no grites, que asustaras a tu familia, además, ¿donde quedan tus modales?

Mientras dice esto último aprieta de nuevo con saña mi dolorido pezón, me acabo de despertar, y me cuesta un poco reaccionar.

  • Perdón, ¿que hace aquí, Ama?
  • Bueno, me he despertado pronto, y he pensado en hacerte una visita, nunca he estado en tu casa, además, te he traído tu móvil, ayer te lo dejaste en mi casa, ahora venga, levántate, desnúdate y ponte el collar.

Miro la puerta, esta cerrada, pero sin el cerrojo, me levanto, y mientras me quito el camisón me acerco a la puerta y lo pongo, a mis padres no les extrañara que lo ponga, suelo hacerlo a veces, luego abro mi armario, y busco el collar, al fondo del armario, en una bolsa de deportes vieja, me lo pongo al cuello y me arrodillo ante Mónica, aún con mi pezón colorado y dolorido.

Mónica mientras tanto ha sacado mi móvil de su bolso y lo ha dejado sobre mi escritorio, luego se dedica a inspeccionar mi habitación, abriendo cajones y armario como si todo aquello fuera suyo, yo decido callarme, estamos en mi casa, con mi familia al otro lado de la fina puerta, y no me gustaría que Mónica se enfadara.

  • Hay Laurita, creo que tendrías que renovar un poco tu vestuario de acuerdo a tu nueva situación, aquí solo veo ropa muy casta, mira estas bragas, están viejas, y no son nada sexy, no cuidas mucho tu aspecto interior, no?, además, los chicos tienen razón, tendrías que cuidarte mas ese coño, con tanto uso como se le da, resulta anti-higiénico tanto pelo, a ver, dime donde tienes la maquinilla para depilarte, unas tijeras y espuma de afeitar, que iré a buscarlo todo.

Le indico donde esta el cuarto de baño, y más o menos donde puede encontrar lo que me ha pedido.

Ella sale de mi cuarto, dejando la puerta abierta "accidentalmente", me levanto corriendo y la cierro de nuevo, esta vez sin el cerrojo, me meto debajo de las sabanas por si mi madre decide entrar mientras Mónica no esta en la habitación.

Al cabo de cinco minutos vuelve, abre su bolso, y saca de él todo lo necesario para depilarme, un vaso, una maquinilla, un bote de espuma de afeitar de mi padre o hermanos, unas tijeras y una toalla, se acerca a una mesilla de noche y coge la botella de agua que tengo siempre allí por si me entra sed.

Sitúa la toalla sobre la silla de mi escritorio, luego mueve la silla hasta que queda delante de la ventana, se queda pensando unos instantes y mientras abre las cortinas y la persiana dice:

  • Necesitaras más luz si no quieres cortarte.

Luego se sienta en la cama, y se pone a revolver de nuevo en mi armario, veo que va haciendo dos grupos de ropa en la cama, de pronto se gira, me mira y me dice lo siguiente:

  • Venga, a que esperas, no tenemos todo el día.

Me siento en la silla, sobre la toalla, miro por la ventana, y tras comprobar que no hay nadie mirando, comienzo a recortar un poco el pelo de mi sexo y a depilarme las ingles.

Laura, pasados unos diez minutos, ha acabado de apilar la ropa, y se acerca a mí para ver como voy.

  • Mal, mal, mal, depílalo, no lo recortes, no quiero ver ni un pelito, ni rastro de ellos, y no me enfades o lo haré yo con cera.
  • Si, Ama, perdón.

De modo que vuelvo a empezar, esta vez con espuma y maquinilla en ristre, me dedico a dejar mi sexo totalmente depilado, no tardo demasiado, unos 5 minutos, luego aclaro un poco la zona con agua, me seco con la toalla, y observo el resultado, mas desnuda que nunca, y para colmo lo noto hiper sensible.

Mónica también mira, sonriente.

  • Muy bien, esto les va a encantar a los chicos, luego habrá que hacer algún retoque, pero eso lo haremos en casa, ahora mira este motón de ropa es el que podrás llevar al instituto o cuando salgas con nosotras a partir de hoy mismo, este otro te lo guardas para tus salidas familiares o cualquier otra situación.

Observo los montones, en el que puedo llevar, veo solamente faldas, vestidos y camisetas escotadas, en el otro, esta toda mi ropa interior, pantalones, y cualquier tipo de ropa con la que solía ir antes al instituto.

Bueno, ahora guárdalo todo, ponte alguna cosa del montón permitido y nos vamos a mi casa, tienes trabajo que hacer.

Mónica se queda sentada en mi cama, mirando por la ventana, mientras yo lo vuelvo a guardar todo, memorizando, (cosa no muy difícil), las dos nuevas categorías de ropa, cuando he acabado selecciono un vestido negro, y me lo pongo directamente, sin ropa interior, unos zapatos cómodos a conjunto, y le pido a Mónica si me puedo quitar el collar para salir de casa.

  • Si, quítatelo, pero en la calle te lo vuelves a poner.
  • Si, Ama, gracias

De modo que así vestida, salgo de mi cuarto, voy a buscar a mi madre que esta en la terraza, y le digo que me voy a casa de Mónica a estudiar hasta la noche, mi madre me comenta que últimamente paso muy poco tiempo en casa, pero no me impide salir, de modo que aviso a Mónica y salimos del piso, ya en la calle, saco el collar de mi bolso, me lo pongo al cuello, y nos dirigimos paseando a casa de Mónica, yo, como de costumbre a un par de metros de ella.

Llegamos a su casa sin haber intercambiado ni una palabra, me hace subir las escaleras mientras ella lo hace por el ascensor, de manera que cuando subo ella ya esta dentro esperándome con la puerta abierta.

  • Estamos solas, bueno Gema debe estar aún durmiendo, así que desnúdate mientras te explico tus tareas. En primer lugar la lavadora, recoge mi ropa sucia y la de mi hermano y pones una lavadora, luego despierta a Gema, es tarde, ordenas y limpias mi cuarto y cuando hayas acabado me avisas para que lo revise, después te vas a la cocina, la limpias un poco y haces la comida para tres.

Veo como Mónica se va al salón y enciende la tele justo cuando yo he terminado de desnudarme y doblar mas o menos mi ropa, busco la lavadora, tal y como pensaba encuentro una cubeta donde depositar la ropa sucia, así que subo en primer lugar a la habitación de Miki, recojo toda la ropa que veo por ahí tirada, y la meto en la cubeta, luego entro con cuidado en la habitación de Mónica y hago lo mismo, miro un momento a Gema, que esta durmiendo a pierna suelta, antes de bajar abajo para poner la lavadora.

Cuando he dejado la lavadora trabajando, subo en silencio a la habitación de Mónica, ahora viene lo difícil, como despierto a Gema sin que se enfade mucho, decido encender la luz primero, y luego poner la radio, me quedo allí esperando unos minutos hasta que finalmente abre los ojos.

  • Buenos días, Ama, espero que haya dormido bien, la Ama Mónica me ha pedido que la despertara, yo ahora me pondré a preparar la comida, pero si desea algo para desayunar mientras tanto

Gema abre bien los ojos, y me encuentra allí desnuda ante ella, me mira, sonríe y dice:

  • Joder, así da gusto despertarse, creo que te haré que vengas cada mañana a mi casa para hacerlo, si, tráeme un vaso de zumo, de naranja o melocotón, no se lo que habrá, y rapidito
  • Sí, Ama

Bajo de nuevo a la cocina, cojo un vaso y busco el zumo en la nevera, por suerte hay de naranja, así que lleno el vaso y subo corriendo, cuando llego Gema ya esta levantada.

  • ¿Quien hay en casa?

  • Mónica, usted y yo, Ama

  • Perfecto, así puedo bajar tal cual.

Coge el vaso de mi mano y baja las escaleras en camiseta y braguitas.

Yo aprovecho para hacer la cama y ordenar la habitación rápidamente, abro las ventanas, aunque sin correr las cortinas, no pretendo facilitarle las cosas a los vecinos que pueda tener Mónica, cuando termino, aviso a Mónica de que ya he acabado en su cuarto y voy a la cocina para seguir trabajando allí.

Abro la nevera y miro lo que hay, no hay gran cosa, así que rebusco por los armarios, al final haré ensalada de pasta y un poco de lomo a la plancha, voy a poner la sartén al fuego cuando lo pienso mejor y voy al salón donde están las dos sentadas viendo una serie o algo por el estilo.

  • Perdón, Ama Mónica, he de poner a freír algo, permite que me ponga algo encima?, no me gustaría quemarme.
  • No, ves con cuidado y ya esta, tómalo como una primera parte muy suave del castigo que te ganaste ayer.

La miro sorprendida

  • Castigo?, porque Ama
  • Serás estúpida, aún no recuerdas que entraste en el bar a buscarnos con tu pinta de puta arrastrada cuando te lo había prohibido explícitamente?

Pienso en replicar algo, pero me callo, voy a la cocina, y comienzo a freír con mucho cuidado, mientras pienso en lo que ha dicho Mónica de que esto era solo una primera parte muy suave del castigo, joder, a saber lo que tendrán pensado.

Mientras se hace el lomo aprovecho para adelantar faena, así que me acerco de nuevo al comedor.

  • Ama Mónica, ¿puedo ir poniendo la mesa?
  • Claro que si estúpida, ¿no pensaras que se va a poner sola, no?, espera un momento, ven aquí, frente a nosotras.

Las obedezco, y me sitúo junto al televisor.

  • Mira Gema, esta mañana me he encargado del pequeño problema higiénico de Laura, que te parece?
  • Ostias, si es verdad, se ha quedado sin un pelito, ahora si que parece la puta que es, de todos modos creo que aún podría parecerlo más, Laura, lárgate que Mónica y yo tenemos que hablar.
  • Si, Ama

Vuelvo a la cocina corriendo, y le doy la vuelta al lomo de la sartén, luego, para darles tiempo a que hablen, saco tres platos, vasos y los correspondientes cubiertos, la comida ya esta casi lista.

En esos momentos se abre la puerta de la calle, no se me ocurre otra cosa que cerrar la puerta de la cocina hasta saber quien es, me quedo allí intentando no hacer ruido, hasta que al cabo de un rato oigo a Mónica que me grita desde el salón.

  • Laura, ¿no ibas a poner la mesa?, date prisa, que tenemos hambre.

No hay más remedio, de modo que cojo lo que he preparado y salgo hacia el salón sin tener ni idea de a quien me encontrare, cuando llego, me encuentro a Miki, el hermano de Mónica, que me saluda sonriente después de echarme un repaso de arriba abajo, y a la propia Mónica, Gema no esta, supongo que ha ido a cambiarse para que Miki no babee con ella, joder, que afortunada ella puede vestirse.

Acabo de poner la mesa, sirvo la comida, y me quedo allí esperando ordenes.

  • Laura, no seas guarra, estas exhibiéndote ante mi hermano?, sube a su habitación y límpiala, luego revisare las dos y si me parece que están bien, te dejare comer algo.
  • Si, Ama

Así que vuelvo a subir las escaleras y me dedico a ordenar la habitación del niño,

  • Laura, ven aquí

De vuelta hacia abajo.

  • Lo he pensado mejor, ponte el disfraz de chacha que te compramos ayer y póntelo, así trabajaras mas cómoda, luego prepara el café, y sigue ordenando.
  • Si, Ama

Subo de nuevo a la habitación de Mónica, ya ves, si se me van a poner unas piernas esculturales y todo, busco el paquete de la tienda y me pongo el ridículo modelito, luego bajo de nuevo, pero no me dejan llegar a la cocina sin enseñarles de nuevo como me queda, Mónica me hace agachar, y tras darme un azote en el culo, me deja ir a preparar el café.

Preparo el Café, lo sirvo en la mesa, y sigo a lo mío, cuando termino bajo de nuevo al salón para avisar de que ya he terminado, cuando oigo un grito que parece salir del baño.

  • Joder Miki, parece mentira, ¿no te han enseñado a levantar la tapa del water para mear?, o si no, al menos apunta bien, Laura, ven aquí a limpiar esto inmediatamente, que me estoy meando y no pienso sentarme aquí.

La gritona ha sido Gema, parece una mosquita muerta, pero joder el vozarrón que tiene, Miki hasta se ha puesto colorado, me dirijo al baño, la veo allí, de pie esperando, cojo un poco de papel de Water, lo humedezco, y lo paso bien por la tapa del water hasta que me parece que esta limpia, ¿cuando termino le digo que ya esta?

  • ¿Ya esta? ¿Estas segura?
  • Si, Ama
  • Bueno, si tan segura estas de que esta suficientemente limpio para que yo me siente, ¿seguro que no te importa lamer la tapa antes para demostrarme lo limpio que lo has dejado, no?

Me quedo paralizada por el asco de lo que pretende que haga.

  • O eso, o me has engañado y no esta limpio, dime Laura, me has engañado.
  • No, Ama

Las voces han atraído la atención de Mónica y su hermano, de modo que ahí están también, mirándome, Mónica con cara de diversión, Miki con cara de sorprendido.

No tengo elección, me han vuelto a acorralar, así que me arrodillo ante la taza, y paso mi lengua un poco por la superficie, luego miro a Gema, que me mira impasible.

  • No es suficiente, pasa tu lengua dando una vuelta completa a la tapa.

Noto nauseas al pensar en lo que estoy haciendo, esta limpio, pero tanto?, joder, vuelvo a bajar la cabeza, y esta vez mi lengua recorre toda la superficie la tapa hasta haber completado la vuelta.

Cuando he terminado, vuelvo a mirar a Gema.

  • Eso esta mejor, ahora límpiala de nuevo, que no quiero sentarme sobre tus babas.

Colorada y humillada, vuelvo a repetir la operación con papel de Water hasta dejarla limpia de nuevo, a todo esto, Mónica ya ha desaparecido, y Miki observa con cara de no saber que hacer.

Cuando termino, le pregunto a Gema si desea algo mas, me dice que no, y cierra la puerta dejándome fuera, sintiendo aún mi lengua sucia.

Como ya he acabado con lo que tenia que hacer, bajo de nuevo al salón y voy recogiendo la mesa, Mónica baja al rato.

  • Bueno no esta mal, ha quedado todo bastante ordenado, hecha las sobras de los platos en la ensaladera.

La obedezco, una vez he terminado, lo remueve todo con un tenedor, y lo deposita justo debajo de la tele, luego ella se sienta y me dice:

  • Adelante, es tu comida, así que aprovéchala, y quiero las manos quietecitas en el suelo, no puedes usarlas, y si ensucias tu uniforme te arrepentirás, recuerda que aún te debemos un castigo, así que no me hagas enfadar más.
  • Si, Ama

Me arrodillo y comienzo a comer con la boca directamente de la ensaladera, allí están las sobras, trozos de lomo, grasa, y ensalada de pasta a medio comer, al principio como con asco, luego recuerdo el bistec que comí hace unos días en el instituto, así que pienso que esto tampoco esta tan mal, y sigo comiendo hasta terminarlo todo.

Mientras estaba comiendo, también ha bajado Gema, que se sienta y sigue mirando la tele, Miki parece que ha preferido quedarse en su cuarto.

Cuando termino, me levanto, y me quedo de pie esperando.

  • Laura, de ahora en adelante cuando estemos en privado y hayas acabado con lo que te hayamos ordenado te arrodillaras y esperaras las ordenes en el suelo, no esta bien que nos mires desde arriba como si fueras superior, ¿entendido?
  • Sí, Ama

Me arrodillo tal y como me ha ordenado y sigo esperando, al cabo de unos minutos me mira.

  • A que esperas, te lo tengo que decir todo, recoge los platos y vete con ellos a limpiar la cocina, la quiero perfecta, luego vuelve aquí.
  • Si, Ama

Y hago lo que me dicen, como siempre, al cabo de una media hora, he terminado, así que vuelvo al salón, me arrodillo ante ellas y me quedo esperando.

  • Laura, mira que bien, ¿ya has terminado con la cocina?
  • Si, Ama
  • Perfecto, acércate y quítame los zapatos

Me levanto para acercarme a ella, cuando de pronto me dice

  • Desde ahora, salvo que para cumplir la orden sea imprescindible levantarte, te moverás por el piso a cuatro patas, así que vuelve al sitio al que estabas y ven hasta mí a cuatro patas.
  • Si, Ama

No, si al final me saldrán callos en las rodillas, vuelvo al punto de partida, me pongo a cuatro patas, y avanzo hacia ella, cuando llego a sus pies le quito un zapato, y luego el otro, cuando he terminado, los dejo al lado de sus pies, y me doy la vuelta para volver a mi sitio, justo cuando estoy de espaldas a ella me dice:

  • Quieta así, tira un poquito hacia atrás, eso es, ahí quieta, no te muevas.

Noto peso sobre mis nalgas y espalda, miro hacia atrás, y veo como ha apoyado sus pies sobre mí.

  • Mhhh, no estoy muy cómoda, baja un poquito la espalda, así, demasiado, un poquito mas alta, así, perfecto, ni se te ocurra moverte.

Hay que joderse, la pose cómoda para sus pies, es precisamente la mas incomoda para mi, intento no moverme, esperando que se le pase el capricho pronto, cosa que no parece que vaya a pasar pronto.

Sus desnudos talones se clavan en mi espalda, me comienza a doler la espalda y las rodillas por la pose, miro el reloj, llevo ya cerca de media hora en esa posición.

Ellas están viendo la tele, y yo aprovecho para verla también, pese a la incomoda posición me lo tomo como un pequeño descanso de mis tareas, pero comienzo a notar que se me duermen las piernas, cada vez se me hace mas difícil mantenerme quieta.

Oigo como baja alguien del piso de arriba, se dirige a la cocina, y vuelve con un vaso, se me queda mirando un momento, y sube de nuevo arriba, llevamos ya cerca de tres cuartos de hora.

  • Laura, me apetece un refresco, Gema, a ti no?
  • Bueno

Intento levantarme para ir a la cocina, pero Mónica me da una patada en el culo.

  • Ves a la cocina a cuatro patas, para traer los refrescos puedes volver de pie, pero hacia la cocina, como no tienes que usar las manos, lo haces como una perra.

Ufff, las rodillas destrozadas, cada metro es una agonía, al menos puedo cambiar de posición, voy hasta la cocina, y allí me levanto, aprovecho para estirarme un poco, la espalda parece que vuelve a su sitio, sirvo los vasos de refresco, y vuelvo al salón.

  • Joder, si que has tardado, se me están helando los pies, ven aquí, donde antes, pero esta vez, túmbate boca arriba, flexiona las piernas, acércate mas, separa un poco mas las piernas, así.

  • Ves que bien, si tener una guarra en casa es la mar de práctico, tu coñito esta la mar de caliente.

La muy cabrona ha metido sus pies entre mis muslos, encima de mi sexo, los deja allí, quietos, según dice para que se calienten, llevo aún el uniforme, pero la falda es tan corta que es como si no existiera en la pose en la que estoy.

  • Tu no tendrás frío, ¿no?
  • La verdad es que un poco, Ama
  • Vaya, pues tendrás que joderte un poco, Laura.

Gema y Mónica ríen al unísono, Mónica con sus pies en mi zona más intima, como si fuera un calefactor.

Al cabo de un rato noto como comienza a mover uno de sus pies, restregándomelo contra mi sexo, intentando meter uno de sus dedos en el.

  • Ayer disfrutaste, ¿no?, una guarra como tu con tantas pollas a su alrededor, seguro que acabaste bien satisfecha, no es así, ¿zorra?

  • Si, Ama

Su pie se clava en mi sexo de pronto, provocándome una sensación molesta y dolorosa a partes iguales.

  • No, Zorra, cuando te hago una pregunta de este tipo, no quiero un si o un no, quiero que pongas mas énfasis en tu respuesta, por cierto ha sido la correcta, si hubieras respondido que no, me habría enfadado, pero igualmente, vuelve a responder, y explica con que disfrutaste ayer.

Otro jueguecito de humillación, en fin, al menos estoy a solas con ellas dos, así que tampoco pasa nada por hacer lo que quiere, aunque bien mirado, supongo que si hubiera mas gente igualmente lo haría.

  • Si, Ama, ayer disfrute mucho con tanta polla para mí.

Bien, eso esta mejor, bueno, ya has descansado bastante, levántate y vete a limpiar el baño.

Me levanto, y voy a cuatro patas hasta que me pierden de vista, en ese momento voy a por los trastos de limpieza y me dirijo al baño, a estas alturas son las cuatro de la tarde, el agotamiento de la noche anterior, y el ajetreo de hoy están haciéndose notar, comienzo a estar agotada, solo espero que no me tengan mucho mas rato en el piso y que me dejen ir pronto a casa.

No voy a pedir disculpas de nuevo, pero cada vez me puede más la indecisión, por el personaje nuevo que tiene que aparecer, no os preocupéis, que lo hará, seguramente en el próximo capítulo, el cual espero que no se haga esperar tanto como los dos últimos.