Esclava de mi clase VII
Giro inesperado de la historia.
Esto tenía que terminar hoy mismo.
Mi cuenta de Instagram no paraba de enviarme notificaciones de mensajes y comentarios a la foto que había subido Xavi a mi propia cuenta. Tirada contra un container y con las tetas al aire, aunque pezones censurados para saltarse las restricciones de Instagram.
Podéis imaginároslo en los comentarios lo más bonito que me decían era guarra, comentarios que me dedicaba a eliminar todo el rato. Y en los mensajes privados la cosa no mejoraba. Invitaciones a comerles la polla a casi todos los que me escribían hasta ofertas económicas para dejarme follar por uno o por grupos de amigos.
Y no podíamos olvidar que, en su cabreo matutino, Xavi había publicado un video en pornhub donde salía literalmente haciéndole una mamada, para decirlo finamente. Aunque me hubiera censurado la cara, la verdad es que quien me conocía, me habría reconocido. En otras palabras, esto se había ido totalmente de control y lo iba a terminar esa misma noche, fuera como fuera.
Solo necesitaba un plan. Plan que estuve pensando todo el día hasta que se acercó la hora en la que Xavi me nos había citado en la discoteca. La verdad es que, para liberarme de él, necesitaba acceder a su casa, su ordenador, sus discos duros, su móvil. Era una tarea titánica. Pero por mucho que me costara, tenía que hacerlo. Mi idea era conseguir que no me usara en toda la noche, y al terminar la fiesta, si era necesario, provocarle para que me llevara a su casa. Y una vez dentro aprovechar cualquier momento que tuviera para cargármelo todo. Ordenadores, portátiles, discos duros, móvil… La única cosa que me atemorizaba era que una vez se diera cuenta de lo que había hecho, no me hiciera daño. Daño de verdad, físico. Pero era un riesgo que tenía que asumir.
Me preparé como me había pedido. Primero, totalmente desnuda, me puse todos los complementos. El plug en mi culo y la cadena en mis tetas, esta vez as sujete en los orificios de mis pezones, regalo de Susana, antes de recibir su terrible castigo por haber querido jugar con el juguete de Xavi… Me vestí con el top blanco que no cubría la totalidad de mis pechos, y que dejaba ver como caía la cadena que unía mis pezones por debajo de él. Y debajo me puse un tanga azul celeste y una minifalda negra, como me había pedido Xavi… Accesible… Y terminé con unas medias que terminaban en encaje a medio muslo, obviamente totalmente visibles, y unas nike blancas. Necesitaria un calzado cómodo, pensé.
Estaba realmente atemorizada de lo que me podía esperar esa noche. Y por primera vez, no estaba dispuesta a dejar que eso siguiera. Hoy era el último día de mi esclavitud por ese loco que había perdido el control, la cordura que tenía cuando lo conocí. Porque si, Xavi cuando lo conocí, cuando empecé a contaros mi historia, no era el loco que es hoy. Solo era un niño con una autoestima baja y un sentimiento de inferioridad brutal. Pero a medida que ha ido viendo el poder que tenía, el poder del miedo, ha ido convirtiéndose en lo que es hoy. Un monstruo.
Con un plan claro, y una ropa de auténtica zorra, me cubrí con un vestido normal, de los que habría utilizado antes de todo esto y así me libré de un interrogatorio de mis padres. Me despedí y salí de casa. Pedí un taxi y le di la dirección donde nos había citado Xavi.
Al llegar, vi un coche, donde dentro estaba Xavi, y al segundo vi cómo se veía una cabeza levantarse aparecer de su entrepierna desde la ventanilla. Susana, con su cara totalmente apática, traumatizada y su boca llena de restos de semen.
Pagué el taxi con el único billete que había cogido de casa con esa intención. Pensar que con la ropa que me había obligado a llevar, lo único que llevaba de más, era mi móvil que debía llevarlo todo el rato en la mano. No había bolsillos ni nada donde pudiera guardarlo, solo la presión de la minifalda contra mi estómago si en algún momento necesitaba las dos manos para algo.
Me acerqué sin que me vieran hacia el coche y me deshice del vestido que me cubría, doblándolo y dejándolo escondido en un arbusto. Con suerte, podría recuperarlo antes de volver a casa.
Muerta de vergüenza por el espectáculo que estaba dando vistiendo de esa forma, me acerqué al coche donde estaban, no sin darme cuenta como la gente que había en la calle, y los que esperaban en la cola, me miraban. Sobretodo el vaivén de la cadenita que unía mis pezones. Di dos golpecitos al cristal alertando a Xavi y Susana. Estos salieron del coche.
- Llegas tarde zorra. Ya todos están dentro de la discoteca esperándonos. Obviamente pagaras por ello. – En realidad yo sabía que había llegado puntual a la hora que me había pedido. Pero tal y como estaban las cosas, quizás incluso me dijo esta hora sabiendo que sería tarde, para así justificar su desahogo de rabia contra mi.
- De acuerdo Xavi… - Dije ya resignada. Realmente ya no se podía decir nada, sabía de sobra que ya no entraría en razón a nada que le dijéramos ni yo, ni Susana. Ni nadie en realidad.
Xavi se acercó directamente al portero, saltándose toda la cola y diciéndonos a Susana y a mí que esperáramos un segundo unos pasos atrás. Tras un minuto, se giró y con la mano nos indicó que entráramos. Primero pasó Susana, quedándose al lado de Xavi, con su postura ya clásica de apatía total, realmente era como ver un fantasma que lloraba por dentro todo el rato. Una autentica lastima.
Luego estaba pasando yo, cuando Xavi me corto el camino, como diciéndome que él andaba primero… Lo dejé pasar obviamente, pero escuché como me decía: - Buscanos dentro de la disco cuando termines. – Mis ojos se abrieron como platos, de golpe me dio un terror brutal escuchar esas palabras, cuando vi otro portero acercarse y de golpe un tirón a mi brazo que me arrastraba detrás de una cortina.
De golpe todo estaba oscuro, solo podía ver algún abrigo, y encima de un mueblecito a ruedas, lo que parecían unas porras y un taser. Unas manos enormes empujaron mis hombros hacia el suelo poniéndome de rodillas y de golpe frente a mi apareció una polla enorme y maloliente. De golpe entendí lo que estaba pasando. Me habían usado de moneda de cambio para entrar gratis y sin hacer cola. Y obviamente esa polla pertenecía al portero con el que Xavi había estado hablando.
Nunca imagine que actuaría como lo hice en ese momento. Pero me dio tanto miedo pensar en que podría haber pactado con esa bestia de 150kg y 2 metros de altura, que sin darle tiempo ni a hablar, me aferré a su miembro y empecé a hacerle la mamada más dura que podía. Hasta el punto de forzar yo solita su miembro tan dentro de mi garganta, que mi cara estaba totalmente roja, mis ojos abiertos como platos, rojos y llorosos por el esfuerzo, y mi boca abierta al máximo, sacando mi lengua que casi alcanzaba tocar sus huevos. Y por qué? Porque me aterrorizaba la idea de que me utilizara a su voluntad. Así que di mi integridad y mayor esfuerzo en complacerle para que no tuviera necesidad de usarme a su antojo.
Estaba costando, parecía que no llegaba nunca, me dolía la cara del esfuerzo, la graganata y estaba quedando perdida de mis propias babas. Pero que tardara tanto me hacía entrar en pánico solo de pensar que se aburriera y decidiera usarme como a una muñeca de trapo. Follarme? O peor, sodomizarme? Pero mi tranquilidad llego junto a un sabor salado, amargo y caliente que me atraganto, haciéndome escupir tanto semen como baba encima de mis medias… Sucia, humillada y vendida para no hacer una cola. Pero había salvado mis otros agujeros, parece irónico que me sintiera aliviada en esa situación.
Me limpié con la muñeca de mi mano como buenamente pude y noté somo me levantaban a pulso por mi brazo, como si no pesara absolutamente nada. Me puso en pie, me miró los ojos rojos y llorosos. Y sin mediar palabra me hizo pasar por una puerta que se encontraba en ese mismo cobertizo de los porteros.
Cuando vi abrirse la puerta, aparecieron frente a mi, todas las luces, lasers y la música ensordeció mis oídos por un momento. Estaba dentro de la discoteca. Era momento de encontrar a los chicos.
Durante un buen rato estuve buscándolos, andando entre la multitud, intentando cubrirme como podía. Estirando mi top hacia abajo para cubrirme las tetas, ya que cada roce lo hacía subirse, y más importante, preocupada todo el rato por la cadenita. Tenía miedo que se enganchase con algo o alguien y me hiciera daño a los pezones. La minifalda no ayudaba y se iba subiendo también. No tenía manos para todo. Coger mi móvil, bajarme el top, agarrar la cadena y bajarme la falda, para que no se viera mi culo, y obviamente todo esto con el plug en mi culo. Que ahora lo estamos pasando por alto debido a toda la información que me abruma, pero que realmente complicaba mi andar.
A todo esto, se le sumaban sobeteos descarados a cualquier parte de mi cuerpo. Tal y como iba vestida la gente se sentía en condición de sobarme cualquier parte en el anonimato de la multitud.
De golpe vi a lo lejos una hilera larga de tíos esperando frente a una puerta. Los lavabos deduje. Me acerque y pude identificar a uno de ellos, Javi, que salía justo del baño. Cuando me vio, casi sin mediar palabra, me agarro de la cadena que unían mis pezones y tiro de ella, arrastrándome y en un primer segundo levantando totalmente mi top.
- Joder Lau, Xavi nos había avisado, pero realmente vienes como una autentica zorra. – Dijo mientras me arrastraba.
El primer tirón hizo que pegara un grito agudo y fuerte por el dolor que sentí en mis pezones. Rápidamente intenté seguirle el paso para evitar ese mismo dolor. Y cuando parecía que la cadena ya no estaba en tensión, y podía seguir su ritmo, con la mano intenté bajar el top para cubrirme las tetas, cosa que no estaba logrando y me estaba provocando una vergüenza histérica, terrible. Mi cara había recuperado el color rojo de antes, pero esta vez por mi vergüenza y sentirme totalmente humillada, estiraba el top hacia abajo como si me fuera la vida en ello. Mis ojos estaban abiertos como platos, mirándome mis tetas, esperando verlas desaparecer bajo mi top mientras seguía con la mano tirando.
Cuando de golpe, choque contra la espalda de Javi, pude cubrirme de nuevo viendo como soltaba la cadena. No quería ni pensar en lo que el resto del mundo en la discoteca había estado viendo en esa escena patética y humillante que acababa de vivir.
- Por fin llegas… Has tardado una autentica eternidad, que estabas haciendo Lau? – Dijo una voz que sin duda era la de Xavi. Efectivamente Javi me había arrastrado hasta donde estaban al menos unos siete compañeros de clase. Algunos me tiraban piropos, pero casi de forma sarcástica. Siendo los que ya me habían visto en esta condición y se habían aprovechado ya de mí. Mientras dos de ellos me miraban con los ojos como platos, sin entender que pasaba. – Oye, te estoy hablando.
- Estaba pagando mi entrada, y luego no os encontraba… - Dije cabizbaja totalmente humillada y avergonzada de que me estuvieran viendo de esa manera.
- Pues estamos muertos de sed, te estábamos esperando, porque me has dicho que a la primera invitabas tú, no? – Dijo Xavi, dejándome totalmente loca, sin entender nada de lo que decía. Xavi sabia de sobras que no tenía más dinero, un billete de cinco que me había guardado para pagar el taxi de vuelta y nada más.
- Xavi, solo tengo cinco euros que me he traído para pagar el taxi de vuelta, no puedo invitaros a nada… Y lo de los shows de la cam lo has cobrado todo tu… - Le dije susurrándole al oído, nerviosa y otra vez, atemorizada de cómo podía responder.
- Joder, solo das que problemas Laurita…
De golpe volví a pegar un grito de dolor agudo cuando todo mi torso se tiró hacia abajo notando el tirón y dolor extremo de la mano de Xavi tirando de la cadena de mis tetas.
Me aparto arrastrándome, otra vez con el top totalmente deslizado hacia arriba dejando mis tetas al aire y estiradas por la cadena que tiraba Xavi.
- Te voy a ayudar a conseguir el dinero puta. Y más te vale esta vez ser más rápida.
Saco de su bolsillo un rotulador permanente, obviamente algo que ya había planeado de antes. Mientras esto pasaba yo histérica de nuevo me estaba volviendo a bajar el top para cubrir lo que pudiera mis tetas. Cuando de golpe vi que sin dudar ni un segundo empezó a escribir con el rotulador en él.
Baile con sobeteo: 5€
Paja: 10€
Mamada: 20€
- Son precios de lujo que una puta como tú no se merece, pero tenemos sed y no quiero esperar toda la noche. Somos siete y todos queremos cubatas, a 8€ el cubata son 56€. Te recomiendo que intentes conseguir más para la segunda ronda.
Mi cara se descompuso de golpe. No me lo podía creer y me puse a llorar irremediablemente. Xavi ni se inmuto a mis lloros, simplemente se dedicó a decirme qué cubatas querían cada uno y finalmente a preguntarme si quería que me lo escribiera también. A lo que respondí entre lloros que no, que le prometía que lo recordaría que le suplicaba que no lo hiciera. Estaba totalmente destrozada.
Tardé unos minutos en recomponerme y tranquilizarme. Lo veía todo borroso por las lágrimas. Xavi ya se había ido. Me habían dejado sola. Y tenía que ponerme manos a la obra o lo siguiente sería peor, imaginaba.
No tardé nada en encontrar el primer cliente. 5€ y me sobó tanto como quiso. Desde mi culo a mis tetas. Un amigo suyo se sumó y por 5€ más hizo lo mismo, pero esta vez descubriendo mi plug y jugando con él, sacándolo un poco y volviendo a meterlo de forma brusca y a veces dolorosa. Obviamente la cadena no pasaba desapercibida y también tiraba de ella a veces. A los 5 minutos terminé y recibí mis 10€ que guardé como pude enganchados en mi tanga y minifalda.
Seguí mi camino, pero nadie se animaba a entrarme cuando por fin un chico feo y gordo me dio un golpecito con el dedo en el hombro. Al girarme le vi tendiendo un billete de 10€ en su mano. Entendí lo que quería y me lo llevé a una esquina, donde le saqué la polla cubriéndolo todo con mi cuerpo, y empecé el trabajo. Arriba y abajo, era pequeña y peluda y su cara llena de acné y con gafas, cerca de la mía, se veía asquerosa, con los ojos cerrados, mirando al cielo y respirando como si fuera la primera vez. Y de golpe noté su semen chocar contra mi vientre desnudo.
- Joder! Que coño? Pero tío, joder! Porque no me has avisado?
El chico aun recomponiéndose empezó a disculparse y simplemente como avergonzado, se dio media vuelta y se fue casi corriendo, guardándose la polla en su pantalón. Me limpié como pudé el semen del vientre y la minifalda con la mano.
20€ y ya habían pasado casi 15 minutos. Me di cuenta que estaba totalmente jodida. Xavi se volvería loco por hacerle esperar tanto, pero realmente no podía ir más rápida. Empecé a ofrecerme yo misma. Me moría de vergüenza, pero el miedo de cómo reaccionaría Xavi era mayor. Hasta que por fin un grupo de amigos que parecían muy pijos, se animó. Y conseguí convencerles de hacerle una mamada a dos de ellos, para terminar eso lo más rápido posible. Pero al final se animaron tres. Los llevé al baño, donde había una cola enorme. No entendía cómo era posible, que hubiera cola en el baño de chicos, pero no tenía tiempo y entré colándome de todos arrastrando a uno de ellos por el brazo.
Entré en un cubículo mientras me llamaban de puta para arriba a gritos por haberme colado, con esas pintas y arrastrando a un chaval del brazo. En este caso, tenían razón. Me agaché y me puse “boca a la obra”. No me iba a pillar otra vez por sorpresa. ME esforcé y a los 4 minutos, chorro que me tragué y a por el siguiente. De nuevo lo mismo, de rodillas, por cierto sucias de meado y alcohol pegajoso que ensuciaban totalmente las medias, más de lo que estaban. Pene medio, rasurado. Pero poco aguante, 2 minutitos, corrida en mi boca, tragué y a por el siguiente. El último. Entró, me puse de rodillas, se la saqué, y era la única que venía flácida. Empecé primero con la mano, y cuando empezó a estar un poco dura, seguí con la boca. Era grande, cada vez más.
En el cubículo de al lado, no sé qué estaban haciendo, pero no paraba de escucharse golpes rítmicos, seguramente una pareja follando. Pero no paraba de escucharse, en todo el rato que llevaba allí la puerta abrirse y cerrarse. Volviendo a la realidad, su polla había crecido mucho, llegando a un tamaño considerable, pero por suerte, tampoco tuvo mucho aguante. Noté sus manos empujarme por la nuca y metérmela hasta el fondo. Empecé a darle golpes a su muslo para que me liberara, y parece ser que se asustó de hacerme daño, porque me libero y soltó todo su chorro que cayó irremediablemente en mi cara, torso y pechos/top.
60€ más los 20€ ya eran 80€, tenía para esa ronda y parte de la siguiente si me hacían volver a pagar la siguiente. Pero había pasado casi 45 minutos. Me lo guardé en el tanga, me levanté y cuando iba a limpiarme la corrida de la cara, se abrió la puerta.
- Te he dicho que no tardaras! Estoy hasta los huevos de esta mierda y de que todo el mundo pase de mi!
- Xavi por favor, no he podido ir más rápida! Tengo 80€, por favor te lo suplico no me hagas nada!
Estaba ido de ira. Me agarro del pelo, abrió la tapa del váter y hundió mi cara en él. Era repugnante. Notaba mi pelo mojarse y el olor asqueroso de meadas y vómitos. De golpe sentí como me levantaba la minifalda, y me arrancaba de un tirón el plug del culo. Allí no pude aguantar más y temiendo por mi salud e integridad física, empecé a gritar de auténtico pavor.
- POR FAVOR PARA! NOOO! TE LO SUPLICO XAVI PARA!
- QUE TE CALLES YA PUTA! SOY EL ÚNICO QUE AÚN NO TE HA DISFRUTADO JODER!
No paraba de gritar, y el primer cachetazo calló en mi nalga. Muy fuerte, y el dolor fue increíble.
- CALLATE!
Pero yo no podía callarme y seguía gritando irremediablemente, suplicando y llorando. De golpe noté como estiraba de la cadena haciéndome un daño punzante indescriptible. Culminando en como noté su polla ensartarse de un golpe en mi ano. Creo que nunca había gritado tanto.
Y de golpe escuché un sonido de vidrio estallar, y de golpe todo el cuerpo de Xavi caer encima mía. Salí como pude aún con su polla dentro de mi culo, y el calló al suelo. Inconsciente? Muerto? Miré asustada su cuerpo en el suelo y como salía sangre de su cabeza, haciendo un charco en el suelo.
Miré a la puerta del baño y allí, llorando estaba Susana de pie, con su minifalda tejana y su top rojo. Absolutamente llena de semen por todo el cuerpo, e incluso sangre salir por debajo de la minifalda. Y su mano, con un guante, que luego vi que había improvisado a partir de condones usados, y por lo que parecía, muy recientemente. Uno en cada dedo y uno cubriendo toda la mano, llenos todos de bastante cantidad de semen. Y obviamente un vaso de discoteca roto, tanto en su mano, como en la cabeza de Xavi.
Realmente Susana no había aguantado más. Pero lo había matado?
Y así termina el capítulo que tanto miedo tenía en escribir, porque no me gustaba en que se estaba convirtiendo esta serie. Si quieres hacerlo realista, a medida que me iba acercando a este punto, en el relato original no se preguntaban temas morales, éticos, y Laura, parecía apática y que actuaba como si nada. Pero yo no podía imaginar mí Laura, sin reaccionar a tales abusos. Así que, si quería mantener mis relatos con un toque realista, debía hacer algo drástico en este punto. Y como que todo se contaba desde el punto de vista de Laura, he aprovechado el personaje de Susana, que algún día nos contara porque ha hecho esto, si ha sido algo premeditado, o un acto visceral.
Lo que está claro es que Xavi ya no va a ser nunca más el chantajeador de esta historia, esto os lo puedo asegurar. Cada vez he ido cogiéndole más asco a este personaje y he pensado muchas veces que final darle. Y no podía ser uno bueno, eso lo tenía claro.
En principio no iba a matarlo, y la decisión aún no está 100% tomada, y me gustaría saber qué haríais vosotros con él.
Pero lo que si que os puedo asegurar es que ya no volverá a participar de esta historia.
Espero que os haya gustado este giro inesperado.