Escenas de un Cornudo 02

• Cariño, ¿Estarías dispuesto a llegar más lejos como cornudo?

• ¿Más lejos aún? Hace seis años que acepté cumplir tu fantasía de hacer un trío con otro hombre y desde entonces he ido cumpliendo todas las que me has ido proponiendo hasta llegar a la vida que llevamos desde hace tres años.

Tres años dejando que folles con quien quieras, cuando quieras y donde quieras, tres años en los que lo único que me has dejado hacer es lamerte el coño y pajearme como un mono, siempre en tu presencia, en muchas ocasiones delante de tus amantes y soportando los comentarios y las bromas sobre mi situación.

Y todo ello sólo por complacerte ¿Te parece poco?

• Por supuesto que no cielo, se que eres la persona que más me quiere y que harías cualquier cosa por complacerme, de echo dudo mucho que ningún hombre aguantase lo que tu me aguantas, pero sabes que lo que más me excita es sentirme muy puta y siento que tengo que ir más lejos aún.

• Si, lo sé, me lo dijiste hace años, la primera vez que me contaste tu fantasía de follar con otro hombre, estando yo presente y que me presentases como el cornudo de tu marido. Ahora no se que más puedes querer si hasta has llegado a trabajar de escort en varias ocasiones, incluso en un par de ocasiones como puta callejera cuando estuvimos en Barcelona el mes pasado.

• Si, es cierto y ya te dije que gocé como nunca, a pesar de que los tíos no eran nada atractivos y muy malos como amantes, pero necesito más y creo que se cómo lograrlo.

• Bien, no te prometo nada, pero cuéntame tu idea.

• Gracias cielo.

Lo primero que tienes que saber es que si aceptas, habrá algunos cambios importantes en nuestras vidas que posiblemente terminen conociendo nuestras familias y amistades.

• Cada vez me lo pintas peor.

• Quiero trabajar de puta a tiempo completo para algún proxeneta, a poder ser un negro. Me gustaría estar a su disposición en cualquier momento y para cualquier práctica por extrema que sea.

Al mismo tiempo quiero que tu aceptes llevar un cinturón de castidad permanentemente, de ese modo no podrás masturbate y si te empalmas, tan sólo con que tengas media erección, el cinturón te apretará tanto que el dolor hará que se te vuelva a bajar.

• ¿Qué? Tú estás loca. Podría llegar a aceptar que te prostituyeses con cierta frecuencia siempre que lo hicieses con discreción. Incluso lo del cinturón, llevarle de vez en cuando podría hasta darme cierto morbo. Es más, tengo que admitir que llevo mucho tiempo disfrutando por ser un cornudo, hasta he llegado a acostumbrarme a vivir siendo el único al que no dejas follarte de tal manera que no me importa que sea así.

Pero lo del proxeneta es excesivo y peligroso, eso sin hablar de que si hicieses lo que me has explicado sería lo mismo que ser su esclava.

• ¿Y aceptarías que me prostituyese de manera habitual? Podría poner un anuncio en alguna página de escorts, con alguna foto para que viesen la mercancía.

• Hmm, no se, me temo que tarde o temprano alguien de nuestro entorno se enteraría y nos podría causar problemas.

• Bueno, sinceramente cariño, pensar en que eso sucediese me pone cachonda.

• ¿Y en qué lugar quedaría yo? Una cosa es que los tíos que te follas me traten de cornudo  al fin y al cabo no saben nada nosotros salvo lo relativo al sexo, pero que alguno de mis amigos o peor aún, alguno de mis empleados lo descubrirsen me convertiría en el hazmerreír de nuestro entorno y además podría afectar a la empresa.

• Si, podría ser como dices, pero creo que los ingresos como puta serán muy elevados.

• Bueno, déjame que lo piense unos días.

• Vale, pero ahora làmeme el coño que dentro de dos horas viene Carlos y ya sabes que le gusta encontrarme bien cachonda, sobre todo cuando le dices que ya le has preparado a la puta de tu mujer comiendola el coño.

• Esta bien, espero que al menos me dejes pajearme cuando terminéis, llevo sin correrme quince días y estoy que me subo por las paredes.

• Bueno, hay algo que vi hace unos días en Internet y si lo haces dejaré que te hagas una paja.

• ¿El qué es lo que tendría que hacer?

• Lamerme el coño para limpiarmele del semen de Carlos con tu boca y comertelo todo.

• ¿Qué? No me jodas Nuria. Encima el de Carlos que es más cabrón de tus amantes y el que más disfruta humillandome. Eso sin contar que también es el único que nos ha hecho acompañarle a un local swinger para poder follarse a las mujeres de otros.

• Por eso mismo cariño, Carlos es el que mejor sabe como tratarnos y seguro que estará encantado de follarme sin condón y más aún de ver como tu te lo comes. Así que deja de protestar y haz lo que te digo, sabes que al final terminaras haciendo lo que yo quiera.