Escapada rural 3

Cumpliendo fantasía de mi sara

El viernes 10 me pase a buscarla a media mañana para ir juntos, estaba preciosa, con un vestido de flores muy sensual, que en otra ocasión me había enseñado, y que ya le había comentado que daban ganas de bajarle los tirantes, subirle los bajos y hacerle de todo con el vestido medio puesto. Nos saludamos con un buen besazo, un gran abrazo, y unas buenas risas.

Inmediatamente guardé sus cosas en el maletero de mí, una monovolumen, y salimos para la casa rural. Mientras que subíamos hacia la casa, un viajecillo de un par de horas, empezamos a hablar de cosas generales, hasta que….

S: Que ganas tenía ya de hacer un viajecito, y más desde que me contaste lo de la casa rural y me hablaste de tus amigos…

Y: Jajaja.. sí, ya lo sé… como lo habíamos hablado antes, pensé que te gustaría, por eso te lo dije la semana pasada.

S: Sí, sí…. Te diré una cosa… ese mismo día me puse muy calentorra, y por la noche tuve que entretenerme con el satisfyer, pensando en estos días con los 3…

Y: Que guarrona eres.. jajaja.. no me extraña pues ya nos conocemos vampirilla…

S: Jajaja.. toda la semana he estado muy perra, la verdad, y me ponía muy guarra pensando en como lo podremos pasar, y sí ellos estarán de acuerdo en hacerlo los 4 juntos…

Y: Ya, bueno… a ver cuándo te vean y si se dan las condiciones adecuadas y te lo hacemos… ya se verá cielo…

S: Sí, sí… lo sé…. ¿Sabes que?... (En esto que mientras me hace esa pregunta empieza a pasar su mano por mi muslo frotándolo sensualmente, y me miraba de forma viciosa).

Y: Ehhh… no, dime…

S: Con está charla me pongo guarrona… y me apetecería chupártela un rato… como en las películas, mientras conduces…

Y: Mira que eres viciosa…(Yo también había empezado a pasar mí mano libre por sus muslos, que poco a poco el vestido al subirse había dejado medio al descubierto)… Pero ahora no será.. conduciendo no queda mucho sitio libre para que te puedas amorrar y además con las curvas que tiene la carretera harías que me estrellara fijo.. jajaja…

S: Joooo… con las ganas que tengo ahora… (Poniéndome morritos)…

Y: No te preocupes que antes de llegar a la casa rural alguna cosa puede suceder…

S: Ummmm?…. Vale….

Y: Eso no significa que no te vaya a tener desatendida.. (Mientras seguía jugando con sus muslos y empezaba también a jugar con los tirantes de su vestido, ella tampoco había dejado de frotar mí muslo y sobarme el paquete por encima de los pantalones).

S: Ya veo, ya… uuufff…

Y: Calentorra…

Mientras seguía conduciendo las sobadas se fueron haciendo más y más profundas. Ella me había abierto el pantalón y me masajeaba la polla, que debido a la posición conduciendo la tenía medio morcillona. Ella sin embargo estaba cachondita, se notaba en su vestido bien marcados esos pezones dispuestos a ser mordidos y lamidos, mientras que su coño estaba calentito y húmedo, mientras jugaba con mi mano entre su entrepierna rozándolo con mis dedos y apartando el tanguita que llevaba, rozándole de arriba abajo su raja, notando sus jugos, también subía mí mano a sus pechos para jugar con sus pezones, que ya estaban duritos, mientras daba pequeños bufidos de gusto y me miraba con ojitos de viciosa, ella también sentía como palpitaba mí polla, pues me estaba poniendo malo la muy jodida.

Como ya llevaba una hora de camino, y entre el calentón, el cansancio, el calor del día, a pesar de llevar el aire acondicionado puesto, y que ya era mediodía, le dije:

Y: Chiky… vamos a parar un momento en un bar que conozco de subir los otros años, y nos refrescamos y tomamos el vermut, porque me están entrando unos sudores….

S:… Ok, vale… sí, porque yo también estoy que me derrito.. jajaja…

Al cabo de un rato llegamos al bar, que está a la entrada de un pueblo por dónde pasa la carretera y está bien, con una terraza con parras y buena sombra. Algunos tíos del pueblo que estaban allí, al verla con su vestidito se giraban para darle un buen repaso con la mirada. Al momento nos tomaron el pedido, unas coca colas y unas bravas. Nos sentamos en una esquina discreta y fresquita, lo cual nos daba cierta tranquilidad y podíamos hablar y hacer sin ser molestados. Mientras nos traían el pedido nos íbamos dando largos besos, acariciándonos y tocándonos disimuladamente. Estábamos muy perros los dos, nos trajeron el pedido, menos mal, un poco de respiro, así que mientras nos lo tomábamos nos relajamos un poco y estuvimos hablando de cosas de cachondeo en general. Antes de ir a pagar para continuar el viaje, Sara me dice:

S: No pensarás que te voy a dejar seguir con el viaje sin quitarte el estrés…

Y: Mmm… la verdad que me vendría bien ahora, sí…

S: Pues cuando salgas de pagar, yo te espero detrás del coche…seré tú putita de carretera, y tú mí camionero golfo…

Y: Joder cabrona… me pones cerdo… ok, ahora nos vemos… (Fui a pagar mirando como ella se iba detrás de mí coche, y mirándome, viendo que nadie miraba a dónde ella estaba, aprovecho para sacarse el tanga y enseñármelo disimuladamente, la muy guarra).

S: Hola cielo… ¿Necesitas que te de amor?

Y: Me encantan las niñas monas y guarrillas amorosas….

S: (Mientras frotaba mí paquete por encima del pantalón) Aja… soy muy mimosa mí rey…

Y: Pues me gustaría que me dieras amor del bueno… (Yo también le había acercado a mí, y le acariciaba su culo bajo el vestido, y le daba besos en su cuello y canalillo. Para que fuera un poco más discreto, subí el portón del maletero y abrí una puerta trasera, para evitar mirones innecesarios).

S: Desde hace un rato que me tienes perra pérdida.. y como has sido malo en el coche, por no dejarme hacer, ahora vas a ver lo guarra que soy…

Y: Uuufff…

La muy zorra se puso en cuclillas delante de mí con su vestido subido, dejando a mi vista su precioso coño húmedo, se bajó los tirantes para que pudiera jugar con sus pechos y pezones, y me empezó a quitar el cinturón y a bajarme los pantalones. Empezó a besar mí polla por encima del calzoncillo, notando el calor de su boca, su humedad, pasaba su lengua ensalivada, sus dedos y manos, perfilándola, me estaba poniendo muy burro la muy guarra. Ya sabía muy bien como hacerlo para que a los tíos se nos ponga a tope. Masajeaba también los huevos, me tenía a mil…

Y: Uuuggg, cabrona… como me estás poniendo cerdo…

S: ….Mmm… me encanta perro mío…

La muy cabrona me acabo por bajar los calzoncillos, y a pasar directamente a masajear y ensalivar la polla directamente, mientras me miraba como si fuera una actriz porno…

Y: Venga guarra… a que esperas?... Chúpala que te mueres de ganas putón…

S: ….Mmmm….

Después de un rato de chupones, lametones y ensalivarla muy bien, me la empezó a chupar con ganas, me estaba poniendo malísimo oyendo los sonidos de su boca ensalivada, y cuando se la sacaba para respirar y me miraba con ojos de fierecilla, cada vez con movimientos de su cabeza más rápidos, a mí ya me empezaban a temblar las piernas y a caerme goterones de sudor, joder que deliciosa mamada me estaba pegando. Notaba su boca llena de saliva, ya que al no tenerla excesivamente grande podía metérsela prácticamente entera hasta el tope, cuando la sacaba para coger aire notaba su lengua, pasando por todo lo largo y dando chupones en el capullo con esa boquita de niña buena, le acariciaba su pelo de perrita.

Y: ….Aarrggg…. Jodeeerrr… me tienes a punto cabrona.. sigue que me viene ya…

S: … Eso es mí rey… dame tú leche… mmm…

Y: Arrrrrggg… tomaaa… uuugggg…. (Se me nublo la vista de la corrida que me pegué, cayendo la mitad de mí leche entre su cuello y sus pechos).

S: …Aggg… que calentita cabrón…. (Me decía mientras me miraba a los ojos y se frotaba la leche por encima de sus pechos, pasando los dedos pringados por su boca y los lamía).

Y: Putona…. Ahora vas a ver tú también….

La levanté del suelo y la recosté en el maletero del coche, bien abierta de piernas, pues le iba a pegar una buena comida de coño porque me apetecía totalmente, y como agradecimiento a su buena mamada, a ver sí servía para aliviar también sus calores de perra cachonda.

Puse mí cabeza entre sus muslos, y que visión tenía, madre.. ese coñito jugoso, que mientras me la chupaba ella se lo acariciaba por encima metiendo algún que otro dedo.. estaba muy húmedo y se le veía gotitas de lo cachonda que estaba mí pequeña zorra.

Empecé a pasar mí lengua y mí boca cerca de su coñito, pero sin acercarme, con la intención de ponerla guarra a tope, sí es que podía estarlo más. Le acariciaba su pubis, subía a sus pechos para jugar con ellos y sus pezones, amasándoselos, pellizcando sus pezones, frotándoselos.

S: …. Uuufff, cabrón…

Y: Creías que eras la única en poner cerda a la gente, guarra?...

S: …Nooo… pero me matas mí rey..

Y: Aún no guarra… ahora es cuando te voy a matar de verdad…

S: …Aaaahhh… siiiiii…..

Empecé a pasar mí lengua por su rico coño, pasando mí boca por sus labios, chupandolos, dando lametones y ensalivándoselo. Su clítoris asomaba durito, y mis labios y mí lengua fueron a por el. Se lo chupaba y lamía sin fuerza, cosa que le tensionaba aún más, subía su cadera y agarraba mí cabeza contra su coño.

S: …Joder, joder, jodeeerrr…. Aaaahhh

Y: ….Uuummmm…

S: ….. Ooooohhhh…

Le empecé a meter un par de dedos dentro de su coñito, buscando con ellos su punto G y comenzar a tocarlo para estimularla aún más, mientras mis chupadas y lametones en su clítoris se hacían más intensos y prolongados. Note por sus contracciones y por como temblaba su cuerpo que ya le venía su orgasmo y le chupe y trabaje aún con más ganas su clítoris mientras le empecé a masturbar follando con mis dedos su coño, hasta que se corrió.

S: …Aaarrrgggg…. Aaarrgg… siiiiii…aaahhh… cabrón…

Y: Eso es golfa… puta… eso te pasa por jugar con fuego cerda… córrete reina…

S: ….Aaaahhh… siiiiii….

Y: Aún creo que no estás aliviada del todo perra…

Medio calmada y aturdida aún por su orgasmo, la levanté del maletero, le puse de pie frente a la ventanilla del coche, con las piernas abiertas, me sitúe detrás suyo para que no pudiera escapar, y pasando una mano a sus pechos, y jugar con ellos, y con la otra por debajo metiendo mis dedos dentro de su coño, empecé a masturbarla duro para ver sí alguno de los del bar veían que estaba sucediendo.

Ella se dio cuenta, y intentó cerrar sus muslos, cosa que impedía con mis piernas. Pero al final, cachonda perdida, y sacando lo guarra que es, se dejó pajear a gusto. Jadeaba y gemía de puro gusto que estaba teniendo, y más que hacía un momento que ya había tenido otro orgasmo. No pasó mucho tiempo en notar como su coño presionaba mis dedos dentro de él, signo de que ya estaba a punto de tener otro orgasmo. Se tuvo que sujetar al marco de la puerta, y se medio caía, la tuve que coger por detrás con fuerza por su cintura mientras le daba caña a los dedos dentro de su coño mientras notaba sus jugos en ellos y su orgasmo intenso.

Y:.. Shhhh… no, no zorrita… venga… córrete con mis dedos putita… mmmm…

S: …. Aaarrrgggg… siiiiii… jodeeerrr….aaahhh….

Y: Eso es furcia… córrete a gusto zorra… seguro que están mirando como te corres…

S: …. Cabroooonnnn…. Uuuooohhh…. Meee voooyyy.. yaaaaa…. Aaaaaahhhh!!!...

Y: … eso es perra… moja mí mano… vamooos!!!!.... estás puta…

Cuando pararon sus espasmos, y se recompuso un poco, nos abrazamos y nos dimos un buen morreo, sin importarnos si nos habían visto o no, solamente habíamos calmado nuestras ganas de darnos un rato de sexo el uno al otro, y aliviar la tensión sexual antes de poder seguir el viaje hasta la casa rural, pero el fin de semana prometía a vicio y morbo a tope. Nos volvimos a vestir, y prepararnos para continuar con la ruta. Mientras ella se metía en el coche, algunos de los paisanos que estaban en el bar la miraban con ojos de vicio, seguro que los cabrones se dieron cuenta de lo que hicimos y se pusieron como monos, y en ese momento pensé, joderos cabrones y buscaros una tía así de, tal vez otro día tengáis más suerte y quién sabe. Se que a Sara le hubiera encantado que le hubiera dicho a alguno de participar y hacerle algo en grupo, pero no es la miel para la boca del burro, y en mí cabeza estaba organizar algo con mis amigos, ya que con ellos la confianza es total y no con unos extraños que nunca se sabe cómo puedan reaccionar. Arranque el coche y seguimos hacia la casa rural, ya desfogados, entre risas y buen rollo. Ya quedaba menos para llegar y que ella conociera a mis colegas.

continuara