Escapada Rural 1

Conozco a una chica en un chat de sexo y cumplo uno de sus fantasías

Barcelona, año 2021, fin de semana del 11 de septiembre. Ya parece que la situación con el covid va mejorando. Después de haber realizado vacunaciones masivas, bajar los contagios y mejorar la situación médica, la gente en verano pudo al fin poder disfrutar viajando, volver a tener contacto social con familia y amigos, con ciertas normas, y que por suerte ya se iban levantando las restricciones.

Desde el inicio de la pandemia, la situación a sido difícil, con los confinamientos, las alarmas sanitarias, los repuntes de contagios, etc… sí algo bueno tuve en 2020, a pesar de la situación fue el conocer a una buena amiga, Sara… buena gente y alocada. Y como nos conocimos?

Empezaré por describirnos, ella es una chica de 28 años, 1,65 cm, lista y alocada, como muchos cuando éramos jóvenes, pelo liso castaño, media melena suelta, con una cara de pilla simpática, pero que engaña con la fiera que lleva dentro, morbosa y viciosa, un cuerpo que cualquiera quisiera palpar, besar, chupar, morder… para disfrutarlo a fondo, unos pechos medianos con pezones juguetones, cuerpo delgadito, depilada, un culito delicioso, una delicia de niña, que aunque me diga que le gustaría estar más jamona, o de querer tener más tetas, como yo le digo está cojonudamente para darle buenos tientos, y que también a mí me gustaría ser como Nacho Vidal o Jordi ENP y tengo lo que tengo…

Por mí parte, decir que soy un hombre de 46 años, pelo moreno con muchas canas, alto de 1,80 cm, con sobrepeso, pero fuerte pues durante muchos años había hecho deporte federado, y actualmente también estoy haciendo ejercicio para perder esos kilos de más que la buena vida me han dado.. no soy el típico tío de gimnasio, ni tengo cuerpo Danone, todo lo contrario soy muy normal, simpático, que se gana a la gente con el don de la palabra y el buen rollo. No soy como he dicho antes un actor porno, tengo lo que tengo, un pene dentro de la media normal de 13-14 cm y un aguante en la cama normal, por supuesto que como todos los hombres me gustaría tener más de todo, pero vivo sin complejos, para mí el sexo no es el físico, los tamaños o la edad, es querer pasar un buen rato junto a otra persona y que sea divertido, con morbo y vicio, y es que por más que muchos digan que se pasan horas de mete saca, la realidad es que la media son entre los 5-7 minutos desde que uno la mete y se descarga, y quién no lo crea que lea artículos para documentarse, con los preámbulos, juegos, estimular a la pareja, yo también duro horas…pero allá cada cual con sus ideas, no?.

Como decía antes, con la mierda del covid y el confinamientodel estado de alarma, me aburría a morir, y más siendo soltero. Para matar todo ese tiempo muerto, volví a empezar a conectarme a uno de los chats más conocidos en España, y en concreto en la sala de sexo, con el fin de poder compartir charlas divertidas con mujeres o chicas igual de aburridas que yo y con ganas de pasarlo bien. Y allí fue donde coincidimos Sara y yo, en uno de esos días de aburrimiento, y fue como un flash, porque ella buscaba una cosa en concreto y yo le contesté con buenas formas y de buen rollo, y le gustó mucho mi forma de hablar y pensar y nos cambiamos ese día nuestros móviles para seguir en contacto.

Desde ese primer ciber encuentro, ya nos fuimos contando nuestras formas de pensar y hacer, que nos gustaba, tanto en el sexo como en general, y comentábamos muchas cosas. Pero sí, nuestro encuentro fue en una sala de sexo, que es lo que tanto ella como yo estábamos buscando.

En concreto ella, que llevaba poco tiempo separada de su ex, buscaba realizar una de sus fantasías sexuales, un gangbang, o como mínimo una sesión con unos 3 tíos, yo he de decir que nunca he realizado uno, pero la situación de morbo y vicio me parecía muy interesante y le dije que sí me gustaría participar y le comenté situaciones de como hacérselo o prepararlo, así como también hablar de otras fantasías similares como ir juntos a algún club de intercambio, a algún cine x, a un sexshop. También jugar entre nosotros dos a juegos de dominación y sumisión light a lo 50 Sombras, el caso es poder disfrutar y divertirse.

Eso a ella le encantó, además que le gusta mucho mí forma de ser. Casi cada día que hablamos nos llevamos algún calentón, con las historias que nos contamos, también nos solemos enviar videos porno y leer relatos porno o eróticos, y es que a los dos nos gusta el sexo porque creemos que es algo tan natural como el comer y el beber, y que además aporta múltiples beneficios a la salud, tanto la física como la mental. Por lo que casi cada vez que hablamos nos contamos morbos y vicios, para reírnos un buen rato. Además, para que mentir, me encanta poner bien caliente y cachonda a una mujer que disfruta de su cuerpo y del sexo sin tabúes, y Sara es una pequeña golfa que saca mí vena canalla.

Algunas veces para picarme, me cuenta también historias de 2 de sus amigas, también solteras, y de algunas de sus aventuras sexuales. Sus amigas son dos chicas que están tremendas, son muy guapas y cualquier tío iría detrás de ellas, de echo en sus ratos libres trabajan de gogós. Una es muy parecida a Sara, con el pelo más largo y unos pechos un poco más grandes y cintura de avispa, muy mona de carita y como mí amiga algo tímida y reservada. La otra amiga de ella lo contrario, más alta, con más cuerpo, unas buenas tetazas, y una viciosa de cuidado, la típica mujerona que todos quisiéramos tener en la cama, y por culpa de esta amiga de Sara tiene la idea del gangbang en su cabeza. Todo por un encuentro que tuvo su amiga con 3 tíos a la vez, y que Sara antes de volver a tener pareja estable también deseaba realizar.

También estaba un poco picadilla, porque su madre, una madurita divorciada hace tiempo y de 52 años, con un cuerpo morboso dentro de su madurez, de hecho se parece a Merche Milf de Fakings, alguna vez hablando entre nosotros también fantaseaba de sí yo me follaria a su madre, y por supuesto que sí, ya que tiene su morbo y cualquiera le gustaría pasar buenos ratos con ella, además, había encontrado novio en su misma empresa, y claro, también tenían sexo normalmente y Sara se picaba, porque todas sus amigas y su madre follando y ella a dos velas.

Yo a ella también le conté un poco acerca de mis amigos. En concreto de 2 excompañeros de equipo con los que suelo salir frecuentemente. Uno es Juan, de 46 años, rubio, 1,70 cm, y el otro Pedro, también de 46 años, pelo moreno y 1,74, los dos están algo fuertes, más cuidados que yo, y de complexión normal. Somos el típico grupo de colegas de siempre, ya que nos conocimos con unos 14 años cuando empezamos a jugar en un equipo juntos, y hasta el día de hoy en que ya somos unos maduritos. A pesar de hablar entre nosotros algunas veces del sexo con las mujeres, nunca nos hemos confesado cosas relacionadas con el sexo de nuestras parejas o rollos respectivos, somos bastante discretos con nuestras cosas íntimas. A pesar de eso, también hacía tiempo que les hablé de Sara, de dónde y cómo nos conocimos y que actualmente se nos podía definir como follamigos.

Un día hablando con ella de escapadas a casas rurales que a veces hacíamos al estar los tres solteros, se puso melosa y me dijo que le encantaría venir alguna vez con nosotros y que le hiciéramos gozar, o sea cumplir con su fantasía.He de decir que nunca he estado con otros tíos follándome a una chica, y menos con mis amigos, que ninguno de nosotros nos contamos nuestros encuentros con las tías, pero me gusto que lo comentase y le dije, medio en coña medio en serio, que tal vez un día se podría hacer realidad, y así quedó la cosa. Éste año, después de las restricciones, por fin pude quedar con Sara. Tal y como habíamos hablado muchas veces para conocernos en persona y hacer un café y sí había feeling irnos a un hotel por horas muy conocido en Barcelona para pasárnoslo bien.

continuara