Escapada a otra ciudad

Mi mujer no pasa desapercibida en ningun sitio. Esto nos ocurrio un día que fuimos de viaje a una ciudad cercana.

Escapada a otra ciudad.

Nos levantamos sobre las 10 y decidimos ir a pasar el día a una ciudad cercana de muy buen ambiente. Mi mujer como siempre se vistió muy sexy, minifalda cortita y ajustada sin bragas, medias hasta el muslo de color carne, botas negras hasta la rodilla de tacón muy fino y alto y un top blanco muy fino y escotado de tirantes que disimulaba con un abrigo que llevaba abierto.

Al llegar y de paseo por la calle, los hombres no la quitaban el ojo de encima, sobre todo a sus piernas y a sus pechos que bailaban libremente con el taconeo por la acera. A ella le gusta provocar y eso la excita, cosa que quedo demostrada al mirarla a las tetas y ver sus pezones en punta bajo el finísimo top que llevaba.

Mirando escaparates, entramos en una zapatería y decidió probarse unos zapatos de salón negros bastante sexys. Se sentó en una banco algo bajo lo que hizo que la mini se subiera hasta la cintura mostrando el final de sus medias cosa que me excito. Se probó los zapatos y al levantarse vi perfectamente los labios del coño mientras ella me sonreía picaramente ya que se dio cuenta de ello. Camino hasta el espejo y se miro un rato para luego volver al banco y sentarse, volviendo a deleitar a los que allí la contemplaban con la visión de sus piernas y su rasurado pubis. Se volvió a poner las botas y pagando los zapatos en caja nos fuimos de la tienda.

Salimos de nuevo a la calle y decidimos tomar un café cerca de allí. Pedimos en la barra y ella se fue al baño, vi como se alejaba contoneando sus caderas, se veía muy sexy y provocativa con las botas y la mini y su pelo rubio rizado. Le pregunto algo a un camarero que no la quitaba ojo de encima y este le respondió algo nervioso, luego la perdí de vista al bajar las escaleras que llevaban a los servicios.

Pasó un rato y tardaba, así que decidí bajar a los servicios aparte de que yo también necesitaba ir, de paso veía si la había ocurrido algo. Baje las escaleras y entre al servicio de hombres. Mientras orinaba, se oían murmullos y una conversación en el servicio de al lado, el de las mujeres. Me acerque a la puerta y asomándome, vi a mi mujer agachada chupando la polla a un hombre que estaba de pie frente a ella y otro que agarrándola por la cadera la follaba por detrás. El que estaba de pie era el camarero con el que hablo antes de bajar a los servicios, y el que la follaba era un chico que no le quitaba ojo en la zapatería y que debía de habernos seguido.

Vanesa, mi mujer, tenia la minifalda recogida en la cintura y las tetas fuera del top por encima del escote bailando libremente adelante y atrás debido a las embestidas del tío que la penetraba por detrás. Los dos tíos tenían unas pollas enormes y eso es algo que a mi mujer le gusta mucho y que hecha de menos en mi que la tengo normalita. El que estaba de pie se corrió dentro de la boca y al sacarla todavía le salpico las tetas. El que la follaba no tardo en correrse escurriendo algo y manchando sus botas. Yo me marche y volví a la barra, al poco tiempo vi como los dos hombre subían de los servicios y el camarero volvía a la barra y el otro hombre se marchaba a la calle. Mi mujer tardo un poco mas, seguramente por que estaba limpiándose las corridas. Al volver me beso y sin decir nada de lo que había pasado, nos marchamos de allí.

Ya en la calle, la dije que la había visto en los servicios, y ella sin inmutarse me dijo que me lo habría pasado bien, que estaría a tope, cosa que era verdad. Ella me dijo que me tocaba aguantarme, que mas tarde habría para mi también, que tenia que aguantar sin masturbarme ni ella hacerme nada, que luego seria mejor.

Pasamos el día de paseo por el centro de la ciudad antigua visitando museos y monumentos y los que por allí pasaban admirando un nuevo monumento, mi mujer que no dejaba indiferente a ningún hombre.

Fuimos hasta el garaje donde dejamos el coche y al montar, ella me toco con la mano mi paquete por encima del pantalón, notando como estaba que explotaba y ella sonriendo me dijo que me quedaba poco. Arranque el coche y mientras circulábamos por la ciudad camino de la salida a la autopista ella me tocaba de vez en cuando y debido a que su minifalda al sentarse se le subía hasta la cintura, se le veía el encaje de sus medias y se veía excitante. La toque el coño y estaba muy mojado, ella siguió tocándose y se puso muy caliente, tanto que mirando fuera, vio como el conductor de un autobús la miraba y no daba crédito a lo que veía, y ella se saco un pecho y comenzó a lamer el pezón provocándole, a el y a los que iban dentro.

Después de varias escenas parecidas, con repartidores en furgonetas que como van mas alto podían ver el show callejero que había montado Vanesa en el coche, salimos a la autopista.

En la carretera, ella seguía tocándome la polla por encima del pantalón y llego a sacármela e inclinándose se la metió en la boca. Al hacer esto su culo quedaba al aire y debido al trafico en una ocasión quedamos a la par de un camión que al ver a mi mujer por la ventanilla hizo sonar el claxon y a esta pareciendo que la gustaba succionaba con mas fuerza mi polla. Yo ya no podía mas y decidí salir a un área de descanso donde pare el coche y ella siguió chupandome la polla con la maestría que sabe hacerlo.

Al poco tiempo la puerta del lado de mi mujer se abrió y apareció un hombre que agarrándola por la cintura la puso de rodillas sobre el asiento y sacando su polla se la clavo de golpe en el coño empezando a follarla. Era el camionero que mientras que la follaba la decía lo puta que era y que ese era el merecido que tenia por ir calentando a la gente por ahí. Mi mujer jadeaba cada vez mas y se dejaba hacer mientras yo explotaba en un orgasmo brutal y la llenaba de semen por todas partes debido al calentón de todo el día.

Ella le pedía que la follase mas al camionero que solo paro para sacársela del coño y metérsela de un golpe en el culo. Estuvo follándola un rato por el ano hasta que se corrió dentro y la lleno el culo de leche caliente que iba saliendo lentamente por el ano y escurriendo por la pierna manchando sus medias.

El camionero se marcho y nosotros nos quedamos un rato dentro del coche exhaustos, descansando. Luego continuamos nuestro camino hacia casa.

tacones2@yahoo.es

vanessax28@yahoo.es