Esa primera vez para los dos
Lo que nunca sospeché que podía ocurrir, ese verano pasó con uno de mis mejores amigos.
Esto que voy a contar ahora ocurrió hace ya algunos años, por aquel entonces yo tenía 20 años, y era al inicio del verano.
En esas fechas, todos los amigos de la pandilla habíamos terminados ya las clases, y estábamos ya de vacaciones. Y como siempre que empezábamos las vacaciones, el primer sábado del fin de semana siguiente nos reuíamos a primera hora de la mañana para dar por comenzadas las vacaciones de verano y ver que planes teníamos cada uno para esos meses que se tenían por delante. La mañana la pasamos en un local donde solíamos parar normalmente, tomando algo, contando nuestros planes de vacaciones y haciendo planes para el regreso de las mismas…
Llegó la hora de comer, y se fueron marchando poco a poco todos, y quedamos para vernos todos otra vez por la tarde en el mismo sitio. Al final, quedamos Javier y yo. Javier, tenía 2 años menos que yo, era más o menos de mi estatura (sobre 1,75), rubio, de ojos castaños y físicamente estaba bien ya que solía practicar natación y solía ir al gym todos los día.
Como ese día no estaban mis padres, yo tenía pensado pedir una pizza o comer algo por ahí, y le pregunté a Javier que si tenía planes y me comentó que no había pensado nada y que igual comía algo por ahí. Yo le comenté que si le apetecía que comiéramos juntos, y al final nos fuimos a una pizzería a comprar algo y fuimosa mi casaa comer.
Al terminar de comer, decidimos ver alto la TV, para matar el tiempo hasta la hora que habíamos quedado con el resto de amigos de la pandilla; pero como lo que estaban echando nos aburría, le pregunté a Javier si le apetecía que pusiera una peli en el DVD. Nos pusimos a revisar los DVDs que tenía, y Javier encontró uno que no tenía nada escrito por ningún lado, pero se veía que tenía algo gravado. Me preguntó que si sabía lo que tenía aquel DVD, y le contesté que no tenía ni la más remota idea, así que lo pusimos para ver que contenía. Nuestra sorpresa fue al ver que era una película pornográfica, de la que ya ni me acordaba, y decidimos que por lo menos sería más entretenida que lo que había en la TV.
La película empezó a subir de tono poco a poco, y al poco rato vi de reojo como Javier se acercaba la mano muy despacio a su entrepierna, como para que yo no me percatara, ya que lo que estaba viendo le estaba empezando a excitar y no quería que yo me diera cuenta de que se estaba empalmando. Yo le seguí la corriente, pero la verdad que incluso yo notaba como mi polla se estaba empezando a revolver en mis boxers, ya que también me estaba empezando a excitar y aquello estaba empezando a tomar consistencia, y al mirar nuevamente de reojo para Javier vi que en sus pantalones ya se marcaba un buen bulto que daba a entender que allí dentro debía haber una polla de buen tamaño a punto de reventar. Aquello ya se estaba haciendo insoportable por la tensión que se estaba notando en el ambiente, entre la peli y nosotros excitados como burros porla misma. Asíque decidí, para rebajar un poco la tensión, comentarle a Javier “Oye tío, ya somos mayorcitos y sabemos lo que hay. Estamos calientes de estar viendo como follan en esta peli. Si alguno no aguanta más, pues que se pajee y listo, que no pasa nada. Yo está claro que no me voy a quedar con dolor de huevos toda la tarde”. Javier me miraba y al final me dijo “pues tienes razón, no nos vamos a asustar por vernos hacer una paja. Y la verdad, que yo tampoco aguantaría toda la tarde con dolor de huevos”. Al final nos empezamos a reír y el ambiente empezó a relajarse. Al cabo de un rato, nos estábamos tocando abiertamente y sin tapujos cado uno nuestro paquete mientras veíamos en la peli como se estaban follando a una tía dos tíos. Y al poco, y sin darnos cuenta, ya teníamos las pollas fuera del pantalón y pajeándonos.
El miraba la película por momento mientra se masturbaba con la polla ya bien dura, y yo me encontré sin darme cuenta mirando de reojo como se pajeaba Javier, la verdad que tenía una polla que no estaba nada mal, debía de medir sobre unos18 centímetrosy era algo gordita, y de lo excitado que estaba la tenía ya toda dura y venosa, y se le notaba ya en la punta del capullo como le empezaba a aparecer el fluido preseminal. Esa visión me excitó más que lo que veía en la película, pero al principio me cortó un poco ya que yo nunca me había quedado mirando para otro tío en ningún sitio, pero pudo más la excitación que el corte y yo seguí tocándome y esta vez sin cortarme miraba directamente como se tocaba Javier.
Pasado unos segundos, le dije a Javier “el que se corra primero le toca después pagas lo que tome el otro”. Como que aquella frase consiguió llamar la atención de Javier, y se frenó en seco para no llegar al punto en el que ya no había retorno, y la respuesta que me dio me sorprendió tanto que me hizo pegar un salto en el sillón en el que estaba sentado, “vale, pues yo te propongo una idea mejor, por que en vez de hacerse cada uno su paja, tu me la haces a mi y yo te la hago a ti, así no hay trampa y el que se corra primero paga”. Yo me quedé unos segundo que no sabía que decir, pero al final acepté y le pregunté “¿y como lo hacemos?”, a lo que me contestó el “sobre todo sin mariconadas” y soltó una carcajada y nos reímos los dos, “y echamos una moneda al aire para ver quien va primero”. En el sorteo de la moneda, me tocó a mi primero hacérsela a el.
El se terminó de quitar los pantalones y los slips que llevaba aún, y los dejó en el suelo; se sentó en el sillón y yo me arrodillé en el suelo de frente a el y de espalda a la tv. Al principio, al verle la polla tan cerca, como que no sabía que hacer aunque yo me había echo miles de pajas, pero nunca había tocado la polla de otro tío. El se debió de percatar y me dijo “venga, como si fuera la tuya, no te cortes. ¿O nunca te hiciste una paja?” y soltamos una carajada los dos al mismo tiempo. Cogí su polla con la mano, la noté aún algo dura y caliente, aunque ya se le había bajado parte de la excitación que tenía unos minutos antes. Sin pensarlo más empecé a subir y bajar suavemente mi mano por aquella polla que empezó a ponerse otra vez dura. Notaba como Javier me miraba y empezaba a jadear suavemente al principio, para ir subiendo de intensidad poco a poco, a medida que yo empezaba a aumentar la velocidad de la paja y aumentaba la presión de mi mano alrededor de su polla para agarrarle con más fuerza.
Yo empecé a notar que me estaba empezando a excitar con aquella situación y escuchando los jadeos que Javier soltaba, ya que empezaba a notar como mi polla empezaba también a ponerse dura dentro de mis boxers. No podía dejar de mirar para aquella polla que en pocos segundos se puso otra vez dura y venosa, y ver como su capullo se ponía más brillante y coloradito, y aparecía nuevamente por la puntita del mismo ese líquido preseminal, algo viscoso e incoloro. Pase la palma de mi mano por aquel líquido y note como Javier pegó un pequeño respingo, y con la mano así mojada con su fluido seguí haciéndole la paja a Javier y el siguió jadeando esta vez más rápido.
A medida que notaba como Javier se ponía cada vez más y más excitado por sus movimientos y por sus jadeos, en mí también subía mucho la excitación, hasta el punto que sin saber como me encontré con mi cara muy cerca de su polla y mi lengua empezando a pasar despacio y suavemente por su capullo. Ese olor que desprendía me embrujaba, y su sabor fuerte me excitaba aún más. Javier al darse cuenta de lo que yo había empezado a hacer, abrió los ojos y miró hacia donde yo estaba, pero no dijo nada y cerró nuevamente los ojos como dándome la aprobación de que siguiera así. Yo seguí lamiendo su capullo con mi lengua, y poco después seguí pasando mi lengua por toda su polla hasta llegar a sus huevos, donde me detuve un poco para lamer cada uno de sus huevos. En ese punto, notaba como Javier estaba casi a punto de reventar. Entonces subí lamiendo nuevamente aquella polla hasta llegar otra vez hasta su capullo que se notaba ya muy hinchado y con ganas de soltar toda la corrida que tenía Javier dentro, pero esta vez cuando lo alcancé no la lamí, sino que me la metí poco a poco en la boca apretando con mis labios y pasándole la lengua dentro a aquella polla que quería explotar en cualquier momento. Javier me cogió la cabeza y acto seguido empezó a mover su culo, follándome la boca con aquella polla que yo tenía apretada con mis labios y que mi lengua no dejaba de lamer, y tras dar unos poco movimientos Javier apretó mi cabeza más fuerte contra su polla, y noté como se paraba en seco y soltó el primer chorro de su semen que fue directo a mi garganta y que casi me ahoga, y tras ese chorro salieron otros 3 más que me llenaron totalmente la boca de ese líquido viscoso y caliente que aunque tragué parte de el también me salía por las comisuras de la boca. Al cabo de unos segundos, Javier dejó de ejercer la presión sobre mi cabeza y sacó su polla de mi boca muy despacio. Yo sin poder reaccionar aún, ya que mi cabeza aún no asimilaba lo que había ocurrido ni mi comportamiento, noté como Javier me agarró la cara y haciendo que subiera la mirada hacia su cara para preguntarme “¿estás bien?, yo llegué a balbucear un “si” pero no sabía si me costaba pronunciar por que aún tenía parte de la corrida de Javier en la boca o por que mi cabeza seguía intentando asimilar lo sucedido.
Pasado unos segundos que me parecieron eternos, Javier me ayudó a levantarme del suelo y a sentarme en el sofá, me dio un pañuelo de papel para que me limpiara la boca y la cara de los restos de su corrida. En ese momento, me percaté que tenía mi polla muy dura y mis boxers mojados por los fluidos de la calentura, y noté que Javier también se había percatado de eso y mirando para mi entrepierna dijo “habrá que solucionar ahora ese problema” y sin decir nada más me quitó los boxers dejando mi polla erecta y muy dura mirando hacia el techo, se sentó en la misma postura que yo tenía momento antes en el suelo, la agarró muy suavemente con su mano y empezó a acariciarme muy lentamente en un sube y baja rítmico, soltándola alguna veces para acariciarme los huevos y jugar con ellos entre sus dedos. Se tiró con ese juego unos minutos que me hicieron olvidar por completo el aturdimiento de antes, y que ahora hacía que mi excitación subiera cada vez más, yo cerré los ojos y lo dejé hacer, entregándome completamente a sus caricias, tal y como el había echo conmigo. Poco después noté como su lengua empezaba a lamer la punta de mi polla y acto seguido se metió toda mi polla en su boca para empezar a hacerme una mamada que me puso todos los pelos de mi cuerpo de punta. Sacaba mi polla de su boca y la lamía toda con ansia, para volver a metérsela nuevamente toda en la boca para chuparla y lamerla, y sobre todo para darme un placer indescriptible. Poco tiempo después noté como estaba a punto de correrme, y agarre su cabeza fuerte y empecé a mover mi culo al igual que había echo el, para follarle esa boca que tanto placer me estaba dando. A los pocos segundo de estar follándome esa boca, noté como no podía aguantar más y apreté su cara contra mi entrepierna y noté como salió el primer chorro de semen en la boca de Javier, que el sin protestar tragó igual que había echo yo con el suyo, y solté un para de chorros más que me parecieron eternos, ya que no recordaba haber soltado nunca tanto semen en una sola corrida, pero a diferencia de mi a el no se le había escapado ni una sola gota de mi corrida de su boca. Cuando Javier notó que ya me había terminado de correr, sacó mi polla de su boca y pasó su lengua por la punta de mi polla que aún estaba sensible después de haberme corrido, como para no dejar escapar ni una gota de mi semen.
Se incorporó y se sentó a mi lado preguntándome “¿Qué tal?, y sin pensarlo le contesté “joooder, de puta madre tío. Nunca pensé que llegaría a pasar esto, pero la verdad que ahora que pasó no me arrepiento”, y el como con una sonrisita dibujada en su boca me dijo “yo tampoco pensé nunca que pasara esto, pero tampoco me arrepiento de nada, es más, me encantaría repetirlo alguna vez si a ti te apetece”. Y sin decir nada más nos acercamos más y nos besamos en la boca, intercambiando nuestros respectivos fluidos con nuestras lenguas.
Y vaya si repetimos…. Pero eso, es otra historia.