Esa primera noche con Nico
Cierre de esa noche con Nicolás...
A los 5 minutos de haber tenido sexo con Nicolás me vino una sensación de susto enorme ya que acababa de romper uno de mis juramentos: no estar con un compañero de trabajo. Como dije antes, yo soy absolutamente discreto y haber hecho esto me dejó la sensación de que ese secreto ya no dependía más de mi. El notó algo raro en mi y me preguntó si no me había gustado. Le dije que todo lo contrario, pero le expliqué frontalmente mi temor. El se rió y me dijo que me entendía, pero que no tenía que preocuparme ya que el no era ningún pendejo y que nunca hablaría de nadie del tema. Eso me tranquilizó bastante y de alguna forma me “solté” otra vez.
Luego de esa charla cada uno nos fuimos a bañar. Inevitablemente esa escena me recordó a mis viejas experiencias con Diego en las duchas del club, lo cual me subió la temperatura nuevamente. Le pedí para tomar algo más, por lo que trajo 2 cervezas. Nos pusimos a hablar acerca de las experiencias de cada uno. Yo le conté mi historia con Diego (el único chico con el que había estado). El me miraba sonriendo, creo que sorprendido por mi poca experiencia. El me contó algunas de sus historias, las cuales me calentaron bastante. En ese momento me di cuenta de nuestra diferencia de edad y experiencias. Desnudo parecía de más edad que cuando lo veía vestido. Me gustaba su cuerpo normal y con poco bello. En ese sentido era parecido al mío.
Ahí me dijo “Vení que te voy a mostrar algo que creo te va a gustar”. Si bien no sabía de que me hablaba obviamente le dije que si. Ahí fuimos a su cuarto, el abrió su placard y sacó un cajón. Cuando me acerqué no podía creer lo que veía. Tenía todo tipo de ropas interiores (calzones, tangas, juguetes, todo un tesoro). Ahí me propuso un juego. Me dijo que cada uno eligiera una ropa interior para que el otro se pusiera. También me dijo que si quería podríamos usar más cosas de las que había en el cajón. Yo estaba tan nervioso como excitado, así que obviamente acepté. Antes de empezar prendió un cigarro de marihuana. Eso era lo último que me faltaba para soltarme del todo. El decidió comenzar el juego diciéndome que eligiera la ropa interior que el debería usar mientras me esperaba en la cama. No quería ver lo que yo elegía. Yo estaba un entre mareado y alegre por el alcohol y la marihuana. Elegí para el un calzón negro de licra el cual dejaba ver sus nalgas. Cuando se lo di se rió y me dijo “buena elección”. Luego el se acercó al cajón y me trajo una tanga negra tipo culote. Debo confesar que me calentó mucho su elección. Ambos nos pusimos las prendas y eso terminó de encender nuestros motores. Comenzamos a besarnos mientras nos acariciábamos las nalgas. Luego de un par de minutos de franeleo nos tiramos en su cama. Yo me sentía totalmente entregado a el. No recordaba haber estado tan excitado como en ese momento.
Lo acosté boca arriba y bajé por su pecho. Bajé la parte de delante de su calzón dejando su pija y sus huevos frente a mi. Le empecé a chupar esos huevos hermosos y mientras lo hacía puse mis manos bajo sus nalgas descubiertas. El se levantó apenas para dejar que mis manos pasen. Empezó a gemir y a moverse. Luego de besar un rato sus huevos y recorrer mi lengua por su verga me la metí en la boa y se la empecé a chupar. El me agarró y me hizo girar. Al principio pensé que era para hacer un 69, pero luego me hizo acostarme boca abajo al lado de el asi mis nalgas quedaban a la altura de su cara. Me dijo que se la siguiera chupando y mientras tanto empezó a acariciar mi cola entangada. Sentí en mi boca que cada vez tenía su pija más dura y algo de líquido preseminal iba saliendo. Ese gusto saladito y sus manos jugando en mi cola me enloquecieron. Ahí me dijo “Estoy a mil. Dejame traer algo”. Se levantó, fue hasta el cajón y trajo un consolador no muy grande (más bien pequeño) que iba pegado a una especie de cinturón. Pensé que el se lo iba a poner para cogerme con eso, pero era otra cosa. Era un cinturón para que yo me ponga. Adelante tenía un agujero para sacar mi verga y atrás era una tanga pero el vibrador iba para adentro, por lo que al ponerme la tanga el consolador quedaba dentro mio. Nunca había visto algo así. Me dejó descolocado pero quería seguir su juego. Sentía que Nicolás iba a enseñarme muchas cosas. Me sacó la tanga y me ayudó a ponerme el cinturón. Primero me ayudó a pasar mi pija por el agujero y luego se arrodilló atrás mío. Me empezó a besar mi cola mientras subía el cinturón con cuidado. Empezó a chupar mi ano con locura. Yo no podía más. Abrió un frasco de lubricante y lo pasó por mi ano y por el juguete.
Luego siguió subiéndolo hasta que lo apoyó en mi ano. Ahí empezó a presionar con suavidad hasta que entró la primera parte. Pegué un pequeño gritito e instintivamente me puse en puntas de pie. El esperó un segundo y luego fue haciendo presión y metiéndolo. Yo decía “Ay ay ay!!!” Sentía que me abría aunque con el lubricante se deslizó con suavidad. Sentí una extraña sensación de ganas de mover el vientre que en unos segundos pasó. Ahí me ajustó el cinturón y quedó mi cola entangada con un vibrador adentro. Me hizo sentarme al borde de la cama lo que me hizo sentir plenamente el consolador adentro mio. Se paró frente a mi y me puso la pija en mi boca. Yo le chupaba con locura y estaba por acabar. Le dije “No voy a aguantar mucho mas” y en ese momento se agachó de costado para no sacar su pija de mi boca y me empezó a masturbar. En menos de 5 segundos chorros de leche empezaron a salir de mi verga, cayendo la mayoría sobre su mano. Era más blanca y espesa que la del polvo anterior. A partir de ese momento el vibrador que tanto me excitaba hace unos segundos ahora me molestaba. Cuando salió la última gota, el agarró todo el semen que había quedado en su mano y lo empezó a frotar sobre su pija. Ahí me dice “Chupame la verga con toda tu lechita. Cométela toda amor” _La verdad es que me dio un poco de rechazo ya que recién había acabado pero no quería dejarlo con las ganas de nada. Sentía que debía obedecerlo. Asi que le empecé a chupar su pija con mi semen. Entre eso y el consolador que aún seguía en mi cola ya deseaba que todo acabara. El se excitó mucho de verme tragando mi propio semen y al cabo de un minuto empezó a gemir con mucha fuerza y tensar todo su cuerpo. Yo sabía lo que se venía. Asi que en el momento en que su verga ganaba tamaño en mi boca y cada vez se ponía más dura empezó a dar unos espasmos que llenaron de semen mi boca. Instintivamente me quedé quieto mientras recibía varios chorros de leche. Tenía un gusto muy fuerte y estaba caliente. El semen de ambos se mezcló en mi boca. Cuando terminó de acabar la sacó rápidamente ya que me dijo que la sentía muy sensible. Rápidamente me desabroché el cinturón y con suavidad fui bajando la tanga y el consolador. Sentí una mezcla de alivio y ardor en mi cola. En ese momento me tragué 2 buches enormes de semen. Di un par de arcadas y casi termino vomitando. Aún no lo había tragado ya que como era mucho pensaba escupirlo, pero demoré tanto con lo del cinturón que decidí tragarlo. Estaba agotado y mi cabeza estaba a mil.