Es usted la cliente más bonita que he atendido

En el camino a casa para mi sorpresa, no pensaba en la intensa cogida que había recibido, ni en lo puta que me había comportado, pensaba solamente en la razón por la cual una frase tan sencilla y sin malicia “es la cliente más bonita que he atendido” me había calentado tanto

Nuevamente les informo que abri una cuenta de instagram para todos los que pedian fotos, la dirección es danielaacosta1816


Uno de los mayores afrodisiacos para cualquier mujer es ir de compras, creo que entre más importante y cara sea la compra mayor es el grado de placer que se experimenta, al menos así lo siento yo.

En ese sentido el comprar un coche nuevo es uno de los grandes placeres, más cuando el auto es último modelo, el olor de auto nuevo es casi orgásmico para mí.

En materia de autos mi sentir es muy parecido a mi pensamiento sobre las vergas: el tamaño si importa, así que como muchas mujeres tengo debilidad por las camionetas, grandes y poderosas, justo la misma debilidad que yo y otras mujeres tenemos con las vergas grandes y poderosas.

No me gustan las mini vans del tipo de señora, me gustan las SVU’s más deportivas, pero me gusta que tengan mucho espacio, desafortunadamente, en el precio, el tamaño también importa y entre más grandes más dinero hay que invertir.

Después de algunos años estuve en posición de cambiar de camioneta, así que con el permiso de mi marido empecé la búsqueda de mi nuevo vehículo por diversas Agencias de mi ciudad; mi presupuesto era el necesario, ya de entrada este tipo de autos tienen un precio importante, así que había que tener recursos económicos suficientes.

Sin embargo el presupuesto que tenía me alcanzaba para las camionetas de tamaño medio, no era suficiente para acceder a los autos de mayor tamaño, nuevamente en la comparación de las vergas digamos que me alcanzaba para una por encima del promedio pero no para un verga realmente grande y gruesa.

Una cosa llevó a la otra y como buena mujer no encontraba la opción que me llenara por completo, la opción que más me gustaba y que cumplía con todos mis gustos y necesidades estaba fuera de mi presupuesto, creo que en esto me sigue mi instinto de puta, me gustaba y necesitaba la verga grande y gruesa.

Aceptando mi realidad empecé a adaptarme a la idea de lo que podía pagar, eliminé algunas opciones y me quedé solo con un par para tomar la decisión, el proceso seguía siendo complicado pues en ambos casos encontraba elementos que no me satisfacían del todo; soy bastante exigente al parecer, pues estas opciones eran vergas de muy buen tamaño pero no eran las mejores en el mercado.

Decidí entonces hacer la prueba de manejo de ambas opciones, hice cita con los vendedores de las dos marcas y traté de escoger por fin con cual auto habría de quedarme.

Ya había conversado con ambos vendedores y las diferencias entre ellos eran notables, de entrada eran de sexos distintos, uno era un muchacho joven e inexperto y la otra era una señora madura y con mucha experiencia en el oficio.

El chico fue el que más me agradó, más allá de cualquier tema de sexo, el muchacho era muy atento y servicial, estaba empezando en el negocio y quería hacer las cosas bien; aunque desconocía muchas cosas, compensaba su falta de experiencia con actitud y disponibilidad. Era una realidad que no conocía la mayoría de las cosas, pero para mí y para muchas mujeres el tema de los autos es visual, lo que me enamora es lo que veo y eso no me lo tienen que explicar, así que si el chico sabía de potencia y rendimiento, poco me importaba.

Volviendo al punto, hice las pruebas de manejo de ambas opciones y quede igual o más confundida, me tomé algunos días para pensarlo y nada más no encontraba solución, al final estaba muy cerca de tomar una decisión pero volvía a tener dudas, por una parte pensaba que las dos eran muy buenas opciones, pero por la otra reflexionaba que no estaba bien gastar tanto dinero en algo que no me convencía por completo.

En ese proceso estaba cuando el vendedor joven me llamó para informarme que estaban rematando una de las camionetas del modelo que me había encantado; la verga grande y gruesa era ahora más accesible.

La noticia me emocionó, pero con todo y el descuento, el precio estaba todavía por encima del presupuesto que me había dado mi marido, la diferencia era importante pero ya era más accesible.

Sabía que con esta reducción podía tener una oportunidad de convencer a mi marido, no era fácil pero ahora era posible.

Como se han de imaginar use mis mejores herramientas para convencerlo, como muchas veces en mi vida mi enorme trasero y mi cuerpo de puta habrían de ayudarme a conseguir lo que quería, y lo que quería era la camioneta equipada y de mayor tamaño; como también muchas veces en mi vida había querido y necesitado la verga grande y gruesa.

Así que un fin de semana me puse creativa con mi marido, salimos, tomamos, me vestí muy pero muy sexy y al llegar a casa, usé todos mis conocimientos y habilidades sexuales para regalarle una noche completa, el negocio era perfecto porque en ese tipo de sesiones creo que quien goza más soy yo.

Después de la intensa cogida me quedé abrazada a él y comenzamos a platicar, muy sutilmente platiqué de mis dudas, le pedí consejo para ver cuál auto elegir, le conté las cosas que me gustaban y las que no etc.

Casualmente al final de la conversación le comenté que me habían llamado para informarme sobre la reducción en el precio de la camioneta que me encantaba, la manera en que se lo hacía ver era más un dato anecdótico, esa era una de las claves de mi estrategia, pedir sin pedir, tratar de que él fuera quien se le ocurriera la solución, si lograba eso lograría cumplir mi capricho.

Mi marido preguntó más detalles sobre la reducción de precio, pero no me dio más pistas sobre si podía pensar en lograr mi objetivo o no, yo sabía que este tipo de cosas no se logran de la noche a la mañana, había sembrado la duda y por ahora con eso bastaba.

Así pasaron los días y yo seguía jugando el juego de la indecisión, la realidad es que yo sabía lo que quería pero mi supuesta indecisión formaba parte de mi estrategia, con ello le daba elementos a mi marido para que me complaciera y no me hiciera seleccionar algo de lo que no estaba plenamente convencida.

Una mañana mi marido llegó a la cocina donde me encontraba y me dijo una frase que creo que hasta me excitó:

-          Ya encontré la manera de ampliar el presupuesto para que te alcancé para la camioneta que quieres

Por fin¡¡ ahora si podía acceder a la verga grande y gruesa que tanto deseaba¡¡ estaba muy contenta, sé que es una cuestión totalmente material pero me gustaba, me gustaba y mucho.

Estaba tan contenta y creo que hasta caliente, que ahí mismo me arrodillé a los pies de mi marido y le regalé le mejor mamada que pude darle, saqué mis enormes tetas y lo hice terminar en ellas, luego tomé su lechita y me la llevé a la boca, fue delicioso el inicio del día, todo el día estuve caliente y emocionada creo que un poco por la noticia y creo que uno poco con la mamada, de esta forma por la noche estaba montada en la verga de mi marido saciando mis ganas y complaciéndolo por la noticia que me había dado a primera hora.

Regresando a lo que sucedió durante el día, después de mamarle a la verga mí marido quedé muy pero muy  caliente, insisto la combinación de la noticia con la mamada y la lechita me dejaron a mil.

Cada vez que eso pasa, cada vez que por alguna razón estoy caliente, me visto de una manera más provocativa de lo normal, es una reacción natural  y creo que hasta inconsciente.

Así que para ir a trabajar decidí ir con una falda corta y ajustada, un blusa escotada y unos tacones muy altos, no me veía puta pero si muy sexy. Debajo de todo esto llevaba un ligero y medias y una tanguita negra.

Ya en la oficina le llamé al vendedor para preguntarle si aún estaba disponible la camioneta que se estaba rematando, me informó que sí y le avisé que pasaría por ahí a la hora de la comida para revisarla a fondo porque mi marido ya me había autorizado comprarla.

Llegué a la Agencia y no sé si haya sido mi vestimenta más sexy, o que iba sola o simplemente que ahora estaba caliente y me daba más cuenta, pero justo al entrar vi la cara del joven vendedor devorándome con los ojos, no puedo engañar a nadie, no sólo me gustó, me encantó, si normalmente me gusta acaparar miradas, cuando estoy caliente aún más.

Disimuladamente traté de hacer más evidente mi escote y con cualquier pretexto me agachaba un poco para mostrar mis hermosas tetas, si este tipo quería darse un “taco de ojo” yo no era quien para negárselo

En realidad la actitud del chico cambió, pasó a ser aún más servicial, sus ojos se perdían en mi cuerpo, se ponía nervioso, sufría con las palabras y no me sostenía la mirada; yo estaba caliente pero sobre todo muy divertida.

Platicamos  un rato sobre las condiciones del auto, precio, garantías, formas de pago etc, me explicó a detalle el producto y la operación, yo que ya tenía el visto bueno de mi marido le informé que me interesaba la camioneta y que por favor empezara a realizar el papeleo para cerrar la operación

El muchacho me pidió mi teléfono para estar en contacto y sin problema se lo dí, a partir de ahí el chico no perdió oportunidad de aprovechar cualquier pretexto para mandarme algún mensaje.

Al despedirme de él,  me dijo con cierta timidez pero sobre trasmitiéndome mucha sinceridad:

-          Señora es usted la cliente más bonita que he tenido; en verdad es muy bella

Me encantó el comentario, más en el contexto en el que estaba yo con mi emoción y calentura, además me dio la impresión que al tipo le salió del alma el comentario, no lo hacía por seducirme o buscar algo conmigo, el comentario le venía del corazón, lo dijo con tal timidez y convencimiento que lo tomé como un halago total sin ningún tipo de otras intenciones.

La reacción del chico fue la cereza del pastel a mi día, estaba feliz, contenta, excitada y con mi  ego por los cielos, sobra decir que al llegar a la casa por la noche violé a mi marido como la puta en celo que soy.

Durante los siguientes días, me dediqué a recabar la información necesaria para la compra, y establecer detalles diversos sobre la operación, en ese inter el chico me mandaba mensajes constantemente, la mayoría de ellos necesarios pero algunos de ellos eran por el solo gusto de mantenerse en contacto.

Poco a poco con cada mensaje el muchacho se soltaba más y me mandaba alguno que otra piropo, ninguno subido de tono, todos muy corteses y caballerosos, no creo que no exista mujer que no se sienta bien con algo así, mucho menos alguien tan vanidosa como yo.

A pesar de ello las posibilidades del chico de avanzar conmigo eran muy pocas, en general no me gustan tanto los chicos menores, salvo contadas excepciones cuando son muy atractivos, pero este tipo no lo era; además y por sobre todo en algún punto alguien que quiera avanzar conmigo debe cambiar el tono de la comunicación y pasar de caballero a macho, en este caso en específico, no veía al muchacho cambiar el tono y dejar de ser caballero, al menos esa impresión me daba.

Con todo ello me gustaba lo que me escribía y además me caía bien el chico, más allá de todo, era muy servicial y profesional en su trabajo, situación que me venía muy bien porque estaba muy interesada en tener mi nuevo carro a la brevedad.

La semana terminó y quedé con el muchacho de pasar el sábado a mediodía para entregarle todos los documentos necesarios para completar el trámite.

Mi marido había estado de viaje toda la semana y regresaba justo el sábado por la tarde, la verdad no me hacen bien esos viajes tan largos, yo necesito sexo y con los piropos del chico y con la abstinencia, para el sábado yo ya amanecí muy caliente, sabía que llegando mi marido en cuestión de horas estaría montado en su enorme verga y eso me ponía a mil.

Mi plan era pasar primero por la agencia y luego ir al aeropuerto para recoger a mi esposo, así que tenía dobles razones para vestirme sexy, ver a mi nuevo pretendiente y provocar a mi esposo, si a esto le sumamos la calentura con la que amanecí la combinación podía ser explosiva.

Así que escogí un short de mezclilla muy corto y entallado, un blusa escotada que se amarraba a la cintura y dejaba ver mi abdomen, además aprovechando la ocasión lucí un arete en el obligo más largo de lo normal con las letras HOT

Para rematar usé una botas por arriba de las rodillas aprovechando que estaban muy de moda, me veía muy sexy, a diferencia de la ocasión anterior en la que iba con ropa de oficina, ahora si me veía puta y la verdad me encantaba.

Tenía la certeza, curiosidad, morbo de que la expresión de mi nuevo admirador sería un poema, apenas al llegar a la Agencia de autos, confirmé todas mis sospechas, literalmente el tipo se moría de los nervios, no sabía para donde ver, no sabía que decir.

A partir de ahí aproveché cada ocasión para sacarlo de sus cabales y coquetearle un poco, me hacía mucha gracia su nerviosismo y timidez; en un momento dado fue necesario el subir al segundo piso del inmueble para firmar unos papeles, me dirigí a la escalera, pero el chico me informó que no podíamos usarlas ya que por ser sábado y por la hora en la mañana, las oficinas administrativas aún no estaban abiertas al público, pero podíamos subir por otras escaleras que se usaban de manera esporádica, las oficinas tenían gente pero aún no estaban abiertas al público en general.

Como nosotros debíamos firmar para avanzar en el trámite, me pidió usar las escaleras alternas, al llegar a ellas me percaté que eran unas escaleras que en México se les llama comúnmente “escaleras de caracol” que no son otras cosa que escaleras diseñadas para establecerse si necesidad de utilizar mucho espacio en el inmueble, en general se tratan de escaleras sobre un tubo o estructura gruesa, sobre la cual uno sube mediante escalones que van rodeando la estructura, mientras la persona sube va dando vueltas sobre dicha estructura.

El espacio es pequeño y muy complicado subir esos escalones con falda, porque desde abajo se ve todo, además como el espacio es pequeño, tradicionalmente las personas que suben o bajan no lo hacen al mismo tiempo, debe ir una de ellas por delante porque el espacio solo permite una persona.

La escalera era lo opción ideal para mover el culo una barbaridad, durante todo el trayecto podía tener a mi admirador devorándome el trasero, debía de caminar delante de él y no dudaría en hacerlo, además mis enormes nalgas casi estarían en la altura de la cara del tipo y eso realmente me encantaba.

Lo mejor de todo es que no era un pretexto del chico, era una realidad que debíamos subir por ahí, así que el destino conspiraba a favor del muchacho para que yo me exhibiera y yo iba a aprovechar la oportunidad.

Tal cual todo pasó justo como lo imaginaba, me adelanté para subir primero las escaleras, y durante todo el trayecto le moví el culo al chico a mas no poder, al llegar arriba voltee a verlo, tenía los ojos en blanco y estaba pálido, no pude sino esbozar una sonrisa pícara y de complicidad, con palabras no le había dicho nada, pero con la sonrisa, sólo quería decirle:

-          Te gustó papi? Te gustó el culote de esta putita??

Llegamos a la oficina en cuestión y el tipo que me atendió no perdió detalle de mi atuendo y atributos, yo que empezaba a disfrutar en exceso todo lo sucedido, no dejé de sonreír y morder los labios, al retirarme ensayé mi andar más sexy, contoneando al máximo las caderas, a mitad del camino con toda intención voltee a ver al tipo solo para confirmar que no perdía detalle de mi andar, apenado fingió no devorarme con los ojos, yo solo sonríe; mi ego seguía alimentándose a bocanadas.

Regresamos a la parte de abajo y le pedí al chico que me mostrara nuevamente la camioneta, la verdad no lo necesitaba pero quería seguirme divirtiendo, así que abrí la puerta del conductor, y sin subirme al auto desde afuera empecé a revisar cualquier cosa, el tema es que mientras lo hacía sacaba generosamente mis nalgas, mi admirador se colocó justo atrás de mi con un panorama completo de mi trasero, puedo apostar que en ese momento el chico no deseaba otra cosa que el tenerme así empinadita con su verga bien ensartada en mi cuerpo, he de confesar que el hecho de pensar que me deseaba tanto me hacia desearlo un poco, pero como digo tanta caballerosidad sin un avance más perverso es difícil que genere buenos resultados en mí.

Una vez hecho lo anterior terminamos de completar y llenar todos los papeles necesarios, una vez firmados todos los documentos de conformidad, mi nuevo amigo me recomendó hacer una pago simbólico como apartado, era una cantidad menor comparada con el precio del auto, era una señal del cierre del trato pero sobre todo servía para que la camioneta no siguiera en venta, acepté de inmediato aunque le informé que no portaba esa cantidad en efectivo conmigo, el chico me comentó que no había problema en que el pago se hiciera con tarjeta de crédito, dicho lo anterior le informé que con gusto le firmaba el pagaré para hacer el apartado.

Entonces me comentó que debíamos regresar a la parte de arriba del inmueble ya que ahí se encontraba la terminal para pasar la tarjeta, la verdad es que nada estaba planeado era solo el destino que me hacía seguir divirtiéndome con el chico, nos dirigimos entonces a las escaleras, para ese momento las oficinas ya estaban abiertas al público y las escaleras tradicionales ya podían usarse, eran unas escaleras muy amplias y cómodas en donde fácilmente podíamos caminar los dos, al acercarnos a ellas, si ninguna razón empecé a dirigirme a la pared y sin que nadie me lo indicara, me alejé de las escaleras normales y me dirigí a la escaleras alternas, justo las mismas que había subido hace algunos minutos.

Ahora no había razón para usarlas, sólo mi morbo y me deseo de seguir moviendo y mostrando mi enorme trasero de puta, solo quedaban mis ganas de exhibirme y mostrarme, de hacer feliz a este chico y en inter sentirme bien yo, sentirme muy puta, justo como me encanta ser y como me encanta sentirme.

Con todo esto mandaba un mensaje más claro, no sé si el chico en su inexperiencia y timidez podía entenderlo, no sé si su inseguridad le haría tener desconfianza que una mujer llena de curvas como yo deseaba mostrarle nuevamente su trasero, no lo sé y poco me importaba, solo quería darle  nuevamente el gusto de contemplarme.

Regresé a las escaleras, las subí y moví las nalgas a la máxima expresión, trate de aprovechar cada escalón para contonear el trasero lo más posible, no sabía cuándo se iba a presentar una oportunidad como esta y debía potencializarla al máximo.

Volvimos con el mismo tipo que hace unos minutos me había devorado el trasero al caminar, hicimos la operación y firmé la autorización de cargo a mi tarjeta, mi nuevo pretendiente me dijo entonces

-          Bueno señora pues la camioneta ya es prácticamente suya solo queda completar el pago, pero en este momento doy aviso que la quitemos de la sala de exhibición

-          Gracias corazón¡¡

Y aproveché el momento y toda la emoción, para lanzarme a sus brazos y abrazarlo, entonces aproveché la ocasión para rodear con mis manos su cuello y restregarle mis tetas por todo el pecho, creo que fui de lo más descarada pero para esos momentos ya poco me importaba.

Estoy segura que el otro tipo se percató de la situación y de lo obvio de mi puteria y quiso sacar provecho, era un tipo más maduro y seguro más experimentado

-          Y para mí no hay un abrazo señora?

-          Claro que sí señor

Y repetí justo el mismo movimiento, pegué mis senos contra su pecho pero el tipo se arrimó más a mí y pude sentir algo duro en su entrepierna, no puedo decir que me desagradó, pero el tamaño no era para nada destacable y sobre todo mi juego no tenía que ver con él; así que después de darle un gusto poco merecido me separé del tipo y regresé a la parte de abajo acompañada de mi nuevo admirador.

Después de tanto coqueteo y una vez terminado el trámite no había mayores razones para estar ahí, así que con abrazo y beso me despedí del vendedor y me dirigí al aeropuerto.

Durante todo el caminó mi mente estuvo en blanco, estaba distraída, emocionada por la compra y caliente por lo mucho que me exhibí y lo mucho que contonee las caderas, me imaginaba a mi joven vendedor jalándose la verga en la noche recordando mi enorme trasero en su cara mientras subía las escaleras y a la altura de su pelvis mientras revisaba la camioneta.

Al llegar al aeropuerto estacioné el auto y decidí bajar para esperar a mi marido, nunca suelo hacer esto y lo espero en el coche, pero hoy con la calentura que traía quería bajarme y caminar, quería mover las nalgas y aprovechar que caminaría sola, para que me miraran descaradamente, quería que me gritaran algún piropo subido de tono que me silbaran descaradamente, sobra decir que lo conseguí.

Al llegar a la sala, me sorprendió la poca cantidad de gente que esperaba la salida de la gente, según yo el vuelo ya estaba por llegar y creía que era incluso un poco tarde, me preocupó el pensar que mi marido hubiese ya llegado, entonces revisé mi celular, lo había dejado en silencio y con toda mi puteria en la Agencia y mi distracción en el trayecto, no me percaté que tenía varias llamadas perdidas y mensajes de mi esposo.

Mi marido había llamado para decirme que habían cancelado el vuelo, de inmediato le regresé la llamada y me confirmó la noticia, el siguiente vuelo salía hasta el lunes, el problema es que él sólo regresaba a pasar el fin de semana conmigo y debía volver el lunes a la misma ciudad, con ello ya no podría verlo hasta el sábado por la tarde / noche de la semana siguiente.

Tuve un sentimiento de tristeza y coraje, primero por el hecho de que no iba a verlo y segundo porque para esa hora yo ya esperaba estar montada en su enorme verga o al menos estarla mamando en el auto de camino a casa, estaba caliente y al menos por un buen rato no podía bajar mi calentura, con todo y lo que le había movido el culo al vendedor, su falta de agresividad no me motivaba a avanzar a mayores cosas con él.

Estuve un rato en el aeropuerto hablando con mi esposo, me detuve en una librería y compré un libro, ya no me corría prisa, regresé al auto solo para recibir otra buena cantidad de silbidos y piropos, conducía el largo camino del aeropuerto a la civilización y para cuando todo esto sucedía, el día ya estaba muy avanzado y el sol estaba cercano a desparecer, entre el tiempo en la agencia y los trayectos hacia el aeropuerto, la noche empezaba a despuntar.

Cerca de llegar a mi casa decidí no encerrarme en mis cuatro paredes y hacer algo, estaba arreglada y tenía la actitud de captar miradas, así que le llamé a una amiga y la invité a cenar a una plaza comercial, llena de restaurantes, con terrazas muy ricas para comer una buena cena y tomarse un par de copas.

Mi amiga accedió de inmediato, es divorciada y siempre está en busca de plan, me gusta salir a solas con ella porque es la más abierta al sexo, gusta de vestir provocativa y siempre está en una actitud de conocer chicos, un poco consecuencia de su estado civil

A pesar de que soy más abierta con ella en mi gusto por el sexo y por vestir de manera provocadora, no sabe que soy toda una puta infiel, eso nadie lo sabe y no se lo confió a ninguna persona es demasiado riesgoso y a mí no me gusta correr riesgos.

Quedamos de vernos en el restaurante porque ella también ya estaba fuera y era lo más práctico, así que cada una llegaría por lado y en su propio auto yo llevaba mi camioneta que estaba a punto de ser sustituida por mi nueva compra.

Llegué al restaurante y aún no llegaba mi amiga, estuve un rato esperándola y mientras hacía esto mi mente divagada y solo podía pensar en dos cosas, mi nuevo auto y sobre todo en sexo.

Pasaron unos minutos y puede ver a mi amiga caminando hacia mí, yo estaba en una terraza así que la va llegar desde lejos, ella es muy guapa, vestía también un short entallado y una blusa muy escotada, pude ver como su paso captó muchas miradas de ambos sexos, esto me dio mucho gusto porque al parecer ambas estábamos en la misma actitud.

Nos saludamos con mucho gusto y nos sentamos a la mesa, cenamos, tomamos algunas tragos platicamos de diversos temas pero al final de la cena ya estábamos hablando de lo que más nos gustaba a las dos, sexo.

-          Ay Dany no sabes las ganas que traigo de un revolcón hace rato que no me dan mantenimiento

-          Yo también amiga, mi marido lleva varios días fuera y yo aquí esperándolo

-          Pues a mí me urge, la verdad si hoy tengo oportunidad no la voy a desaprovechar

-          Pues dichosa tú, yo debo esperar a tu marido

-          Así como que debas de esperarlo, pues no es obligación ehh

-          Que cosas dices¡¡

-          Bueno no pasa nada con una aventura casual, nadie se enteraría y seguro sobra quien quiera hacerte el favor

-          Gracias, pero prefiero esperar a mi marido, al final tengo mi consolador que nunca me falla

-          Mmm que rico¡ bueno pues si yo encuentro algo si me lo llevo a la cama, después de tantos días y con estos tragos, tengo toda la actitud.

Mi amiga tiene un amigo / novio que le sirve prácticamente para quitarle las ganas, al parecer estaban algo peleados y llevaba semanas sin coger, esto no es algo bueno para una mujer de su temperamento.

Con las copas nos pusimos en ambiente, se había hecho tarde y ninguna de las dos quería regresar a casa, no fue muy difícil convencernos una a la otra de seguir la fiesta.

El lugar donde estábamos está lleno de restaurantes y bares, así que decidimos dejar el restaurante donde estábamos y dirigirnos a uno de los bares que estaba en la misma plaza

Desde su llegada al restaurante mi amiga estuvo mandándose mensajes con alguien, en un momento dado me contó que se trataba de un instructor de su gimnasio con el que había estado coqueteando y que ahora con la calentura se estaba portando más coqueta, le había informado en que bar nos encontraríamos y tenía la esperanza de que llegara a buscarla

-          Dany no me tomes a mal si me voy con alguien, si llega este cabrón te aseguro que me lo violo y si no pues veo si consigo algo en el antro

-          No te preocupes yo entiendo

Llegamos a un lugar donde había música, baile y mucho reggeton; nos asignaron una mesa y de inmediato pude ver que fuimos objeto de varias miradas, iba a ser cuestión de tiempo para que alguien se nos acercara, así que seguro mi amiga cogía esa noche, yo no estaba segura de hacerlo, estaba caliente, pero como dije no me gusta correr riesgos y no había manera que hiciera algo que haría sospechar a mi amiga de que yo le era infiel a mi esposo.

Fue cuestión de minutos para cuando el panorama se le aclaró a mi amiga, el tipo en cuestión fue a buscarla y a partir de ahí, a pesar de que mi amiga disimulo prestarme alguna atención, en realidad toda su intención se concentró en coquetearle al tipo y llevárselo a la cama.

Así que de manera natural en un momento dado ambos se levantaron para ir a bailar y me dejaron sola en la mesa, no tuve problema con ello y los animé a hacerlo, se perfectamente lo que se siente necesitar una verga y no iba a privar a mi amiga de satisfacer ese gusto

No pasó mucho rato para que alguien se me acercara y me pidiera bailar, sin decir palabra accedí, yo tenía un cierto aire de puta pedante que a veces me encanta, solo lo miré, me levanté y caminé por delante de él moviendo mis nalgas sin pronunciar palabra.

Al llegar a la pista comencé a bailar, siempre le di la espalada y me aseguré de mover mis caderas lo mejor que pude, pasó poco tiempo para que tomara mi cintura y yo me dejaba hacer, sin dirigirle la palabra y sin voltearlo a ver.

Aprovechando el tipo de baile y el ambiente aproveché para bailar más; él por su parte ya me tomaba de las caderas y acompañaba mi ritmo arrimándome su paquete.

No tarde en sentí su miembro duro entre mis nalgas; duro pero pequeño, esto terminó de matar cualquier intención que pudiera tener con el tipo, no necesariamente estaba buscando una aventura pero si se daba lo haría sin correr riesgos y con una verga al menos decente.

Al terminar la canción regresé a la mesa nuevamente sin decir palabra, no pasó mucho tiempo para que un nuevo prospecto apareciera y me invitara a bailar, la dinámica fue básicamente la misma, misma actitud, misma secuencia de baile.

Para cuando todo esto pasaba, mi amiga ya se besaba sin reparo con su pretendiente, poco caso me hacía y entre su concentración y la cantidad de gente yo podía pasar desapercibida si quería bailar o coquetear más abiertamente.

He de confesar que al mirarlos mi calentura se acrecentó, la verdad estaban dando ya todo un espectáculo pero poco importaba, entre la oscuridad y el hecho de que varias parejas hacían lo mismo, nada de lo que hacían era noticia.

Puede entender por qué mi amiga había escogido ese lugar, no era un lugar de mucha clase y se prestaba para un ambiente más cachondo, mi amiga sabía lo que quería y de alguna manera tenía que conseguirlo esa noche.

Con todo este contexto mientras bailaba decidí tener una actitud más abierta, le di la espalda al tipo y comencé a moverme lo más sexy posible, la diferencia era que ahora si tenía más oportunidad de ser mas sexosa porque mi amiga no me vería.

Al poco rato mi calentura estaba en aumento con el ambiente y con todo lo sucedido en el día así que en minutos  ya me movía como toda una profesional y le restregaba mis nalgas sobre su pelvis, al momento sentí como crecía su verga, y con gusto la sentí pegada a mi culo; tomó mis caderas y literalmente me cogía por encima de la ropa; para la segunda canción sus manos se posaban alternándose en mis nalgas y mis tetas.

Mientras restregaba su verga en mi nalgas, puede sentir como poco a poco se ponía dura además pude confirmar que el tipo tenía un buen tamaño, no exagerado pero era ya de un tamaño muy decente. Ese detalle el sentir su vega en mi culo terminó de calentarme al extremo.

Aún no le había dirigido al palabra y solo me dejaba manosear mientras le movía el culo sin ningún pudor, mientras bailaba cerraba mis ojos y recordaba lo sucedido en la Agencia y más caliente me ponía.

Entonces  voltee y lo tuve de frente, así seguí bailando y le restregué mis tetas con descaro en el pecho mientras él tomaba mis nalgas.

El tipo era muy joven pero bastante atractivo, moreno, de espalda ancha, barba y labios gruesos, tenía todo lo necesario para perder el control esa noche y poco a poco lo estaba haciendo.

Seguimos bailando un rato y yo me estaba dando gusto, además de todo el manoseo que me estaba dando el tipo bailaba muy bien, para ese entonces yo ya estaba muy caliente y necesitada de verga.

Le pedí que me acompañara a la barra porque quería tomar algo, en la barra platicamos de cualquier cosa, me dijo que era soltero y que vivía con amigos en un departamento cerca de ahí, yo le confesé que era casada con un marido ausente, lo hice con toda intención, sabía que esto lo pondría a mil y no me equivocaba.

Luego le pedí que me acompañara al baño, era solo un pretexto, había visto un pequeño rincón oscuro y apartado de camino al baño y al caminar me dirigí al rincón y ahí le pegué una cachondeada de miedo

Lo bese con pasión y él hacia lo mismo, su lengua y sus manos se movían con ferocidad sobre mi cuerpo y yo me dejaba hacer, al poco rato ya me manoseaba las tetas y yo estaba en el cielo, caliente a mas no poder.

Como pude tomé conciencia y armé un plan para saciar mi calentura, le dije que me diera su dirección y que me esperara en su casa, el tipo reaccionó desconcertado pero le dije que confiara en mí, le informé que tenía que despedirme de mi amiga y dar la impresión de que me iba para mi casa.

Al final el tipo hizo lo que le pedí, me entregó su dirección, su teléfono y se marchó del lugar, yo regresé a la mesa y estuve un rato sola, en ese inter me sacaron a bailar pero siempre me negué.

Tenía la intención de que de algún modo mi amiga me viera sola y aburrida, mientras estuve ahí no deje de buscar su mirada, a pesar de que ella seguía muy metida en lo suyo, llegó varias veces a verme y darse cuenta de que estaba sola, una vez logrado este objetivo me acerqué a ella y me despedí

-          Es tarde y ya no estoy para desveladas

-          Te vas Dani? Qué lástima, vi que estabas bailando hace rato, no estaba mal el chico

-          Si verdad pero es un niño, digamos que ya me porté lo suficientemente mal hoy, estoy cansada

-          Ok te llamo mañana

-          Bye y felicidades¡

-          Gracias amiga¡¡

Me despedí entonces de ellos, fui por mi camioneta y me dirigí a la dirección que me había dado el muchacho, me quería ver más puta, así que me quite el bra y mis pezones eran muy evidentes debajo de la fina tela de blusa, subí más el nudo de la cintura y baje lo más posible escote, también desabroché un par de botones del short y saqué los tirantes de la tanga a la altura de mi cintura, era lo mejor que podía hacer para verme aún más puta, pero creo que lo logré con creces.

Toqué la puerta y me abrió un chico, seguro era uno de los compañeros de casa del tipo que estaba a punto de cogerme, sus ojos se abrieron al máximo y se posaron descaradamente en mis casi desnudos senos.

Los muchachos tenían una pequeña fiesta eran 4 o 5 chicos y dos chicas, la mujeres me miraron con desprecio, y lo hombres con deseo, no sé cuál de las dos cosas me gustaba más, con todo intención de molestar aún más a las chicas abracé y besé a todos y en el inter les embarré lo más posible las tetas, estaba hecha una puta, no me importaba y me encantaba

Mi amigo y yo pasamos al cuarto y lo besé con pasión, me saqué la poca ropa que tenía y le quité la suya, estaba poseída por el deseo, entre toda la calentura, no sé por qué recordé las palabras: “es usted la clienta más bonita que he atendido” y no sé por qué esta inocente frase me calentó más, me daba cuenta que el generar todo ese deseo en el pobre vendedor me gustaba demasiado y eso me calentó aún más, busque la verga de mi casi desconocido amante y la encontré, estaba dura y grande, no como la de mi marido pero de un buen tamaño. En eso suena su celular, el cabrón contesta y me indica que se la mame, yo como su puta me pongo de rodillas y comienzo con mi trabajo

Desde el suelo solo escucho la mitad de la conversación

-          Hola

-          Si sabes que me fui porque conseguí una puta en el antro y ahorita me la está mamando, luego te pago mi parte de la cuenta

-          Si, está muy buen la perra, deberías de ver el culo y las tetas que se carga.

El muy cabrón estaba hablando con algún amigo sin el menor reparo de mí, el tema era que no decía ninguna mentira, lejos de molestarme la situación me excitaba más, ahí estaba yo de rodillas, mamándole la verga, deseando que me quitara la ganas; comencé a gemir levemente

-          Si cabrón luego te la presento te aseguro que te la coges.

Y encima esto, la verdad no pensaba volver a verlo pero la conversación me excitaba demasiado, quería sexo, nada más.

Colgó, se sentó en la cama, yo seguía en lo mío solo que mis gemidos eran más fuertes, comenzó a darme de nalgadas y yo estaba en la gloria.

Al poco tiempo dejé de mamársela y trate de levantarme, rápidamente me increpó

-          Quien te dijo que dejaras de mamármela

-          Nadie mi rey, perdona

Y así volví a lo mío, la manera en la que me lo dijo me terminó de prender, me calenté mucho aceleré el ritmo y terminé, era una perra, le había dado una súper mamada a mi macho él seguía sin terminar y yo ya estaba cerca de mi primer orgasmo

Me retiró la cabeza y me ordenó que me levantara, se tendió en la cama boca arriba y con su verga hacia el cielo, la posición se antojaba para sentarme en ella y cabalgarla un buen rato

-          Me la puedo meter mi rey??

-          Ok

Lo monté salvajemente, literalmente me lo cogí, en cuestión de segundos, casi en cuanto me metí su verga tuve mi primer orgasmo

-          Ahhhhhhhhhh¡¡¡¡¡¡¡¡ asi¡¡¡¡¡ asii¡¡¡¡¡ así cabrón¡¡¡¡¡¡

Con todo y el orgasmo no reduje el ritmo por el contrario lo incrementé, solo veía su cara abrumada siendo violado, no me importaba él en lo más mínimo era todo yo y mi placer, no podía parar, durante los minutos que duró la cogida no le di tregua.

-          Ahhhhhhhhhhhhhhhh¡¡¡¡ que rico¡¡¡¡¡ no pares cabrón¡¡¡¡¡, te gusta esta puta papi????

-          Si perra

-          Pues aprovecha porque no me vas a volver hijo de la chingada¡¡¡ agarra mis tetas¡¡ chúpalas¡¡

Así lo hizo, se comía mis tetas con desesperación y yo estaba en el cielo, la verdad lo hacía bien y su verga era bastante rica, hubiera pensado en volver a verlo si no fuera porque tenía muy claro mi plan de que fuera una persona a la que no volvería a ver, ese morbo de hacerlo con un desconocido con quien apenas había intercambiado palabra hacía que se incrementara aún más mi calentura.

Conmigo encima movía yo generosamente las nalgas, a ratos bajaba hacía él y le ofrecía mis tetas para que me las mamara mientras me cogía, luego de un orgasmo me retiré y me puse un cuatro patas, me penetró de inmediato pero con un ritmo semi lento

-          Así no cabrón¡¡¡¡ dame duro¡¡¡

Aceleró el ritmo y al poco rato ya me taladraba sin piedad, yo también hacía mi parte y me movía para incrementar el placer de la cogida

-          Mas¡¡¡ mas¡¡¡¡ que rico¡¡¡¡¡ no se te ocurra parar¡¡¡ Ahhhhhhh¡¡¡¡¡¡¡

En un momento dado me trasformé y quise sentirme aún más puta, lo tomé por sorpresa y me pegué un par de nalgadas.

-          Dame cabrón, llena a esta puta¡¡

La verdad gritaba y gemía en exceso quería que sus amigos abajo me escucharan siendo cogida por este muchacho, quería que sintieran envidia por la puta que este cabrón se estaba cogiendo, quería que los invitara a gozarme, estaba fuera de control este cabrón se estaba beneficiando de mi calentura previa

-          Me tienes pendeja papi, quiero más

Y acto seguido me colocó boca arriba y se montó sobre mí, comenzó en la posición de misionero, pero solo para introducir su verga en mi cuerpo, a los pocos segundos colocó mis pies sobre sus hombros y comenzó una penetración más intensa y salvaje

La sentía muy adentro de mí, además la posición me inmovilizaba y le daba a mi amante el control total de la situación, en un momento dado cuando creía que me ensartaban completamente, me di cuenta que aún quedaba verga por entrar, de repente hizo un movimiento y me sorprendí, la metió completa, y ahí me di cuenta que tenía solo la mitad dentro mío, era tan intensa la penetración que yo asumía que la tenía completa; estaba muy equivocada.

-          Ahhhhhh¡¡¡¡¡ ohhhhhhhh¡¡¡¡

-          Eso querías perra?

-          Si rey¡¡¡ no sabes las ganas que tenía de una cogida así¡¡¡

-          Qué es lo que eres?

-          Una puta cabrón¡¡ una pinche puta que le encanta parar vergas y enseñar el culo¡¡¡

-          Y de quién es ese culo de puta?

-          Tuyo papi¡¡

-          Y esas tetotas??¡¡¡

-          Tuyas rey¡¡¡

No podía más que gemir y gozar, estaba gozando a mares y no quería que la sensación terminara; me envestía sin piedad y retomaba el control de la situación, yo poco a poco volvía a un rol de sumisa que para nada me desagrada.

Llegó el orgasmo y yo estaba en el cielo, todo el día había estado esperando estos momentos y el cierre era tanto o más de lo que necesitaba y esperaba

-          Que rico papi¡¡¡¡¡¡ que vergota tienes rey¡¡¡¡¡

-          Te gusta puta?¡

-          Me encanta cabrón¡¡¡

-          Te encanta la verga verdad?

-          Me fascina papi¡¡¡

Me sacó su miembro y se dispuso a cambiarme de posición, me ordenó que me pusiera en cuatro patas y yo encantada obedecí, sabía que era la parte final de la cogida y estaba dispuesta a gozarla al máximo.

Comenzó a embestirme con fuerza, al poco rato con su mano derecha tomó mi nuca y empujó mi cabeza hasta abajo hasta topar con el colchón de la cama; esto hizo que levantara más mis nalgas y que él tuviera un completo control sobre mi cuerpo, presionaba hacia abajo y yo estaba inmovilizada, como pude tomé la sábana ente mis dientes y comencé a morderla.

-          Ahhhhhh¡¡¡¡ mmmmmm¡¡¡¡

-          Te gusta?

-          Me encanta¡¡¡

Con su mano libre comienza a nalguearme y lo hace cada vez más fuerte, con una mano me somete contra la cama, con la otra me nalguea y con su verga me penetra, cada una de estas tres cosas las hace de manera intensa y salvaje.

No tardó mucho en que mi cuerpo se incendié con un  par de orgasmos uno tras otro; el ritmo es muy intenso para que mi amigo pueda sostenerlo por mucho tiempo, así que al poco rato siento mis nalgas llenas de semen, me apresuro a tomarlo con mis manos para luego llevarlo a mi boca.

No duré mucho en vestirme y salir de ahí, al despedirme volví a repasar el proceso con los chicos de abajo, me encantaba que todos sabían perfectamente que había pasado y el descaro con el que abiertamente gemí y grite palabras sucias, vi las caras de las chicas y confieso que me volví a calentar con su desprecio, no sé de donde saqué fuerzas para no llevarme a alguno de esos chicos para que volviera a cogerme y así saciar mis ganas y hacer enojar aún más a estas mujeres.

En el camino a casa para mi sorpresa, no pensaba en la fuerte e intensa cogida que había recibido, ni en lo puta que me había comportado, pensaba solamente en la razón por la cual una frase tan sencilla y sin malicia (“es la cliente más bonita que he atendido”) me había calentado tanto al recordarla, sería acaso que algo estaba sintiendo muy distinto a lo que yo misma pensaba?..