Es... Un poco complicado (7)

♪ A veces si, a veces no ♪

Es… un poco complicado 7

-tardó un poco, quizás lo suficiente para resignarse y darse cuenta que definitivamente por más que las cosas ahora se pusieran a nuestro favor, para mi, en mi caso personal, no era tan fácil voltear la hoja y fingir que todo está bien.

-Si es amigas, amigas en serio. De verdad – dijo por último, con su voz mas tierna y su Mirada mas melancólica – si?

-Lo prometo – tomé su mano – me voy.

-Yo me voy contigo, no voy a seguir aquí – asentí, eso era lo mejor. Acá nada teníamos que hacer, ninguna, ni ella ni yo.

La subí a mi carro y arranqué, quería huir un momento… era de esos momentos dónde te sientes fuera de lugar en todo y con todos, dónde sientes que eres esa piecita del rompecabezas que sobra, que no hace falta, me sentía totalmente defraudada, y no era de una sola persona, sino de las tres.

Acepto que con Gabriela, no era que tuviera o sintiera algo mas allá de lo normal que gusto y atracción y un gran cariño, pues fue ella quien me sacó de lo absurdo de mi vida, quien me ayudó a enfrentarme a una sociedad y a una nueva vida laboral, fue ella quien me dio mi experiencia y me abrió las puertas, fue ella a pesar de todo, mi confidente, en las noches en las que no podía responderle sólo por que me sentía estúpida al pensar en esta mujer que llevo a mi lado… Con Camila, pasaba algo similar pero no lo mismo, más que una compañera sexual, era esa mujer con la que podía simular una relación estable y normal, con quien podía estar sin tener que necesariamente Acostarme, quien me diera su punto bueno y malo, quien me hiciera una escena de celos sin razón, quien sonreía ante cualquier ocurrencia mía, tan simple como la única que sabia cuando la necesitaba, y sin tener que llamar… se presentara. Y finalmente; esta niña de  ojos bonitos… la qué me vuelve loca así pasen años enteros, así se vuelva fea o se envejezca, así haga cosas que odie, así me siga engañando siempre va a volverme loca. Las tres me hicieron lo mismo en su debido momento, y yo seguí como una estúpida…

-Nos siguen – dijo sin querer fingir ninguna clase de sorpresa, mire por el retrovisor y alcancé a darme cuenta que era Camila. Seguí sin importancia y sin querer esconderme.

-no me has dicho a donde te llevo.

-a tu casa, no la conozco. – y me miró, supe deducir esa mirada, en la que aparenta ser niña buena con doble pensamiento. Me dije a mi misma que no iba a pasar nada y que debía tener palabra, no era justo que así se presentara en prendas mínimas o mejor aún, totalmente desnuda y yo volviera a caer, oh no, esta vez no.

Fueron cerca de 15 minutos más, no sé que pasaba por mi mente en ese momento pero no quería pensar, me dolía sentir, quería llorar…

¿Qué se siente cuándo la persona que amas te engaña? Es… Tan triste, es absurdamente Triste. Es cómo si en realidad te quitaran el corazón, lo patearan fuerte y de la manera más cruel, y así mismo, dañado, roto, en pedazos de nuevo te lo entregaran… ¿Cuánto cuesta una recuperación de un corazón roto? En realidad, puede ser muy relativo… depende mucho de cómo sea el amor, depende si en mi caso Quise CUBRIR ESE DOLOR CON ALGUIEN MÁS ¡al carajo! Eso no funciona, no funciona por que siempre vas a tener espacios sola, donde no va a estar el reemplazo y ese vacio aún no se ha llenado, cuando sonríes estando triste, cuando un abrazo antes que expresarte cariño, puede ser la muestra de afecto mas destructora, por que no es de esa persona. ¿Ó no?


Mariana

Y no te cansas de estar sola todo el tiempo acá?

-bueno, de hecho no siempre estaba sola – encogí mis hombros, y ella sólo atinó alzar su tono de voz y reírse

-te crees Graciosa? –

-Bueno… si no fueras mi amiga, juraría que estás celosa – y de nuevo me daba un golpe duro, siempre dejándome claro mi posición

-estaría, pero no lo  estoy cariño – le guiñé mi ojo y brindamos, era cerca de las 11 de la noche y yo seguía ahí, ya tomadas las dos, ella un poco más que yo. Riéndose sin motivo, no sé como me pude haber aguantado todo este tiempo sin verla y sin saber de ella, no sé cómo pude haber creído que con otra persona iba a suplir su espacio… no sé como podré aguantarme ser su amiga.

-Dale, Cuéntame de ti. Dime ¿con cuantas te acostaste después de mí? – volvió a sonreír al ver mi cara de asombro a esa pregunta

-¡ya estás ebria! – le saqué mi lengua y me levanté, Tatiana se apuró a seguir mi ritmo y se paró conmigo

-Dos? Tres?

-Una – le respondí, asintió amablemente y volvió a sentarse

-Yo he querido preguntarte algo ¿Sabes?

-¿Qué es?

-Tanta falta te hace tener sexo?

-¿de qué hablas?

-bueno, nunca pude aceptar y aún no supero que tu me engañas y para colmo, a los dos meses ya tienes a otra

-fui una estúpida. Y para tu información, llevo 3 meses sin sexo -. Abrió sus labios haciendo una demostración de asombro

-en serio?

-si

-ah haah ah haah te equivocas, de hecho llevas 1 día sin sexo, por si no te acuerdas, yo estuve contigo en la madrugada en mi carro –

-Pues estoy hablando de sexo, no de hacer el amor. Además, no es justo, yo no me acuerdo bien.

Encogió sus hombros burlona – si quieres, te lo hago recordar.

Miré sus ojos, ahora era yo la que mandaba la situación, ahora era ella la tomada – mmm – me hice la difícil aproximadamente por… 3 segundos – dale

-bien, te besé, te besé muchas veces, luego… quité algunas prendas que me estorbaban, luego te toqué, y al final… Te viniste – sonrió, me quedé intacta, se suponía que debía recordármelo de manera “practica”

-Y por qué no lo repites? – me levanté y sin dejarla actuar me fui a sus piernas, me senté sobre ella y la besé –

-Hagamos un trato

-hagámoslo – lo dije en doble sentido, fui directo a sus labios pero me volteó su rostro por un momento –

Ni siquiera la dejé hablar, volví a tomar el control y dejé que las cosas pasaran, acaricié su rostro, los besos tenían sabor a alcohol, más por ella que por mi, sentí sus manos como siempre lo hizo, subir por mi espalda en una caricia tan sutil como solo ella podía dármela, alzó un poco mi camisa, lo suficiente para meterse entre mi piel y acariciarme libremente, despeiné su cabello en el mismo momento que sus labios se ubicaron en mi cuello.

Toqué sus hombros, sus manos, hasta que por fin llegué a sus senos, los acaricié con mis manos y me di cuenta que aún seguía intacta su sensibilidad en ese lugar, me moría de ganas por llegar a más, por besarla en cualquier otro lugar, por verla suspirar y gritar mi nombre, pero todo a su debido tiempo. Al final, logró deshacerse de mi blusa, nos levantamos sabiendo que era lo siguiente que iba a Pasar.

Una música de fondo, la lluvia a penas comenzaba a caer y el frio al parecer, pensaba quedarse toda la noche, fuimos en medio de besos a su habitación, la abrasé, tenia miedo a que se fuera otra vez, me pregunté internamente por qué pasaba todo esto, por qué me callé y no le dije la verdad, por qué no creí en ella, por qué todo así si yo la amaba y sabia que ella sentía lo mismo por mi.

Caímos a su cama, le quité su ropa tan despacio como pude, contemplando cualquier momento, grabando de nuevo su cuerpo, para nada se parecía al de antes, ahora era mucho más mujer, estaba mucho más completa y mucho más hermosa.

-¡¡Tatiana!! – dije totalmente sorprendida, tonta por mi descuido y desatención, y definitivamente sin palabras por lo que veía. ¿En que momento se había operado?

-¿Qué pasó? – preguntó asustada,  pero al ver mi vista justo en dirección a sus senos, suspiró – no te gustan?

-no

-no?

-Digo si

-si o no?

Me quedé estática justo sobre su abdomen – si me gustan ¡Obvio que me gustan! Pero, estabas bien sin ellos…

-si yo sé, pero lo quise hacer

-¿por qué?

Sonrió –los quería un poquito más grandes!

-cuándo fue?

-los estás estrenando – bromeó de nuevo – bueno casi

-te estás tirando un humor negro que en serio estoy que no puedo con él

-jajajajajaja lo siento!! – me tomó del cabello, y me obligó a bajar a ellos… de hecho, si no te pones a detallarlos difícilmente te das cuenta, pues el volumen sólo aumentó en muy pequeña cantidad, la diferencia de sobra es que los tiene mucho más firmes… besé sus senos, y simplemente escuchar todo lo que yo misma estaba causándole me obligaba a estremecerme a mi también, acaricié su abdomen y sus muslos, de pronto me detuve en medio de sus piernas y toqué su sexo por encima de su jean, movió su cadera en pro del movimiento que yo estaba haciendo y volvió a suspirar, llevó sus manos a sus senos y fue estimulándose ella misma… miré sus labios húmedos y necesitados de mi, volví a besarla… su lengua se metió en mi boca, sentí que ya nada podía hacernos retroceder, la necesitaba, de hecho estaba deseándola incluso desde que terminamos… cada noche sin ella, cada noche estando con otra persona cuando en realidad solo deseaba que fuera ella… así como la tenia en este momento, metí mi mano bajo su jean. Alcancé a rosar su pantie, jugué con la prenda y estimulé lo suficiente la parte mas sensible de su cuerpo para saber de sobra que estaba a mi merced… besé su abdomen y jugué con su obligo por segundos, ella estaba deseando que yo lo hiciera, y yo solo quería que sintiera que así se hiciera la difícil conmigo, no lo podía…

Miré una pequeña prenda que cubría la ultima parte de su cuerpo por ver, de un color azul que contrastaba perfectamente con su piel, su mirada estaba pidiéndome más, observé su cuerpo, apenas iluminado por la tenue luz de la noche, llevé mi mano por toda la parte central de su anatomía y la acaricié, me cuestioné el hecho de a ver permitido que estuviera con alguien más, la idea de que otra persona estuviera como en este momento estoy  yo, no me sonó mucho… recreé un plan ligero en mí cabeza para volverla a conquistar y que se quedara conmigo, regresé de nuevo a la realidad en su casa y en su cama, ella esperando a que yo pudiera terminar lo que estaba comenzando, llevé mi mano derecha sobre su pubis, de repente, cerró los ojos y vi cómo mi estimulación estaba dando resultado, demasiado húmeda para llevar tan poco tiempo en esto, toqué su clítoris sobre el pantie, un pequeño  “Ahhh” se escapó de sus labios, definitivamente yo tampoco aguantaba más así, había disfrutado muchísimo viéndola así, era momento de actuar de verdad… bajé su prenda lentamente deslizándola por sus piernas, la vi totalmente desnuda, demasiado hermosa para estar hasta al lado mío.. me sentí orgullosa por lograr estar en este momento, me ubiqué en medio de sus piernas, dejando mi rostro a escasos centímetros de su sexo, besé sus muslos mientras jugué con mis dedos en sus labios mayores, di un pequeño besito sobre su monte de Venus, alcancé a mirarla por ultima vez antes de hacer el acto que la hiciera venirse muchas veces, tantas para quedar lo suficientemente cansada y satisfecha, lo suficiente para que suspirara por mi, y cuando yo ya no estuviera en su cama, con sólo cerrar los ojos se acordara de este momento; Tenia sus ojos cerrados y mordiendo su labio inferior…

Tomé un poco de aire, la besé sobre sus labios mayores para después dar un pequeño recorrido con mi lengua hasta llegar a su punto mas interno, apretó mi cabello con sus manos y dejó escapar un enorme gemido, repetí la operación 3 veces seguidas, estaba lubricándose mucho, tanto hasta llegar al punto de complicarme un poco las cosas, metí uno de mis dedos, lo hice despacio acostumbrando a su cuerpo al movimiento, jugué con ella y con su poca paciencia, hice un mete y saca concluyendo mi sección oral, mientras succionaba su clítoris, me encargaba de cortar lo ultimo que quedaba de su respiración, sus palabras a medias, sus gemidos ahogados, su respiración en carrera con ella misma, su cuerpo a favor mío, y su excitación finalmente lograron ayudar para hacerla venir, cuando sentí que ya era el momento y mis dedos quedaron encerrados en medio de sus paredes vaginales, la besé aún más rápido de lo que pude y dejé mis dedos allí adentro presenciando su orgasmo  y viviéndolo tal y como si fuera mío… dio un largo suspiro  y giró su cuerpo  para quedar de espaldas a mi.

-Eres buena en eso – dijo después de recomponerse

-y también soy buena de novia, sabias?

-pues fuiste mi novia, y creí que sí, pero ya ves, las apariencias engañan

-hasta cuando me vas a dar tan duro?

-hasta que dejes de insistir belleza

Me quedé en silencio y ella finalmente me abrazó – Gracias

-por?

-Por esto – me apretó entre sus brazos – ya llamaste a casa?

-si

-tengo hambre, tú no?

-de hecho estoy necesitada de otra cosa – no pudo evitar dejar salir su media sonrisa, me besó con dulzura y acarició mis brazos, me miró curiosa, besó mis hombros  y yo sólo pude llevar mis manos a su espalda y proporcionarle las mismas caricias.

-Oye

-¿Qué?

-Te amo

Se quedó en silencio, continuando con su labor, bajó despacio por mi área central y llegó a mi pecho, acarició mis senos y se quedó un tiempo considerable en ese lugar, su mano aún no se atrevía a llegar a más, como tampoco podía considerar el hecho de quedarse quieta, justo cuando logró estremecerme erizando completamente mis pezones, rayé su piel con mis uñas, de pronto me vi envuelta en una respiración descoordinada y un sinfín de gemidos interminables, se ubicó de modo tal que quedara en una perfecta posición con mi cuerpo, su entre pierna frotó la mía, y eso fue suficiente para saber, para aceptar y para darme por vencida que no podía luchar en contra de mis deseos por querer aguantar, se quedó un instante quieta, sin hacer nada tan solo mirándome, sus ojos los tenia mucho mas oscuros, quizás por la noche, quizás por la situación o simplemente por que estaba tomada, pero los tenia oscuros, su piel se veía hermosa así, mi vista viajó directamente a sus senos, y por impulso mis manos quisieron aterrizar  justo ahí, estaba demasiado mojada, lo suficiente para sentirme necesitada de querer sentir más de lo que estaba sintiendo en ese momento…

-Sigue… - Le pedí

Comenzó a moverse despacio, sus senos se movían a su mismo ritmo, su cadera estaba envuelta en un vaivén adictivo. Sus labios húmedos y entre abiertos expresando pequeños suspiros, sus manos en mi abdomen para sostener su cuerpo y mantener un medio equilibrio, su cabello desordenado y sus piernas deslizándose para volver a subir de nuevo y seguir moviéndose, cerré mis ojos con fuerza, un vacio enorme me recorrió por completo, apreté sus pechos, gimió en el mismo momento en que lo hice yo, arqueó su cabecita hacia atrás y mordió su labio inferior, era más lo que me estaba excitando verla que lo que estaba sintiendo, su clítoris en conexión conmigo, sólo me bastó de un minuto más para tener que desistir de mi intento por aguantar más la situación, sentí una gran recarga de corriente que me dejó sin fuerzas, Tatiana llegó conmigo, se quedó cansada sobre mi pecho, acaricié su cabello y besé su frente… aún sentía como seguía moviéndose pequeñas partes de mi cuerpo, me sentí satisfecha… feliz.

Tatiana se quedó ahí, yo sólo me dediqué a contemplar su cabello y acariciar su espalda, no sé en que momento nos quedamos dormidas justo en esa misma posición.

Tatiana

-No princesa, ahora mismo no puedo, pero te prometo que en la tarde voy

-no vienes Tati, me dejas esperando ota vez

-Manu, hermosa te estoy diciendo que ya no puedo, pero mas tardecito, si. ¿Está bien?

-me lo prometes?

Sonreí, definitivamente amaba a esa niña – te lo juro!

Me despedí y colgué, estaba tomándome mi tasita de café, cuando la vi llegar de la habitación con una camisa que era 3 tallas mas grande que ella, sonrió, se iluminó todo en mi al verla, todo era complicado, estábamos mal pero terminábamos haciendo el amor..

-como dormiste? – se aproximó a mi y me dio un beso  sobre mis labios

-bastante bien de hecho, quieres café?

Encogió sus hombros y asintió – está buena tu cama

-Si

Se dio la vuelta, la miré de espaldas, tenia unas piernas preciosas – que vas hacer entonces?

-pediré que me trasladen y tu?

-no sé, enviaré una hoja de vida a una compañera, ella me puede ayudar.

-y, con Camila?

-acabó eso.

-te dolió?

-un poco

-la amabas? – preguntó despacio, como insegura de querer saber la respuesta

-me gustaba

-Mucho?

-jajajaja – su celular sonó, fue corriendo de nuevo a la habitación y yo me preocupé por servirle su café.

Escuché muy pocas palabras, solo me llamo mi atención que de nuevo pronunciara el mismo “yo también” que dijo en el auto anteriormente y un pequeño beso tirado.

-Tenés a alguien más Mariana? – le pregunté directa, pero aparentemente despreocupada

-no, es solo una amiga.

-cómo se llama?

-Lucia

Me callé un momento – te gusta?

-¡Tatiana!

-comencemos con la sinceridad te parece? Mírame como una amiga y cuéntame tus cosas.

-te miro como una amiga con la que anoche hice el amor? – Me abrazó por la espalda y me besó en el cuello – la pasé muy bien, te juro que nadie me ha hecho sentir lo que tu logras tan fácilmente

Me volteé y le sonreí – te gusta?

-no – dijo sin dar mucha atención – en realidad la conozco hace muy poco, es de la universidad, hemos salido un par de veces a comer pero nada más.

Y que es ese “yo también” que le dices?

-sólo me dice que quiere verme

-está bien

-no te molesta?

-No – “si” – está bien eso.

Ya ninguna dijo nada más, desayunamos totalmente en silencio, tan solo compartiendo miradas cómplices, confusas por no saber en que iba a terminar todo esto, pero después de todo; feliz por estar “bien” después de pasar la mañana juntas, nos organizamos para salir-

-ya es hora de irme, tú a donde vas? –

-a tu casa, tengo una cita con Manu

Sonrió – salimos ya?

-dame un segundo y estoy contigo.

Cepillé mis dientes y peiné mi cabello por ultima vez, tomé las llaves y fuimos directo a su casa, la tarde comenzaba a enfriarse un poco. Pensé en todo lo que paso con ella, pensé en la conversación que tuvimos en la mañana, pensé en que esto me confundía un poco, tocó mi mano con la suya y me sonrió de la manera más dulce.

-puedo ir con ustedes?

-claro

Cuando llegamos a casa, para mi sorpresa ahí estaba una mujer, un poco mas baja pero delgada, con el cabello largo y rubio, en realidad no era la mujer más atractiva pero estaba linda. Me miró con curiosidad y luego, Mariana la saludó con confianza.

Manu, bajó las escalas como lo hacia siempre, antes de saludar a su hermana corrió a mis brazos, entré a la casa y vi a Doña Gabriela algo confundida por mi llegada.

-podrías explicarme que está pasando con ustedes? Al fin volvieron o que es lo que sucede?

Sonreí – estamos empezando una amistad – suspiró resignada

-Lucia, mira – le entregó un vaso con alguna bebida, la detallé mas cuidadosamente, no se me pasó por la cabeza que ella fuera Lucia. Mariana se veía Incomoda con la situación

-Lo siento, no me he presentado – bajé a Manuela de mis brazos y le extendí mi mano en muestra de saludo – Soy Tatiana, un placer-

-Lucia – sonrió, tenia una mirada muy dulce – el gusto es mío – Y una voz de niña aún

Mariana la invitó a sentarse, hablaron entre ellas dos por un momento, me sentí un poco mal y triste a la vez, no entendía la actitud de mariana ni lograba comprender bien su manera de amar, por otro lado sé que yo misma era la que ponía la distancia y un stop grandísimo a alguna clase de relación entre las dos y que quizás por ello; Mariana acudía a alguien más- .

-ya estoy lista – dijo Manu, con su carita feliz.

-Ohhhhh, pero que hermosura!!

La tomé de la mano, Mariana se levantó, ya pasaban cerca de las 4 de la tarde  - Doña Gabriela, usted me dejaría llevarme a Manu esta noche conmigo? – Manu se puso feliz, me ayudó con muchos “si, mami déjame” a que Doña Gabriela asintiera. En realidad estaba tarde, y por lo que veía se pondría oscuro rápido por el día lluvioso, tenia un plan de ver películas y comer palomitas el resto de tarde.

-está bien, pero mañana bien tempranito aquí

-Hecho – le di un beso en su mejilla, y miré finalmente a la parejita que estaba a escasos pasos de mi – hablamos luego – le dije sonriendo, volví a mirar a Lucia, Mariana era la mayor en esa relación, apostaría un buen dinero a que la niña era virgen Y mariana era su primera experiencia romántica y/o sentimental – Un gusto Lucia y espero verte pronto

Mariana me acompañó hasta la puerta – lo siento, no sabia que estaba.

-no hay problema – fingí naturalidad – pasa linda noche – acomodé su cabello detrás de su oreja y la miré a los ojos, le di un beso muy cerca a sus labios

-quiero irme contigo – hizo un puchero

-hay alguien ahí esperándote – encogí mis hombros – descansa – manuela salió tomándome de la mano, y ella se quedó con una miradita triste, vi que Lucia se asomó a la puerta y nos despidió con una sincera sonrisa.-

Nota

Lisa, Linda no eres tonta, en realidad me causó ternura tu comentario, Gracias princesa.

Mayra, claro que me acuerdo de ti… aunque al principio no daba contigo por que no tenías el Nick de acá igual al de antes, pero si. Y me alegra saber de ti y que estás bien.

Paty, un beso hermosa.

Y para tod@s en general, muchisisimas Gracias por acompañarme. Un besito Gigante, y ¡¡¡FELIZ AÑO!!!

Y ah, espero les guste. ( a mi me gustó hacerlo)