Es Neto?

Ernesto

Hace 7 meses

-Seguro… ¿No hay nadie? – mi voz se entrecortaba en jadeos, sentí como me abrazaba de la cintura y podía sentir su bulto rozar con el mío.

-Si no seas mamón dale, que tengo gana de cogerte bien rico – me daba besos muy apasionados, se podía sentir un potente sabor a alcohol en sus besos, pero no me importaba la calentura era mucho mas fuerte que cualquier cosa.

Pronto me tomo de la cintura y casi a rastras me metió a su casa, no espero ni siquiera un segundo me tiro en el suelo, y pronto empezó a embestir aun con la ropa puesta. Me excite demasiado, estábamos en el patio de su casa, podía escuchar a la gente pasar por la calle, pero no me importaba, le daba besos y el estaba hasta temblando de la excitación.

Se levanto y me llevo a un costado de su casa, había como un pasillo vacío entre ambas casas, apenas llegamos, me pego en la pared algo brusco y podía sentir como sus grandes dedos rozaban y exploraban hasta el rincón mas recóndito de mi cuerpo, jugaba entre mi dos glúteos y metía la mano debajo de mi bermuda y jugaba entre mi raja, saco sus manos y bajo por sus piernas mientras le daba pequeños toques a mi bulto, sin restregarlo. Yo no podía hacer nada mas que colgarme de su cuello mientras me embriagaba literalmente de sus besos, su legua jugaba con la mia y la dominaba, cerraba los ojos y lo abrazaba aun mas fuerte, de repente se separo de mi, se abrió el pantalón hasta las rodillas.

Sabia lo que esto significaba sin chistar me baje rápido y con los dientes poco a poco baje su bóxer, el me tomo de la cabeza y me obligo a que me apurará, aun cuando me irrito un poco, el tiempo apremiaba así que con mis manos le baje el bóxer , y pude ver su no tan grande verga apuntar a mi cara, en verdad era un muy bonito pene, no estaba circuncidado y era de un color algo obscuro, en su pubis tenia algo de bello púbico de un color negro intenso.

Pase mi lengua por la cabeza jugando con su glande, tenia un sabor algo salado pero no me importo, disfrute cada centímetro, mientras estaba en mi boca jugueteaba con aquel pedaazo de carne en mi boca, mientras succionaba un poco pero con mi lengua le daba masajes, jugaba con mi manos su grandes y peludas bolas, el me tomo del cabello y empezó a guiar el ritmo, me tomo con las dos manos mi cabeza y empezó a dar fuertes embestidas, yo daba arcadas de placer, para mi el chupar un pene es un gran placer, es como tener una gran paleta con una sabor interminable, de repente el ritmo seso. Y el con un ligero y tierno toque en la barbilla, me levanto la miraba y con un movimiento me indico que me parará, lo hice y cuando intente besarlo huyo a mis besos.

Alzo mi camisa y me empezó a chupar un pezón dando ligeros mordiscos, no lo soporte mas con ambas manos tome su cabeza y los uní en mis pezones mientras daba grandes gemidos, el paro su labor y me dijo – cállate coño te van a oír – con un tono algo irritado. Se levanto y de una manera brusca me voltio y me pego a la pared, paso sus manos por mi cintura desabrocho mi bermuda y me lo bajo de una manera muy brusca. De repente sentí como la cabeza de su penes rozaba la entrada de mi ano y amenazaba con entrar, lo pare de repente, saque algo de mi bolsa y le puse un condón en la mano, el me miro extrañado y pude observar que no quería usarlo, se lo quite de la mano, lo abrí y se lo puse rápidamente, me asegure de habérselo puesto bien me di la vuelta y le ofrecí mi culito, el me tomo de la caderas y de un solo golpe me metió todo su pene, sentí como que el culo se me partía en dos pero me aguante el gritar sería demasiado riesgo, me mordí el labio inferior y cerré los ojos.

El no era como cualquier otro daba grandes y fuertes embestidas, incluso podía sentir la que la lubricación del condón no era suficiente. Tomo mi pene con una mano mientras que con la otra se sujetaba de mi caderas, tomo un ritmo y mientras me daba grandes embestidas con sus manos me masturbaba de una manera magistral. Podía sentir su respiración en mi nuca y cada vez se aceleraba mas la embestidas, a cada segundo eran mas brutales, mi labios estaban apunto de sangrar ya no lo soportaba mas, di un largo y fuerte quejido de placer.

Ya no soportaba la fricción del condón, me lastimaba y quería que eso terminara, a decir verdad sentía mucho dolor y placer, por un momento paro saco su pene y me recostó en el césped tomo mis piernas se las puso en los hombros y de nuevo siguió con sus embestidas yo lo abrace del cuello y lo atraje hacia mi, me dio un ligero beso, pero lo sentía distante –“De nuevo el remordimiento” – paso por mi mente, empecé a fingir gemidos un poco leves y el reacciono excitándose más, las embestidas ahora eran monstruosas, ahora solo sentía dolor, de repente con una gran embestida dio un pequeño gruñido – el ha acabado pensé – dejo caer su peso sobre mi y me daba pequeños besos en el cuello.

Pase mis manos por el cuello y sentí como su respiración se calmaba lentamente, el se dio la vuelta y  se quedo acostado en mi lado… se saco el condón y lo lanzo al aire. Yo me recosté en su pecho y me sentí protegido, pero todo eso terminaría cuando escucho que alguien llamara – Bryan, abre la puerta ya llegue – el rápidamente se levanto sin darse cuenta de que al levantarse me golpeó la cabeza, se subió los pantalones rápidamente y se recompuso, se voltio a mi y me dijo

-Neto, apúrate, salte por donde siempre que si me esposa nos ve, me castra.

Rápidamente me levante,  cuando me agache para subirme la bermuda sentí que el culo me dolía un poco, no me importo, me vestí y me dirigí a la parte de atrás de todo el amplio terreno, me brinque la barda y como un ladrón me fui moviendo lentamente, esperando que nadie me viera en el pasillo que daba del otro lado de la barda, ese pequeño camino era obscuro, caminaba lentamente y quería que esto acabara, el corazón me latía a mil por hora, podía sentir los latidos recorrer todo mi cuerpo y podía incluso sentir el ritmo de mi pulso. Empecé a correr tenia tanta energía en el cuerpo que incluso se me olvido por unos segundos que había hecho.

Llegue a mi casa y toque la puerta se me olvidaron las llaves.

-¡Maaaaa!, Abre se me olvidaron las llaves – yo aun me sentía agitado y la adrenalina en mi cuerpo, al abrirme la puerta mi mamá salude, e inmediatamente subí a mi habitación, saque una muda de ropa, puse una canción en mi celular y me metí al baño, me denude y de reojo me vi en el espejo, no podía soportar mi propia mirada.

Aun cuando no se mucho inglés comprendí lo suficiente para traducir una parte “es demasiado para mi final feliz” y era realidad todo ya había roto mi final feliz, en que punto de mi vida me convertí en lo que soy ahora, estoy perdido  no se donde ir, me senté en el piso de la regadera, el agua caliente recorría todo mi cuerpo, tome el jabón y me lo pase por todo el cuerpo, la espuma que recorría mi cuerpo, me daba cierto placer, calmaba mis pernas y me hacia sentir un poco menos sucio de lo que me sentía. ¿Cómo me podía dejar coger por un señor de 30 años con 3 hijos?, en que punto de mi vida me volví tan dependiente a supuestas caricias de “cariño”, sabia que ellos me usaban pero no me importaba todo lo valía por eso pequeños momentos en los que me hacían sentir querido.

Lagrimas recorrían mis  mejillas, últimamente era demasiado para mi, sentía como poco a poco iba cayendo  y mi dignidad estaba por el suelo. Bryan me trataba como si fuera una puta, el decidia cuando, donde y como serian todos nuestros encuentros, no me quejaba yo lo elegí así, me tenia que aguantar –No se vale llorar Neto, tu lo elegiste así – me levante y con la música aun sonando me empecé a restregar cada vez mas fuerte con el jabón, cerré lo ojos y deje que la regadera limpiara mi cara, en mis labios aun se apreciaba el gusto del alcohol, me seguí lavando y al llegar por mi culo, hice un poco de espuma con el jabón y luego poco a poco me puse a limpiar tan delicada parte. Casi al instante sentí como me ardía, me dolía mucho,  no lo pude evitar, rápidamente me lave con agua y me calme.

Al terminar de bañarme me vi en el espejo, vi mi rostro y me puse a llorar, ya no lo aguantaba mas, quería terminar con esa farsa. Salí del baño y me dirigí al comedor, mi mamá estaba sentada con mi papá, nos pusimos a cenar entre risas y risas por un momento se me olvido de los pasado, pero muy en el fondo estaba cansado de fingir, pensaban que yo era un niño bueno, ese que saca siempre altas notas, nunca rezonga y siempre sumiso baja la cabeza.

-¿Dónde fuiste Ernesto? –Pregunto mi madre

-Fui a ver a Manu y Misa, es que vamos a exponer y fuimos a hacer una lamina – otra vez le mentía acerca de donde había estado, esto ya me esta cansando.

-Que bien hijo, me alegra un poco que salgas mas, y además con esos do niños son muy buenos, excepto ese tal Cristian, en serio ese niño es todo un caso –Si mamá son tan buenos niños que se cogen a tu hijo cada que vamos a “hacer tarea”, mi cabeza como siempre recordándome todo.

-Neto hijo que onda ¿ya no vas a ir a básquet? – mi padre como siempre queriendo que yo haga deporte. Yo no podía decirle que ya no iría mas porque Eduardo me pegaba y me molesta.

  • No pa, lo que pasa es que los que van son los que son de la selección de la escuela, pero yo no quede- mentiras de nuevo, a este paso seré un buen actor – bueno ya  voy tengo sueño, es que hoy avanzamos demasiado y me canse mucho.

Termine de cenar y me acosté en mi cama, solo estaba allí inmóvil mirando el techo… “es la ultima vez” pasaba por mi cabeza, pero mis labios pronunciaron lo contrario – ¿Neto en serio? – eso era totalmente cierto, adoraba el sexo y me gustaba mas cuando lo hacia con Cristian, el me hacia parecer que deberás hacíamos el amor, siempre lleno de besos, caricias, frases bonitas y ¿Por qué no?, el la tenia mas grande.

Estaba hundido en mis pensamientos, hasta que fui interrumpido por un mensaje que decía:

“Oye que onda, como estas? Cuando puedes? No seas, Neto tengo ganas?”

Me reí era otro mensaje de Alexander, últimamente lo tenia abandonado, le respondí:

“Mañana, pásame a buscar”.

Estaba cansado, mi cuerpo ya no me respondía, mi mente quería descansar y mi alma quería morir, ya no tenía ni la más mínima presencia de la esencia que me caracterizaba.

El neto que era un niño como cualquier otro ingenuo, inmaduro, con una sonrisa llena de alegría poco a poco se iba perdiendo, en mi solo quedaba un vacío que solo se llenaba con un falso cariño. El culo aun me dolía no lo soportaba, me ardía mucho, pero bien que me alce para que entrará mas.

Cerré los ojos, y en mi mente rondaban de nuevo esas imágenes, de nuevo me sentí como quebrarme... ya no quería sentir eso, una lagrima resbalo por mis mejillas y lo único que quería era terminar con ese teatro, ya no quería ser pendejo… ya no quería que me usen… y mucho menos que me amenacen… Pero como siempre aun cuando me decía a mi  mismo no querer seguir con esto, no podía – Ya será mañana Neto, mira que le tienes que cumplir a Alex – era obvio que no lo quería dejar, es obvio que mañana voy a ir con Alexander y si algo estoy seguro e que:

“Toda mi vida era un desastre Neto…”