Es mejor ejercicio el sexo que el gimnasio
Una morena de fuego cautiva a un hombre menor y comparten exquisitas experiencias de placer.
Este relato es muy especial para mí, pues en él les cuento como fue que logré tener el placer de compartir la cama y muchos más lugares con una mujer que desee desde el primer momento en que la vi.
Acostumbro a ir al gimnasio muy temprano por cuestiones de mis actividades y por lo regular no suelen ir mujeres a esas horas de la mañana, pero un poco más tarde las cosas cambian, ese gimnasio se convierte en un paraíso terrenal, lleno de mujeres hermosas que acuden a embellecerse día con día.
En las pasadas vacaciones como ya tenía más libre el día comencé a ir un poco más tarde y me di cuenta de que es una mucho mejor hora para ejercitarme pues cuento con la motivación extra de ver a mujeres hermosas en sus pequeños outfits para hacer ejercicio.
Un día cuando iba llegando pude ver muy cerca de mi que una mujer hermosa estaba pidiendo informes para ingresar al gimnasio, desde el momento que la vi quedé impactado, tiene 47 años, es de piel morena, cabello negro ondulado, ojos obscuros con una mirada sexy y penetrante, 1.70 de estatura, tiene un cuerpo escultural, piernas largas bien torneadas, unas caderas divinas de las más grandes que he visto en mi vida, abdomen no marcado pero si bien plano, unos senos increíbles bien redonditos. Esa ocasión llevaba ropa deportiva amarilla que se ajustaba perfectamente a su cuerpo, pero solo la pude ver unos minutos porque al poco tiempo se fue.
Al día siguiente ella iba caminando adelante de mí en el estacionamiento, llevaba ropa deportiva entallada blanca, un top que enmarcaba sus perfectos pechos y un pantalón entallado que le llegaba un poco arriba de la rodilla, esta permitía ver que debajo de ella usaba una tanguita blanca que me excitó demasiado, seguí caminando y sucedió el primer encuentro, se le habían caído los guantes para el gimnasio e inmediatamente los levanté y la alcancé para entregárselos, ella volteó y sonrió dándome las gracias. Así después entramos al gimnasio y al poco tiempo mientras la observaba ella volteó y volvió a sonreírme de la misma forma que lo había hecho en el estacionamiento, esa mirada pícara junto con esa sonrisa me convencieron de dar el primer paso, así que fui con ella y tomando de pretexto el ejercicio comenzamos a platicar, su nombre es "Loren", después de un rato de plática me invitó a desayunar a su casa así que terminamos de hacer ejercicio y nos dirigimos al estacionamiento.
El estacionamiento está debajo del edificio del gimnasio por lo que es un lugar con muy poca luz y donde nunca hay gente así que mientras caminábamos al coche le dije lo hermosa que me parece y lo afortunado que es su marido al poder estar a su lado, ella sonrió con un aspecto como de tristeza y me dijo: "Ojalá mi marido pensara igual que tu, hace tanto tiempo que ni se me acerca". Yo aprovechando la situación la abracé y la tomé por la cintura como para consolarla y la comencé a besar, al principio quiso poner un poco de resistencia pero no hizo mucho esfuerzo y mejor comenzó a disfrutar, la besaba lenta pero apasionadamente, solo sentía como su respiración era más profunda, así que la lleve hasta la parte delantera de su coche, hice que se sentara en él y comencé a bajarle el pantalón, ella se sobresalto y me decía que ahí no porque alguien nos podría ver pero yo no le hice caso y seguí, después le quite la tanguita que estaba ya muy mojada y pude apreciar su hermosa conchita, con tan solo un hilo pequeño de vello en el pubis y todo lo demás bien rasuradita, sus labios estaban hinchados y muy bien lubricados así que comencé a acariciarlos poco a poco, ella emitía pequeños gemidos de placer hasta que tomé su erecto clítoris entre mis dedos y lo lleve a mi boca, ahora los gemidos ya no eran pequeños, eran gemidos muy fuertes y de respiración pesada, después lamí toda su vulva, la recorría muy excitado y le metía dos dedos, de pronto sentí como tomó mi cabeza y la restregaba más contra su vulva, comenzaron las contracciones vaginales y los gritos de placer, fue un orgasmo dicho con sus palabras "eterno". Quiso devolverme el favor pero le dije que no que mejor fuéramos a su casa para terminar de complacerla, feliz acepto y así lo hicimos.
Llegamos a su casa y en cuanto cerré la puerta me abrazó y comenzó a besarme, es el beso más largo y apasionado que he sentido en mucho tiempo, era un beso lleno de placer y en parte de agradecimiento, mientras nos besábamos podía recorrer todo su hermoso cuerpo con las manos, le acariciaba ese redondito culo, siguiendo sus curvas, acariciaba su espalda y llegaba a su cuello que pronto tomé para hacer más profundo el beso, metía mis manos en el nacimiento del cabello y sentía como se retorcía, ella mientras recorría mi torso, mi espalda, pasaba su mano por todo mi cuerpo por encima de la ropa, me acariciaba como nadie.
Me desvistió y pronto tomó mi pene, que ya estaba erecto y ansioso por entrar en contacto con esa hermosa mujer, lo acariciaba y lo veía como si nunca hubiera visto uno, me masturbaba delicioso, lograba que me doblara del placer mientras acariciaba su cabello y la hacía voltear para ver sus hermosos ojos, después lo llevo a su boca y mamaba lenta pero profundamente, cada vez lo metía más profundo y me lo empezó a mamar hasta que mis huevos chocaban con su barbilla, era una sensación deliciosa, solo me dedicaba a disfrutar de la gran mamada que me estaba dando.
Después de un buen rato que seguía mamando mi verga, la tomé de los brazos y la llevé al cuarto de al lado que era una sala muy amplia con sillones muy cómodos, la comencé a desnudar, primero le quité el top y me dediqué a besar sus hombros, pasando por la clavícula y el cuello; después besaba la parte superior de los senos mientras con la mano iba bajando sus pantalones, seguía besando los senos llegando a la aureola y la recorría con la punta de la lengua hasta que llegué al pezón que ya estaba a punto de reventar lo chupaba y lo besaba mientras acariciaba su abdomen empezando debajo de los senos hasta llegar al ombligo y al vientre; mientras besaba, chupaba y mordisqueaba el otro pezón seguía acariciando todo el abdomen y tuvo su siguiente orgasmo, esta vez me abrazaba y apretaba mi cuerpo contra el suyo como para no permitir que se escapara el orgasmo de su cuerpo.
La llevé hasta uno de los sillones más grandes, le quité la tanguita e hice que se colocara en 4 puntos, lamía y besaba su vulva y me pasaba hasta su ano, cuando llegaba a este sus gemidos eran más profundos, así que metí dos dedos en su empapada vagina y comencé a lubricar su ano, su esfínter poco a poco fue cediendo hasta que mis dedos entraban y salían sin dificultad, metía dos dedos en su ano mientras metía otro en la vagina, con la otra mano recorría su espalda haciendo que se arqueara y le entrarán más mis dedos; me dijo que no se quería venir así, que quería venirse con mi pene adentro, así que cumplí sus deseos y tomándola de los huesitos de la cadera le puse la punta del pene en la entrada de la vagina, me decía: "métela papito, métela", así que primero metí la punta y la volví a sacar, ella ya estaba llena de desesperación y cuando menos lo esperé, se la metí hasta el fondo, subí mis manos hasta los senos y los acariciaba y apretaba, mientras hacía que se incorporara un poco para sentir su espalda en mi pecho y poder tener cerca su cuello, le besaba el cuello y se retorcía, me pedía que no lo hiciera porque sentía mucho placer, pero yo seguía hasta que llegó otro de sus orgasmos mientras que gritaba que la llenara con mi leche, fue tanto el placer de escucharla decir eso que comencé a correrme dentro de ella.
Se recostó exhausta en el sillón y me pidió que no se la sacara que me quería sentir por más tiempo, así que me recosté encima de ella, sintiendo el calor se su cuerpo y permitiéndole sentir el mío. Me preguntó que si me gustaría meterme al jacuzzi con ella y por supuesto que acepte encantado.
Preparó el jacuzzi, yo me senté y le pedí se sentara de espaldas a mí para poder acariciarla, así lo hizo y comencé por darle un pequeño masaje en los hombros, le besaba el cuello y le susurraba al oído, mientras ella tocaba su clítoris y vulva de manera lenta pero muy excitante, yo por supuesto ya estaba a tope, así que tocaba sus senos, los apretaba y le pellizcaba ligeramente los pezones, al hacer esto ella tomó mi pené y me masturbaba; esa sensación de estar en el agua y sentir su cuerpo junto al mío es indescriptible.
Después paso algo que no me esperaba, esta vez ella tomó la iniciativa, se puso de frente a mí, tomó mi pene y comenzó a cabalgarme, yo mientras acariciaba su culo y la besaba, tenía un vaivén delicioso para atrás y para adelante, chocaba su vientre con mi abdomen, se agarraba por encima de mis hombros y de pronto comenzó a cabalgar con más fuerza pero de forma más pausada, hasta que clavó sus uñas en mi espalda e iba perdiendo las fuerzas debido a un nuevo orgasmo.
En la misma posición, ya cuando se repuso, la besaba y comencé otra vez a meter los dedos en su culo y me dijo: "si papi estréname el culo, rómpemelo". Esta vez no fue necesario lubricarla pues estaba empapada por los flujos de la vagina, así que primero le dí a chupar mi pene, cuando ya lo dejó bien ensalivado se puso en cuatro puntos y se la fui metiendo poco a poco, dio un grito de dolor pero me dijo: "métela, métela" así que la metí hasta el fondo y me deje de mover un momento para que se acostumbrara, pero ella fue la que se empezó a mover para que se la fuera metiendo, esta vez le daba nalgadas y ella me volteaba a ver con cara de satisfacción, después se la saque y la volví a meter entera, repetí esa acción varias veces hasta que me agarró de las piernas y gemía y gemía de placer por su nuevo orgasmo hasta que volvió a hacer que me corriera, me dijo déjame probarla, así que se la saque y la llevó a su boca y no la saco hasta que la limpió toda.
Después mientras nos cambiábamos me dijo que le había encantado que se la metiera por el culo y que tendríamos que repetir eso muy pronto pero que en ese momento ya no, porque ya estaba por llegar su hija, que por cierto al poco tiempo conocí y esta casi igual de buena que su mamá pero prefiero a "Loren", después les contaré que paso con su hija.
Espero lo disfruten tanto como yo.