Es ese no sé qué, que qué se yo...
Me lleva hasta su cuarto. No suelo tomar la iniciativa, pero sé que a ella le gusta sentirse un poco dominada, así que tomo las riendas de la situación. Hago que se siente en su cama y le quito la camiseta. No lleva sujetador. Eso me facilita el trabajo. Empiezo a besarle un pecho, le paso la lengua y succiono su pezón. Sé que eso le vuelve loca. Luego me paso al otro y hago lo mismo. Oigo como empieza a gemir. Me está volviendo loca... -No pares por favor.. Me dice.
Hola a todos. Este es mi primer relato, así que espero que no seais muy duros con las críticas, aunque las acepto todas.
Me llamo Laura, tengo 26 años y nunca he destacado por mi físico; es más, al no ser éste muy exhuberante, siempre he tenido que desarrollar mi simpatía; así que no me considero guapa, pero al menos, sí simpática.
Bueno, vamos al asunto que nos concierne. Todo comenzó en el último año de carrera. Mi promoción era bastante numerosa (unas 200 personas en total) y hasta ese último año nunca había coincidido con ella. Su nombre, Paula. La verdad que a primera vista no me llamó mucho la atención, pero poco a poco conociéndola, me di cuenta de que tenía algo especial. Era rubia, de ojos verdes, y de constitución esbelta, puesto que aprovechaba las horas que teniamos libres para practicar ejercicio.
Hasta ese momento, mis experiencias en el amor habian sido bastante nefastas. Era algo de lo que no me gustaba hablar en público porque no me sentía orgullosa.. Digamos que estaba vagando entre hombres y mujeres tratando de decidir en qué bando me situaba. Hasta que la conocí a ella y creí salir de dudas.
Poco a poco fuimos entablando amistad, ella me comentó que tenía novio desde hacía 4 años y que estaba muy enamorada. (Ninguna posibilidad pensé yo, pero no sabía lo equivocada que estaba)
Poco a poco fueron pasando las semanas, y entre nosotras fue surgiendo la complicidad y hasta cierto grado de amistad. Por algún motivo confiaba en mi, y poco a poco fueron pasando los meses..
Empezó a contarme que con su novio las cosas no iban demasiado bien. Empezaba a dudar si realmente estaba enamorada de él o lo quería por costumbre y porque lo prefería a estar sola. Me contaba la cantidad de cosas que hacía con él en cuanto al sexo, las posturas en la que más le gustaba que se lo hicieran, los juguetes que usaban... Oh Dios mio! Esas conversaciones me ponian mala!
Un día tuvimoso que organizarnos por parejas para hacer una práctica en la universidad y claramente, nos pusimos juntas. Ésta consistía en poner en práctica el lenguaje no verbal. Había que demostrar afecto, pero sin articular palabra. Ella se colocó en frente de mi, y no me quitaba la vista de encima. Me miraba a los ojos. Empezaba a ponerme realmente nerviosa. De pronto, su mano acarició el lado derecho de mi cara. Seguia mirándome a los ojos... Notaba que yo me estaba poniendo nerviosa, así que me sonrió y se mordió ligeramente el labio inferior. ¿Qué me estaba pasando? ¿Cómo era posible que con solo tocarme me dejara fuera de juego?. Decidí que si ella quería, jugaríamos.
Dí un paso al frente y nuestras narices se juntaron. Podía sentir su respiración sobre mi. Pasé mi mano por su cintura, y recorrí su espalda hasta llegar a su cuello, cerré los ojos y ahí agarré con una ligera presión su pelo y sin querer solté un suspiro. No sabia si ella se habia dado cuenta. Hacía a penas 5 meses que la conocia y hasta lo que yo tenía entendido era muy hetero. Me la estaba jugando, y sentía que este tipo de juego podía poner en peligro nuestra relación. Abrí los ojos, ella seguía mirándome fijamente, le di un beso en la mejilla y me alejé. Cambiamos de pareja, y al rato acabó la clase.
De camino a casa, Paula me comentó que se había sentido muy a gusto conmigo en el ejercicio, que se había reído, y que no sabía qué le pasaba exactamente conmigo, pero que en tan poco tiempo habia conseguido ganarme su confianza y me reconoció que nunca antes había tenido con nadie una relación de complicidad como la tenía conmigo. Un momento. ¿Estaba tratando de decirme algo? Yo a penas pude articular palabra. Me justifiqué con que me dolía la cabeza, y me despedí con un beso rápido en la mejilla y me fui a casa.
Esuve toda la tarde dándole vueltas al asunto, y decidi mandarle un mensajem en el que sabía que me la estaba jugando al todo o nada.
"Hola Paula, necesito que sepas una cosa. Sé que esto puede poner en riesgo nuestra relación, pero la decisión te la estoy dejando a ti. Tú me contabas que yo para ti no era una amiga normal... Quiero que sepas que tú para mi tampoco... Tienes un no sé qué que qué sé yo que me encanta. Creo que empiezo a quererte, pero no como amiga, sino como algo más especial"
Su respuesta no se hizo esperar...
":O Jamás me imaginé que fueras capaz de decir algo así, si quieres ven a mi casa esta tarde. Estaremos solas hasta las 23 que llegan mis hermanos y mis padres y lo hablamos. Prefiero hablar este tipo de asuntos a la cara que a través del teléfono"
"Vale, alli nos vemos.· (pensé si despedirme con un " te quiero", pero era algo que pensé que si debía salir de mi boca, sería mejor que se lo dijera a la cara)
Me di una ducha mientras pensaba en voz alta lo que le diría. Empezaba a ponerme nerviosa, asi que lo dejé todo en manoso de la improvisación. Le diría lo que me saliera en el momento.
Llegué a su casa, me abrió la puerta. Ella estaba con un chándal y una sudadera. Yo llevaba unos vaqueros y una blusa azul (creo que por una vez, era yo la que más se había currado la cita). Estaba muy nerviosa, nos sentamos en el sofá. Creo que era a mi a quien le tocaba iniciar la conversación. Así lo hice.
-Paula necesito decirte algo, y por favor, no me interrumpas hasta el final.
Ella me miró y no dijo nada. No sabía bien si su gesto era de incertidumbre o de nerviosismo, pero asintió y entendí que me daba permiso para seguir hablando.
-Sabes que hace relativamente poco que nos conocemos... Pero que en estos mesos he confiado en ti como nunca lo habia hecho con nadie. Poco a poco te has ido convirtiendo en alguien fundamental en mi vida. Me acuerdo demasiadas veces al día de ti, cuando no me hablas estoy deseando que me llague un mensaje tuyo con cualquier excusa para entablar una conversación...- La miro a los ojos - Y para colmo hoy, en la clase práctica, al tenerte tan cerca me he dado cuenta de que necesitaba sentirte más cerca, no sé si me esás entendiendo Paula...
No me quita los ojos de encima, pero no dice nada. Su mirada comienza a intimidarme y se hace un silencio incómodo. Me sigue mirando. De repente noto que se acerca, no sé quien dio el primer paso, pero de repente nos estamos besando. Al principio es un beso tímido. Pero pronto se vuelve más violento y nos estamos besando con lengua. Paula se sienta a horcajadas sobre mi. No deja de besarme y de agarrarme el pelo, yo acaricio su espalda y subo hasta su cuello y ahi, tiro de su pelo hacia atrás. Le beso el cuello.. Paso mi lengua a lo largo de todo su cuello, de abajo arriba. Le agarro la cabeza y la miro fijamente a los ojos.
-Pídeme lo que quieras- articulo a decir.
-Ven conmigo.
La sigo, veo como se mueve su culo delante de mi, no puedo aguantar las ganas de quitarle la ropa y hacerle el amor. Juego con ventaja. Sé lo que le gusta. Me lo ha confesado
Me lleva hasta su cuarto. No suelo tomar la iniciativa, pero sé que a ella le gusta sentirse un poco dominada, así que tomo las riendas de la situación.
Hago que se siente en su cama y le quito la camiseta. No lleva sujetador. Eso me facilita el trabajo. Empiezo a besarle un pecho, le paso la lengua y succiono su pezón. Sé que eso le vuelve loca. Luego me paso al otro y hago lo mismo. Oigo como empieza a gemir. Me está volviendo loca...
-No pares por favor.. Me dice.
Obedezco. Estoy lamiendo y succionando sus pezones mientras acaricio su barriga un buen rato. Empiezo a excitarme yo también. Me quito mi blusa y mi sujetador, y me acuesto encima de ella... La beso mientras agarro su cabeza y le agarro de los pelos inclinando su cabeza hacia atrás. Le beso el cuello...Veo que sus ojos ya no me mirian a mi. Miran el techo.
-Quiero que me hagas lo que quieras.. - le oigo decir entre gemidos.
No la hago esperar y le quito el pantalón y las bragas... También yo me los quito eliminando toda barrera física entre ambas. La acaricio... Me vuelve loca... Su olor, su tacto; todo! Descubro que está depilada... Asi que vuelvo a lamerle los pechos mientras con mi mano me acerco a su vulva. Separo sus labios vaginales, y noto que está empapada... Le toco el clítoris con la palma de mi mano... Se estremece, y empieza a lamerme mis pezones tambien. Me agarra los pechos y me agarra el pezon y los chupa como nunca nadie me lo habia hecho. Empieza a hacer que pierda el control. Esta noche no. No quiero perderlo. Quiero que ella prefiera follarme a mi que a su novio. Así que la agarro, y empiezo a frotar su clítoris cada vez con más presión y con mas rápidez. se arquea y no para de gemir...
-Siiii.. Uf como me pones!- creo que estoy haciendo un buen trabajo. Sonrío.
Creo que es el momento justo. Empiezo a meterle un dedo, enseguida le meto dos y comienzo un mete-saca que a juzgar por su expresión, le está gustando. Me mira a los ojos. Veo que se está mordiendo la mandíbula. Sí, le gusta. Sigo metiéndole dos dedos mientras le chupo los pechos. Me coloco encima de ella para hacer presion con mi cuerpo
-Siiiii, por favorrrrr no paresssssss!!!!... AHHhh!!!! me voy a correrrrrrr!!!!!
Le hago caso, aumento la velocidad de mis dedos a la vez que empiezo a hacer un movimiento de vaivén con mi cuerpo como si la estuviera penetrando, y mi lengua sigue jugando con sus pezones... Noto que la estoy volviendo loca... Me esta pidiendo entre susurros que no pare. Yo no quiero parar... Quiero que se corra para mi.
Paro. Le doy la vuelta y hago que se ponga a cuatro patas. Sé que esta posición le encanta. Y yo me he imaginado tantas veces tenerla para mi en esa posición, que no voy a desaprovechar la oportunidad. Me pongo a cuatro patos tambien sobre ella pero sin echarle peso de mi cuerpo encima. Quiero que aguante y que disfrute. Paso mi mano sobre su ombligo, acariciándola hasta llegar de nuevo a su vagina. De esta forma, con la palma de mi mano le rozo el clítoris, y le vuelvo a meter dos dedos.. lo hago rápido, porque sé que le gusta. Empieza a mover sus caderas, y no deja de gemir... le paso el otro dedo acariciando el ano. Sus gemidos se aceleran... Se lo beso. Sé que esto no te lo esperabas. Pero lo hago porque sé que te encanta. Estoy teniendo una sonrisa de satisfacción en mi cara que sé que tu no puedes ver. Pero estoy deseando que te corras. Y sé que boy por buen camino. De repente paro. Me miras con una mirada como si me quiesieras matar. Me preguntas a donde vas pero no te contesto.
Me levanto de la cama, desaparezco unos segundos de tu vista y aparezco con un arnés.. Me sonríes... Te sonrío. Me lo coloco y hago que te tumbes en la cama y no paro de besarte... Tienes los mejores labios que he besado en toda mi vida. Quiero que te dejes hacer.
-Quiero que te corras para mi.
Y sin decir nada más te meto el arnés contigo tumbada mientras te toco los pechos con las dos manos... Dejo de tocarte un pecho para tocarte el clítoris.. Aumento la velocidad de mis embestidas.
-Quiero que me mires a los ojos. Quiero que te corras, pero que no dejes de mirarme.
Obedeces. Sonrío. Sólo se oye el ruido del cabcero de la cama, mis embestidas y tus gemidos. Estoy disfrutando.
-Más, por favor, fóllame...quiero correrme.
Sé lo que quieres decir. AUmento la velocidad de mis envestidas mientras te toco el clítoris y te chupo las tetas.. No dejas de mirarme. Oigo como gimes más rapido y con más intensidad.. empiezas a arquear la espalda, me incorporo sobre tu cuerpo y no dejas de mirarme. No dejo de penetrarte y de tocarte el clitoris...
-Síii!!! SIIIII!!!! NO PARES!!! Ah, ah.. ufff!! ME corro...
De repente noto la contraccion de tu vagina que me pide entrar el arnés con facilidad. Lo saco, te meto dos dedos, te has corrido. te beso el clítoris. Estás recuperando tu respiración. me acuesto a tu lado y empiezo a besarte, a acariciarte... Te corriste, estoy satisfecha. Sé que vendrás a pedirme más porque sé lo que te gusta el sexo.
Por mi parte misión cumplida. Sabía lo que querías. Te abrazo y nos quedamos descansadno unos minutos. Después nos vestimos. Sé que tus padres están a punto de llegar.
Vamos al sofá y nos ponemos a ver la tele como si nada hubiera pasado.