Errores...I
Antes solo habia comentado cosas malas y cosas buenas ahora me toca recibir esos comentarios a mi.. Gracias...
Buenas, este es mi primer relato y no lo habia publicado el domingo porque para poder publicar algo aqui tienes que ser de ESPAÑA y lo supe porque alguien lo colocó al final de su relato...
ALGO MUY IMPORTATE: ESTE RELATO ES COMPLETAMENTE REAL, TODO ESTO ME PASO. ASÍ QUE QUITENSE LA IDEA QUE ES FANTASIA.
Yo soy venezolano tengo 20 años, cabello corto y oscuro, mido 1.90 cm de alto, tengo algo de pansita jejeje... Soy de puerto cabello y estudio en el Iutepal (una universidad privada), aqui les contaré mi vida y le doy gracias a PSPP por hacer esto posible y de antemano a RigoSama, sin mas nada que decir hay les va sin anestecia. jejeje..
En este relato me llamo Jason, no se puso mi verdadero nombre por obvias razones en cambio los demas son los correctos...
ERRORES (I)
Todo comenzó el año pasado por Septiembre (antes que nada quiero aclarar que yo estoy absolutamente seguro que me gustan los hombres pero no lo demuestro y tampoco quiero demostrarlo, esto se debe a la sociedad y a la familia, y la mía no es la excepción, es mega - homofóbica)
Conocí a un compañero de clases ya que él se cambió de turno de la noche a la mañana porque se le hacía muy difícil estar pagando taxis 5 veces a la semana.
Yo ni le paré porque no me llamo la atención, pasaron dos semanas y nada hasta que un día nos encontramos en el bus, vía a la universidad, lo saludé por cortesía (ya que uno lo hace por el simple hecho de que estudia con uno), él estaba en los últimos puestos y había un lugar vacío a su lado, así que me dirigí hasta allí, hablamos cosas tontas sobre la Universidad y esas cosas, luego me pregunta que si yo trabajo a lo que le respondo que si, en un hotel como recepcionista en el turno de noche, él me preguntó que si yo no duermo, a lo que respondí que un poco, porque yo trabajo de 9 pm a 7 am, de ahí me voy a tomar clases hasta las 12 del día, después voy a mi casa a almorzar y a dormir un poco para volver con la rutina, además de mencionar que, si antes no tenía vida social, ahora menos. Llegamos a nuestro destino y en eso me pide mi número de celular que con gusto le proporcioné.
Después de unas semanas (segunda de semana de Obtubre) recibo un mensaje que decía: “ quiero culo, quiero culo ”, el cual respondí con un “ si quieres uno vete a un hotel con una puta ”, pero él me envió otro que decía “ yo no quiero el de una puta, sino el tuyo, yo sé que eres virgen y yo quiero ser el primero en probarlo”.
No voy a negar que me excitó la idea de estar con un hombre, porque quería experimentarlo todo, ya que nunca había experimentado algo así en mi vida, jamás había besado a nadie (ni hombre ni mujer) . Entonces respondí su mensaje:
- Yo: ¿Qué te pasa, maricón (me dolió mucho escribir eso) a mi me gustan las mujeres, así que deja de molestarme.
El siguió mandándome mensajes pero no le respondí; después de eso, a finales de octubre, estaba en la biblioteca cuando sentí a alguien detrás de mí que confirmé su presencia porque oí su voz diciéndome: quiero culo, quiero culo.
En ese momento se me erizó todos los vellos del cuerpo, cuando volteé. me encontré con el mismo chavo que había visto en el autobús; quedé embobado porque venía vestido con ropas demasiado ajustadas (tanto que se le veía que iba al gimnasio como todo el mundo.. que puedo decir, me gustó lo que vi).
Yo le exigí que dejara de molestar porque esos no eran juegos, después nos pusimos a estudiar porque ese día teníamos un examen y, además, debíamos presentar una exposición, cuando terminamos de hacerlo, él me dijo: (ah!.. Se llama Xavier.
Xavier - Todavía quería hacerlo, no tengas miedo, yo lo hago sabroso y vas a disfrutar como nunca.
Me quedé con la boca abierta ante ese comentario, pero me desperté rápido y le dije que eso no va conmigo, después nos fuimos a clases.
Después de ese día él me enviaba fotos de su pene parado, mensajes extremadamente excitantes, además de enviarme algunos videos. Yo me hubiera decidido a aceptarlo desde un principio pero soy muy negativo y, además, soy extremadamente tímido. Yo le dije que no volviera a mandarme ese tipo de mensajes, porque si no, iba a publicar esas fotos en la red (Facebook), y funcionó muy bien lo que le dije porque él ya no volvió a enviarme mas mensajes.
Terminó el semestre en diciembre, ya que el semestre en mi universidad dura sólo 16 semanas, y las próximas clases iniciarían en enero, me alivió no seguir recibiendo esos mensajes pero me dio tristeza no volverlos a recibir.
A mediados de enero, cuando comenzó el siguiente semestre me inscribí en el gimnasio de la universidad y al voleibol, además, se integraron 5 alumnos a mi grupo porque decidieron cambiar de carreras.
Entre ellos había un chavo que era muy creído, desde que llegó, las chicas del salón se volvieron locas por él en cuanto lo vieron. Desde ese día él me buscó para que lo ayudara en una actividad en pareja sobre presupuesto, yo accedí de mala gana, ya que mi compañero no había llegado y la profesora dijo que si no estaba no contaba, y me quedaría con los que no habían llegado.
Desde ese día, aunque ya no estábamos haciendo equipo, me buscaba para que lo ayudara en la materia, al principio no quería hacerlo, pero no tenía nada que perder. Empezamos a estar casi todo el tiempo juntos en mi lugar preferido en el último piso de la universidad cerca de la escaleras de emergencia (me gustaba la tranquilidad, además de estar con él allá arriba porque siempre encontrábamos algo nuevo de que hablar, incluso había hablado más con él en 3 meses que con mi papá en los últimos 20 años).
Cuando le conté que iba al gimnasio a practicar voleibol, el miércoles de esa misma semana, subió a practicarlo también, al finalizar el partido yo estaba cansado y sudado por todos lados, así que decidí retirarme porque no me gusta estar cerca de otras personas cuando estoy así. A lo lejos vi que él se acercaba y se sentaba a mi lado, como a 30 cm (no le para mucho porque estoy pendiente del partido), en eso sentí que me tocaba el hombro y me lo jalaba lento para que volteara y me dijo:
- Jason, tengo algo que contarte – me dijo – «Lo que me faltaba ¿ahora qué le habrá pasado a éste?»
- Yo: Dime – le respondí en un tono bajo y comprensivo ya que nunca me ha gustado dañar a las personas con palabras y mucho menos a golpes, soy muy pacífico)
- Fernando: Es muy difícil para mí decirlo.
- Yo: Tranquilo respira profundo y cuéntamelo, estamos en confianza.
- Fernando: Vale – dijo – ahí te va, Jason... lo que pasa... es... es que tú… tú me… me gustas mucho – dijo.
No supe qué decir, me quedé con la boca abierta, nunca esperé esto de nadie, y menos de él que siempre andaba con mujeres a lado todo el tiempo.
- Fer: dime algo – dijo – lo que sea, me tienes en suspenso.
Pensé primero mi respuesta muy cuidadosamente, hasta que le respondí cuando ya me sentía seguro de hablar.
- Yo: Perdón, pero a mí no me gustan los hombres – se lo dije con todo el cariño para no lastimarlo diciéndole una directa – nosotros podemos ser amigos porque yo no tengo problemas contigo (en verdad lo que provocaba era decirle que si y darnos un beso, pero maldigo mi timidez, soy muy inseguro).
Fer: pero dame una oportunidad de demostrarte lo que siento por ti ¿vale?
Yo: no me vas a demostrar nada porque a mi no me gustan los hombres ¿Cómo te la voy a dar?
- Fer: aunque no me la des tú, no me rendiré hasta que cambies de opinión.
Fer se fue y yo me quede pensando en el error que acababa de cometer. Desde ese día cada vez que nos veíamos, él me picaba el ojo y nos reíamos con disimulo.
Así pasaron dos meses y seguimos hablando de todo un poco. Hace dos semanas, como hacíamos casi todos los días, subíamos al gimnasio donde en la última parte quedaban las escaleras de emergencia en las cuales nos pusimos a platicar, todo iba bien hasta que le dije:
- Yo: Fernando, es mejor que dejes los acosos y las insinuaciones, me incomodas (le mentí) te lo suplico.
- Fer: ¿Acaso no has cambiado de opinión sobre mi?
- Yo: Eh.. yo.. bue.. bue.. bueno… - tartamudeaba y no me salían las palabras - un poco – dije mientras veía cómo sus ojos se empezaban a invadir de pequeñas lágrimas que no rodaron, pero marcaban una gran emoción.
- Fer: ¿Te das cuenta que el que persevera alcanza?
- Yo: Creía que ese dicho era mentira. Jeje – lo corte diciéndole: eso no quiere decir que desde mañana vamos a tirar o a estar de novios.
- Fer: Pero ¿por qué?
- Yo: Bueno, pues, porque... porque... – no sabía qué responder, pero pronto se me ocurrió algo – porque nunca he tenido novias y mucho menos novios y todo esto es nuevo para mi, además… yo… bueno, yo soy... vir... vir… virgen – le dije con rapidez.
Cuando Fer escuchó eso, no hizo más que reírse a carcajadas, para después retomar la conversación:
- Fer: ¡jajajajajaja! – se carcajeaba – ¿en serio eres virgen?
- Yo: ¡Fer! – le dije apenado - ¡Basta! – le supliqué apenado
- Fer: Vale, entiendo, discúlpame – me empezó a decir – pero ya lo sabía ¡jajaja!
- Yo: ¿Cómo lo supiste? – le pregunté sorprendido.
- Fer: La verdad, no lo aparentas, para nada.
- Yo: Bueno, basta, que ya no se puede hacer nada.
- Fer: Cambiando de tema – volvió a decir – quiero saber si ¿podrías ir a mi casa cuando terminen las clases para practicar presupuesto? – le pregunté – recuerda que la evaluación es el jueves y además es en pareja – le recordé – ¿qué dices? ¿lo hacemos los dos?
- Yo: Sí y no – empecé a decir - si quiero ir a tu casa pero no puedo hacer contigo la evaluación porque ya tengo con quien hacerlo.
- Fer: ¿Y se puede saber con quién lo vas a hacer?
- Yo: Con Miguel, el de la biblioteca – le respondí - ¿Te molesta?
- Fer: te voy a pedir algo.
- Yo: ¿Qué cosa?
- Fer: No hagas esa evaluación con él porque he visto que te mira con unos ojos como si fueran a comerte completo.
- Yo: ¿y como lo sabes?
- Fer: Porque yo también te hacia ese tipo de miradas, pero nunca te das cuenta de nada, y menos de las personas que te rodean.
- Yo: Fer – le dije – no quiero ser grosero, pero la profesora ya sabe que voy a trabajar con él y ya no puedo hacer cambios, además, él y yo solo somos compañeros de clases.
- Fer: Discúlpame – me suplicó – ¿Puedo decirte “papi” o “mi amor” y otras cosas?
Yo: Solamente por mensajes y cuando estemos solos – le respondí - no quiero que las personas vayan a pensar que uno es gay.
- Fer: Está bien – me respondió – está bien mi amor bello, ¡jejeje!
- Yo: Me tengo que ir ya – le dije – se me está haciendo tarde para entrar a mis clases.
- Fer: Bueno, vamos.
Nos fuimos a clases, a esa hora nos tocaba Contabilidad de costos que, por cierto, es una materia demasiado aburrida, estando en clases, Fernando no dejaba de mandarme mensajes que, cuando los leía, me alegraban el día, él me escribía cosas como: “te quiero mucho”, “nunca te abandonaré”, “te adoro”, etc…, me alegraba porque nadie me había dicho antes esas cosas tan bonitas, me sentía feliz.
Cuando se terminó la clase, me dirigí a la puerta del aula para salir al pasillo, pero él me agarró de la mano y me acercó a su cuerpo para decirme:
Fer: Jason, quiero que estemos juntos...
Al escuchar eso, me entró una sensación agradable, una sensación de paz que me hacía sentir cómodo, nos fuimos al estacionamiento para buscar su auto (ni siquiera sabía que manejaba, ya que nunca habíamos hablado de eso) para irnos a su departamento, cuando llegamos, me di cuenta de que era muy pequeña para una familia, cosa que me extrañó, a lo cuál lo único que pude hacer fue preguntar:
- Yo: Fer – le dije – ¿vives solo?
- Fer: Si – me respondió – ¿por qué?
- Yo: Porque pensé que vivías con tu familia, como me habías dicho que se mudaron todos a la ciudad…
- Fer: Sí – dijo – pero preferí vivir solo, además, este apartamento es mío – me dijo – mi tío me lo regaló en mi cumpleaños.
- Yo: Pues qué suerte tienes – le respondí – me gustaría tener un tío así.
- Fer: Eso no importa – dijo – además, puedes venir aquí cuando quieras – me dijo – Jason, ve preparando las cosas, voy a ducharme rápido para que podamos hacer la evaluación.
Al oír eso, me acordé de aquellos relatos eróticos gay en donde los chavos siempre salen con la toalla amarrada a la cintura después de bañarse para exhibirse, entonces le dije:
- Yo: Mejor te bañas después, te refrescas con el aire, y practicamos ¿qué te parece?
- Fer: Me parece una buena idea – me dijo – así no tardaremos mucho y te dará tiempo para que duermas y vayas descansado al hotel.
- Yo: Claro – le aseguré - terminamos de practicar y me voy a mi casa.
- Fer: Vale – me respondió – pues, manos a la obra.
Nos pusimos a trabajar y más o menos una hora y media después terminamos los ejercicios de presupuesto que nos habían solicitado resolver, duré como veinte minutos más haciéndolos, pero no podía seguir sin comer, así que le pregunté si quería algo, y me dijo que quería cocinar, supongo que quería hacer tiempo para después sugerirme que me quede, pero le dije que mejor se comprara un pan y un jugo, ya que es mas rápido y, además, es sabroso, total que fui a comprarlos y nos los comimos en el carro antes de regresar a mi casa. Le di una dirección errónea para que no supiera donde vivía. Antes de bajarme intentó darme un beso, pero me asusté de nuevo, me puse nervioso y salí del carro, me despedí haciendo señas con la mano y él respondió igual, cuando lo vi alejándose en su auto, me quedé pensando en esa gran oportunidad que tuve para besar a alguien por primera vez, pero arruiné el momento. Comenzamos a tener una amistad rara, casi era como un noviazgo, pero no se podía considerar como tal, pero hace un poco más de un mes, terminamos cualquier tipo de relación que había entre nosotros porque aun recordaba la mala experiencia que tuve con tres tipos hace como unos tres años atrás.
Habían pasado tres semanas, casi cuatro, de haber terminado nuestra relación cuando lo volví a ver, recuerdo que fue miércoles, el encuentro fue demasiado doloroso, ya que él no entendió mis razones del porqué había actuado así y me pidió dejarlo en paz, que no lo buscara más, me exigió la llave de su departamento y al día siguiente lo busqué de nuevo para pedirle disculpas nuevamente, cuando lo vi salir del ascensor, traté de bloquear su camino, él estaba tratando de escapar pero no pudo hacerlo porque lo sujeté de la espalda y empezamos a forcejear, cayendo al suelo que estaba cubierto por una alfombra, yo aproveché el momento en que él estaba inmóvil y le pedí disculpas por no haberle dicho nada antes:
- Jason: Fer – le dije – perdóname.
- Fer: No.
- Jason: De verdad lo siento – le dije – perdón por no habértelo dicho antes.
- Fer: ¿Y por qué no me lo habías dicho?
- Jason: Por miedo, pensé que ibas a reaccionar mal.
- Fer: Ya no tiene caso hablar de eso – me dijo mientras trataba de sujetarlo.
- Jason: ¡Suéltame! – me gritó – no quiero nada contigo.
Cuando escuché aquellas palabras otra vez, me dio tanta rabia que lo golpeé en el estómago, a pesar de no ser una persona agresiva, el golpe fue tan duro que estuvo a un paso de asfixiarse, pero como pudo me golpeó en el mismo lugar, con lo cual yo caí al suelo a causa del dolor mientras él entraba a su apartamento, me quedé en el suelo, cuando me recuperé del golpe, empecé a llorar porque sabía que lo había perdido… daría cualquier cosa por estar a su lado, simplemente con estar junto a él me bastaría. Traté de levantarme y, cuando lo logré, me fui a mi casa.
Bueno no me queda mas nada que decirles..... Espero sus comentarios..
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