Errores y aciertos 3

Sigue la historia de Sergey

Errores y aciertos 3

SERGEY

Antes de irme de esa cafetería di media vuelta y volví a mirar a Lara, ella levantó la cabeza y me miro con todo los ojos rojos del llanto, no podíamos acabar así, fui muy feliz a su lado, me volví a sentar y le pregunté.

Sergey- ¿Por qué?, ¿ya no eras feliz conmigo?

Lara- Claro que he sido feliz a tu lado.

Sergey- Han sido muchos años y te voy a dar la oportunidad de darme tu versión.

Lara tomó aire y me empezó a relatar lo ocurrido desde el principio.

LARA

Todo empezó cuando entre a trabajar en el bufete como pasante, Ricardo enseguida me echo el ojo, era muy amable conmigo, me aconsejaba y abecés se quedaba conmigo hasta tarde, invitándome a cenar después.

En una de las cenas me insinuó lo bien que me quedaba el vestido, me puse un vestido rojo con bastante escote y unos zapatos rojos a juego con el vestido, la verdad es que ese vestido realzaba mi figura y en tomo esa prenda como una invitación.

Yo supe sus intenciones desde el principio, pero era mi jefe y no quería habladurías, quería ascender por mis propios méritos no por acostarme con mi jefe, pero todo cambio una mañana que entre en el baño y escuche una conversación de dos de mis compañeras.

Compañera 1- Anoche follé con Ricardo y fue mucho mejor de lo que me esperaba.

Compañera 2- ¿Tan bueno es?

Compañera 1- Si lo es, me tuvo excitada durante toda la cenas, después fuimos a un local de copas y en la pista de baile me estuvo restregando su polla en mi culo durante una hora, al final de la noche le estaba rogando que me bajara la calentura.

Compañera 2- ¿Y tu novio?

Compañera 1- Ojos que no ven, si tienes la oportunidad pruébalo no volverás a tener ganas de follar con tu marido.

Las dos terminaron riéndose y la conversación acabo allí pues entro más gente al lavabo.

Me pico la curiosidad, además de que era verdad ese hombre tenía la capacidad de mantenerte cachonda todo el día, esa misma mañana lo decidí por eso me puse ese vestido, y ocurrió como lo habían dicho, acabe la noche pidiendo que me follara.

Termine en la habitación de un hotel con el vestido puesto a cuatro patas mirándome en el espejo que había delante de la cama la cara de cachonda que tenía mientras era penetrada salvajemente por Ricardo.

Ricardo además tenía una polla por encima de la media, no tenía una polla grandísima, pero si más grande de las que había probado hasta ese momento, quiso follarme el culo, pero se lo impedí, era virgen y guardaba ese agujero para alguien a quien amara.

Estuvimos follando dos horas más antes de que me dejara delante del portal de mi piso, no pude dormir en toda la noche me masturbe tres veces hasta dejarme el coño tan irritado que me molestaba hasta mear.

Seguí follando con Ricardo durante un tiempo, pero ocurrió algo que cambio todo.

Sergey- ¿El que?

Lara- Que apareciste tú,

El día que entraste en el bufete para qué tuviéramos la región me faltaba el aire, solo había hablado contigo por teléfono, pero esa voz varonil con ese acento hacía que me derritiera, pero cuando te tuve delante me enamore perdidamente.

Siempre me había reído del dicho amor a primera vista, pues a mí me sucedió, me sudaban las manos notaba algo raro en el estómago y tartamudeaba.

Parecía una chiquilla de quince años, empezamos a quedar para comer o cenar y aunque eran comidas y cenas de negocios yo me conformaba con tenerte delante.

Ricardo se dio cuenta de que yo ya no estaba interesada en quedar con él, la verdad que se lo tomo bien seguramente ya tendría a otra en su cama, y llego el día de tu cumpleaños donde tuve el mejor sexo de mi vida, no lo digo para hacer la pelota no me pongas esa cara.

Es verdad lo que te digo, tengo dos días enmarcados en mi vida, la noche que hicimos el amor por primera vez y el día de nuestra boda, el sí que dije fue real yo te amaba, te amo todavía aunque no te lo creas.

Eras un hombre fuerte con carácter, pero también comprensivo y cariñoso, pocas personas saben lo diferente que eres dentro de casa y fuera.

Ricardo empezó a rondarme al año de casarnos, yo le ignoraba ya te tenía a ti que me llenabas en el plano sexual y sentimental, reconozco que sentí muchos celos de Anastasia, sobre todo al principio, tienes una relación con ella que no tienes con nadie más.

Pero me demostrabas lo enamorado que estabas de mí todos los días y decidí darla una oportunidad y me encontré con una mujer encantadora y nos hicimos amigas, desde ese momento deje de sentirme amenazada por ella, con ella tenías algo especial, pero conmigo tenías amor.

Ricardo seguía insistiendo y cometí el error de abrirle la puerta, estaba tan segura de lo que sentía por ti que me sentía invulnerable y se aprovechó de eso, cada vez que quedábamos mis negativas cada vez eran menos convincentes.

Un día que quede con Anastasia apareció Ricardo, como yo no le hacía caso lo intento con ella, pero esa mujer es como un muro y al final desistió, me advirtió que tuviera cuidado con ese tipo de hombres que eran de lo que dejaban tierra quemada por donde pisaban.

Pasadas unas semanas entro en mi despacho cerro las cortinas y saco un DVD, al ponerlo en el lector apareció un video de la habitación de un hotel, no se veía bien ni a la mujer ni al hombre, pero la voz del hombre si se escuchaba y era la tuya.

Ese día me rompí, sentí tanta ira y frustración que accedí a follar con el otra vez, cosa que le puso muy contento, también accedí a que me rompiera el culo cosa que te había negado a ti tantas veces.

Me sentía humillada y engañada por ti por eso notaste esas ganas de humillarte quería devolvértela multiplicada por mil, el sexo anal me dolió, pero la satisfacción de saber que lo ibas a ver compensaba ese dolor.

Eso pasó dos meses antes de nuestro aniversario, por eso me notabas tan rara contigo, después de esa noche solo follé con el dos veces más, él no eras tú, fuera de la cama no me aportaba nada.

El día de nuestro aniversario fue duro para mí, un día que tenía que ser feliz para los dos se había convertido en tragedia por tu culpa, eso creía entonces y decidí entre lágrimas escribir venganza en el segundo DVD y dejártelos con mi alianza.

Después de ese día solo me dedico a ir del trabajo a mi casa, no he vuelto a tener contacto con Ricardo.

SERGEY

No me esperaba esto, no tengo duda de que me había amado y me amaba, pero el simple hecho de verle follando con otro se me atraganta, no puedo volver con ella, además de no concederme el beneficio de la duda.

Sergey- No volveré contigo, después de verte follando con otro hombre me es imposible, pero dame tiempo y en un futuro cercano podríamos ser amigos si tú quieres claro.

Lara- Me encanaría.

Lara se levantó parecía más animada, como si se habría quitado un gran peso de encima, me dio un beso en la mejilla y se fue.

Yo volví a mi casa me pegue una ducha y espere a que mi hermana y mi cuñada vinieran de hacer compras, cuando entraron en casa traían bolsas como para verter a toda la manzana, yo las miraba asustado.

Irina- No nos mires así hermanito, son una compritas.

Sergey- Si tú lo dices.

Mikoto se fue a la habitación de invitados riéndose y mi hermana se sentó a mi lado.

Irina- ¿Qué tal ha ido?

Sergey- Ha firmado los papeles del divorcio y le he dado la oportunidad de explicarse, me amaba, pero se sentía atraída por su jefe y si a eso se le suma el video, destrucción del matrimonio.

Irina- Pareces más tranquilo.

Sergey- Si me he quitado un gran peso de encima, le he dicho que me dé tiempo, que podremos ser amigos si ella quiere, ¿qué opinas de eso?

Irina- Si es lo que quieres adelante sabes que te apoyaré.

Irina- ¿Y Anastasia?

Sergey- ¿Qué pasa con anastasia?

Irina- ¡No me tomes por tonta hermano!, te ha vuelto esa mirada que desapareció el tiempo que estuviste con Lara.

Sergey- Son cosas tuyas, además tiene pareja.

Mi hermana me miro raro como si supiera algo que no me podía contar, la conversación se acabó ahí.

Cenamos algo y me fui directo a la cama, habían sido demasiadas tensiones y mi cuerpo se había resentido.

Al día siguiente llegue pronto a la oficina, Anastasia se encontraba allí, parecía que estaba contrariada, me saludo y yo me dirigí a mi despacho.

Más tarde en la hora de descanso vería si averiguaba que es lo que le ocurría, no hizo falta esperar tanto.

Me encontraba pasando unos apuntes a limpio cuando entro alguien a mi despacho hecho un basilisco llamándome de todo y amenazándome, levante la cabeza y ahí se encontraba el novio de Anastasia gritando y gesticulando como un loco.

Me pregunté a mi mismo porque me estaba gritando a mí.

Sergey- ¿Te puedo ayudar en algo?

Novio de Anastasia- No te acerques a mi novia te lo prohíbo, si lo haces atente a las consecuencias.

No me gusta que me amenacen, se lo ice saber.

Sergey- ¡No me gusta que me amenacen, y menos sin tener motivos!

Novio de Anastasia- El otro día pasó la noche en tu casa, que sea la última vez.

Sergey- Lo primero Anastasia no es de tu propiedad lo segundo, ella podrá pasar las noches que quiera en mi casa y tú no eres nadie para prohibir verla, ya lo hacía antes de que tú aparecieras en su vida.

No lo vi venir, me pego una ostia en toda la cara que me estampo contra la librería, tirando todos los libros al suelo.

Sentado desde el suelo lo miré, según me levantara se iba a enterar este macarra de quien era yo, en ese momento llego Anastasia y de un grito hizo que su novio se diera la vuelta y se calmara, también me miro a mí diciendo que no con la cabeza.

Se llevó a su novio fuera del edificio mientras yo me limpiaba el labio partido, mientras pensaba en la mala suerte que tenía con las mujeres ostias.

Alguien toco la puerta de mi despacho con los nudillos y era Anastasia.

Anastasia- ¿Estás bien?

Sergey- Si, lo único dañado es mi orgullo, pero ya se curara.

Anastasia- Ya sé yo como curas tú las cosas, prométeme que no aras nada, aunque te provoque no le tocaras un pelo, ¡prométemelo!

Sergey- Te lo prometo.

Anastasia sabia que cumpliría lo prometido porque se lo había prometido a ella, salió más tranquila y relajada del despacho.

Yo me fui al gimnasio para quemar toda esa mala ostia que me recorría el cuerpo, que le había dado a ese tío, me acababa de enterar de que mi mujer me había sido infiel, que repensaba que lo primero que iba a hacer era follarme a Anastasia.

Eso no lo haría nunca, Anastasia era muy importante para mí.

Cuando llegue a casa, mi hermana me dijo que habíamos conseguido un nuevo cliente y que en un par de semanas haríamos una fiesta.

Sergey- ¿De la fiesta te encargas tu no hermanita?

Irina- Sí.

Sergey- Entonces vale, por mí de acuerdo.

Irina- ¡Mira que eres vago!

Mikoto se reía a mandíbula partida mientras yo ponía cara de no haber roto un plato, los días pasaron y una noche que estábamos los tres viendo una película, cuando sonó el timbre de la puerta.

Irina fue a abrir y se encontró con una Anastasia hecha polvo llorando, la abrazo y le pregunto.

Irina- ¿Qué ha ocurrido Anastasia?

Anastasia- He discutido con Alberto (novio de anastasia) y me he ido de casa, ¿puedo quedarme aquí unos días?

Sergey- Quédate mi habitación yo dormiré en el sofá.

Anastasia- ¡Ya no puedo más, está obsesionado que le engaño contigo y no se le va de la cabeza!

Sergey- Puedes quedarte cuanto quieras y deberías poner tierra de por medio con ese tío, actúa como un maltratador.

Irina y Mikoto opinaban como yo, miraron a Anastasia y le dijeron que no estaba sola y que nosotros la apoyaríamos.

Yo me salí a la terraza, estaba muy cabreado con ese tío, tenía la gran suerte de tener a Anastasia como novia, yo jamás la habría tratado así yo. Negar desde hace tiempo

Me pare en seco, porque el final de esa frase era que yo la amaba, la amaba ya me había dicho a mi mismo lo que me intentaba negar desde hace tiempo, ahora tenía que decírselo a ella, esperaría a que estuviera más tranquila.

Pase la noche en vela, después de mucho tiempo veía luz al final del túnel, si Anastasia terminaba siendo mi pareja sería el hombre más feliz del mundo.

Paso la última semana y llego el día de la fiesta, a ponerse el traje caro y la maldita corbata, como odiaba esa prenda, valga decir que no tenía ni idea de cómo hacerme el nudo.

Anastasia me vio delante del espejo intentando veta a saber que porque un nodo de corbata ya os digo yo que no, sonrió y me lo hizo ella, me eche un último vistazo al espejo y lo primero que me vino a la mente fue lo guapa que estaba Anastasia con ese vestido de noche negro con la espalda al aire, unos zapatos de tacón negros y ese pelo rojo como el fuego rizado que le llegaba hasta la mitad de la espalda.

Si llego a tener un anillo a mano le pido matrimonio in situ, me conforme con cogerle del brazo y así salimos a coger el coche para ir a la fiesta.

Mi hermana había alquilado una casa tipo palacio, pero en más pequeño con jardines amplios, en ellos puso carpas con distintas músicas para gustos de todos.

Llevábamos dos horas y yo ya estaba que me subía por las paredes que aburrimiento, eso cambiaria pasado una media hora, de repente apareció el exnovio de Anastasia con unos amigos y parecían que buscaban a alguien, yo estaba en la entrada de la estancia que había que subir unas escaleras apoyado en la barandilla, pude ver cuando el energúmeno poso su mirada sobre mí.

Vino corriendo y me pego un empujón, por la inercia choqué contra la puerta que se abrió cayéndome yo al suelo, Alberto y sus compinches empezaron a pegarme patadas y puñetazos (yo no me defendí, lo había prometido, no pensaba romper la promesa que le había hecho a anastasia), uno de ellos me levanto y mientras me sujetaban entre dos, Alberto me dio puñetazos en el estómago y en la cara, uno de ellos me partió la ceja y por la sangre no podía ver bien.

Cuando se cansaron de pegarme, me cogieron entre Alberto y otro amigo y me lanzaron por encima de la barandilla y caí sobre una de las carpas aterrizando sobre la mesa de mezclas de DJ.

Alberto bajo ufano y riéndose a seguir pegándome cuando Anastasia se puso en medio y le propino un tortazo que le hizo retroceder.

Anastasia- Eres un imbécil Alberto, esta vez la has cagado y yo no pienso ayudarte más.

Alberto- Me tengo que asustar de este, mira como lo he dejado es un mierdecilla y la siguiente vez será peor.

Anastasia- Será peor para ti, si no se ha defendido es por lo mismo que te pedí a ti, que no hicieras nada, él ha cumplido tú no.

Alberto se empezó a reír y dijo que me lo merecía por robarle la novia, en ese momento Anastasia se acercó al oído de Alberto y le dijo algo que lo dejo blanco.

Alberto- ¡Mientes!

Anastasia- No miento, lo que te he dicho es la verdad, tan verdad como que Sergey me ha demostrado que es un hombre de palabra y tu un chiquillo que no piensa en las consecuencias.

Anastasia- No sé lo que decidirá Sergey, pero si decide ir a por ti yo no pienso detenerle, te lo has buscado tu solito.

Irina estaba agarrando a Mikoto para que esta no reventara a los intrusos por lo que habían hecho, Anastasia llamo a una ambulancia y a la policía.

Anastasia- He llamado a la policía, espero que cuando lleguen sigas aquí y te hagas responsable de tus actos.

Y mientras yo inconsciente, no me entere del viaje hasta el hospital, hecho un guiñapo, no sé cuanto tiempo llevaba inconsciente cuando desperté en una habitación que no reconocía, lo que sí que recocí es a la persona que me estaba agarrando la mano.

Mi querida Anastasia.

Continuará.