Error de conexión

Cibersexo con un final inesperado

Tenía la costumbre de hacer la misma rutina diaria, volvía de trabajar y se sentaba delante del ordenador, a revisar los correos y a escribir un rato en su gran proyecto frustrado, una novela que llevaba intentando acabar dos años. Era un tio normal, todavía no había cumplido los treinta y no había tenido suerte en sus relaciones, con lo que poco a poco se volvió adicto a las páginas porno. Esa noche había recibido muchos correos spam y entre ellos había varios anuncios de webs pornograficas, pero solamente uno le llamó la atención. En el había una chica pelirroja, con una mirada muy penetrante y ojos verdes que decía “La única experiencia inmersiva de internet, nunca experimentarás nada igual”. Al principio no le dió importancia, pero durante varios días esa idea, sumada a sus excasas espectativas sexuales con mujeres reales de su entorno, caló profundamente, y una noche se decidió a clicar. Aparentemente el link era una página muy sencilla, que preguntaba lo habitual, si eres mayor de dieciocho, si das tu consentimiento bla bla blaa lo que él clicó si casi sin leer a todos los mensajes emergentes. Quería volver a ver aquella preciosa chica, masturbarse con ella y vaciar todas sus frustraciones en una larga paja antes de irse a dormir. Llegó a la página de conexión, que le pidió el modo de pago, él tecleó su número de tarjeta, con la que gastaba considerablemente en este tipo de servicios debido a su soledad...aunque ya no le importaba, era su único vicio. Entró en la página y pudo ver una introducción en video, donde la chica, en una habitación blanca muy aséptica se presentaba, vestida con un conjunto de encaje negro muy transparente.

-Bienvenido Óscar- él se sorprendió ya que no había dado su nombre real en aquella página, y aquello era un video grabado...qué estaba pasando? Le dió con miedo a la pausa, pero los ojos de aquella chica y su cuerpo prácticamente desnudo le provocaron una erección que ahora agarraba por encima de su boxer con la mano izquierda mientras con la derecha sujetaba el ratón del ordenador. Qué más da? Pensó. Será un software que cambia el nombre en el video según el usuario. Habrán sacado su nombre de su cuenta de pago? Sin fiarse del todo volvió a darle al botón de inicio mientras observaba con detalle aquél cuerpo escultural, con unos pechos grandes pero proporcionados, un cuerpo atlético y firme con una piel blanca que parecía de porcelana. Podía ver que iba completamente depilada, eso le excitaba todavía más, era como si aquella chica de voz sensual y mirada penetrante estuviera hecha para complacerle. Al activar el vídeo deslizó la goma de su ropa interior hacia abajo, liberando su polla erecta que goteaba ahora mojada por la excitación.

-Bienvenido Óscar, no tengas miedo, lo sé todo sobre tí. Quieres salir de tu rutina? Tener una experiencia inmersiva única? Quieres tenerme para ti solo? Follarme? Hacerme todo lo que has soñado? Solamente tienes que escuchar mi voz y mirar fijamente mis ojos...relájate y déjate llevar por el placer, siente como mi voz acaricia tu alma...

No podía dejar de mirarla y poco a poco sintió que se caía en un vacío inmenso, como cuando te caes en un sueño y al cabo de un instante despiertas sobresaltado. Él sintió un escalofrío en la espalda y al despertar se dio cuenta que no estaba en su habitación, estaba en aquella sala blanca donde la chica le había hablado sentado en una cama enorme. Antes que pudiera darse cuenta notó una caricia en su cuello y dos manos perfectas recorrieron su pecho por debajo de la camiseta acariciando su vello y tocando sus pezones...era ella! Pero como podía ser?

-Donde estoy? Dijo él girándose.

-Relajate. Estás conmigo, aquí nada malo puede pasarte.

-Como he llegado aquí?

-Mira- le señaló girándole el rostro hacia una pared de cristal enorme. Estás allí en tu habitación delante del ordenador. Esto solamente es parte de tu experiencia inmersiva. Bienvenido.

Y vió como la chica se sentaba delante de él, mirándole.

-Y ahora que? Dijo él.

-Ahora, lo que quieras. Soy toda tuya. Dijo ella sonriendo.

-Lo que quiera? Preguntó el de nuevo.

-Lo que quieras. Estoy aquí para tu placer.

Él dudó un instante pero en seguida se acercó a la chica que esperaba paciente que él diera el primer paso. Recorrió con los dedos incrédulos todavía el rostro de ella, podía notarlo todo tan real! Su cabello suave, su piel cálida...rozó sus labios y al pasar sus dedos ella le lamió las yemas con la punta de la lengua. Podía sentirlo todo! Su miembro se puso todavía más duro y se bajó los boxers y se quitó la camiseta impaciente. Acercó sus manos a los pechos de ella, podía notar como los pezones se endurecían mientras ella gemía levemente. El contacto con la lencería negra era excitante, pero pronto decidió quitarle ese sostén para poder ver en su plenitud aquellos pechos firmes y blancos, con unos pezones ni muy grandes ni muy pequeños, que pronto se decidió a lamer. Y allí estaba él de rodillas delante aquella preciosa mujer lamiéndole los pechos desnudo mientras ella abría sus piernas invitándolo a acercarse más. Bajó por su vientre hacia su delicado ombligo, fue besando cada centímetro de aquella piel mientras ella acariciaba su nuca guiando su boca hacia su ingle, sus muslos eran tersos y firmes, y podia ver perfectamente su sexo a través de las braguitas de encaje transparentes. Decidió besarlo por encima de la ropa interior, morderlo, pero pronto su deseo le obligó a bajarle esas bragas y descubrir sus labios rosados esperando su lengua. La agarró de los muslos tocando aquel suave culo y le arrancó las bragas, dejándolas caer rotas en el suelo de un inmaculado color blanco. Levantó su cuerpo llevando aquella vagina perfecta a su boca, ahora su lengua entraba y salía de aquel orificio estrecho, podía notar como ella se entregaba al placer, gimiendo cada vez más fuerte gracias a su lengua experta, mientras con sus piernas abrazaba su espalda. Podía notar sus uñas clavándose en su cuello, y aquello hizo que su lengua se volviera salvaje dentro de ella, quería follarla pero antes deseaba su coñito mojado y abierto para él. Notaba como su polla goteaba líquido preseminal incesantemente, le dolía aquella erección y sabía lo que la iba a calmar. Se subió a la cama y ella le leyó el pensamiento tumbándose y dejando que metiese su miembro duro entre sus labios mientras él seguía comiéndose aquel coñito perfecto en un 69 muy caliente. Al estar encima de ella podia notar como su polla se hundia en su garganta, ella la engullia con deseo sin quejarse pese a que la follada de boca cada vez era más y más intensa. Le gustaba que ella no se quejase, tenerla a su disposición de aquella manera tan servicial. Empezó a introducir sus dedos en aquel agujero húmedo por su saliva y vió que ella los aceptaba con placer, mientras agarraba firmemente su culo haciendo que su polla sintiera su garganta profundamente. Se dió cuenta que en una situación normal ya se habría corrido y le gustó tener aquella sensación de control. Podía verse a si mismo en la habitación masturbandose  delante de la pantalla y aquella sensación de sentirse observado le encantó. Él era el protagonista de su propia película porno! Se incorporó ante aquella idea, y ella sin dejar de sonreír se puso a cuatro patas ofreciéndole sus dos orificios con determinación. Él acarició aquél culo perfecto, aquella espalda arqueada le invitó a recorrerla con las manos hasta llegar a su cabello, que agarró firmemente incorporándola hacia él, quería poder meter los dedos en su boca, tocar sus pechos, bajó hasta su cadera y posó su polla en la entrada de su coñito que abrazó cada centímetro de su carne dura y venosa provocándole a empujar con fuerza. Quería sentirla llena de él, abandonada al placer que le provocaba su polla poseyéndola una y otra vez. Podía notar como sus huevos chocaban contra ella, como sus pechos rebotaban y ella cada vez gemía más y más.

-Mmm...dame más fuerte. Dijo ella rompiendo el silencio. Él esperaba oír eso, quizás por ese motivo ella lo dijo, y él empezó a embestirla con toda su fuerza, doblándola contra la cama, abarcando todo su cuerpo que ahora estaba perlado por el sudor que él dejaba caer sobre ella. Podía notarla tan profundamente! Estaba húmeda pero cada centímetro de piel se amoldaba a su polla sin dejarla respirar. Empezó a acariciar con una mano su clítoris y con la otra la agarraba del pecho, quería hacer que ella se corriera con él, a lo que empezó a gemir con fuerza mientras él azotaba su cuerpo firmemente. Justo en el preciso instante que él lo deseó ella empezó a correrse sobre su polla, podía notar como aquél néctar deslizaba por sus muslos mientras ella gritaba de placer. Él sacó su polla y ella sin pedírselo se giró abrazando con sus pechos su polla mojada y masturbándola con fuerza, mientras él metía sus dedos mojados en su boca que los lamía con avidez. Empezó a correrse a chorros, por todas partes, sus pechos y su cara quedaron empapados de su leche, que ella se dispuso a lamer en una mamada suave y dulce que terminó con un largo beso sobre aquella enorme cama. Acababa de tener el mejor polvo de su vida, cuando de golpe las luces se apagaron. ERROR DE CONEXIÓN.

-Qué pasa? Dijo él.

-Ha caído tu conexión, tendrás que esperar.

-Durante cuanto tiempo?

-Tranquilo, todo este tiempo no se te cobrará. Quieres repetir?

Y pudo ver como la chica volvía a llevar aquél conjunto negro de encaje, mientras que él, descolocado, volvía a estar en boxers y camiseta. Solo que esta vez, en la gran pared de cristal había múltiples miradas, hombres y mujeres observando desde sus casas a que el show volviera a empezar.

-Estás listo? Le dijo ella sonriendo.