Erotic Medieval

En la edad Media, una joven de blanca piel y negro cabello, llegaba tarde a su aldea tras recoger agua, cuando un caballero de oscuras intenciones decidio que era mas conveniente que entre sus manos estuviese su poya y no el cantaro de agua.

Erotic Medieval.

Era ya bastante tarde, y el sol amenazaba con ponerse de un momento a otro, pero yo tenia aun que cruzar la mitad del bosque para llegar a mi casa. No entendía como se me había echo tan tarde, así que recogí las flores que andaba cogiendo y el cántaro lleno de agua del manantial.

  • Llegare tarde a cenar de nuevo...- comente molesta por la reprimenda que me iban a echar mis padres

Cogi el camino mas corto hasta llegar a mi aldea, pero es el mas frondoso y a veces, si no te conoces el camino, te puedes perder porque se difumina el sendero con la maleza.

Camine 10 minutos, pero en una curva, mi vestido se engancho a una rama y tropecé.

Con un grito caí al suelo, y se me bajo la camisa que enseñaba los hombros un poco, viéndose mi pecho.

Rápidamente me coloque la camisa y mire que no hubiese nadie, pero algo me sobresaltó. Un ruido entre los arbustos se escuchaba próximo a mi, y cada vez se acercaba mas.

Me levante corriendo, dando un tirón a la falda, la cual se rajo por un lado. Cogí las cosas y salí corriendo asustada. Pero cuanto mas corria, mas oía ruidos persiguiéndome. Las ramas me iban rasgando la ropa, tanto que me tenia que coger la camiseta para que no se me cayera.

En medio de la carrera, me gire desesperada hacia tras y vi a alguien de fondo corriendo hacia mi, de pelo largo algo rizado y rubio, con cuerpo atlético y pantalones oscuros, pero no logre verle la cara. Iba en un caballo negro detrás mío. La visión hizo que se me encogiese el estomago de miedo. No sabía quien era, no sabía porque me perseguía, pero si podía intuir que podía querer.

  • Déjeme!!- grite, pero justo tropecé con una rama caída, y caí duramente contra el suelo, abriéndose totalmente la camisa, dejándose ver mi pecho, y la falda traicionera se me había subido tanto que dejaban al aire mis muslos.

EL hombre aprovechó y se bajo del caballo con mucha agilidad. Intenté levantarme para seguir corriendo, pero lanzo hacia mí y me rodeo con sus fuertes manos enguantadas la cintura. Intente resistirme, pero me rasgó con el forcejeo lo que quedaba de camisa y me levanto la falda con una mano mientras que con la otra me acariciaba un pecho y me lo lamía, amarrándome bien para que no pudiese huir. Me hacia cosquillas con su perilla rubia , pero intentaba resistirme inútilmente. Era fuerte, y cuanto más intentaba apartarme de el, más fuerte me cogía y más sentía sus músculos fuertes.

No me podía creer que estuviese pasando esto, que iban a pensar cuando lo dijera en la aldea... si es que podría decirlo alguna vez?

  • Para!No! Para!!- grite revolviéndome, mientras el me cogía de las muñecas hacia arriba y no paraba de lamerme los pechos, sujetando uno con una mano, mientras me acariciaba el pezón, y con la lengua se concentraba en el otro.

De los gritos pase a poco a poco, confundirlos con gemidos. No me podía creer que ese desconocido, al que aun no me había fijado en la cara, me estuviese haciendo disfrutar!

  • Cállate, y disfruta...que se que te esta gustando...-comentó el con voz fuerte y grave.
  • No!, No! Quita, suéltame!- dije volviendo a revolverme roja, no podía dejar que el hombre pensara que me estaba poniendo muy excitada, tanto que junte las piernas, para que no apreciara lo húmeda que estaba dejando mi interior..

El hombre, comprendió lo que me debía de estar pasando, porque subió la mano enguantada a su boca, y se quitó el guante con los dientes. En ese momento pude ver su cara. Era muy atractivo, con perilla y patillas. Unos ojos marrones verdosos y una piel curtida por las batallas y el frió. Una vez libre del cuero la bajo ,sin soltarme las muñecas y la bajo hasta mis muslos, para luego subirla y rozar con sus dedos mi húmeda entrepierna. Abrió con los dedos, suavemente, sin dejar de lamer mi pezón, los labios y acaricio de arriba a bajo, empapando sus dedos con lo mío, para luego jugar con el botón.

Eso hizo que me diese un espasmo en la columna de placer, y se me escapase un grito que se trasformo en un gemido de gusto. El se acerco a mi oído y me susurro:

  • Voy ha hacer que me pidas que te la meta hasta el fondo, que lo desees y me lo ruegues, y solo entonces, cuando estés a punto de explotar de placer, haré lo que me pides...
  • No...- murmure mas excitada aun, la sola idea de lo que pudiera hacerme ese hombre par que llegara a ese estado de necesidad me enloquecía de placer.

Bajo poco a poco, y con su lengua se hizo hueco, lamiendo de arriba a bajo y metiéndola dentro de mi, humedeciéndome más aun, como preparándolo para lo que haría mas adelante con su dureza en mi. Empezó a succionar y a lamer, a mordisquear y a meter un dedo, moviéndolo acompasadamente, mientras que con la otra, me pellizcaba un pezón.

Me estaba volviendo loca de placer, tanto que empecé a desear sentirla dentro mía, pero solo la suya, sentir lo que tanto presumía de que iba a hacer, y lo empecé a necesitar con desesperación a medida que pasaban los segundos.

-La necesito...-murmure con los ojos cerrados.

  • El que necesitas?

  • Eso..

  • Que es eso...dilo..

No me atrevía..

  • Dilo! Dilo y será toda tuya..

  • Necesito... sentir tu poya dentro!- dije con un gemido para terminar la frase, no me podía creer que eso saliese de mi boca.

EL sonrió y me agarro de la cabeza y me acerco su palpitante y duro miembro a la boca levantándose el y haciéndome que me agachara yo.

  • Tómala, pruébala y luego la sentirás.
  • Ese no era...el trato...-le dije con las mejillas coloreadas bajando la mirada para mirarle con reproche.

Este se rió y dijo- No sabía que teníamos un trato nena...- y dicho esto se la cogió y me la puso en los labios. Con un movimiento logró metermela el la boca.

Empecé a saborearle primero automáticamente, con los ojos fuertemente cerrados. Me debía de disgustar, pero eso lo único que hizo era que fantasease con sentir lo que tenia en la boca dentro de mi. Seguí saboreándole relajando mi expresión. Puse una mano en la base de su miembro y apoyando mejor las rodillas empecé a saborearle con afán y deseo contenido.

Este me cogió del pelo con fuerza y acompasaba mi ritmo con movimientos con la cadera. La tenía bastante gruesa así que tenía que abrir todo lo que podía la boca para que pudiera caber tal verga. La saliva me resbalaba por el mentón, por lo que entraba y salía si dificultad. A veces la sacaba y jugaba con mi lengua , la miendola como lamía los caramelos que vendían en la aldea.

A veces también subía la mirada para verle la cara. Este tenia los ojos cerrados con una expresión totalmente placentera, hasta que la saco de golpe.

  • La sigues queriendo?-me pregunto mirándome con oscura sonrisa.

A pesar de mi excitación, pensé que podía evitar ser mancillada por ese hombre aún. Al llegar a casa , si lo conseguía lo más probable que me tendría que masturbar hasta que se me cansase la muñeca por lo ardiente que sentía mis entrañas, pero no podía dejar que ese desconocido me hiciese lo que quisiera.

Así que con una sonrisa me levante, le eche para tras, como incitándole a tumbarse, pero cuando el, muy confiado me soltó, me dí la vuelta y salí corriendo.

El oscuro caballero dio un rugido de rabia que hizo que en mi carrera se me pusiera la piel de gallina.

Empecé a correr desesperadamente, pero pronto oí como este corría tras mía. Mis pies se magullaban en la huida, por lo que pronto me dio alcance, agarrandome de mis ropas que se rasgaron totalmente dejándome prácticamente desnuda. Seguí corriendo sintiendo las ramas en la piel de todo mi cuerpo, sin importarme ya mi desnudez, hasta que algo duro me golpeó en mi espalda y caí hacia delante, en un lecho de hierba verde y fresca al lado del rió.

  • A donde te creías que ibas???!!!- me rugió el, dándome la vuelta, pero extrañamente a pesar de la dureza de sus palabras y de sus manos, me movió con bastante cuidado, para darme la vuelta y ponerme boca arriba.
  • No!! Déjeme!! Por favor!!-gritaba desesperada mientras el me cogía las muñecas, y con una mano las agarro las dos y las puso encima de mi cabeza, mientras que con la otra mano, me abrí las piernas, me arrancó mis bragas de tela blanca y se la sacó. Sentía su peso encima mía, y entre mis piernas.

Noté como la punta se metía entre mis húmedos bajos, y de un golpe me la metió hasta el fondo. Di un grito al notar tal anchura dentro mía. Sentía como se iba abriendo mi interior, aunque húmedo, molestestaba, aunque esa molestia no era comparada con el placer. Era más grande de lo que había calculado y cuando más se movía mas grande se volvía, hasta que me note llena , no había un hueco de mi interior que no estuviese tocando las paredes de aquel arma que poseía el oscuro guerrero que me tenía cogida.

Mientras se movía, metiendo y sacando su miembro, me empezó a morder los pezones de nuevo. Al principio con algo más de suavidad pero a medida que iban aumentando las embestidas, me iba mordiendo con más fuerza. Pero misteriosamente cuanto más fuerte me poseía, mas me gustaba y más me hacía gemir.

Cuando estaba a punto de llegar al orgasmo, me la sacó. Le mire cubierta de sudor sin entender. Me dio la vuelta, poniéndome a cuatro patas y me la volvió a meter. En esa posición la notaba aun mas grande, como me golpeaba por detrás. Mis tetas se balanceaban de atrás hacia delante al mismo ritmo de sus embestidas. Me tenía sujeta por la cintura fuertemente.

De repente empezó a ir más rápido entre fuertes jadeos.

  • Te voy a llenar entera....-me dijo.
  • No..-atiné a decir, sintiendo mi propia humedad corriendo entre mis muslos.
  • Si.. te voy a dar toda mi fuerza, te voy a llenar tanto de mi poder, que tu interior no podrá albergar tanto..- Y dicho esto aumentó el ritmo inclinándose encima de mi espalda. En ese momento noté como su semilla caliente me llenaba por dentro. Como una explosión de fuego y placer noté como yo también alcanzaba el climax con un gemido largo. El al notarlo me acariciaba el pecho.

Notaba con su leche me bajaba por los muslos, cumpliéndose la promesa de que mi cuerpo no podría albergar toda su fuerza.

A los segundos se acabó todo. El respiraba entre jadeos encima mia y yo apoyada en el suelo intentaba volver a encontrar la calma.

Salió de dentro mía y se levantó, colocándose los pantalones de nuevo.

  • Si te vuelves a perder en el anochecer, nos volveremos a ver..-y dicho esto se dio la vuelta y se fue por donde habíamos venido corriendo.

La noche había hecho que la luna estuviese en lo alto. Mi cuerpo sudoroso con su luz brillaba brillante. Poco a poco me di cuenta de mi desnudez y de cómo podría volver a casa.

Oí el sonido de cascos al fondo, y el caballero pasó por mi lado, tirandome encima las ropas rasgadas. Y sin decirme más desapareció en la espesura.

Y yo me quedé ahí, con el cuerpo aun temblando de placer, y en un fugaz recuerdo de lo pasado esa noche, mi mano inconscientemente bajó por mi vientre y se perdió entre mi húmedas piernas.