Erni

Javier ha hecho suyo a un chico a quien semetera a sus antojos...

Ernie (Cachorro)

He quedado con Ernie en vernos de nuevo, para variar el necesita dinero y yo necesito descargar mis bolas. Nos encontraremos en el Centro Comercial cerca al hostal al que ya hemos ido un par de veces. Ernie se ha vuelto mi putito oficial. El día que lo conocí, estaba parado frente a los cines de un complejo comercial, llevaba un pantalón de jean que se veía viejo y de hecho lo era, un polo de cuello redondo y unas zapatillas tipo converse bastante desgastadas, me acuerdo claramente que tenía una barba tipo pelusa que cubría para de su rostro desde las patillas hasta la barbilla. No me gustan las barbas pero su pelusa a él no le quedaba mal.

Como siempre cuando le propongo vernos, Ernie me aclara que no le gusta que se la meta, que él es más activo o en todo caso moderno, que si lo volvemos a hacer quiere también penetrarme, no sé porque insiste en lo mismo, debería saber que nunca me darán por el culo. Lo convenzo ofreciéndole 100 soles y acepta. Si voy a pagar por algo que es mío quiero que al menos valga la pena así que le he aclarado que lo que quiero es un cachorrito, creo que él no ha entendido del todo lo que significa, o en todo caso se ha hecho el huevón. Siendo que le he hecho la aclaración me siento en la libertad de buscar los juguetes adecuados. Llego adelantado al centro comercial y entro a una tienda de mascotas, elijo una correa con un bonito collar para un perro mediano, compro cuatro correítas más pensadas para perros pequeños. En la ferretería compro un par de cuerdas y dos candados chicos, entro al súper y pierdo tiempo buscando algo que se parezca a una verga, los embutidos parecen pero no sirven para lo que quiero y por más que sea Ernie, ni cagado dejara que le meta una zanahoria, aprovecho que estoy ahí y compro un par de cajas de condones.

Salgo con las prisas, las cajas rápidas de los supermercados nunca son rápidas, el cajero pasa los condones y me mira con cara picara, creo que se le moja la canoa y se está alucinando conmigo, llego a la puerta principal y encuentro a Ernie parado esperándome. Tiene puesto un short de jean, que parece haber sido pantalón en mejores tiempos, sus mismas zapatillas desgastadas y las medias limpias pero percudidas. Sus piernas tienen un bello fino y son delgadas desde la rodilla para abajo, pero de la rodilla para arriba son más bien gruistas y sin bello, lleva una camisa cuadriculada de manga corta que deja ver sus brazos delgados. De su cuello largo cuelga es misma cadena que lleva siempre, es de algún metal sin valor pero la verdad me gusta como luce alrededor de su cuello. Como siempre me recibe con esa sonrisa que ocupa casi toda su cara, tiene una boca grande, labios delgados y bien dibujados, una nariz pequeña y medio respingada, cejas pobladas y un par de ojos color miel vivarachos que brillan y parecen tener vida propia, se ha cortado el cabello y ya no usa más la barba, sabe que a pesar que creo que se le ve bien, no me gustan las barbas.  - Te afeitas - le digo siempre cuando quedamos en vernos y siempre me contesta - claro, sino pareceré un monito - .

Vamos caminando hasta el hotel conversando de cosas triviales, su curso de actuación ha comenzado al fin y eso lo tiene algo ocupado, su computadora ya funciona bien pero no tiene internet en su casa así que ya no para tanto en el chat. Llegamos al hotel, es en realidad una casa bien caleta que alquila cuartos para gente que no quiere hacer mucha luz de su sexualidad, mi caso claramente. Toco el timbre y al poco rato nos abren, entramos a lo que sería la sala de la casa y pido una habitación. – ¿Película joven, condones lubricante? – me pregunta el tipo que atiende mientras mira a Ernie como tratando de capturar su atención, - No gracias, solo la habitación – le respondo mientras apoyo mis brazos en los hombros de Ernie y lo pongo delante como para que el tipo aprecie mejor el cuerito que me voy a coger. Pago la tarifa y me entregan la llave de la habitación N° 6. He estado en ese hotel en varias oportunidades así que conozco perfectamente la ubicación de los cuartos que no son muchos, declino la oferta de acompañarme y subimos por las escaleras hasta el número 6.

Ernie entra primero a la habitación, ya hemos estado antes ahí, se sienta en la cama mientras yo cierro la puerta. Y parece recién caer en cuanta de la bolsa que llevo conmigo. – ¿Que tienes ahí? – me pregunta con sincero interés – ¿Esto?  - Le digo colocando la bolsa sobre la cama. – Cuando hablamos te dije que quería un cachorrito ¿recuerdas? – Me mira desconcertado mientras rebusco en el interior de la bolsa. Saco el collar grande de perro y sin decir nada me acerco con el hasta donde se encuentra Ernie. – Levanta la cabeza -  le digo en tono de orden. – ¿eso es un collar de perro? – me pregunta mirándome a mí y al collar de hito en hito – jaja, no, es una soga para saltar – le contesto burlonamente – levanta – le digo señalando su cuello cuando estoy frente a él. Me obedece y le coloco el collar alrededor del cuello, lo ajusto y retrocedo a mirarlo, la sola idea de ponérselo me ha puesto la verga dura pero ahora que lo veo con el collar mi excitación aumenta. Él se lleva las manos al collar pero no dice nada. Abrocho la cadena al collar y tiro de ella obligándolo a pararse, lo acerco a mí y lo beso en la boca mientras mis manos se enredan en su cintura, más que besarlo me lo estoy comiendo, mi lengua juega dentro de su boca, se enreda con la suya, mis dientes muerden sus labios aspiro su aliento y le inyecto el mío, su erección me indica que esta tan excitado como yo, lo aparto y empiezo a desvestirlo, dejó las caricias y lo hago más bien mecánicamente, casi como si fuera un objeto, le quito el cinturón y desabrocho su pantalón, se lo bajo hasta las pantorrillas, levanto su polo y lo tiro hacia arriba, el levanta los brazos instintivamente facilitándome las cosas, retrocedo y lo observo, con el pantalón abajo, el torso desnudo y el collar de perro en el cuello se ve delicioso. Lo empujó a la cama y se sienta, me agacho y retiro sus zapatillas, las tiro lejos, le arranco el pantalón de un solo tirón y corre la misma suerte que las zapatillas, ahora está en ropa interior, su erección es evidente y la mía también, el deseo me gana y me lanzo sobre él, beso su pecho, sus pezones, mis manos recorren sus piernas, sus nalgas sobre la trusa, levanto sus brazos y los sujeto con fuerza sobre su cabeza presiono mi pinga contra la suya y la froto moviéndome de arriba abajo, mi cerebro reacciona y me detengo.

Mi cachorrito aún no está listo, lo quiero amarrado y completamente a mi merced, me levanto y le quito las ultimas prendas que cubren su cuerpo, su verga salta cuando le bajo el bóxer, es pequeña, delgada y no muy velluda, tal como me gusta. Coloco las correas pequeñas en sus piernas y brazos, se ven tan bien calatito y con las correas puestas, creo que nunca en mi vida he estado tan excitado. Junto sus brazos y piernas por encima de su abdomen, utilizando las correas y candados aseguro sus extremidades, finalmente lo tengo todo para mí, echado de espaldas sobre la cama, con las piernas y las manos atados y unidos entre si y la correa de perro atada a su cuello – Ya estas listos, ahora voy a llamar a mis amigos – sus ojos se salen de sus orbitas a la vez que se retuerce por primera vez tratando de hacer fuerza para quitarse las ataduras – ¿qué? no, que amigos suéltame – abro la puerta y salgo por unos segundos de la habitación solo para incrementar su pánico, no tiene gracias tenerlo atado si no hay al menos algo de resistencia, vuelvo a entrar a la habitación – ya suben cachorrito, vamos a divertirnos mucho contigo. Ernie forcejea mientras me pide que lo suelte – suéltame javier, en serio, quedamos que eras tú solo, que amigos son esos, no te pases de pendejo – me reclama pero es incapaz de gritar, claramente supone que no ayudara, empiezo a desvestirme despacio mientras él se sigue retorciendo tratando de quitarse las ataduras sin ningún éxito, su cara es una mezcla de horror y desconcierto, me quito el polo, me desclaso y me saco los pantalones, me acerco a él y lo jalo colocando su cabeza en el borde inferior de la cama, el sigue forcejeando sin éxito, su desesperación me exista. Froto mis huevos y mi verga con el bóxer puesto sobre su cara una y otra vez – cálmate cachorrito, no hay nadie haya afuera, solo quería ver tu reacción – su rostro se relaja y deja de moverse – me asustaste, en serio pensé que iba subir el gordo que nos atendió – me excita la idea de ver como el gordo se lo tira – ¿el que te comió con los ojos? – Le pregunto sabiendo la respuesta – si – me responde casi instantáneamente, pensé que no se había percatado de su mirada. Me quito el bóxer y ahora froto mis partes desnudas en su cara, el empieza a recuperar su erección, - comete mis bolas – le ordeno, el abre su boca y uno de mis testículos desaparece en su interior, luego el otro y nuevamente el primero, agarro mi verga y la apunto contra su boca – trágatela toda – le ordeno nuevamente y obedece sin reclamar. Mi verga se hunde por completo dentro de su boca, me excita la situación, el echado boca arriba, atado de pies y manos y comiéndose mi verga hasta casi devorarme las bolas, más que mamármela lo estoy penetrando por la boca con un continuo mete y saca que le llega hasta la garganta, la posición en la que se encuentra ayuda a que mi verga entre con facilidad y se sumerja completamente en su cavidad bucal. Su pene esta erecto nuevamente y él está tanto o más excitado que yo. Seguimos así por varios minutos, yo en un mete y saca casi desesperado, él en un intento casi obsesivo por lamerla con su lengua, por ratos se la saco toda y le meto las bolas en la boca, le paso mi miembro de costado se lo refrigero por la cara y de nuevo se lo entierro hasta que mi glande toca su garganta mi verga se engrosa con cada embestida, estoy a punto de estallar – te voy a llenar la boca de leche – le digo mientras doy las ultimas bombeadas, trata de zafarse para no quedarse con mi leche adentro pero es tarde, mis bolas se vacían casi literalmente dentro de su boca obligándolo a tragarse toda mi leche. Se la saco solo por temor a que se ahogue y parte de mi semen se chorrea por las comisuras de su boca, se pone de lado y la escupe fuera a pesar que le he ordenado que se la trague toda...

Continuara